domingo, 30 de junio de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS BARROCAS DE ESPAÑA


La Erección de la Cruz
AutorLucas Sanz de Torrecilla
Creación1614-1615
Ubicacióndependencia anexa a la Capilla de Jesús Nazareno de Palencia (Castilla y LeónEspaña)
Estilobarroco
Materialmadera policromada

La Erección de la Cruz, también conocido como El Levantamiento de Cristo en la Cruz, es una obra realizada por Lucas Sanz de Torrecilla entre 1614 y 1615. Portado el Viernes Santo por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, el grupo escultórico está ubicado en una dependencia anexa a la Capilla de Jesús Nazareno de Palencia (Castilla y LeónEspaña).

Historia[editar]

El contrato de la obra fue firmado por Lucas Sanz de Torrecilla el 10 de diciembre de 1614 ante el escribano Joan Alegre:

En la ciudad de Palencia, a diez días del mes de diciembre de mill y seis cientos y catorze años. Por ante mí, el presente escrivano y testigos parescieron presentes Alonso de Medina, mercader, y Francisco de Pineda Aranda, pintor, como alcaldes de la confradía de Jesús Nazareno desta dicha ciudad, y Martín Pérez, procurador, Lázaro García, Francisco Mazo y Sebastián Diez, cofrades della, personas nomenadas por la dicha confradía para lo contenido en esta escriptura, y en nombre della dijeron que daban y dieron a hacer a Lucas Sanz de Torrecilla, escultor, vecino desta dicha ciudad, una ynsinia de un Xpo crucificado vivo, quando le comienzan a levantar en la cruz, con su tal derezo, andas y las demás cosas nezesarias, y quatro sayones, conforme a las condiciones rretro escriptas, firmadas de sus nombres, las quales entregaron a mí, el presente escrivano, para que las syntiera e yncorpore en esta escriptura [...]1: 117 

Con un total de nueve cláusulas, en la primera se indican las condiciones que debían reunir las andas:

Primeramente, se an de hacer unas andas de diez y ocho pies de largo, y la mesa de trece, con el ancho que sea suficiente para entrar por la puerta del palacio, y las baras y armadura a de ser de álamo blanco, y la mesa de dichas andas de pino, con sus barrotes y tuercas para que sean firmes.1: 116 

En la segunda se especifica cómo debía ser la talla de Cristo, cuántos sayones debía haber y en qué posturas debían figurar:

Yten, la dicha ynsinia a de llevar una figura de un Xpo. vivo, clavado en una cruz, la qual a de estar metida en una formación de calvario y a medio levantar, y a de llevar quatro sayones: dos que por la parte de delante tiren con sogas; uno, que por la parte de atrás haga fuerza con una escalera, y otro que también por detrás de la cruz con el hombro haga fuerza al levantarla.1: 116 

En la tercera, cuarta y quinta cláusulas se describen el tamaño y el tipo de madera a emplear además de indicarse que las tallas debían estar huecas y por cuenta de quién corrían los gastos de los materiales:

Yten, la figura del Xpo a de ser al natural y de seis pies y medio, por lo que disminuye en alto; y la cruz, del largo y ancho suficiente, conforme a la figura del Xpo; y cruz y Xpo a de ser hueco y el pedestal de la cruz, que hará formación de calvario, también a de ser hueco.1: 116 
Yten, los dichos quatro sayones an de ser de pino de Segovia, todos ellos huecos y de seis pies de alto, y cada uno dellos que haga su sentido y movimiento, conforme al acto de cada uno, como se declara en la segunda condición.1: 116 
Yten, que el oficial que de dicha obra se encargare la a de hacer de talla y escultura, y a de poner los tornillos, tuercas, clavos, madera, herraxe y todo lo demás que fuere nezesario para su adorno y perpetuidad, y todo ello se a de poner a su costa y pagarlo de su casa.1: 116 

La sexta cláusula contiene el plazo de entrega y el castigo monetario si Torrecilla no cumplía lo acordado, mientras que en la séptima consta que de no reunir el paso o alguna de las imágenes los requisitos necesarios se podía obligar al tallista a repetir la pieza o bien penalizarlo con una reducción del precio acordado:

Yten, que lo a de dar fecho y acabado, conforme a estas condiciones: para el último del mes de Hebrero primero venidero del año de seiscientos y quince; y si para entonces no lo diere fecho y acabado, conforme a estas condiciones sin que dellas falte cosa alguna, ha de acer de limosna a la confradía cien rreales y se le puedan quitar del concierto; y todavía la pena pagada, pueda ser compelido a cumplirlo.1: 116 
Yten, que si después de acabado pareciere que las dichas figuras, cruz o andas o qualquier cosa o parte dello no está hecho como convenga y a satisfación de los alcaldes de la confradía, el oficial que se encargare de la dicha obra a de recibir la figura que no contentare y a de volver a hacer otra, o por ella se le a de quitar, si fuere sayón, ducientos y cinquenta rreales; y si fuere el Xpo, quinientos; y si fueren las andas, ciento y cinquenta, a eleción de la dicha confradía y sus alcaldes el volver a que se haga la ynsinia o quitar la dicha cantidad.1: 116 

En las dos últimas cláusulas se hace constar la similitud que el conjunto debía guardar en lo relativo al ahuecado con otro de idéntica temática conservado en Valladolid así como los pagos a realizar por parte de la cofradía al escultor:

Yten, se declara y es condición que todas las dichas figuras y cruz an de ser huecas y no desvastadas por dentro, sino aocadas de la forma y manera que están las del mesmo paso en la pasión de Valladolid.1: 117 
Yiten, al oficial que dello se encargare se le darán luego trecientos rreales para la madera, y después se le hirá dando cada semana cinquenta rreales hasta el dicho día fin hebrero, y con ello la a de dar y entregar fecha y acabada, y la resta, a cumplimiento de lo en que se conzertare, se le dar o después, luego que la confradía lo tenga, con declaración que la a de entregar, aunque no se le acabe de pagar y no la pueda rretener por la paga.1: 117 

Al final del contrato figura el montante de la obra, el cual ascendió a 1320 reales, así como la conformidad del escultor con las condiciones de la escritura:

Conforme a las quales condiciones, cumpliendo el dicho Lucas Sanz de Torrecilla con el tenor dellas, la dicha cofradía y ellos, en su nombre, se obligan y los bienes y hacienda de la dicha cofradía a la que darán y pagarán al susodicho o a quien su poder obiere los mill y trescientos y veinte rreales en que está concertada la figura de la dicha ynsinia, según y en la forma que se contiene y declara en la húltima condición de suso yncorporada. Presente a la tal escriptura el dicho Lucas Sanz de Torrecilla, escultor, vezino desta dicha ciudad, a quien fueron leydas las dichas condiciones y cada una dellas, según y en la forma que en ellas están escriptas y declaradas, el qual, otorgando por esta escriptura, dixo la haceptava y aceptó, y conforme a las dichas condiciones se obligava y obligó con su persona y bienes... de que en el tiempo en ellas declarado dará fecha y acabada y puesta en toda perfección la dicha ynsinia y la entregará a la dicha cofradía a vista de los oficiales peritos en el arte. Y para que cumplirá con el tenor de las dichas condiciones desta escriptura, dará fianzas a consenso y satisfación de la dicha cofradía... y lo otorgaron ansí ante el presente escrivano y testigos que fueron presentes Gaspar de Astudillo y Joan Gutiérrez y Lorenzo Galanes, estantes en Palencia, y los otorgantes a quien yo, el escrivano, doy fee conozco, lo firmaron de sus nombres. Francisco de Pineda y Aranda. Alonso de Medina. Sebastián Diez. Láçaro García. Martín Pérez. Lucas Sanz de Torrecilla.1: 117–118 

Una vez finalizado el grupo escultórico la cofradía procedió a pagar el precio acordado, aunque restó 26 reales al valor final en concepto de «demasías». Gracias a los registros contables se conoce que Isabel Sánchez, esposa de Torrecilla, intervino en la elaboración del conjunto y que la policromía del mismo costó la cifra de 294 reales:

Yten, da por descargo mill y trecientos y beinte rreales que pagó y a de pagar a Lucas Sanz de Torrecilla y Ysavel Sánchez, su muger, por la hechura de la nueba ynsignia que hiço.1: 118 
Demasías: Mas se lo baxan beinte y seis rreales de las entradas de Manuel y Matías de Torrecilla, hixos del dicho Lucas Sanz de Torrecilla, por algunas demassías que hiço.1: 118 
Yten, da por descargo ducientos y nobenta y quatro rreales que el dicho Antolín de Sampedro dio a Francisco de Aranda, pintor, por pintar la dicha ynsignia.1: 118 

Descripción[editar]

El grupo escultórico se compone de un total de cuatro figuras, las cuales son Cristo crucificado y tres sayones: dos frente a la cruz tirando de los extremos de una cuerda para elevarla y otro detrás de Jesús en posición de sujetar una escalera en la que se apoya el madero (el sayón que formaba pareja con este último fue retirado con el propósito de aligerar el peso del conjunto, quedando almacenado en las dependencias de la cofradía). Copia del paso vallisoletano realizado por Francisco del Rincón entre 1604 y 1606, el de Palencia posee más rigidez y menor envergadura al contar con menos imágenes,2​ siendo considerado por Timoteo García Cuesta como el paso menos logrado de todos los que posee la hermandad, aunque sin embargo es uno de los más apreciados por el hecho de ser el más antiguo:1: 84–85 

Cristo[editar]

De escaso patetismo, Cristo aparece crucificado mientras la cruz es elevada, teniendo esta una inclinación de aproximadamente 45 grados. El rostro carece de expresividad y el cuerpo posee un modelado en el que se puede apreciar la anatomía de los músculos en tensión así como las costillas, aunque en términos generales carece de realismo. La disposición del paño de pureza resta aún más naturalidad a la obra al no tener el extremo que cuelga una caída vertical sino paralela al cuerpo de Jesús, el cual se halla en diagonal con respecto al suelo. Erróneamente atribuido a José de Rozas por el cronista palentino Ambrosio Garrachón Bengoa (quien se basó en un supuesto parecido con otras tallas del artista además de situar la fecha de entrega de la escultura en 1746), el crucificado queda limitado en este conjunto a plasmar el acontecimiento bíblico sin transmitir ninguna emoción ni expresar el dolor causado por el suplicio, no apreciándose detalles presentes en otras imágenes análogas a esta como por ejemplo los ojos entornados por la agonía, la boca entreabierta por la dificultad para respirar o el cuerpo sangrante. El Cristo de Torrecilla nada tiene que ver con la típica representación del Varón de Dolores, mostrando más bien indiferencia ante un suceso trágico como la crucifixión.1: 84 

Sayones[editar]

Los sayones poseen rostros grotescos acorde a la costumbre entonces de dotar a los verdugos de aberraciones faciales. Con indumentaria anacrónica, rasgo típico del barroco, los sayones lucen prendas propias del campesinado castellano de la época y poseen una tratamiento en los paños acorde a este periodo artístico.2​ El verdugo situado a la derecha de Cristo tiene ambos brazos levantados y tira de una cuerda para elevar la cruz, luciendo un rostro lleno de amargura, sin duda el más exagerado de los tres y fácilmente visible al estar girado a la izquierda (este teatral gesto sugiere arrepentimiento por su acción). Viste jubón rojo con detalles en negro, camisa interior blanca con manga corta, calzones en gris oscuro, botines rojos y gorro del mismo tono que la camisa. El sayón con el que forma pareja luce una pose similar y viste jubón negro con motivos en dorado, cíngulo rojo, mangas blancas hasta las muñecas, calzones rojos y botas marrones con el envés en rojo. Por último, el verdugo colocado detrás de la cruz tiene el rostro levantado, el brazo izquierdo alzado y el derecho bajado aunque levemente erguido, como si se dispusiese a agarrar un peldaño de la escalera empleada para facilitar la elevación del madero. Viste armadura de escamas dorada, un cinturón del que cuelgan varias tiras de color verde oscuro, túnica burdeos larga hasta donde empieza la rodilla, pantalón verde oscuro, medias del mismo tono que la túnica y zapatos marrones.







Longinos
AutorJosé de Rozas
Antonio Vázquez
Creación1691-1692
Ubicacióndependencia anexa a la Capilla de Jesús Nazareno de Palencia (Castilla y LeónEspaña)
Estilobarroco
Materialmadera policromada

Longinos, también conocido como La Lanzada, es una obra realizada por José de Rozas y Antonio Vázquez entre 1691 y 1692. Portado el Viernes Santo por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Madre la Virgen de la Amargura, el grupo escultórico está ubicado en una dependencia anexa a la Capilla de Jesús Nazareno de Palencia (Castilla y LeónEspaña).12

Historia[editar]

La idea de elaborar un conjunto escultórico sobre este episodio evangélico surgió el 22 de abril de 1691; en aquel entonces la cofradía gozaba de una buena situación económica, por lo que se discutió acerca de en qué invertir el dinero que había en las arcas. Tras varias propuestas, el cofrade Juan García tuvo éxito al solicitar la hechura de un paso con una representación de Longinos al momento de clavar la Lanza Sagrada en el costado de Cristo durante su crucifixión:

Cabildo en 22 de abril del año 1691. En la ciudad de Palencia, a beinte y dos días del mes de abril de mill y seiscientos y nobenta años, los señores alcaldes Antonio Delgado y Francisco de la Puente, abiendo mandado a Ygnazio Martínez, nuestro llamador, para que llamase del día antes a cabildo, diziendo era para tratar negozios de la cofradía, al dicho cabildo se allaron presentes los señores Antonio Delgado y Francisco de la Puente, alcaldes, Juan Garzía... todos cofrades de Jhs. Nazareno, el señor alcalde Antonio Delgado, haziendo la cortesía debida, se alzó y dijo que para lo que se abían juntado era para dar quenta a la cofradía cómo se allaban con zierta cantidad de maravedís y que abía diferentes parezeres en qué se abía de distribuir dicha cantidad. Y por ebitar de diferenzias, daba quentta a la cofradía para la dispusición de lo que más conbenga. Y bisto, oydo y entendido por la cofradía, el señor nombrado Juan Garzía propuso se hiziesse un passo del Lonjinos para mayor adorno de la prozessión del biernes santo. Y abiendo entendido la dicha relazión echa por mí, el secretario, todos los cofrades fueron de parezer se hiziese el paso del Lonjinos con todas las figuras que le corresponde... y luego se pasó a la dispusizión que abía de aber para los encargos de la fábrica del paso.3: 118 

Una vez aprobada la propuesta se encomendó a José de Rozas la elaboración de la obra (en la que también participó Antonio Vázquez), efectuando una delegación de la hermandad una visita el 3 de junio al taller, situado en Valladolid, para verificar el diseño realizado por el escultor:

Cabildo en 3 de junio del año de 1691. El señor alcalde Antonio Delgado, aziendo la cortesía debida, dijo que para lo que se abían juntado era para que biesen el modelo que abía echo Joseph de Rozas, maestro escultor y vezino de la ciudad de Valladolid, de horden de Antonio Pérez, comisario para dicho efecto, el cual parezió muy bien a la cofradía y se encargó a todos los comisarios la brebedad.3: 119 

Al año siguiente, el 25 de febrero de 1692, otra comisión regresó al taller para comprobar el avance de la obra, dando finalmente su visto bueno con el asesoramiento de expertos en arte:

Cabildo en 2 de marzo del año 1692. También fue propuesto por mí, Antonio Pérez, cómo el dicho día beinte y cinco del mes de febrero pasado deste año los señores Simón de la Calle y Manuel López, alcaldes, y Manuel Nazareno, nombrado, Francisco de la Puente, Antonio Delgado y yo, Antonio Pérez, todos, como comisarios nombrados por la cofradía para la fábrica del paso del Lonjinos, fuimos a la ciudad de Valladolid a reconocer cómo yba dicho paso y asimismo en qué estado estaba, mediante estar tan en la mano la Semana Santa. Con que por otros maestros que nos asistieron, como fueron escultores y pintores, fue reconozida la dicha obra, la qual dieron por buena asi de escultura como de pintura, por estar según arte y ley. Con que los maestros que executan dicho paso dijeron le darían acabado para el domingo declarado deste año, sin que ubiese falta alguna, y asimismo bendrían a esta ciudad para asentarle en el tablero.3: 119 

La cofradía, satisfecha con la labor de Rozas y Vázquez, acordó un presente de 100 reales para los escultores:

Ya que no hay lugar de bolber a juntar la cofradía y aber obrado estos maestros con tanta prontitud y bijilanzia, que se les diese para los gastos de la estanzia que ubieren de tener en esta ciudad... Acordó la cofradía que, por bía de regalo y agradecimiento, se den a dichos maestros cien reales de vellón, ya en dinero o en regalo.3: 119 

Poco después de la segunda visita al taller, el 27 de marzo, Juan de Lozares se ofreció a trasladar el paso a Palencia, corriendo los gastos del transporte por su cuenta y quedando el grupo escultórico instalado en el palacio de la cofradía el 30 de marzo:

Cabildo en 27 de marzo del año 1692. Pasaron dichos señores a dilijenziar y traer el paso. Respecto a estar ya acabado y no hallando persona que se quisiese resolber traerle, se ofrezió Juan de Lozares, recetor al presente de dicha cofradía, y darle puesto en el palazio dentro de tres días, siendo a su cargo todos los gastos que fueren nezesarios... Con que el dicho Juan de Lozares puso el paso en el palazio en 30 de marzo de este año.3: 119 

Rozas y Vázquez percibieron finalmente una suma total de 4600 reales por la hechura de la obra (precio previamente acordado) más 50 reales a modo de obsequio y otros 100 una vez realizada la entrega del grupo escultórico, desconociéndose qué cantidad cobró Rozas y qué suma recibió Vázquez, pues en las escrituras no consta cuánto se pagó a cada escultor ni qué tallas corresponden a cada uno:

Primeramente se les recibe y pasa en quenta a los dichos señores nombra dos mill seiszientos y sesenta y ocho reales que pagaron a Antonio Vázquez y Joseph de Rozas, maestros escultores y vezinos de la ciudad de Valladolid, por la fábrica del paso de Lonjinos, que con mil duzientos y sesenta y un reales que dieron a dichos maestros Joseph Cozina y Juan Garzía, nombrados del año de nobenta y uno, y mill seiszientos y setenta y un reales que asimesmo dio Juan de Lozares, rezetor del año de nobenta y dos, montan los quatro mill y seiszientos reales en que se conzertó dicho paso, lo qual consta de carta de pago que dieron dichos maestros, que está cosida en el libro de acuerdos de la confradía.3: 120 
Mas se les hazen buenos cinquenta reales que costó un presente que se hizo a los maestros que abian de azer el paso de Lonjinos, al tiempo y quando se conzertó y se hizieron las escrituras... Mas se azen buenos cien reales que se dieron de agasajo a Antonio Vázquez y Joseph de Rozas, personas que hizieron el paso de Lonjinos, por razón de aber cumplido así para el día que se capituló le abían de entregar, como en su buena fábrica y para ayuda de costa que hizieron en esta ciudad al tiempo que le armaron.3: 120 

Hay constancia así mismo entre 1692 y 1693 de un pago al escultor Bartolomé Sánchez por una intervención menor en el paso:

Mas se les hazen buenos doze reales que pagaron a Bartolomé Sánchez, maestro escultor, por el trabajo de aber engrapado unas yendas que tenía el caballo del Onjinos.3: 120 

Por último, consta en 1696 una obra efectuada por Bernardo López de Frías consistente en cambiar el movimiento de uno de los brazos del sayón emplazado a la izquierda de Longinos:3: 87 

Mas se le azen buenos [...] reales [...] por el trabajo de [...] aber vuelto un brazo al soldado que va en el paso de Lonjinos.3: 124 

Descripción[editar]

Copia del conjunto vallisoletano tallado por Gregorio Fernández entre 1610 y 1617245​ y actualmente desaparecido a excepción de tres imágenes (Longinos, la Dolorosa y San Juan), conservadas todas ellas en el Museo Nacional de Escultura,6​ el conjunto de Palencia se compone de un total de siete imágenes, lo que lo convierte en uno de los grupos escultóricos más numerosos en desfilar en Semana Santa:7​ Cristo, la DolorosaSan JuanLonginos y tres sayones. Las imágenes de la Dolorosa y San Juan se disponen simétricamente a ambos lados de la cruz, aumentando el grado de simetría con los dos sayones que cierran la escena,7​ los cuales dotan de cierto carácter majestuoso y teatral a la obra. Relacionado con La Crucifixión,2​ paso de idéntica temática en Medina de Rioseco, a diferencia de este el conjunto de Palencia carece de una representación de María Magdalena, recayendo la carga emocional de la pieza únicamente en San Juan y la Dolorosa:

Cristo[editar]

La imagen, de escaso patetismo y con la anatomía levemente insinuada, muestra a Jesús muerto en la cruz con la cabeza caída sobre el pecho, lo que junto con la relajación de la musculatura del vientre y de las piernas dota de naturalidad a la pieza, caracterizada por una actitud totalmente relajada, sin la menor torsión o contracción como muestra de dolor. Posee carnaciones mate y apenas se divisan regueros de sangre, teniendo el paño de pureza suaves pliegues. Timoteo García Cuesta asignó la talla a Rozas en base a diversas características tales como la barba partida en el mentón, el rostro alargado y la boca entreabierta, todo ello idéntico al Cristo elaborado por el entallador en 1694 para el paso Jesús camino del Calvario, en el que también trabajaron Vázquez y López de Frías. En ambas no se dibujan gesticulaciones exageradas sino expresiones relajadas y naturales dotadas de dignidad, todo ello en pos de una mayor calidad, si bien la talla del Longinos posee un menor modelado.3: 87–88 

Longinos[editar]

La imagen, de escaso valor artístico,3: 88  se halla a lomos de un caballo y posee un rostro en el que sobresalen una boca abierta y una larga y espesa barba de marcadas ondulaciones. En la mano derecha porta la lanza con la que perfora el costado de Cristo, apreciándose en los párpados inferiores las gotas de sangre que según Santiago de la Vorágine cayeron sobre sus ojos y le curaron de sus problemas de visión.8​ Viste un sayo en color oliva con botonadura dorada frontal (acorde a la moda del siglo xvii), camisa interior naranja, calzón azul, botas altas de color negro, turbante blanco con franjas azules y rojas, y una capa bermellón artísticamente recogida en el brazo izquierdo. Por su parte, el caballo posee un elevado grado de realismo y, al igual que Longinos, dirige su mirada al crucificado.

Dolorosa[editar]

La Dolorosa aparece representada mostrando un rostro afligido y suplicante, con el dolor acentuado por la posición de los brazos, extendidos como si se dispusiese a abrazar el cadáver de su hijo. Viste túnica roja, manto azul recogido sobre el hombro derecho y cubierto de pliegues acartonados, toca blanca y zapatos negros. Fue asignada por García Cuesta a la producción de Vázquez en base a las similitudes de la imagen con una de sus obras: la Verónica del paso Jesús camino del Calvario. Ambas lucen pliegues angulosos y profundos además de mangas y ceñidores muy similares, destacando particularmente la semejanza en el número y la trayectoria de las líneas de las palmas de las manos en ambas piezas, si bien la característica que más apoya esta adjudicación es la gesticulación tanto de la Dolorosa como de la Verónica, ya que las dos reflejan una mezcla de incertidumbre, quebranto y piedad.3: 88 

San Juan[editar]

San Juan figura con el rostro compungido y al borde del llanto, todo ello acentuado por una boca entreabierta y unas cejas arqueadas. Los brazos están doblados a imagen y semejanza de las Piedades, estando el cabello dotado de espesos rizos, rasgo propio del barroco pleno. Viste túnica verde oscuro y manto bermellón recogido sobre el hombro derecho, todo él cubierto de angulosos drapeados. García Cuesta asignó su hechura a Vázquez en base a las mismas características que la Dolorosa.3: 88 

Sayones[editar]

Los tres sayones cierran el conjunto y, junto con Longinos, son las únicas piezas que no pueden ser atribuidas con seguridad a ninguno de los dos entalladores,3: 88  aunque al menos una fuente las considera obra de Rozas junto con San Juan, nombrando por otro lado a Rozas y Vázquez idistintamente como ejecutores de las tallas de Cristo y la Dolorosa.9​ El sayón posicionado a la izquierda de Longinos muestra ambos brazos erguidos y rostro de asombro, sin rasgos grotescos como era costumbre en la época representar a los verdugos en los pasos. Viste camisa roja con botonadura dorada en el frente, jubón verde oscuro con acuchillado en las mangas, calzón de idéntico color también con acuchillado y sujeto a la cintura con cintas del mismo tono que la camisa, botas marrones y gorro rojo. Los dos sayones restantes se hallan posicionados detrás del caballo y cierran la composición. El de la derecha muestra un rostro sereno caracterizado por una perilla y un bigote con las puntas hacia arriba (semejante al centurión del paso homónimo riosecano), teniendo el brazo derecho alzado para sostener una lanza y el izquierdo flexionado. Viste sayo color calabaza con hilera de botones en el frente, camisa interior grisácea, calzones ocre con franjas del mismo color que el sayo, mangas anchas desde el hombro hasta el codo idénticas a nivel cromático al calzón y ceñidas en el antebrazo (donde son enteramente de color calabaza), botas marrones y casco. Por último, el de la izquierda, con una pose invertida en comparación con su compañero y con cierto aspecto grotesco, luce una coraza en tono metalizado, mangas y calzones en verde oscuro con botonadura lateral en dorado, medias bermellón, un cinturón del que pende una espada, zapatos marrones y casco.

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