lunes, 18 de noviembre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA - CELTIBERA

Uxama Argaela1​ es una ciudad celtíbero-romana. Ocupa el cerro del Castro, que mira a la actual ciudad de El Burgo de Osma2​ - Ciudad de Osma, en la provincia de SoriaEspaña.3

Historia[editar]

Calzada romana de Asturica Augusta a Tarraco por Clunia y Caesaraugusta a su paso cerca de Uxama Argaela
Como una más de las ciudades de los arévacos, participó activamente en las guerras celtibéricas (153-133 a. C.),4​ siendo conquistada por Roma en el 99 a. C. Más tarde, apoyó la causa del rebelde romano contra su propia metrópoli, Quinto Sertorio, por lo que fue destruida por Pompeyo el Magno en el año 72 a. C., aunque fue reconstruida poco después.
Mencionada por Plinio el Viejo y por Ptolomeo, Uxama Argaela al igual que Tiermes fue adscrita al Convento Jurídico Cluniense (Provincia Hispania Citerior Tarraconensis) y, a partir de ese momento, comenzó a configurarse la ciudad hispanorromana, cuyo momento de mayor esplendor se sitúa entre los siglos I y II d. C. como una de las comunidades del conventus iuridicus Cluniensis de la provincia Hispania Citerior Tarraconensis, se convirtió en municipium bajo Tiberio, empezando un importante proceso de monumentalización, que consistió en la construcción de un pequeño foro, una serie de grandes mansiones urbanas, unas murallas y un verdadero barrio fabril a orillas del río Ucero, llegando a cubrir el espacio urbano y los arrabales unas 28 hectáreas.
Posteriormente aparece como una mansión (siglo III) de la importante calzada romana que unía Caesaraugusta (Zaragoza) y Asturica Augusta (AstorgaLeón) a través del valle del Duero.
En época de los visigodos en el siglo VI, los obispos, asisten a los Concilios de Toledo, con la conquista musulmana en el siglo VIII, aprovechando la vía romana que unía Tiermes con Uxama, fue abandonada hasta su posterior repoblación en 912.
Los hallazgos arqueológicos son numerosos e importantes, incluyendo inscripciones, monedas republicanas e imperiales, cerámicas, vidrios y objetos metálicos y un tiro de caballos de bronce.
Existe un "Museo de Uxama"5​ modesto, abierto solamente en los meses de verano, a unos 2 kilómetros del antiguo castro, junto al km 212 de la N-122.6
El yacimiento en cuestión, está bajo protección de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, y todos los años se realiza una temporada de excavaciones estivales conjuntamente con el yacimiento de Tiermes - (Montejo de Tiermes).








Valeria
Ciudad
Nympheum Valeria.jpg
Nympheum de Valeria.
Coordenadas39°48′30″N 2°09′01″OCoordenadas39°48′30″N 2°09′01″O (mapa)
EntidadCiudad
 • PaísImperio romano
 • ProvinciaTarraconense (desde c. 298Carthaginense)
SubdivisionesConvento cartaginense1
Idioma oficialLatín
HabitantesPreviamente, olcades o celtíberos.
Fundación
DesapariciónAproximadamente a mediados del siglo IX.
Correspondencia actualValeria
(Bandera de España España)
Sitio web
Las ruinas de la ciudad romana de Valeria son un importante yacimiento romano situado en torno de la Hoz del río Gritos en la localidad de Valeria, municipio de Las Valerasprovincia de CuencaCastilla-La Mancha (España).
Fue fundada entre el 93 y 82 a. C. sobre terrenos conquistados en la centuria anterior a los pueblos celtas que habitaban la zona. Los restos que se muestran en la actualidad y las menciones escritas indican que fue un municipium importante, la mayor parte de estos restos han sido visibles desde siempre, en especial el edificio más característico: el ninfeo.
Mapa de Hispania en el que Valeria se muestra como «Val.».
Valeria es una de las tres ciudades romanas con las que cuenta la provincia de Cuenca. Desde su fundación siempre ha conservado el topónimo romano que hace referencia a su fundador, Valerio Flaco.
Los trabajos arqueológicos desarrollados en el yacimiento han permitido sacar a la luz uno de los foros romanos más completos de la Meseta.


























Valeria prerromana[editar]

Anteriormente era una zona de pobladores celtíberos y olcades,23​ el área es conquistada en 179 a. C.4

Valeria romana[editar]

La Valeria romana fue fundada entre el 93 y el 82 a. C. Su nombre tiene como origen el del propio fundador: el cónsul Cayo Valerio Flaco.5
La nueva ciudad romana no sustituye a un núcleo indígena importante sino que corresponde a una política de creación de urbes con la estructura al uso.6
Plinio el Viejo y Ptolomeo ya la citan:5
Carthaginem conveniunt populi LXV exceptis insularum incolis ex colonia Accitania Gemellense, ex Libisosana cognomine Foroaugustana, quibus duabus ius Italiae datum, ex colonia Salariense, oppidani Lati veteris Castulonenses qui Caesarii Iuvenales appellantur, Saetabitani qui Augustani, Valerienses. stipendiariorum autem celeberrimi Alabanenses, Bastitani, Consaburrenses, Dianenses, Egelestani, Ilorcitani, Laminitani, Mentesani qui et Oretani, Mentesani qui et Bastuli, Oretani qui et Germani cognominantur, caputque Celtiberiae Segobrigenses, Carpetaniae Toletani Tago flumini inpositi, dein Viatienses et Virgilienses.
Naturalis Historia, 3-25. Plinio el Viejo7
La ciudad romana de Valeria estaba comunicada por medio de ramales secundarios con la vía de Complutum a Cartago Nova y con Ercávica y Segóbriga.
La ciudad en época romana contaba con un perfecto aprovisionamiento de aguas, mediante un articulado sistema de acueductos adaptados o excavados en la roca que vertían en numerosos aljibes y fuentes monumentales de las que se conservan numerosos vestigios como el ninfeo, una fuente monumental de carácter ornamental con dependencias construidas a uno de sus costados, talleres y pequeñas tiendas.
Contaba también con una basílica, edificio civil, donde se realizaban transacciones mercantiles y bursátiles, y un foro de época augústea, edificado con solidez y envergadura, y cuatro aljibes que daban suministro de agua a la ciudad.
Las casas de la ciudad son de dos tipos, unas rectangulares apoyadas en terrazas, y otras llamadas casas colgadas, con huecos abiertos al acantilado que limitaba la ciudad por uno de sus lados, con vigas encastradas en la roca que dejaban la mitad de la vivienda suspendida en el vacío.8

Municipium[editar]

El recinto amurallado que daba cabida a la ciudad tenía una extensión de 27 hectáreas. Este gran tamaño indicaría que la mayor parte de los habitantes vivían dentro de dicho recinto.9

Zona arqueológica[editar]

Mapa de las ruinas en 1752.10
Leyenda (extraída de la propia obra):
A - Valeria romana
B - Valera de arriba
C - Muralla tirada de hoz á hoz
D - residuo de una Thermas, ò Baños
E - Ermita de Nuestra Señora
F - Camino a Cuenca
G - pequeño collado
H - arcos de entrada a viviendas subterráneas
I - Valle pequeño llamado el Hoyo
KK - Las hoces de Valera
L - Camino de la Vega de la Olmeda
M - arroyo

Monumentos[editar]

Sin duda la gran época de Valeria, en cuanto a su desarrollo urbano, corresponde al siglo I, cuando se acometió la construcción del foro. El conjunto foral se ubica en el centro del yacimiento y lo integran una serie de edificios públicos articulados a distintas alturas en torno a una gran plataforma donde se ubicaba la plaza del foro y, soterrados en la propia plataforma, se encuentran los aljibes.
Al norte se localiza el edificio de la basílica, en el costado oeste el edificio prebasilical o domus publica, el edificio de la exedra (aula de culto imperial) y el criptopórtico. Al sur se sitúa una gran escalera monumental de acceso a la plaza y una serie de tabernas (tiendas) y al este se encuentra el edificio emblemático de Valeria, el ninfeo (fuente monumental) y sus tabernas delanteras. Todo este conjunto se encuentra delimitado por calles.
En las proximidades del foro se localizan las estructuras de la zona meridional, la casa de Adobe. También se cuentan otros ejemplos de urbanismo privado como son la casa del Hoyo y la casa Colgada, antecedente en época romana de las viviendas medievales de Cuenca.
Por último, hay que mencionar, ya de época medieval, la muralla y la ermita de Santa Catalina y su necrópolis.
Los trabajos de excavación se iniciaron en los años 1950, aunque de una manera científica a partir de 1974. Desde ese año, las excavaciones sistemáticas se han centrado sobre todo en el espacio ocupado por el foro de la ciudad, aunque también se ha excavado en otras zonas donde se ha documentado urbanismo privado.
Estos trabajos han permitido conocer la organización del área pública, así como el inicio de su construcción y evolución.
Valeria se ubica en una lengua caliza entre la hoces del río Gritos y del Zahorra, a una altura de unos mil metros. El cerro de Santa Catalina es el punto privilegiado para la observación paisajística del entorno que permite contemplar ambas hoces y la unión de las mismas en su extremo sur. Desde el lado este del cerro se muestran los mejores paisajes del entorno del yacimiento.8

Conservación y protección[editar]

La zona arqueológica las Valeras está declarada Bien de Interés Cultural, B.I.C., desde el 28-10-1977, según B.O.E. 18-12-1977.11
Los objetos encontrados en este yacimiento dieron lugar al Museo de Cuenca. Previamente fueron expuestos en los bajos de la casa consistorial de, la entonces, Valera de Arriba.12
Parte de las ruinas han estado siempre visibles por lo que no se puede hablar de un descubrimiento de las mismas aunque sí de un comienzo de las excavaciones y de su estudio. Esto ocurrió en 1951 y las encabezaba el alcalde de Valeria, en ese momento Valera de ArribaFrancisco Suay Martínez.
El Tesorillo de Valera de Arriba, también conocido como el tesoro de Valeria, compuesto por monedas de plata data de la época post segunda guerra púnica, cercano al año 185 a. C.13
Siguen apreciándose edificaciones muy notables en torno al foro como son: el ninfeo, con casi 100 metros de longitud, la basílica y la domus publica.









 Hispania romana a los territorios de la península ibérica durante el periodo histórico de dominación romana.
Este periodo se encuentra comprendido entre 218 a. C. (fecha del desembarco romano en Ampurias) y los principios del siglo V (cuando entran los visigodos en la Península, sustituyendo a la autoridad de Roma). A lo largo de este extenso periodo de siete siglos, tanto la población como la organización política del territorio hispánico sufrieron profundos e irreversibles cambios, y quedaría marcado para siempre con la inconfundible impronta de la cultura y las costumbres romanas.
De hecho, tras el periodo de conquistas, Hispania se convirtió en una parte fundamental del Imperio romano, proporcionando a este un enorme caudal de recursos materiales y humanos, y siendo durante siglos una de las partes más estables del mundo romano y cuna de algunos gobernantes del imperio.
El proceso de asimilación del modo de vida romano y su cultura por los pueblos sometidos se conoce como romanización. El elemento humano fue su más activo factor, y el ejército el principal agente integrador.
La sociedad hispana se organizó como la del resto del Imperio romano, en hombres libres y esclavos. Los hombres libres podían participar en el gobierno, votar en las elecciones y ser propietarios de tierras. Los esclavos, en cambio, no tenían ningún derecho y eran propiedad de algún hombre libre. Las mujeres podían ser libres o esclavas, pero no tenían los mismos derechos que los hombres.

Iberia e Hispania[editar]

Los escritores latinos usaron el nombre de Hispania en lugar de Iberia.1​ El escritor latino Ennio, que vivió entre los años 239 y 169 a.C, es el primero que llama Hispania a Iberia en su Historia Romana.2​ En el siglo I a. C. los escritores latinos se refirieron a la península ibérica indistintamente como Hispania o Iberia. El citado geógrafo Estrabón, cuyo libro tercero de su Geografía es el documento más importante sobre la etnología de los pueblos de la Hispania Antigua, afirma expresamente que se utilizaban indistintamente en su tiempo, el siglo I, los nombres de Iberia e Hispania. Su extensión, según Trogo Pompeyo, es menor que la Galia y la de África.3​ Estrabón se refiere a la península ibérica:
Con el nombre de Ibería los primeros griegos designaron todo el país a partir del Rhodanos y del istmo que comprenden los golfos galáticos; mientras que los griegos de hoy colocan su límite en el Pyrene y dicen que las designaciones de Iberia e Hispania son sinónimas.4

La Conquista de Hispania[editar]

Muralla romana de Ampurias, punto de entrada de la invasión romana en la península ibérica.
Lo que se inició a finales del siglo III a. C. como una invasión estratégica para cortar las líneas de abastecimiento cartaginesas que sostenían la invasión de la península itálica por Aníbal durante la segunda guerra púnica, pronto pasó a ser una invasión de conquista que en unos doce años había expulsado por completo a las fuerzas cartaginesas de la Península. Sin embargo, Roma aún tardaría casi dos siglos en dominar la totalidad de la península ibérica, debido principalmente a la fuerte resistencia que los pueblos del interior (celtíberos, lusitanos, astures, cántabros, etc.) ofrecieron a los invasores. Dos siglos de guerras intermitentes aunque extremadamente violentas y crueles, tras los cuales las culturas prerromanas de Hispania fueron casi por completo exterminadas. La dominación romana perduraría hasta la entrada en Hispania de las primeras tribus bárbaras, ya en el siglo V, formando durante los siete siglos de influencia romana una población homogénea en Hispania conocida como «hispanorromana».

La influencia romana en la península ibérica[editar]

Puente romano de Córdoba, ejemplo de la durabilidad de las obras civiles romanas.
Al tiempo que Roma establecía su dominio sobre la península ibérica, también importaba a la misma su particular forma de entender la vida: su economía, su legislación, las infraestructuras que les permitieron crear y conservar un imperio y las manifestaciones artísticas de todo tipo. De todo ello se conserva hoy un importante legado no solo arqueológico, sino también cultural, que aún hoy permanece en las lenguas romances habladas en España y Portugal, descendientes directas del latín.

Organización política[editar]

División administrativa de Hispania en torno al 17 a. C.
División provincial de Diocleciano en 298.
Casi desde el primer momento, los romanos organizaron Hispania mediante la subdivisión de esta en diferentes provincias administrativas bajo el gobierno de pretores que actuaban como virreyes en nombre de Roma. A lo largo del dominio romano sobre Hispania, esta estuvo dividida en las siguientes provincias:

Las ciudades[editar]

Restos de la basílica de Baelo Claudia, en Tarifa, Cádiz. En algunos puntos de la ciudad se observa la influencia del modo de construir africano, ejemplo de como Roma absorbía los conocimientos de otras civilizaciones.
El proceso de romanización en la Península se basó fundamentalmente en las ciudades como núcleos exportadores de la nueva cultura. La política urbanizadora comenzó pronto, aunque con fines casi exclusivamente defensivos. Durante la época republicana las riquezas mineras y agropecuarias de Hispania atrajeron gran número de emigrantes romano-itálicos, sobre todo después de la crisis del siglo II a. C. Éstos, unidos a los soldados establecidos en la Península comenzaron a asentarse en ciudades de estatus jurídico dudoso. Un ejemplo de esta etapa es la ciudad de Carteia.
Con Julio César comenzó un periodo de colonización y municipalización, resolviendo el problema que padecía Italia por la falta de ager publicus, asentó en Hispania a sus soldados fundando nuevas colonias. También concedió la ciudadanía romana a municipios ya existentes, premiando así su fidelidad en la guerra civil que mantuvo con Pompeyo en la Península, por eso la mayoría de ellos se encuentran en la Bética. Augusto continuó la política de César, municipios augusteos son: OscaCaesaraugustaCalagurrisBaetuloSegóbrigaValeria,5​ IlerdaIulia TraductaIuliobriga, etc. Vespasiano concedió el derecho latino a todas las ciudades de Hispania.
Las ciudades poseían diferente categoría jurídica; así las colonias y municipios romanos estaban libres de cargas tributarias, las ciudades de derecho latino se encontraban en un escalafón inferior, por debajo de éstas estaban las ciudades peregrinae que carecen de privilegios jurídicos para sus habitantes. En el último lugar se encontraban las stipendiariae, que estaban obligadas a pagar un tributo a Roma, así como a aportar soldados al ejército.

Latinización de la Hispania[editar]

Uno de los aspectos más trascendentes de la romanización en la península ibérica fue el de su latinización. Es decir, el proceso que trajo consigo la pérdida de los idiomas indígenas, a excepción del euskera, y la concomitante y paralela sustitución de éstos por el latín, del que más tarde derivarían las lenguas romances. La latinización de España comenzó desde la llegada de Roma en 218 a. C., y continuó hasta la conversión oficial de Hispania en parte del Imperio romano en 19 a. C., durante el gobierno de Augusto. El gran catálogo de Untermann sobre epigrafía ibérica pone de manifiesto que la escritura ibérica se siguió usando en muchos ámbitos: baste comprobar los grafitos marcados a punzón sobre cerámicas o bien los nombres de las ciudades escritos sobre monedas en ibérico o en latín de modo que, a veces se vuelve al uso del ibérico después de haber acuñado monedas con textos latinos. Los grafitos sobre esculturas del Cerro de los Santos y del santuario de Torreparedones presentan unas veces textos latinos y otras ibéricos. La latinización no fue igual en toda la Hispania, sino que en la Ulterior fue de forma más acelerada.

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