SIGLO XV EN ESPAÑA
Juan de Esquivel (Sevilla, ca. 1470 – Jamaica, después de 1514) fue un militar y explorador castellano que conquistó para la Corona en 1503 el territorio oriental de la isla La Española, en donde fundó la villa de Salvaleón de Higüey, y la isla de Jamaica en 1509 y por lo cual fue asignado como su primer teniente de gobernador desde 1510 hasta 1513, en representación del virrey de Indias.
Juan de Esquivel | ||
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Mapa de Jamaica de 1528, la cual había sido conquistada por Juan de Esquivel en 1509. | ||
1.er Teniente de gobernador de Jamaica | ||
1510 - 1513 | ||
Monarca | Juana I de Castilla
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Predecesor | Nuevo cargo | |
Sucesor | Francisco de Garay | |
Información personal | ||
Nacimiento | ca. 1470 Sevilla del reino homónimo, uno de los tres cristianos de Andalucía Corona castellana | |
Fallecimiento | después de 1514 Jamaica, Virreinato colombino Imperio español | |
Nacionalidad | Española | |
Religión | Católica | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar, explorador, conquistador y gobernante colonial | |
Obras notables |
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Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Juan de Esquivel había nacido hacia 1470 en la ciudad de Sevilla, capital del reino homónimo que era uno de los tres cristianos de Andalucía y que a su vez formaba parte de la Corona castellana.
Viaje a las Indias con Colón[editar]
Acompañó al almirante Cristóbal Colón en su segundo viaje a América en 1493 y participó en la conquista y colonización de la isla La Española, en donde permaneció durante largo tiempo.
El gobernador general Nicolás de Ovando, le encargó en 1503 sofocar una rebelión en el territorio de Higüey, bajo dominio del cacique taíno Cotubanamá, quien se había rebelado por el asesinato cometido por los españoles de uno los caciques de la isla Saona.
Sofocado el levantamiento después de duros combates entre españoles y nativos taínos, se llegó a una tregua entre el cacique Cotubanamá y el capitán del ejército español, Juan de Esquivel.
Fundación de Higüey[editar]
Al año siguiente se reinició la rebelión y Esquivel volvió a actuar como jefe de las tropas españolas. Arrasó por completo con la población de la región matando y tomando prisioneros a miles de taínos.
Entre los prisioneros estaba el cacique Cotubanamá quien fue llevado a la ciudad de Santo Domingo, en donde fuera ahorcado. Pacificada la región en 1505, Esquivel fundó una fortaleza y la villa de Salvaleón de Higüey en 1506.
Teniente de gobernador de Jamaica[editar]
En 1509 Diego Colón, gobernador general del Virreinato de Indias e hijo del almirante, le encomendó la conquista y colonización de la isla de Jamaica. Después de largas luchas logró someter a los nativos e inició el poblamiento de la isla.
En el mismo año fundó las villas españolas de Sevilla la Nueva —que se despoblaría en 1524 y se repoblaría después de 1655 como el puerto pesquero inglés de Saint Ann's Bay— y la de Melilla —entre las actuales localidades jamaiquinas de Port Maria y Port Antonio— ubicadas ambas en la costa septentrional de la isla.
En su gestión de gobierno, Esquivel trasladó colonos españoles a Jamaica, promovió una leve evangelización, repartió encomiendas y desarrolló los cultivos insulares.
En el año 1510 fue nombrado teniente de gobernador de Jamaica, como una dependencia directa del Virreinato colombino. Los excesos cometidos durante la conquista de Jamaica le valieron un juicio de residencia por parte de la Corona castellana y fue remplazado por Francisco de Garay en 1513.
Fallecimiento[editar]
Finalmente, el conquistador Juan de Esquivel falleció en alguna parte de Jamaica después del año 1514.
Origen del nombre del río Esequibo[editar]
Juan de Esquivel prestó su nombre para bautizar el actual río Esequibo. Aunque cuando Alonso de Ojeda realizó las primeras exploraciones por el estuario de la desembocadura del Orinoco en 1499, se asume que navegó por primera vez aquel río, al que llamó río Dulce, y posteriormente tomó el nombre de Esquivel.
Juan García de la Hinojosa, también conocido como «Mulatero», marinero y descubridor español, nacido en Guadalmez a finales del siglo XV, es uno de los sesenta y siete españoles que acompañaron a Vasco Núñez de Balboa en el descubrimiento del Océano Pacífico el 25 de septiembre de 1513. Fue quien escribió con un puñal la fecha y el nombre de los Reyes Católicos sobre la corteza de un árbol, para dar testimonio del descubrimiento.
Historia[editar]
Juan García de la Hinojosa o Juan García «Mulatero», apodo con el que también se le conocía, nació en la aldea de Guadalmez a finales del siglo XV, y debió quedar huérfano y sin hermanos, muy joven, ya que al morir sus únicos herederos fueron sus primas Isabel Ruiz, casada con Diego Gómez y Beatriz López, esposa de Juan Díez, hijas ambas de su tío Pedro de Córdoba, y vecinas de Guadalmez, además de su primo Álvaro Pacheco.1 Es por ello probable que decidiera, al igual que otros muchos habitantes de aquellas tierras, embarcarse hacia las nuevas tierras descubiertas más allá de la Mar Océana en busca de riquezas que le devolvieran a su aldea como un triunfador.
Juan García debió llegar a la Isla de la Española (actual República Dominicana y Haití), procedente de Sevilla, y allí, en Santo Domingo, comenzaría a desempeñar y aprender las tareas de marinero en las aguas del mar del Caribe. A principios de 1513 se trasladará al continente americano, a la región de Castilla del Oro, nombre con el que se designaba por esas fechas a las tierras de las actuales Panamá y Honduras, y concretamente a la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, fundada tres años antes, en septiembre de 1510, por Vasco Núñez de Balboa. Éste, que había sido nombrado gobernador de Veraguas en 1511, y que se había dedicado a recorrer y conquistar el istmo de Panamá, escuchó de boca de Panquiaco, hijo del cacique Comogre, la existencia de otro mar al sur, donde la gente era tan rica que utilizaban vajillas y utensilios en oro para comer y beber.
Para llevar a cabo la expedición en busca de ese nuevo mar del sur, Núñez de Balboa recluta a los hombres existentes en Santa María, entre los que se encuentra Juan García de la Hinojosa, y acompañado por 190 españoles, algunos guías indígenas y una jauría de perros, emprende viaje el 1 de septiembre de 1513.
Parten de Santa María por la costa, en un bergantín y diez canoas indígenas hasta llegar a las tierras del cacique Careta, y desde allí, el 6 de septiembre, se internan en la selva, junto con un contingente de un millar de indígenas cedidos por Careta, hacia las tierras de Ponca, llegando el día 23 a las tierras del cacique Torecha, que dominaba el poblado de Cuarecuá. Será en este poblado donde deban entablar batalla contra el mencionado cacique, y aunque victoriosos, gran parte de la expedición quedará exhausta y malherida, por lo que muchos decidirán descansar en Cuarecuá para reponerse, mientras Juan García de la Hinojosa será uno de los 70 españoles que continúen el día 24 la expedición junto a Núñez de Balboa, internándose en la cordillera del río Chucunaque, donde llegados a la cima, pudieron contemplar las aguas del Mar del Sur, como fue llamado en un principio el Océano Pacífico, al mediodía de aquel 25 de septiembre de 1513.2 Mientras el clérigo Andrés de Vera entonaba un Te Deum, y el resto de los hombres levantaba pirámides de piedra, entre gritos de júbilo, por ser los primeros europeos en divisar aquellas calmadas aguas, Juan García de la Hinojosa, con un cuchillo, grababa en la corteza de un árbol, la fecha y el nombre de los reyes de Castilla, Isabel y Fernando. El escribano, Andrés de Valderrábano, anotó el nombre de los 67 españoles que acompañaron a Vasco Núñez de Balboa en aquel descubrimiento:
“…Los caballeros e hidalgos y hombres de bien que se hallaron en el descubrimiento de la Mar del Sur con el magnífico y muy noble señor el capitán Vasco Núñez de Balboa, gobernador por sus Altezas en Tierra Firme, son los siguientes:
Andrés de Vera, clérigo
Francisco Pizarro…
Johan García, marinero…”3
La expedición descendió la cordillera, adentrándose en las tierras del cacique Chiapes, y desde allí salieron tres grupos en busca de los caminos que llevaran al mar. Es muy probable que Juan García formara parte del grupo de Alonso Martín, quien llegó a las orillas del mar dos días después, embarcándose en una canoa y navegando por primera vez aquellas aguas, ya que no aparece en la lista de los 26 hombres que acompañaron posteriormente a Núñez de Balboa, cuando levantando sus manos, con la espada y un estandarte de la Virgen María, entró en el mar hasta que las aguas cubrieron sus rodillas y tomó posesión de dicho mar, en nombre de los reyes de Castilla. Habían recorrido más de 110 kilómetros hasta llegar ese 29 de septiembre a pisar las aguas del Océano Pacífico, y por ser la festividad de San Miguel, aquella bahía recibió este nombre.
Ansiosos por encontrar comarcas ricas en oro, los expedicionarios se dirigieron a las tierras de los caciques Coquera y Tumaco, a los que vencieron sin dificultad, consiguiendo un rico botín en oro y perlas, y allí oyeron hablar de la abundancia de perlas en unas islas gobernadas por el indio Terarequí. Embarcados en canoas pusieron rumbo a ese archipiélago, a pesar de ser ya el mes de octubre, y bautizaron a la mayor de aquellas islas como Isla Rica (actual Isla del Rey), y al conjunto de ellas, Archipiélago de las perlas.
El 3 de noviembre de 1513 emprendieron viaje de regreso y el día 5 alcanzaban el pueblo del cacique Pacra, donde permanecieron el resto del mes, hasta que el 1 de diciembre continuaron con la marcha, pasando por el poblado de Bocheribuca y Pocorosa. El 18 de diciembre atacaron el poblado del cacique Tubanamá, consiguiendo gran cantidad de oro, y el 1 de enero de 1514 llegaban a las tierras del cacique Don Carlos, hijo de Comogre, que ya había fallecido, para alcanzar el día 17 el puerto de Careta. A finales del mes de enero de 1514, todos los españoles de la expedición, y entre ellos Juan García, se encontraban de nuevo en La Antigua, donde reunidos, se hizo el reparto de los 2.000 pesos de oro que se habían recogido en el viaje.
Los siguientes años los debió pasar Juan García de la Hinojosa por aquellas tierras de Honduras y Panamá, y puede que fuera en aquellas fechas cuando reciba el apodo de «Mulatero», como es denominado en varias Reales Cédulas, por haberse dedicado al negocio del alquiler de mulas, pero un aventurero como él, que además había venido a estas nuevas tierras en busca de fortuna, no fue ajeno a la campaña que Francisco Pizarro y Diego de Almagro estaban preparando en 1524 para la conquista del Perú, y es allí a donde se dirige para seguir conquistando territorios en nombre del rey D. Carlos, al tiempo que aumenta el oro en su saca.
En Perú permanecerá hasta 1539, cuando, cansado de luchas y viajes, decide regresar a España, a su aldea de Guadalmez, cargado con una fortuna de 30.000 pesos de oro, pero tras alcanzar la ciudad de Panamá, morirá en ella en 1539 o 1540.4
El 11 de junio de 1540, sus primas Isabel y Beatriz pedirán, por Real Cédula, a los oidores y Audiencia de Panamá que se remitan a la Casa de Contratación de Sevilla todos los bienes que su primo dejó al fallecer en aquella ciudad, junto con el testamento y escrituras.
Acuerdan con un vecino de Sevilla, Francisco de Vega, que va a embarcar para esas tierras de Panamá, darle todos los poderes necesarios, que le hacen llegar en escrituras por medio de Diego Guzmán, vecino de Pedroche, para que él pueda cobrar allí la herencia, valorada en más de 30.000 pesos de oro, entre oro, joyas, perlas y plata, y la traiga a España, a cambio de un 7% de esa fortuna. Pero diciembre de 1540, y ya de vuelta en Sevilla, el tal Francisco de Vega o Juan de Vega, se niega a entregar los bienes si el porcentaje no es del 15%. Por ello, los primos, Isabel, Beatriz y Álvaro acuden a la Justicia Real, y en Real Cédula de 29 de mayo de 1541 se ordena a Francisco de Vega comparecer ante el Consejo de su Majestad para que cumpla con los términos del acuerdo.
Rodrigo de Jerez es uno de los marinos que navegaron hacia América en la Santa María en el primer viaje de Colón en 1492. Se le atribuye ser el primer europeo en fumar tabaco. Volvió a Europa en La Niña. Era de Ayamonte.
En octubre de 1492 la tripulación se encontró por primera vez con el tabaco en San Salvador o Guanajaní en las Bahamas. Los nativos se les presentaron con «hojas secas que desprendían una peculiar fragancia».
En noviembre de 1492 De Jerez y Luis de Torres vieron fumar por primera vez, en Cuba. Aparentemente los nativos hicieron rollos de hojas de palma y maíz «a la manera de un mosquetón hecho de papel», con tabaco dentro. Uno encendía un lado y bebía el humo que echaba el otro.
A su vuelta a España en 1493, Jerez adoptó este hábito y lo introdujo en Ayamonte, pero fue encarcelado ya que «sólo el diablo podía dar a un hombre el poder de sacar humo por la boca».1 Cuando fue liberado siete años después, sobre el año 1500, la costumbre de fumar se había extendido hasta hoy en día.
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