SIGLO XV EN ESPAÑA
Juana Enríquez (1425-Torrelobatón, 13 de febrero de 1468),1 fue reina consorte de Navarra (1447-1468) y de Aragón (1458-1468), V señora de Casarrubios del Monte, perteneció al importante linaje de los Enríquez, rama ilegítima de los reyes de Castilla.
Mujer ambiciosa e imperante, era hija de Fadrique Enríquez, almirante de Castilla y de su primera esposa, Marina Fernández de Córdoba también llamada Marina de Ayala, muerta en 1431.
Juana Enríquez | ||
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Reina consorte de Navarra y Aragón | ||
Reinado | ||
7 de abril de 1444-13 de febrero de 1468 | ||
Predecesor | Blanca I de Navarra | |
Sucesor | Isabel I de Castilla | |
Información personal | ||
Nombre secular | Juana Enríquez y Fernández de Córdoba | |
Otros títulos | V Señora de Casarrubios del Monte | |
Nacimiento | 1425 Reino de Castilla | |
Fallecimiento | 13 de febrero de 1468 Tarragona, Corona de Aragón | |
Familia | ||
Casa real | Linaje de los Enríquez | |
Padre | Fadrique Enríquez | |
Madre | Marina Fernández de Córdoba | |
Consorte | Juan II de Aragón | |
Descendencia | Fernando el Católico Infanta Juana de Aragón | |
Escudo de Juana Enríquez |
Descendencia[editar]
Fue la segunda esposa de Juan II de Aragón y de Navarra, viudo desde 1441, con quien contrajo matrimonio el 17 de julio de 1447,1 contando diecinueve años. Tuvieron dos hijos:
- Fernando el Católico (Sos, 10 de marzo de 14521-Madrigalejo, 23 de enero de 1516), rey de Aragón y de Castilla (consorte, con el nombre de Fernando V) desde diciembre de 1474 por su matrimonio en octubre de 1469 con Isabel I la Católica;
- Juana (16 de junio de 14551-1517), segunda esposa de Fernando I de Nápoles, primo bastardo de Fernando II de Aragón.
Su actividad política como reina consorte[editar]
La muerte en 1458 del rey Alfonso V de Aragón significó la ascensión al trono de Juan II y su mujer Juana.1
Uno de los más grandes deseos de Juana Enríquez, hacia el que tendió hábilmente su política, fue el matrimonio (en octubre de 1469) de su hijo Fernando, de dieciséis años, con Isabel de Castilla, de unos diecisiete. No pudo verlo realizado pues murió el 13 de febrero de 14681 por complicaciones de cáncer de mama.
María de Castilla (Segovia, 14 de noviembre de 1401-Valencia, 4 de octubre de 1458). Infanta de Castilla, Princesa de Asturias (1402-1405) y reina de Aragón (1416-1458) por su matrimonio con Alfonso el Magnánimo. Primera hija de Enrique III «el Doliente» y de Catalina de Lancáster y hermana de Juan II.
María de Castilla | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 14 de noviembre de 1401jul. Segovia (España) | |
Fallecimiento | 7 de septiembre de 1458jul. (56 años) Valencia (España) | |
Sepultura | Monasterio de la Trinidad (Valencia) | |
Religión | Catolicismo | |
Familia | ||
Familia nobiliaria | Casa de Trastámara | |
Padres | Enrique III de Castilla Catalina de Lancaster | |
Cónyuge | Alfonso V de Aragón (desde 1415) | |
Escudo | ||
Biografía[editar]
Nacida en la ciudad de Segovia, María fue la mayor de los hijos del rey Enrique III y la reina Catalina de Lancáster. Su madrina fue la tía de su madre, María de Ayala, monja e hija ilegítima del rey Pedro I de Castilla. Creció en una residencia completamente regida por castellanos, en donde vivió hasta el momento de su matrimonio, lo cual era inusual para una infanta destinada a casarse con un príncipe extranjero. Su educación estuvo a cargo del Gran Senescal del reino, Pedro González de Mendoza, mientras que su gobernanta fue Inés de Ayala y Toledo, III señora de Casarrubios del Monte.1 Como hija primogénita, María fue investida con el título de Princesa de Asturias, reservado para el primero en la línea de sucesión. Su padre la hizo jurar heredera presunta del reino en las Cortes de Toledo el 6 de enero de 1402, siendo al mismo tiempo comprometida con su primo-hermano Alfonso, hijo de su tío paterno Fernando, como una forma de reforzar sus derechos sucesorios. El nacimiento de su hermano Juan (futuro rey) en 1405 la desplazó de la sucesión; desde ese momento, ella fue solo Infanta.2
Su infancia fue muy feliz, de acuerdo a las crónicas contemporáneas; la fragilidad de su salud no fue evidente hasta el momento de su matrimonio. Su padre murió cuando ella tenía cuatro años, dejando la corona a su hermano Juan II, haciéndola heredera presunta nuevamente. Su madre, la reina Catalina, gobernó el reino de Castilla como Regente durante la minoridad de su hijo y la Infanta pudo observar las capacidades de la reina en la labor gubernamental. Las acciones políticas de la Reina-Regente hicieron que posteriormente María fuera muy consciente de sus responsabilidades y prerrogativas como reina y como regente, que se confirmarían al entregársele el antiguo Señorío de Villena, a modo de Ducado de Villena, entre 1409 y 1415. Madre e hija estuvieron muy unidas y mantuvieron una frecuente correspondencia tras del matrimonio de la infanta.1
Matrimonio[editar]
El compromiso entre María y Alfonso no fue formalizado hasta que ella cumplió los siete años de edad, aunque fue reconfirmado por el rey Enrique III en sus últimas voluntades y testamento.1 En el mismo acuerdo, se pactan otras dos alianzas nupciales: entre el hermano de María, Juan II y la hermana de Alfonso, María, y entre la hermana menor de María, Catalina, con el hermano de Alfonso, Enrique.3 El matrimonio entre María y Alfonso se celebra en la Catedral de Valencia el 12 de octubre de 1415. La ceremonia fue oficiada por el antipapa Benedicto XIII, el cual también otorga la dispensa matrimonial para el enlace.1 María recibió una espléndida dote consistente en tierras y rentas, a la vez que Alfonso era elevado al rango de Infante de Castilla. El rey Juan II luego se quejaría de que la dote de su hermana era demasiado grande y en verdad fue la más grande jamás aportada por una Infanta de Castilla.4 Un año después, en 1416, su marido fue proclamado Rey de la Corona de Aragón, subiendo al trono como Alfonso V.
Las disputas familiares eran constantes gracias a las políticas de sus suegros, los reyes de Aragón Fernando y Leonor de Alburquerque. Los Infantes de Aragón, sus cuñados Enrique, Pedro y especialmente el intrigante Juan fueron extremadamente problemáticos e impertinentes durante la regencia de María.1
María tenía una salud delicada, posiblemente padecía de epilepsia. Un brote de viruela la dejó con cicatrices permanentes y sin atractivo. No tuvo su primera menstruación hasta los dieciséis años, por lo que la consumación de su matrimonio fue postergada hasta entonces; no tuvo hijos. Su unión fue simplemente política sin ninguna clase de afecto. Los pocos momentos felices que tuvo en su matrimonio tuvieron lugar durante los primeros años. La falta de descendencia afectó grandemente su matrimonio y el reinado de Alfonso V. La relación entre ambos empieza a deteriorarse visiblemente desde 1423, luego del retorno de Alfonso V de Nápoles y al enterarse de que la amante italiana de su marido, Giraldona Carlino, le había dado un hijo, Fernando. Terriblemente herida por su infidelidad, María le informa falsamente a su marido de que su madre había muerto con el propósito de herirlo. El divorcio no era una opción y la pareja permaneció unida solo por conveniencia.5
Durante los años 1420 y 1423 y a causa de las largas ausencias de Alfonso V tuvo que actuar como lugarteniente general de Aragón y en el principado de Cataluña entre los años 1432 y 1458.
Se involucró en las luchas que se desarrollaban en Barcelona entre los campesinos y los burgueses.
Tras la derrota de Ponza (1435) en la que Alfonso V fue hecho prisionero por los genoveses aliados al soberano napolitano, Renato de Anjou, María convocó cortes en Monzón para recabar los fondos para la liberación de su esposo.
En 1453, dejó Aragón y se trasladó a Castilla donde intervino como mediadora en las luchas castellano-aragonesas y consiguió que se pactara la tregua de Valladolid.
Murió sin descendencia. Está enterrada en el Real Monasterio de la Trinidad en Valencia. Aunque la historiografía había tendido a considerarla una persona caritativa y devota, se ha señalado que la reina sentía predilección por los pequeños artistas y las obras humildes, y por ello jugó un destacable papel en la promoción artística y cultural de la época.
Margarita de Prades (1387/1388 - Corona de Aragón, condado de Barcelona, 23 de julio de 1429)12 fue reina consorte de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Cerdeña, de Córcega (nominal) y de Sicilia, duquesa consorte (nominal) de Atenas y de Neopatria, y condesa consorte de Barcelona, de Rosellón, de Cerdaña y de Ampurias (1409-1410).
Ascendencia[editar]
Margarita pertenecía al linaje de los condes de Prades, línea secundaria de la casa real de Aragón, dinastía Barcelona. Su padre fue Pedro de Prades, barón de Entenza, hijo de Juan de Prades y de Sancha Jiménez de Arenós, y su madre fue Juana de Cabrera, hija de Bernardo III de Cabrera, vizconde de Cabrera y de Bas y conde de Osona, y Margarita de Foix. Pertenecía al séquito de damas de la reina María de Luna, por lo que lo más probable es que fuera zaragozana de nacimiento.
Matrimonios y descendencia[editar]
Se crio y educó en la corte, donde fue dama de compañía de la reina María de Luna por lo menos desde 1399. La reina María falleció en 1406, dejando al viudo, Martín el Humano y un hijo, Martín, que falleció tres años después en 1409 después de culminar una reñida campaña de conquista de Cerdeña.
Habiéndose quedado sin heredero, Martín el Humano decidió contraer nuevo matrimonio para tener descencencia. Escogió a Margarita de Prades, una joven de veintiún años, en vez de a Cecilia de Urgel, hermana del conde Jaime II de Urgel. El papa Benedicto XIII ofició el matrimonio el 17 de septiembre de 1409 en el palacio de Bellesguard en Barcelona.
La muerte del rey en mayo de 1410 frustró aquellos objetivos y así se extinguió el reinado de la Casa de Aragón y se inició un periodo de interregno que culminó con el Compromiso de Caspe en 1412. Margarita volvió a casarse en 1415 con el noble valenciano Juan de Vilaragut y Álvarez de Haro. Debido a su condición de viuda real con una renta asignada, este enlace, así como el hijo nacido de este matrimonio en 1416, Juan Jerónimo de Vilaragut, se mantuvo en secreto.
Corte literaria[editar]
Según el cronista Pere Tomic, Margarita de Prades «fue una de las más bellas señoras». Su belleza y su interés por la cultura, manifestado por su amor a los libros, contribuyeron a convertir el palacio real menor y el de Bellesguard en cortes literarias, donde ejerció de musa para algunas figuras de la literatura catalana como Jordi de Sant Jordi, Arnau March, Lluís Icart y Arnau d'Erill, así como algunos castellanos como Pedro de Santa Fe e Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, que le dedicó un planto con motivo de su muerte.
Reina abadesa[editar]
Alrededor de 1420, al ser su situación divulgada y su posición económica fallida, Margarita y su hijo Juan se retiraron al monasterio cisterciense de Santa María de Valldonzella. Volvió a enviudar en 1422 y probablemente en 1423 profesó como monja en el mismo monasterio. En 1426 se trasladó al Monasterio de Bonrepòs donde fue nombrada abadesa en 1428.
Sepultura[editar]
La reina abadesa falleció de un brote de peste en Riudoms y su cuerpo fue trasladado al monasterio de Bonrepòs, donde fue enterrada.2 Posteriormente, sus restos fueron trasladados al Monasterio de Santes Creus en mayo de 1475 y colocados en la iglesia en un sepulcro decorado con las armas reales y abaciales en la pilastra que separa el presbiterio de la primera ábside en la parte de la nave del evangelio delante del mausoleo del rey Pedro II de Aragón. El sepulcro fue profanado en 1835 y sus restos fueron trasladados a una tumba de piedra. Años más tarde, los restos fueron llevados a una urna de piedra en el muro de la nave del evangelio.
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