ESCULTURA DE ESPAÑA SIGLO XX
Monumento al Procesionista | ||
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Autor | Manuel Ardil Pagán | |
Creación | 1983 | |
Ubicación | Cartagena, Región de Murcia | |
Material | Bronce | |
Coordenadas | 37°36′06″N 0°59′13″O | |
El monumento al Procesionista es un grupo escultórico de bronce de Manuel Ardil Pagán expuesto en la Plaza de San Sebastián de la ciudad española de Cartagena (Región de Murcia), en la confluencia de las calles Aire, Honda, Jara, Mayor, Puerta de Murcia y Villamartín.
La obra muestra en tamaño natural a un adulto con dos niños vestidos de nazarenos, populares personajes de la Semana Santa local. Fue inaugurado el 16 de febrero (Miércoles de Ceniza) de 1983, siendo alcalde Enrique Escudero de Castro,1 e inicialmente se encontraba en la Plaza de España, sobre una peana de obra de 2,5 metros de altura y adornada en sus cuatro lados por unos relieves en bronce con el escudo de Cartagena, una leyenda y escenas de procesiones.2
Historia[editar]
La idea de homenajear a los participantes en las procesiones con una estatua surgió del californio Luis Linares Botella, que llevaba reclamándola desde 1975. Se formó una comisión presidida por el futuro alcalde Antonio Vallejo Alberola, por entonces Delegado de jardines y ornato, junto a otros miembros del ayuntamiento y representantes de tres de las cuatro cofradías de Cartagena: el marrajo Antonio Rodríguez Robles, Francisco Sarabia Albaladejo de la Cofradía del Resucitado y Luis Linares Botella por la Cofradía California (en esta época no se tenía en cuenta a la Cofradía del Socorro, por lo que no estuvo representada).2 Finalmente se escogió el boceto que realizó el pintor Rafael Puch López, y fue realizado por Manuel Ardil Pagán.1
El monumento permaneció en la Plaza de España, a la salida de la calle del Carmen, hasta 1998 cuando fue trasladado al almacén municipal a causa de la remodelación de la plaza. Allí permaneció un año hasta que se reubicó en la Plaza de San Sebastián, frente a Capitanía. Se instaló a ras de suelo dotándolo de una barandilla metálica a media altura para salvaguardar el monumento de actos vandálicos. En el año 2007 se sustituyó la barandilla por un jardín circular.
En el verano del año 2009, debido a las obras de peatonalización del casco histórico, se retira el monumento permaneciendo en los almacenes municipales, volviendo a su sitio en septiembre.3
En el año 2016 se instaló de nuevo sobre una peana, esta vez de cantos romos y un metro de altura, para protegerla de los frecuentes actos vandálicos.
Monumento al soldado | ||
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El Monumento al soldado al final de la Gran Vía de Montero Ríos | ||
Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Galicia | |
Provincia | Pontevedra | |
Localidad | Pontevedra | |
Coordenadas | 42°25′47″N 8°38′59″O | |
Historia | ||
Inauguración | 12 de agosto de 1986 | |
Autor | Alfonso Vilar Lamelas | |
Características | ||
Tipo | Monumento conmemorativo | |
Dimensiones | Conjunto de 16 m de altura. 8,20 m de anchura. 3,40 m de profundidad. | |
Protección | ||
Características | Conjunto escultórico de granito rodeado por una balaustrada | |
El monumento al soldado es un monumento conmemorativo y obra escultórica creada por el artista español Alfonso Vilar Lamelas,12 situada en la ciudad española de Pontevedra. Se encuentra al final de la Gran Vía de Montero Ríos,3 en el ensanche burgués decimonónico.
El monumento al soldado es un reflejo de la estrecha relación entre la ciudad de Pontevedra y el ámbito militar, personificado principalmente en la ubicación en el área metropolitana de Pontevedra de la Brigada «Galicia» VII y de la Escuela Naval Militar.
Historia[editar]
Antecedentes[editar]
En agosto de 1941, el Ayuntamiento de Pontevedra había cedido al gobierno franquista un solar al final de la Gran Vía para la construcción de un monumento a la memoria de los soldados muertos por la patria. Se construyó en aquel entonces una gran cruz a los caídos, al estilo de las erigidas en la misma época en toda España.4
El monumento conmemorativo actual[editar]
El Ayuntamiento de Pontevedra decidió en 1985 por iniciativa del alcalde José Rivas Fontán la creación de un monumento al soldado2 por la estrecha relación de la ciudad con las fuerzas armadas, presentes en distintas unidades y regimientos en Pontevedra desde siglos atrás.
Con motivo de la obra de construcción del primer aparcamiento subterráneo de la ciudad bajo la Gran Vía de Montero Ríos, el 23 de marzo de 1985 se levantó y retiró la antigua cruz de los soldados caídos por la patria y se decidió integrarla en el nuevo monumento conmemorativo, que fue encargado al escultor Alfonso Vilar Lamelas.56
El pleno de la corporación municipal aprobó el 5 de abril de 1986 otorgar la medalla de oro de la ciudad a las Fuerzas Armadas como muestra de aprecio hacia ellas, destacando especialmente a los miembros del Regimiento de Artillería de Campaña número 28.7
La concesión de esa medalla se materializó el 12 de agosto de 1986 con un homenaje y un desfile militar en la Gran Vía de Montero Ríos, tras el cual fue inaugurado el Monumento al Soldado.27
Descripción[editar]
El Monumento al soldado es una obra del escultor Alfonso Vilar Lamelas y está ubicada al final de la Gran Vía de Montero Ríos, en su extremo oeste, en un punto con vistas a la ría de Pontevedra. El monumento está precedido por una escalinata y rodeado por una balaustrada.28 La base del conjunto consta de tres grupos escultóricos que simbolizan a los soldados de los ejércitos de tierra, mar y aire. La cruz es al mismo tiempo un ejemplo de la arquitectura popular gallega.1
Se trata de un conjunto monumental de 60 toneladas de peso, formado por una cruz y un grupo escultórico cuyas dimensiones totales son 16 metros de altura,1 8,20 metros de anchura y 3,40 metros de profundidad. Las dimensiones de los grupos escultóricos son 3,45 m de altura, 2,10 m de anchura y 1,05 m de profundidad. La cruz está revestida de piedra y tiene una estructura de metal y hormigón.2
Adosado a la parte inferior de la cruz hay un grupo escultórico de granito que representa a un soldado herido, asistido por dos compañeros de pie, todos ellos vestidos con el uniforme militar. A ambos lados de la cruz hay otros dos grupos esculpidos reflejando el mismo tema, pero con soldados moribundos, en uno de los casos un paracaidista y en el otro un soldado de infantería, ayudados por otros soldados que se inclinan para cogerlos en brazos.28 El valor estimado de la obra asciende a 50 000 euros.
Dona i Ocell | ||
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Dona i ocell de Joan Miró | ||
Autor | Joan Miró y Gardy Artigas | |
Creación | 1983 | |
Ubicación | Parque de Joan Miró, Barcelona | |
Material | Concreto y Cerámica | |
Dimensiones | 22 m × 3 m | |
Coordenadas | 41°22′40″N 2°08′49″E | |
Mujer y pájaro (en catalán: Dona i ocell), fue la última obra de grandes proporciones del polifacético Joan Miró. La obra fue inaugurada en 1983 sin la presencia de su autor debido a los graves problemas de salud que padecía, muriendo meses después de la inauguración a la edad de 90 años. Mujer y pájaro fue una de las primeras expresiones de arte público de la Ciudad Condal de la era democrática.
Situada en el parque de Joan Miró (antiguo del Escorxador) de Barcelona, al pie de un gran lago artificial, la escultura fue realizada en hormigón y tiene 22 metros de altura, representa una forma femenina con sombrero y sobre este la imagen de un pájaro. La representación de la mujer se soluciona con una forma ahuecada cubierta de cerámica negra que toma la forma de vagina característica del lenguaje mironiano. Su exterior se encuentra recubierto con cerámica de colores rojos, amarillos, verdes y azules (los más comunes del artista) tratados como trencadís y realizados por el ceramista Joan Gardy Artigas.
Análisis[editar]
La obra proyectada por Miró es de tema figurativo: una primera interpretación del título puede llevarnos a reconocer una forma femenina con sombrero y un pájaro puesto sobre él.1 La composición de la forma es vertical y está regida por un eje diagonal, un gesto que William Jeffett ha relacionado por una parte con las palmeras de la Fundación Maeght y, por otra, con la voluntad de conectar el enraizamiento a la tierra con el vuelo libre de un pájaro, unidos a través del cuerpo femenino.2 La escultura de Miró presenta una evidente forma fálica, mientras que la figura femenina, concretada en una vagina, es expresada por la marcada incisión negra que ocupa la mayor parte del cuerpo de la obra. En la parte superior hay un cilindro abierto con forma de luna. Mujer y pájaro evoca un movimiento absolutamente de reposo representado por su quietud y rigidez. Miró relacionaba el monumento con la costumbre de la Antigua Roma de grabar un falo en las puertas de entrada de las ciudades, para desear salud y fuerza a los que llegaban.3 En Cataluña se conoce un ejemplo de ello en la entrada romana de Ampurias.
Esta obra es considerada una síntesis de la iconografía mironiana y, a la vez, un homenaje al arquitecto Antoni Gaudí, por su similitud con las formas del Templo Expiatorio de la Sagrada Família y por el uso del trencadís.45
Algunos autores también han señalado su similitud con el Monumento a Cristóbal Colón al final de Las Ramblas.6Las tres obras de arte público de Joan Miró en Barcelona son una forma de intentar acercar el arte contemporáneo al público mayoritario por parte del artista.7
La obra sintetiza buena parte de los temas, preocupaciones e influencias del artista8 y una de sus peculiaridades es que actúa como referencia que da carácter al parque en el que está situada. El lago artificial reproduce, refleja y "mueve" en sus aguas la obra de Miró, y al mismo tiempo, evita acercarse físicamente a la obra.
Poema visual transitable en tres tiempos: Nacimiento, camino —con pausas y entonaciones— y destrucción | ||
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Autor | Joan Brossa | |
Creación | 1984 | |
Ubicación | Jardines de Marià Cañardo, distrito de Horta-Guinardó, Barcelona, España | |
Estilo | Figurativo | |
Material | Piedra artificial | |
Técnica | Escultura | |
Dimensiones | 12,60 x 37,10 x 40,30 m | |
Poema visual transitable en tres tiempos: Nacimiento, camino —con pausas y entonaciones— y destrucción (en catalán: Poema visual transitable en tres temps: naixement, camí —amb pauses i entonacions— i destrucció) es un monumento escultórico situado en los jardines de Marià Cañardo, en Barcelona (distrito de Horta-Guinardó). Concebido como poema visual, fue creado en 1984 por Joan Brossa.1
Historia[editar]
Joan Brossa i Cuervo (1919-1998) fue un artista polifacético y poeta en lengua catalana, de difícil encasillamiento. En sus inicios estuvo vinculado al surrealismo y formó parte del grupo Dau al Set, con Antoni Tàpies, Modest Cuixart, Joan Josep Tharrats, Joan Ponç y Arnau Puig. Este grupo, surgido a finales de los años 1940, pretendía renovar el panorama artístico catalán y desmarcarse del arte oficialista propugnado por la dictadura franquista, acercándose a las nuevas corrientes internacionales de vanguardia. Hasta 1956, fecha de la disolución del grupo, Dau al Set evolucionó desde un cierto surrealismo mágico hacia el informalismo más o menos abstracto.2 Posteriormente Brossa continuó su carrera en solitario, trabajando especialmente en un concepto que aglutinaba sus dos grandes pasiones, la poesía y el arte, a través de lo que él denominaba «poemas visuales», obras con un soporte material pero que evocaban un concepto inmaterial. Otras obras suyas en ese sentido en la ciudad de Barcelona fueron el Llagost del Colegio de Aparejadores y las Lletres Gimnastes de la calle de Rauric,3 así como la decoración de la fachada del teatro dedicado a su figura, el Espai Escènic Joan Brossa, en la calle Allada-Vermell (1998).4 Otras esculturas de Brossa en Barcelona son: El antifaz (1991),5 Barcino (1994),6 y el Monumento al libro (1994).7
La escultura se encuentra en los jardines de Marià Cañardo —dedicados al ciclista Mariano Cañardo—, junto al Velódromo de Horta. El encargo de la escultura a Brossa partió de los arquitectos que construyeron el velódromo, Esteve Bonell y Francesc Rius, quienes diseñaron también los jardines de alrededor y pensaron decorarlos con alguna escultura o instalación artística. Bonell era amigo personal de Brossa, para el que había construido su casa de la calle Génova.8
El monumento fue inaugurado, junto a los jardines y el velódromo, el 27 de agosto de 1984, en la fecha de apertura del los Campeonatos del mundo de ciclismo celebrados en el velódromo. Al acto asistieron el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall; el presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol; el presidente de la Unión Ciclista Internacional, Luis Puig; el ministro de Cultura, Javier Solana; el secretario de Estado para el deporte, Romà Cuyàs; y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Joan Antoni Samaranch.9
Descripción[editar]
El poema visual consta de diversos elementos escultóricos esparcidos por el terreno, colocados en un recorrido ascendente por la colina donde se ubica el velódromo, partiendo del Paseo del Valle de Hebrón: el primer elemento es una letra A mayúscula de 16 m de altura, que da acceso a un terreno poblado de algarrobos, olivos y cipreses, donde se sitúan diversos signos de puntuación esparcidos sobre la hierba (punto, coma, tres puntos, signos de interrogación y de admiración, paréntesis, dos puntos, comillas, barra y corchetes); por último, en la parte superior, en la explanada frente al velódromo, hay otra letra A rota, con la base de la misma asentada sobre el terreno y diversos trozos esparcidos alrededor.8
El conjunto, iniciado con una letra A entera y acabado con otra A rota, representa el ciclo de la vida,10 representado en tres fases: el nacimiento, el transcurrir de la vida —denominado por el poeta «camino con pausas y entonaciones»— y la muerte (o «destrucción»). Así, los distintos signos de puntuación situados entre las dos A —entre el nacimiento y la muerte— representan las diversas vicisitudes por las que se ha de transitar en la vida. El conjunto supone así una reflexión sobre la vida y la muerte, a través de unos objetos que evocan ideas partiendo de imágenes, el objetivo perseguido por el artista a través de sus poemas visuales.
Topos V, conocida comúnmente como Topos, es una escultura del artista español Eduardo Chillida Juantegui, situada en el centro del barrio gótico de Barcelona en la plaza del Rey.
Con motivo de una exposición que la Fundación Miró dedicó a Chillida en el año 1986, el ayuntamiento de Barcelona, adquirió la escultura Topos V. Por indicación del propio escultor se colocó en la plaza del Rey, donde destaca entre los edificios medievales del Palau Reial Major, la capilla de Santa Ágata y el Museo de Historia de la Ciudad, junto al cual está emplazada, creando un contraste entre los siglos que separan las construcciones de la plaza con la época de la escultura. La escultura es de hierro con forma geométrica de un ángulo diedro, cerrado por dos lados con remate de semicircunferencias que la relacionan con arcos de medio punto de cierto aire medieval. Sus medidas son de 2,10 X 2,37 X 1,70 metros.
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