IGLESIAS DE ESPAÑA
La iglesia de San Ildefonso es una iglesia de estilo barroco localizada en el centro del casco histórico de la ciudad de Toledo, España. También es conocida como la iglesia de los jesuitas y se encuentra consagrada a san Ildefonso de Toledo, patrón de la ciudad y Padre de la Iglesia.
Iglesia de San Ildefonso | ||
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Bien de Interés Cultural Patrimonio histórico de España | ||
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Localización | ||
País | ![]() | |
Ubicación | Toledo | |
Coordenadas | 39°51′29″N 4°01′34″O | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento, iglesia | |
Código | RI-51-0008669 | |
Declaración | 20-12-1994 | |
Construcción | 1629 - 1765 | |
Estilo | Barroco español |
Construcción[editar]
Su construcción, que se prolongaría durante más de cien años, comenzó en el año 1629, sobre unos terrenos adquiridos por los jesuitas de Toledo en 1569 donde se encontraban las casas de Juan Hurtado de Mendoza Rojas y Guzmán, conde de Orgaz,1 y que había sido asimismo el lugar natal de san Ildefonso. Pedro y Estefanía Manrique, miembros de la alta nobleza castellana,1 fueron los impulsores de la erección del templo, como quedó escrito en los documentos fundacionales:
Por cuanto se tiene por tradición que el glorioso san Ildefonso, arzobispo y patrono de la ciudad, nació en estas casa donde ahora hacemos esta fundación, y por la mucha devoción que nos, don Pedro y doña Estefanía Manrique, tenemos a este glorioso santo, queremos y es nuestra voluntad que la advocación de la dicha iglesia, que así se ha de labrar, sea de este glorioso santo y que su imagen se ponga en el retablo del altar mayor en el lugar más principal.Documento fundacional.2
Con un diseño que seguía el modelo de planta de las iglesias jesuitas de Palencia y de Alcalá de Henares y también el de la iglesia del Gesù, que se encuentra en la ciudad de Roma y es la principal iglesia de la Compañía de Jesús. Dicha traza ha sido atribuida a Juan Bautista Monegro, por aquel entonces maestro mayor de la catedral. Sin embargo, no fue él quien se encargaría de la construcción del templo, sino Pedro Sánchez, un hermano jesuita, por lo que los diseños originales fueron modificados, lo que conllevó cambios en la fachada y en la cabecera. El arquitecto jesuita Pedro Sánchez murió pocos años después, en el año 1633, y fue sustituido por otro compañero de su orden, Francisco Bautista, a quien se debe la fachada retablo de estilo también barroco, que domina la ciudad desde su elevada posición. Pasados varios lustros, en el año 1669, Bautista dejaría su lugar a Bartolomé Zumbigo, arquitecto natural de Toledo, quien terminó las torres y la fachada. Ya entrado el siglo xviii, en 1718 se consagró la todavía incompleta obra, a la que le faltaban aún por terminar la sacristía, la capilla mayor y el ochavo, que contiene el relicario. Casi medio siglo después, en 1765, por fin se pudo concluir la construcción del templo, que en su tramo final había sido dirigida por José Hernández Sierra, arquitecto de Salamanca.2 Desgraciadamente para la orden de los jesuitas, tan sólo dos años después fueron expulsados de España por orden del rey Carlos III bajo la acusación de haber sido los instigadores del Motín de Esquilache, que había tenido lugar en 1766.3 La Compañía de Jesús no recuperó la iglesia hasta el siglo xx.1
Descripción[editar]
Enclavada entre la calle de San Román y la calle Alfonso XII, la iglesia presenta una orientación noroeste-suroeste, de tal modo que su fachada frontal queda dirigida hacia la catedral de Toledo. El interior de la iglesia, con su nave principal con forma de planta de cruz latina, es de grandes dimensiones y de color blanco. En dicha nave destaca la elevada cúpula sobre el crucero. En el transepto se encuentran dos grandes retablos barrocos. De ellos, originarios de la iglesia de san Juan Bautista, hoy desaparecida, uno es San José obrero con el Niño, obra de Germán López Mejía; y el otro es El Bautismo de Cristo, del artista Alonso de Arco y fechado en 1702. A ambos lados de la nave principal se encuentran comunicadas entre sí sendas hileras de cuatro capillas menores cada una, decoradas profusamente en estilos barroco y rococó.24 Las capillas del lado noreste del edificio, en orden desde el transepto, están dedicadas a la Virgen de Fátima, a san Francisco Javier, al Santísimo Cristo Crucificado y a san Francisco de Borja. Del lado suroeste se encuentran las dedicadas a la Inmaculada, a la Dolorosa, a san Ignacio de Loyola y al Cristo de los Mártires. En una esquina del templo se encuentra la capilla ochavada en la que se guardan y veneran las reliquias de la iglesia. De paredes oscuras y rojas y coronada por su propia pequeña cúpula, esta capilla alberga además la figura de la Virgen del Socorro, que también es obra de Germán López Mejía. Gobernando la nave tras el altar mayor, la iglesia de San Ildefonso cuenta con un retablo que es una pintura al fresco —realizada por Alejandro y Luis González Velázquez—5 que presenta trampantojos y que relata la descensión de la Virgen sobre san Ildefonso para la imposición de la casulla. Bajo el retablo de ilusionismo arquitectónico y tras el altar está situado un tabernáculo de madera dorada que presenta una talla de la crucifixión. A lo largo de toda la nave se hallan distribuidas catorce estatuas dedicadas principalmente a los apóstoles y que fueron esculpidas, como uno de los retablos y la Virgen del Socorro, por Germán López Mejía.2
La parte exterior de la cúpula, debido a sus dimensiones y a la localización de la iglesia, es unos de los puntos más altos de Toledo, junto a la catedral de Santa María y al alcázar, hacia los que tiene vistas notables, igual que las torres, que son visitables. En una de las torres se pueden ver tres campanas de bronce.6 En la fachada se pueden observar varios adornos destacables. Sobre la puerta principal original, que aún se conserva, se encuentra un bajorrelieve que representa, igual que el retablo mayor, la descensión de la Virgen sobre san Ildefonso, obra de Diego Rodríguez de Luna.1 Por encima de él está situada la vidriera, y alrededor de ellos hay cinco estatuas, realizadas por Mattia Carmannini y Félix Bambi,1 cuyas hornacinas se encuentran flanqueadas por cuatro altas columnas corintias. En la fachada está, en homenaje a los hermanos Pedro y Estefanía Manrique, el escudo de la familia Manrique de Castilla.
En el Ochavo, reposan los restos de Juan de Mariana y Jerónimo de Ripalda, llevados desde el desaparecido Colegio de San Eugenio.
La iglesia de las Santas Justa y Rufina es una de las denominadas parroquias mozárabes de la ciudad española de Toledo, iglesia católica en Rito Hispano-Mozárabe, cuya existencia está acreditada documentalmente desde 1156. No obstante, determinados vestigios materiales revelan la existencia en este lugar de una construcción islámica, que sin duda habría que identificar con una mezquita. Hasta fecha muy reciente, el único testimonio de la existencia de una construcción islámica consistía en un fragmento de arco que, sobre una pilastra visigoda, se hallaba empotrado en la fachada noroeste del templo. La reutilización de una pieza de época anterior, unida a las características del despiece del arco, permiten pensar en una obra islámica fechable en torno al siglo x.
Una vez consagrado el templo al culto cristiano, debió levantarse su ábside, cuyas características formales llevarían a relacionarlo con el de la iglesia del Cristo de la Luz y, por lo tanto, a datarlo con una cronología similar: finales del siglo xii o comienzos del siglo xiii. De esta forma, se insertaría en la primera fase del mudéjar toledano, definida por Gómez-Moreno.
Descripción[editar]
El ábside desarrolla en planta un amplio semicírculo que adopta al exterior una forma poligonal. Consta de dos cuerpos superpuestos, compuestos por arcos de medio punto doblados y por arcos polilobulados que cobijan arcos de herradura apuntados, rematados por un friso de ladrillos dispuestos en esquinilla. El interior es semicircular, con paramentos lisos, realizados en mampostería encintada, y restos de pintura mural.
Este primer templo cristiano estaba orientado al sureste, desconociéndose su organización. No obstante, debió aprovechar parte de la estructura preexistente y tal vez responda a ello la existencia de un claustro (claustra o cementerio parroquial), adosado a uno de sus laterales, identificable con un posible «sahn» o patio de abluciones.
Las grandes transformaciones del edificio llegaron a partir de 1530, de la mano de Alonso de Covarrubias. Las reformas, acometidas, muy posiblemente a consecuencia de un incendio, modificaron la fisonomía anterior, cambiando la orientación del templo en sentido noreste-suroeste, tal y como se halla en la actualidad, al mismo tiempo que se triplicó el espacio que ocupaba la antigua nave. Las obras continuaron durante esa centuria y la siguiente; entre los trabajos realizados está documentada la ejecución de la techumbre de madera en 1536.
Durante el siglo xvii se realizaron nuevas reformas; entre ellas cabe citar la construcción de dos arcos torales en el crucero de la capilla mayor, las de la portada principal realizadas tras el incendio de 1659 y las llevadas a cabo en la puerta que daba al claustro datadas en el año 1672. En las postrimerías del siglo (1699) se proyecta y lleva a cabo la realización de un nuevo retablo mayor cuyas trazas y diseño fueron realizados por el maestro arquitecto y ensamblador José Ignacio Machín, que fue desmantelado a finales del siglo xviii.1
La portada principal se abre en arco rebajado de tres lóbulos, enmarcado por columnas sobre pódium y breve ático. Sobre ella se encuentran sendas hornacinas con las imágenes de las santas, bajo un tejadillo. El espacio interior se articula en una amplia nave con ábside poligonal al interior y al exterior y tribuna a los pies, cubierta por armadura de madera. A ella se abren capillas de diferentes tamaños y sistema de cubierta fruto de las sucesivas remodelaciones. Tal es el caso de las situadas junto a la cabecera, dispuestas al objeto de configurar un amplio espacio a modo de transepto, si bien, la que merece especial interés es la que corresponde al antiguo ábside mudéjar, anteriormente citado.
En el siglo xviii el templo fue redecorado según el gusto neoclásico; en la actualidad parte de esta decoración ha sido retirada, dejándose ver elementos de las fases constructivas anteriores: la islámica y la cristiana.
Iglesia de las Santas Justa y Rufina | ||
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Tipo | iglesia católica | |
Catalogación | Bien de Interés Cultural | |
Localización | Toledo (España) |
Iglesia de los Santos Justo y Pastor | ||
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Datos generales | ||
Tipo | iglesia | |
Catalogación | Bien de Interés Cultural (6 de octubre de 1998, RI-51-0009557) | |
Localización | plaza de San Justo (España) | |
Coordenadas | 39°51′22″N 4°01′18″O | |
Construcción | siglo XIII | |
Nombrado por | Justo y Pastor |
Descripción[editar]
Durante todo el siglo xiv fue sometida a importantes obras de reconstrucción; de estas obras se conserva la llamada capilla del Corpus Christi, adyacente a la capilla Mayor, construida por una estancia rectangular, con cubierta de madera y rica decoración en azulejería.1 Los restos del ábside mudéjar, en ladrillo y con decoración de arquerías ciegas, son considerados también del siglo xiv, aunque bien pudieran corresponder a una obra anterior, según se deduce de la configuración de su aparejo exterior.1
En los siglos xv y xvi le fueron añadidas a esta iglesia tres capillas con bóvedas de crucería, que se abren a la nave de la epístola. Una de ellas, la dedicada a la Virgen de la Esperanza, presenta una notable reja plateresca. Ya en el siglo xvii el templo va a ser objeto de una intervención arquitectónica más profunda, alterándose su nave central hasta perder su anterior carácter mudéjar.1 Según trazas y condiciones de Juan Bautista Monegro, en 1612 se sustituyeron los pilares ochavados de ladrillo, que delimitaban la nave central de la anterior iglesia, por cuatro columnas toscanas exentas y, como apoyo del coro en alto a los pies, dos pilares, cada uno con un par de idénticas medias columnas adosadas; todo ello realizado en piedra berroqueña de las canteras de Las Ventas con Peña Aguilera. 1
Durante el siglo xviii se completó la transformación del templo, fundamentalmente mediante el enlucido, con decoración pictórica de los alzados interiores, la ejecución de los cielos rasos de las naves laterales y las obras que afectaron al exterior.1 El acceso, único desde el exterior, queda planteado como torre-portada, algo inusual en la arquitectura toledana; la portada queda así dispuesta en la parte inferior de la torre del templo, sobresaliente respecto de la planta general del mismo.1 La portada, tipo retablo, está planteada en un cuerpo, que comporta el acceso efectivo entre pilastras cajeadas y bajo un arco de medio punto, así como un ático con hornacina, dispuesto para albergar las esculturas de los santos titulares.1 Los alzados exteriores, salvo el ábside mudéjar, presentan un enlucido rojizo, bajo el cual se deja ver, en algunas partes, otro enlucido de imitación de ladrillo.1
La capilla del Corpus Christi[editar]
Adosada al ábside de la iglesia, se encuentra la capilla del Corpus Christi. Es un conjunto decorativo mudéjar destacado en la ciudad de Toledo. Conserva un artesonado de madera policromada, con un friso en el que se alternan representaciones de un jinete cristiano y otro musulmán. También cuenta con un importante conjunto de yeserías realizadas utilizando la técnica tradicional en la que se tallaba el yeso sobre una preparación de barro húmedo. En 2010 la capilla fue objeto de un trabajo de recuperación y conservación casi integral.
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