domingo, 30 de junio de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS BARROCAS DE ESPAÑA

El Cristo del Desamparo, también conocido popularmente como Cristo de los Siete Reviernes o simplemente Cristo de los Reviernes, es una obra de Alonso de Mena que se encuentra en la Iglesia de San José de Madrid.

Historia[editar]

La imagen fue un encargo que realizó al artista el entonces corregidor de Granada, don Juan Ramírez de Arrellano1Nota 1​.2​ Con el nombramiento de este como corregidor de Madrid la imagen viaja de Granada a Madrid, donde su propietario toma posesión de su vara el 4 de julio de 1637.3​ La imagen es instalada en su casa y comienza a ser objeto de devoción por parte de los madrileños. En el año 1641 deja el cargo de corregidor de Madrid y pasa a vivir en dos casas cercanas al Convento de Nuestra Señora de Copacabana de la Orden de Recoletos Agustinos. En 1644 muere don Juan, habiendo legado al citado convento la imagen mediante su testamento otorgado el 14 de septiembre del mismo año.4​ La imagen es colocada en 1647 en la capilla5​ mandada realizar por don Francisco de Sardeneta o Sardaneta y Mendoza, caballerizo del Rey y regidor de Madrid y su hermana doña Juana.46​ En 1658 el insigne arquitecto y agustino recoleto fray Lorenzo de San Nicolás solicita la aprobación del entonces arzobispo de Toledo, don Baltasar de Moscoso y Sandoval para fundar la cofradía del Santísimo Cristo del Desamparo que aún existe en nuestros días bajo el nombre de Pontificia, Real, Ilustre y Primitiva Archicofradía de Indignos Esclavos del Santísimo Cristo del Desamparo, siendo una de las más antiguas de Madrid.47

En el Convento permanecerá hasta 1808 cuando a la entrada de las tropas francesas en Madrid es trasladada primero a distintas casas particulares y posteriormente en 1810 por orden de José Bonaparte a la capilla de Santo Domingo de la Iglesia de Santo Tomás.4​ En 1815 tras el restablecimiento en el trono de Fernando VII la imagen vuelve al convento de los Agustinos Recoletos donde permanecería hasta el año 1834 cuando el convento es desamortizado y la imagen va a parar al antiguo convento de la Trinidad hasta que el 16 de julio de 1836 se produce el traslado de la imagen a la Iglesia de San José, donde permanece hasta nuestros días.47

Características[editar]

Se trata de una obra realizada en madera de cedro que tiene como principal característica la de hallarse únicamente desbastada y sin pintura. El autor utilizó únicamente pintura para la sangre de la imagen.8

Recoge la imagen el momento del desamparo sentido por Cristo en el momento de su muerte en concreto en las tres horas de soledad en la cruz y sus palabras dirigidas a Dios Padre:

Llegado el mediodía, la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Eloí, Eloí, lammá sabactani», que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»

Mc 15: 33-34

Devoción[editar]

En la 1767 fray Miguel de Jesús María compone un septenario dedicado a esta imagen del Cristo del Desamparo,9​ estableciendo lo que luego evolucionaría en la devoción de los siete reviernes. Esta tradición evolucionará en los siete reviernes, es decir, acudir a rezar ante la imagen durante siete viernes seguidos para pedir una gracia o favor.






Cristo del Perdón
AutorPedro de Ávila
Creaciónc. 1708
UbicaciónCapilla del Santo CristoCatedral de Orense (GaliciaEspaña)
Estilobarroco
Materialmadera policromada

El Cristo del Perdón es una obra realizada por Pedro de Ávila hacia 1708. Está ubicado en la Capilla del Santo Cristo de la Catedral de Orense, en Galicia (España).

Historia[editar]

Se desconoce cómo llegó la imagen a la catedral, siendo posible que fuese donada por algún devoto; de ser así, es probable que el benefactor fuese José María Martínez, quien ya había donado el busto de la Dolorosa1: 253  emplazado directamente bajo la talla de Cristo así como varios cuadros procedentes de Valladolid que en la actualidad se conservan en el trascoro.2: 72  La imagen es mencionada por vez primera en un inventario de 1708, lo que contradice la afirmación del antiguo delegado de patrimonio de la diócesis de Orense Miguel Ángel González García, quien afirma que el Cristo del Perdón fue adquirido en 1711.3: 21  Inicialmente considerada una pieza de escuela castellana1: 253  y hasta hace poco como una obra anónima del siglo xvii procedente de Madrid o Valladolid,3: 20  según parece la talla fue destinada originalmente al Monumento de Semana Santa,4: 289  recibiendo culto a día de hoy en la parte posterior del baldaquino de la Capilla del Santo Cristo.

Descripción[editar]

La iconografía de esta clase de imágenes cristíferas, carente por completo de una base evangélica, se inspira en el grabado Cristo Varón de Dolores (1509), de Alberto Durero, y posee dos variantes, aunque ambas coinciden en mostrar a Jesús arrodillado con las manos abiertas y un semblante lleno de dolor e imploración. La primera versión, pasionista, representa a Cristo de rodillas frente a un peñasco a la espera de que los verdugos acaben de preparar la cruz, mientras que la segunda variante, alegórica a la vez que simbólica, muestra a Jesús con las marcas de los clavos en las manos y los pies así como con la herida de la lanza de Longinos en el costal derecho, figurando igualmente de rodillas, aunque sobre una bola del mundo con pasajes relativos a los pecados de la humanidad en el frente, en el caso de esta iconografía el pecado original, por lo que aparecen las figuras de Adán y Eva a ambos lados del árbol del conocimiento del bien y del mal, con la serpiente enroscada y exhibiendo una manzana en la boca.4: 290  El primer modelo constituye por tanto una mera representación de la Pasión, mientras que el segundo, de acuerdo con Jesús Urrea en un análisis sobre el Cristo del Perdón de Nava del Rey y basándose en un escrito de María de Jesús de Ágreda, consiste en «una interpretación mística de Cristo, después de haber sufrido su propio martirio, intercediendo ante Dios por el mundo pecador como expresión de su Redención».56: 21 

La talla de la Catedral de Orense muestra una mezcla de ambas tipologías ya que figura arrodillada sobre un mundo con las imágenes en medio relieve de Adán y Eva flanqueando el árbol del Paraíso y la serpiente con la manzana en la boca que Eva se dispone a coger (apenas visibles por la posición elevada de la escultura), si bien la imagen de Cristo carece de las marcas de los clavos en las manos y en los pies así como de la herida del costado. La obra constituye una mezcla de elegancia y patetismo, esto último reflejado por los regueros de sangre provocados por la corona de espinas y las heridas de la flagelación, mientras que la composición se caracteriza por su inestabilidad al quedar las piernas suspendidas en el aire. De igual modo, los brazos se hallan abiertos en distintas direcciones y a diferentes alturas, aportando este gesto movimiento al tiempo que conquista el espacio. De anatomía muy cuidada, la cara figura delimitada por una melena de largos mechones y exhibe unos ojos con la vista dirigida al cielo y llenos de angustia a la vez que muestra una boca abierta en señal de súplica.4: 290 

El rostro está estrechamente relacionado con los que Ávila talló para el Cristo Resucitado de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Puras (c. 1704-1706) y para las diminutas esculturas del Ecce Homo y Cristo atado a la columna de la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid (c. 1710), aunque los tres muestran una disposición del cabello y una barba distintas a lo habitual en el escultor. En la misma línea, las caras de Adán y Eva reflejan el estilo clásico de Ávila, a medio camino entre la primera y la segunda etapa del artista, lo que refuerza el hecho de que la talla se sitúe en torno a 1708.4: 290–291  En términos generales la figura imita la desaparecida imagen realizada por Manuel Pereira para el Convento de Nuestra Señora del Rosario de Madrid (c. 1648),7: 365–372  considerada el prototipo de este modelo iconográfico, del que Francisco Díez de Tudanca llegaría a ejecutar tres réplicas para los Trinitarios de Valladolid (c. 1660),8​ Pamplona (1664, perdida)8​ y Hervás (1677),9: 12  a las que habría que sumar el Cristo de Bernardo del Rincón para la Cofradía Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo (1656), la de mayor calidad dentro del ciclo vallisoletano,10: 476–480 11: 383 12: 548  aunque el verdadero cultivador de esta iconografía fue Luis Salvador Carmona, autor de tres copias para el Real Sitio de San Ildefonso (1750), Atienza (1753)13​ y Nava del Rey (1755).






Cristo del Perdón
AutorManuel Pereira
Creación1655
UbicaciónIglesia de San Juan de Rabanera
EstiloBarroco
MaterialEscultura en madera policromada

El Cristo del Perdón es una obra del escultor portugués avecindado en Madrid Manuel Pereira. Fue realizada en 1655 y representa a Jesucristo en la cruz con la mirada implorante al cielo.

Fue el titular de la Escuela de Cristo de Soria, institución fundada por el Obispo de Osma Juan de Palafox y Mendoza, cuya capilla y sede se encontraba en la Iglesia de San Juan de Rabanera.

Historia[editar]

En la Iglesia de San Juan de Rabanera, Juan de Palafox y Mendoza fundó la llamada “Escuela de Cristo”, conservándose el Libro Fundacional firmado por él mismo y las actas siguientes de las reuniones y hechos surgidos en esta fundación, en las que participaba el Venerable, o le eran presentadas las Actas para que las firmara.1​ Para ello dotó esta capilla, abierta en el hastial norte del transepto románico.

Mediante un arco de medio punto, se accedía a este espacio, de planta cuadrada, marcada con cuatro arcos torales que sostenían una cúpula semiesférica con cimborrio. Tenía, para el servicio de la capilla, sacristía propia.2​ En el altar mayor se colocó el Santísimo Cristo del Perdón, crucificado, realizado por Manuel Pereira en 1655. Esta obra fue donada y enviada desde Madrid por don Juan García del Pozo, Comisario del Santo Oficio y Criado de Su Majestad que conocía muy bien la persona de Pereira.3

La capilla barroca de la Escuela de Cristo desapareció durante las obras de restauración realizadas en 1958 en las que se eliminaron las construcciones añadidas como las sacristías y esta capilla, para recuperar su pureza románica. Era el único monumento que conservaba la Ciudad de Soria del santo Obispo de Osma. En la actualidad la capilla pervive en el brazo norte del crucero, sobre cuyo reconstruido hastial se colocó el retablo-marco barroco que acoge el Santísimo Cristo del Perdón.

Descripción[editar]

Se trata de una imagen de madera policromada. Iconográficamente representa a Jesucristo en la cruz, con la mirada levantada hacia el cielo pudiendo identificarse con el momento en el que pronuncia la palabra primera: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

El Cristo es de una elegante arrogancia, lleno de tensión barroca, presentando el típico adelgazamiento de los cristos de Pereira. Eleva su mirada hacia lo alto y está clavado en cruz de maderos torsos, con rótulo escrito en tres lenguas. Tiene la boca entreabierta, rictus de dolor, modelado blando y exquisito y una policromía que no insiste en lo cruento. Los clavos que sujetan las manos están alejados del madero vertical, por lo que tiene los brazos bastante abiertos y la cadera izquierda se desplaza, al cargar el peso sobre el pie izquierdo para elevar la cabeza.

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