SIGLO XV EN ESPAÑA
Rodrigo Manrique de Lara (1406-Ocaña, 11 de noviembre de 1476), I conde de Paredes de Nava1 fue un noble levantisco de reconocido prestigio, ganado en buena medida en sus combates contra los musulmanes, padre en su primer matrimonio del poeta Jorge Manrique, quien le dedicó una sentida y clásica elegía, y hermano del también poeta y dramaturgo Gómez Manrique. Estuvo al lado de los infantes de Aragón en su enfrentamiento contra Juan II de Castilla y Álvaro de Luna.
Biografía[editar]
Primer conde de Paredes de Nava, era el hijo menor del adelantado Pedro Manrique de Lara, señor de Amusco,1 de quien recibió la villa de Paredes de Nava y tuvo el señorío de Vega de Doña Olimpa, y de Leonor de Castilla,1 y hermano del poeta y dramaturgo Gómez Manrique.2 Durante toda su vida estuvo en conflictos con Álvaro de Luna por la defensa de sus posesiones.
Entró en la orden de Santiago en 1418 con doce años de edad. En 1434 asistió a la toma de Huéscar. Fue trece de la orden en 1440. Peleó en la batalla de Olmedo (1445). En mayo de 1452 fue nombrado primer conde de Paredes de Nava por el rey Juan II.
Participó activamente en la Liga nobiliaria enfrentada a Enrique IV y en la denominada "farsa de Ávila" (1465), por la que recibió el título de Condestable de Castilla.
A la muerte del infante don Alfonso, hermano del rey, tomó partido por la princesa Isabel, futura reina Isabel la Católica, estando presente en el Pacto de los Toros de Guisando, según el cual se reconocía a Enrique IV como rey de Castilla y como sucesora a su hermana Isabel, sacando de la línea sucesoria a Juana la Beltraneja.
En 1474 fue proclamado gran maestre de la Orden de Santiago en la villa de Uclés.
Los Manrique o Manrique de Lara constituyeron una de las más poderosas familias nobiliarias de la España medieval y entre sus títulos destacan el Ducado de Nájera y el Marquesado de Aguilar de Campoo, ambos entre los veinticinco primeros a los que Carlos V reconoció en 1520 por primera vez la Grandeza de España. Fue enterrado en el monasterio de Uclés. Por diversos avatares históricos su sepultura desapareció. Su epitafio, tallado en una de las almohadas de piedra donde reposaba su cabeza, rezaba:
Aquí yace un hombre
que vivo dejó su nombre
Además de su posición en la historia, quedó inmortalizado por el poema escrito por su hijo Jorge Manrique, las Coplas a la muerte de su padre. A su muerte fue Pedro Manrique, hijo primogénito de su primer matrimonio con Mencía de Figueroa, quien heredó el título de conde de Paredes, en el siglo XVIII el condado se concentró, junto con muchos otros en la casa de los duques de Nájera, marqueses de Aguilar de Campóo. De su tercer matrimonio con Elvira de Castañeda,1 hija de Pedro López de Ayala y María de Silva,3 tuvo como hijo al cardenal Alonso Manrique, arzobispo de Sevilla e Inquisidor General.
Rodrigo Manrique | ||
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I conde de Paredes de Nava Gran Maestre de la Orden de Santiago | ||
Información personal | ||
Nombre secular | Rodrigo Manrique de Lara | |
Fallecimiento | 11 de noviembre de 1476 Ocaña |
Vida[editar]
Es poco lo que se sabe de su vida personal. Nació en Sos del Rey Católico, donde tenía casa solariega, y fue padre de Juan de Ampiés, regidor en Santo Domingo y de gobernador de la provincia de Venezuela.2
Participó en la recuperación del Rosellón y la Cerdaña.3 Durante los ejercicios de 1480 a 1483 fue diputado de la Corona de Aragón por el brazo de las universidades. Poco después, en 1485, la Diputación de Aragón le encargó pacificar la zona de las Cinco Villas, en la que diversos delitos estaban dificultando el comercio.2
A finales del siglo XV, formaba parte de un grupo de intelectuales que se formó en Zaragoza en el entorno del impresor Pablo Hurus, entre los que se contaban Gauberte Fabricio de Vagad, Martín García, Gonzalo García de Santa María, Andrés de Li y también italianos, como Antonio Geraldini. En 1502, todavía en Zaragoza, fue uno de los que juró por el estado de los caballeros e infanzones a Juana y Felipe como sucesores de la Corona de Aragón.2
En agosto de 1512 participó en las cortes de Monzón, con ocasión de la renovación de los privilegios de la ciudad de Sos del Rey Católico, en enero de ese mismo año. En 1512 escribió al rey Fernando solicitando ir a la corte, lo que el rey denegó, justificándolo con la necesidad de Martínez de Ampiés de permanecer en Sos. El rey, a pesar de también haber denegado anteriormente la solicitud de Martínez de Ampiés de participar en el conflicto de la Liga Santa contra Francia en Navarra, necesitaba que el militar asegurase el territorio, para evitar una ampliación del conflicto a Aragón.2
Poco antes de su muerte, en 1513 fue testigo en una sentencia del rey Fernando en un conflicto entre Sos del Rey Católico y Sangüesa. Falleció posteriormente en Uncastillo, en fecha indeterminada.2
Obra[editar]
Martín Martínez de Ampiés escribió, tradujo y amplió diversas obras. En la década de 1490 tradujo del catalán y amplió el manuscrito del barcelonés Manuel Díez, que publicó Hurus en 1495 en Zaragoza con el título Libro de albeytería nuevamente corregido y enmendado. El libro, ampliado considerablemente por Martínez de Ampiés en sesenta y nueve preguntas, era la primera obra de veterinaria publicada en España. Tuvo gran éxito y fue reeditado en castellano y en catalán en diversas ocasiones (Zaragoza, 1498, 1499, 1506, 1545; Barcelona 1515, 1520, 1523).1
Posteriormente escribiría dos obras religiosas. En 1495 Hurus publicó su Triumpho de María, en prosa y verso y en 1496 el Libro del antichristo.1 El Libro del antichristo es una de las muchas adaptaciones realizadas del Libellus de Antichristo de Hermerio Adson. La versión de Martínez de Ampiés constaba de cuatro partes, unas traducidas, otras originales: «Libro del anticristo», «Libro del juicio postrimero», «Sermón de san Vicente» y «Epístolas de rabí Samuel enviadas a rabí Isaac». Posteriormente el Libro del Antichristo sería reeditado en Burgos en 1497 por Fadrique de Basilea y en 1535 por Juan de Junta.23
En 1498 tradujo del latín el Viaje de la Tierra Santa de Bernardo de Breidenbach, al que añadió un prólogo con el título Tratado de Roma, una pintoresca historia de los emperadores y papas de Roma. Finalmente publicaría un Carmen elegiacum en la compilación Pascale Sedulii cum sacrarum litterarum et indice auctorum in marginibus de Juan Sobrarias.
Diego de Muros (Santiago de Compostela, 1405 – Ciudad Rodrigo, diciembre de 1492), mercedario (OdeM), teólogo, catedrático, predicador y embajador real español, obispo de Tuy y Ciudad Rodrigo.
Introducción[editar]
La coexistencia de tres personajes pertenecientes a una misma familia, naturales todos ellos de la población de Muros, en La Coruña, que llegarían a ser obispos, y llevando el nombre de Diego de Muros, ha ocasionado durante siglos mucha confusión entre los historiadores.
Ahora, el manejo de la documentación custodiada en los archivos vaticanos, así como el hallazgo en España de nuevos documentos, ha posibilitado que se haya logrado poner a cada cual en el lugar que históricamente le corresponde.
Junto a Diego de Muros I, patriarca de esta dinastía de clérigos, coexistieron Diego de Muros II, quien fue Obispo de Canarias, y Diego de Muros III, quien, entre otros cargos ostentó el de Deán de Santiago de Compostela, ciudad en la que fundó el Hospital de los Reyes Católicos.
Diego de Muros I[editar]
Fraile mercedario, originario de la población coruñesa de Muros, como toda su familia, intervino, junto a Mendoza, en favor de la causa socesoria que enfrentó a Isabel la Católica y Juana la Beltraneja.
Consagrado obispo, pasó a ocupar la sede de Tuy, actual Diócesis de Tuy-Vigo, el 12 de junio de 1482, defendiendo, incluso con las armas los intereses de los Reyes Católicos frente a los de la nobleza gallega. De igual manera, no dudó en tomar las armas contra los portugueses, quienes pretendían conquistar Galicia.
El 1 de junio de 1487 fue trasladado a la sede episcopal de Ciudad Rodrigo, Salamanca, lugar en el que falleció en 1492.
Nicolás de Ovando y Cáceres (Brozas, actual Cáceres, 1460 - Sevilla, actual Andalucía, 29 de mayo de 1511) fue gobernador y administrador colonial de La Española desde 1502 hasta 1509, sucediendo en el cargo a Francisco de Bobadilla.
Nicolás de Ovando | ||
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Retrato de Nicolás de Ovando | ||
5.º Gobernador general del Virreinato de las Indias | ||
1502 - 1509 | ||
Monarca | Reyes Católicos Juana I de Castilla | |
Predecesor | Francisco de Bobadilla (como cuarto gobernador general de Indias) | |
Sucesor | Diego Colón (como sexto gobernador general de Indias, y desde 1511, como segundo virrey) | |
Información personal | ||
Nacimiento | 1460 Brozas, Extremadura del Reino de León Corona de Castilla | |
Fallecimiento | 29 de mayo de 1511 Sevilla del reino homónimo, uno de los cuatro de Andalucía Corona de Castilla | |
Nacionalidad | Castellana | |
Información profesional | ||
Ocupación | Licenciado en Derecho y gobernante colonial | |
Distinciones |
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Escudo | ||
Biografía[editar]
Nicolás de Ovando era hijo del capitán Diego Fernández de Cáceres y Ovando y de su primera mujer Isabel Flores de las Varillas, Dama de la Reina Isabel I de Castilla.
Ingresó en la orden militar de Alcántara; de aquí su título de "frey". Llegó a ser comendador de Lares y posteriormente comendador mayor.
Fundó los pueblos de Buenaventura, Puerto Real, Lares de Guayaná, Santa Cruz de Icayagua del Seybo, Cotuí, Yáquimo y Puerto Plata. Trasladó y reconstruyó la ciudad de Santo Domingo, además de fundar conventos y promover la agricultura.
Expedición a La Española[editar]
El 13 de febrero de 1502 partió de España con 32 embarcaciones, siendo la flota de embarcaciones más grande con destino hacia el continente americano. Se embarcaron en total unos 1500 colonizadores, y a diferencia de Cristóbal Colón, este grupo de colonizadores fue elegido al azar[cita requerida] para representar a la sociedad española en el Nuevo Mundo. Fue la primera gran armada colonizadora, financiada fundamentalmente con capital privado, aunque también la Corona participó, sobre todo en tareas organizativas.1 El plan de Ovando, trazado por los Reyes Católicos, era desarrollar tanto la economía básica de La Española como establecer las estructuras políticas, sociales, religiosas y administrativas de la colonia.
Con él también viajó Francisco Pizarro, quien más tarde exploraría la región occidental de América del Sur y conquistaría el Imperio inca. Así mismo, en otra embarcación del mismo viaje estaba Bartolomé de las Casas, más tarde conocido como "el Protector de los Indios".
Este es el retrato que de él hace el obispo de Chiapas, en su Historia de Indias: "Era mediano de cuerpo, y la barba muy rubia o bermeja; tenía y mostraba grande autoridad, amigo de justicia; era honestísimo en su persona en obras y palabras, de codicia y avaricia muy grande enemigo, y no pareció faltarle humildad, que es esmalte de las virtudes; y, dejado que lo mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, con su comer y vestir, hablas familiares y públicas, guardando siempre su gravedad y autoridad, mostrólo asimismo, en que después que le trajeron la Encomienda Mayor, nunca jamás consintió que le dijese alguno señoría... Este caballero era varón prudentísimo y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su gobernación inestimables daños, como abajo parecerá, les hizo".
Administración en La Española[editar]
Cuando Nicolás de Ovando llegó al Nuevo Mundo, se encontró con que la población nativa se hallaba en estado de rebelión. Dicha rebelión fue sofocada a través de una serie de campañas sangrientas. Así, en 1503 ordenó ahorcar a la cacica taína Anacaona. Una serie de epidemias redujeron la población de la Hispaniola: cuando Cristóbal Colón llegó a aquella isla, en 1492, se cree que era habitada por casi 500 000 personas (aunque el padre Las Casas afirmaba que eran entre uno y dos millones). Sin embargo, de acuerdo al censo tomado en 1507, los nativos habían sido reducidos a tan solo 60 000 habitantes.2
Ovando fundó (y ordenó la fundación) de varias ciudades en La Española, entre ellas: Compostela de Azua (o Azua de Compostela), Santa María de la Vera Paz, Bayajá (hoy Fuerte Libertad, en Haití), Salvatierra de la Sabana (hoy, Les Cayes, en Haití), Salvaleón de Higüey, Cotuí, Puerto Plata, Santa Cruz de Hicayagua (hoy, Santa Cruz del Seibo, en República Dominicana).3
Igualmente desarrolló la industria minera. Introdujo el cultivo de la caña de azúcar, con plantas importadas de las Islas Canarias. Los colonizadores no solo estuvieron interesados en utilizar a la población nativa como servidumbre, sino también para extraer el oro de las minas.
Nicolás de Ovando importó por primera vez esclavos africanos en La Hispaniola, a partir de 1502,4 porque ya según las leyes de entonces los indígenas americanos no podían ser tratados como esclavos. Muchos de los miembros de la élite española solicitaron grupos de esclavos para trabajar como sirvientes en sus casas particulares.5
La mayoría de estos esclavos fueron enviados para trabajar en los campos de caña de azúcar.6 Asimismo, introdujo la encomienda indiana en 1505, es decir, comenzó a repartir indios en régimen de encomiendas. Se trataba de una institución que él conocía perfectamente, dado que era Encomendero Mayor de la Orden de Alcántara en España.
Ovando envió a Andrés de Morales para explorar completamente la isla de La Española. Morales completó el mapa de la isla en su totalidad.7 Sebastián de Ocampo fue enviado en 1506 para averiguar si Cuba era una isla o parte del continente; después de 8 o 10 meses, Ocampo volvió con la información de que Cuba era una isla. En 1508, Juan Ponce de León fue enviado con 50 hombres para conquistar la isla de San Juan (ahora, isla de Puerto Rico).
Final de su gobernación[editar]
En sus primeros años como gobernador, Ovando había disfrutado de plenos poderes y una autonomía casi total respecto de la metrópoli. Sin embargo, en 1507, al tomar el rey Fernando de Aragón de nuevo el control de Castilla, el poder de Ovando empezó a decaer. Fernando nombró responsable de los asuntos de Indias al obispo Juan Rodríguez de Fonseca, enemigo de Ovando. También sustituyó a numerosos cargos de la administración de Santo Domingo por hombres afines a la Corona; en particular, el nuevo tesorero Miguel de Pasamonte, hombre de confianza del secretario de Fernando.8
El 9 de julio de 1509 llegó a Santo Domingo un nuevo gobernador, Diego Colón. Ovando fue sometido a juicio de residencia y tras ello embarcó de vuelta a España.8 A su regreso fue nombrado comendador mayor de la Orden de Alcántara. Murió el 29 de mayo de 1511 durante una reunión de la Orden en Sevilla9 (según recoge Gonzalo Fernández de Oviedo en 1518). Fue enterrado en la Iglesia de San Benito, en Alcántara, Extremadura.
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