miércoles, 26 de junio de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS DE ESPAÑA SIGLO XX

El crucero.

El crucero de Cartagena es una cruz monumental (gallegocruceiro) situada en una rotonda de la calle Real de la ciudad española de Cartagena (Región de Murcia).

Historia[editar]

El que un elemento tan representativo de la cultura de Galicia se encuentre en un punto tan lejano de su lugar de origen se debe al hermanamiento suscrito por las ciudades de Cartagena y Ferrol en el año 1973, durante las alcaldías de Ginés Huertas Celdrán y Rogelio Cenalmor Ramos, respectivamente. Por iniciativa del Centro Gallego de Cartagena, ambos municipios, que compartían una historia ligada a la fabricación de barcos para la Armada Española, intercambiaron réplicas de monumentos característicos de su entorno.1​ Así, mientras que Cartagena regaló un molino de viento como los que pueden verse en el Campo de Cartagena, Ferrol respondió entregando como presente un crucero esculpido por el artista sangenjino Alfonso Vilar Lamelas (1927-2011).2

El Ayuntamiento ferrolano ubicó el molino en el parque industrial del barrio de Caranza, y el cartagenero por su parte lo colocó en la céntrica calle Real, donde se encuentra el acceso al Arsenal Militar. Allí fue inaugurado y bendecido el 10 de diciembre de aquel año en presencia de las autoridades de ambos consistorios y del Capitán general de la Zona Marítima, entre otras personalidades.3

Descripción[editar]

Se trata de una escultura de 4,2 metros que imita el estilo románico. Su peana rectangular tiene tres escalones y su fuste está adornado con el escudo de Ferrol en relieve y coronado por un capitel con volutas. En la parte superior de la columna se encuentra finalmente el Cristo crucificado en la cara anterior y la Virgen y el Niño en la posterior.






Monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo

Vista general del monumento.
AutorGuillermo Silveira
Creación1970
UbicaciónBase Aérea de Talavera la Real (Badajoz), Bandera de España España
EstiloEscultura contemporánea y neofiguración
MaterialAglomerado de polvo de mármol y hierro forjado
TécnicaEscultura

El monumento conmemorativo de las cien mil horas de vuelo, dedicado inicialmente «A LOS QUE HICIERON POSIBLE LAS PRIMERAS 100.000 HORAS DE VUELO DE LA ESCUELA DE REACTORES» y más tarde «A LOS PROFESIONALES DEL ALA 23 EN CONMEMORACION DE LAS 125000 HORAS EFECTUADAS EN F-5 / TALAVERA 1 JUNIO 2002», es «una de las pocas obras representativas de la figuración escultórica de los años sesenta en Extremadura»,1​ ejecutada exprofeso por el pintor y escultor español Guillermo Silveira (1922-1987) para su colocación en la antigua Escuela de Reactores (actual «Ala 23») de la Base Aérea de Talavera la Real, concretamente entre la torre de control y el parque de bomberos,2​ en la que el artista estuvo destinado como meteorólogo del Ejército del Aire entre mayo de 1944 y mediados de 1947, primero, y definitivamente desde mediados de octubre de 1954 hasta su jubilación total en enero de 1987 como capitán auxiliar,3​ previo pase a la «reserva activa» por OM de 3 de diciembre de 1981.4​ Para su realización se utilizaron aglomerado de polvo de mármol (ya empleado con anterioridad en la figura de la Virgen de los Ángeles y los dos bajorrelieves laterales de 1960 y el boceto del Cristo Redentor de 1962) y hierro forjado.56789101112131415

Junto a las dos inscripciones ya transcritas situadas en la parte inferior del basamento se halla una pequeña placa indicativa en la que se lee «G. SILVEIRA 1969».

Proyecto previo[editar]

Imagen externa
 Monumento a la Aviación (boceto preparatorio).
Atención: este archivo está alojado en un sitio externo, fuera del control de la Fundación Wikimedia.

Como se deduce del siguiente apunte ya a principios de la década de los sesenta el artista tenía intenciones de dedicar un monumento a la Aviación centrado en la plasmación de la imagen del héroe caído que iría ubicado en la citada Escuela de Reactores, si bien finalmente no llegó a realizarse:

  • Monumento a la Aviación (boceto preparatorio), firmado y fechado «ENERO 1961 / Silveira» en la parte inferior izquierda; «GSilv[ei]ra» en el ángulo superior derecho. Inscripción en la parte inferior derecha «Estudio Relieve / PARA / MONUMENTO / AVIAcion / E./Reactores». Grafito y lápiz bicolor rojo-azul sobre papel reciclado, 23 x 32 cm. Col. particular, Badajoz.

Historia y descripción de la obra[editar]

A finales de los años 1960 el artista residía con su familia en su domicilio estudio de la antigua calle del Pilar (hoy Avda. Antonio Montero Moreno) n.º 1-3.º izda. de la capital pacense,58​ donde ejecutó la práctica totalidad de las obras de esta década. No obstante, habida cuenta de sus dimensiones y sobre todo de la complejidad inherente a la ejecución de este tipo de piezas, la escultura en cuestión fue realizada en las propias instalaciones de la escuela como se desprende de algunas fotografías en blanco y negro tomadas en pleno proceso de vaciado por el periodista del diario Hoy y futuro yerno del autor Fernando Saavedra Campos.116

Se conoce también que a comienzos de 1969 o últimos meses del año anterior ya «tiene en la cabeza, a su manera, un proyecto para hacer en la base de Talavera la Real un homenaje a la Aviación».58

A principios de mayo de 1970, es decir, «[una vez] erigido el monumento en el jardín de dicha Escuela» el diario Hoy publicó la siguiente noticia en la que con respecto a su autoría y características puede leerse:

Es autor del mismo el notable pintor y escultor Guillermo Silveira con obra artística suficientemente conocida y apreciada. Está realizado en piedra artificial y hierro, conjugando los colores blanco, gris y ocre, y su estructura sobrepasa los cinco metros de elevación.17

Desde el punto de vista iconográfico representa a un hombre totalmente desnudo semiarrodillado sobre el componente horizontal de la escultura, sujeto con la mano derecha al vertical (en ambos se repite la figura de un ave diseñada de manera esquemática), mientras que en la palma de la izquierda aparece posada una especie de águila negra, con la cabeza girada hacia atrás, momentos antes de emprender el vuelo.






Su Alteza el príncipe es una escultura-objeto realizada por Joan Miró el 1974 y que actualmente forma parte de la colección permanente de la Fundación Joan Miró de Barcelona.1

Contexto[editar]

Su Alteza el príncipe, junto con Su Majestad la reina y Su Majestad el rey forman parte de un conjunto de esculturas realizadas en 1974 cuando Miró vive un momento de gran reconocimiento internacional. Ese mismo año se haría una gran retrospectiva sobre su obra entre el Grand Palais y el Museé d'Art Moderne de París en el mes de mayo donde estas tres obras serían expuestas por primera vez. Dos años antes se había celebrado la muestra Magnetic Fields en Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York y Miró bronces en el Hayward Gallery de Londres. También es el año en que se está trabajando en el Centro de Estudios de Arte Contemporáneo (CEAC), futura Fundación Miró de Barcelona, que abriría al público el 10 de junio de 1975. Este contexto de reconocimiento artístico internacional contrasta con la dura situación que se vive en España en los últimos años de la dictadura. En febrero Miró había pintado el trípticoLa esperanza del condenado a muerte , preocupado por la condena del activista Salvador Puig Antich que finalmente sería ejecutado en garrote vil el 2 de marzo de 1974. Juan Carlos de Borbón, entonces Príncipe de España, hacía 5 años que había jurado lealtad a los principios del "Movimiento Nacional" como futuro sucesor de Franco como jefe de Estado. No había ninguna garantía de que la dictadura tocara a fin. Kerryn Greensberg ve en este conjunto un comentario a la situación política del momento, junto a una crítica a la concepción patriarcal del "monumento" commemorativo.2

Miró ya había trabajado en obras de crítica a la autoridad en torno al personaje de Ubú rey en 1966. Este conjunto de obras donde la grandilocuencia del cargo contrasta con la humildad de los materiales se podría inscribir en esta línea. A lo largo de su carrera Miró cuestiona reiteradamente la idea de "monumento", buscando la forma de que sus piezas subviertan la función estética convencional de la escultura conmemorativa de forma que desafíe el poder en vez de celebrarlo.3​ Ya muerto Franco, en el discurso de aceptación de su nombramiento como doctor honoris causapor la Universidad de Barcelona, en 1979, habló de la responsabilidad cívica del artista:

Entiendo que un artista es alguien que, entre el silencio de los demás, usa su voz para decir algo, y que tiene la obligación de que esta cosa no sea algo inútil sino algo que sirva a los hombres
Joan Miró 2 de octubre de 19794

Descripción[editar]

El grupo de esculturas Su Alteza el príncipeSu Majestad la reina y Su majestad el rey forman parte de un conjunto de esculturas realizadas - como hacía a menudo Miró-a partir de objetos encontrados. El origen cotidiano de los elementos que forman las esculturas-objeto contradicen el título.

Concretamente "Su Alteza el príncipe" está formado por dos maderas largas unidas entras sí y coronadas por un cuerno atornillada de chivo. Algunas partes de los materiales conservan su color original y otras están pintadas con pintura azul, roja o amarilla.

Existe una fotografía de esta obra apoyada en el banco y la fachada de la casa de Son Boter (actualmente integrada en el recinto de la Fundación Pilar y Joan Miró, en Mallorca) que hace pensar que se habría realizado en el taller de la isla a partir de elementos cotidianos de la vida en el campo.5

En el catálogo para la exposición en la Tate Modern,6​ en 2011, Kerryn Greensberg ofrece la descripción siguiente de esta pieza:

Esta escultura es más delicada, pero igualmente construida con crudeza. Un rectángulo vaciado en la madera está pintado de rojo, en la parte superior ha sido clavado un cuerno de animal, y un palo pintado en negro sobresale del "cuerpo" como un mango de hacha.
Kerryn GreensbergProject for a Monument , página 1647

La actividad creadora, la expresión plástica Joan Miró es una vivencia estrechamente relacionada con su entorno físico y social. El arraigo a la tierra en el cosmos, los objetos cotidianos, sencillos, a menudo vinculados al mundo rural son fuentes de inspiración que estimulan su capacidad onírica y dan carácter universal a la obra. Los objetos encontrados, elementos tradicionales, objetos del entorno campesino, de Mont-roig o Mallorca, son transformados en esculturas.

La elección de Miró para estos materiales no es estética sino que se siente atraído por la energía que irradia cada objeto.

Tenemos que pegarnos a la tierra, hay que escuchar el grito de la tierra [...]. Tarragona-Mallorca, Mont-roig y Palma [...]. En mí pesó mucho Mont-Roig. Mallorca es la poesía, la luz [...]. Y Cataluña [...]; esto es la fuerza mental. Caray! La fuerza plástica.

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