Quinto Fabio Máximo Emiliano (en latín, Quintus Fabius Q. f. Q. n. Maximus Aemilianus) fue un político y cónsul de la República de Roma.
Fabio era por adopción un miembro de la gens patricia Fabia, pero por nacimiento era el hijo mayor de Lucio Emilio Paulo Macedónico y de su esposa Papiria y hermano mayor de Publio Cornelio Escipión Emiliano. Fue el padre de Quinto Fabio Máximo Alobrógico.
Fabio, en 168 a. C., sirvió bajo las órdenes de su padre biológico en la tercera guerra macedónica, y fue enviado por su padre a anunciar a Roma la victoria en Pidna.1
Fabio sirvió como pretor en Sicilia entre los años 149 a. C.-148 a. C. y obtuvo el consulado en 145 a. C. junto a Lucio Hostilio Mancino, siendo su provincia Hispania.
Tras su consulado obtuvo el gobierno proconsular de Hispania, donde combatió y obtuvo la primera y única victoria romana sobre Viriato en un episodio de las Guerras Lusitanas,2 pero fracasó en su captura, ocasionando que las guerras en Hispania continuasen hasta que Numancia fuera arrasada hasta los cimientos por su hermano una década más tarde.
Fabio y su hermano eran pupilos y patrones del historiador Polibio, que los describió como un ejemplo de unión fraternal, a pesar de que debido a su adopción crecieron en casas diferentes.
Marco Fulvio Nobilior (en latín, Marcus Fulvius Nobilior) fue un general romano del siglo II a. C..
Vida[editar]
Carrera militar en Hispania[editar]
Fue edil curul en el año 195 a. C., y pretor en Hispania Ulterior en el año 193 a. C.; con el título de procónsul permaneció allí durante dos años, y luchó con gran éxito contra los pueblos que aún resistían la supremacía romana. Obtuvo una victoria sobre las fuerzas unidas de los vacceos, vetones y celtíberos capturando vivo a su rey, Hilernus, cerca de la ciudad de Toletum (Toledo) siendo la primera vez que este lugar se menciona en la historia. El año siguiente, en una nueva campaña, puso sitio a dicha ciudad y consiguió apoderarse de ella a pesar del intento de un ejército vetón de levantar el asedio. A su regreso a Roma en el año 191 a. C. se le concedió el honor de una ovación.1
Consulado y victoria sobre los etolios[editar]
En 189 a. C. fue nombrado cónsul junto con Cneo Manlio Vulsón y se le encargó la dirección de la guerra contra la Liga Etolia. Para esta campaña se llevó consigo al poeta Ennio, al que deseaba hacer testigo de su gloria. Puso sitio a la ciudad de Ambracia, que se rindió, y a la que libró del saqueo a cambio de recibir una corona de oro de sus habitantes. Con esta acción obligó a los etolios a pedir la paz que les fue concedida en condiciones favorables; un poco después la isla de Cefalonia, excluida de los términos de la paz, se tuvo que someter a Roma. Permaneció en Grecia como procónsul el año siguiente y a su regreso a Roma en 187 a. C., a pesar de la oposición del tribuno de la plebe Marco Aburio, celebró un espléndido triunfo.
En el año 186 a. C. exhibió durante diez días los juegos que había prometido durante la guerra, los más magníficos nunca vistos. Se levantó una estatua a los cónsules conquistadores de Etolia en Tusculum ciudad originaría de los Fulvii.2
Es notable destacar que, por primera vez, un militar reclamaba para sí honores antes reservados a la República, como la corona de oro mencionada. Por esta razón, Fulvio encontró la oposición frontal de Catón el Viejo, que le acusó de haber comprometido su dignidad como general romano en la toma de Ambracia.
Censura y familia[editar]
Nombrado censor junto con Marco Emilio Lépido, el Pontifex Maximus, con quien había tenido algunas disputas, pero se reconciliaron para la ocasión y ejercieron el cargo con bastante acuerdo. En concordia con Lépido, emprendió numerosas obras públicas en Roma, como nuevas plazas, mercados, pórticos y un acueducto. Restauró el templo de Hércules Musarum en el Circo Flaminio. Construyó una de las primeras basílicas del Foro, la luego llamada Basílica Emilia. Como entusiasta de la cultura griega, introdujo muchas de sus obras maestras en Roma.3
Fulvio Nobilior en su gusto por la literatura y el arte, era un mecenas del poeta Ennio, que lo acompañó en su campaña de Etolia, y pertenecía a ese partido entre los nobles romanos que introducen en la ciudad el gusto por la literatura griega y refinamiento. Fue, por tanto, un objeto de los ataques de Catón el Censor, que en realidad le reprochó haber llevado a Ennio con él a Etolia, e insinuó que estaba corrompiendo a la antigua disciplina romana confiriéndole coronas militares a los soldados por razones triviales. Catón también se divirtió con su nombre, llamándolo Mobilior en lugar de Nobilior.4
Marco Fulvio Nobilior era nieto de Servio Fulvio Petino Nobilior (cónsul en 255 a. C.) y tuvo dos hijos que ocuparon el consulado: Marco Fulvio Nobilior y Quinto Fulvio Nobilior. Su medio hermano de madre, Cayo Valerio Levino, lo acompañó en su campaña de Etolia,5 y fue cónsul en 176 a. C..
Lucio Hirtuleyo (Latín: Lucius Hirtuleius) fue un militar romano, célebre por su destacada participación en la Guerra Sertoriana.
Uno de los principales colaboradores de Sertorio, fue cuestor en 79 a. C. y legado del 78 al 75 a. C. Gran estratega, en 79 Sertorio le envió a detener a las tropas del gobernador de la Citerior, Marco Domicio Calvino, que acudía en ayuda de Metelo Pío siguiendo la línea del Tajo. Hirtuleyo no sólo venció a Calvino cerca de Consabura, sino que, desplazándose más hacia el este, derrotó a las tropas de auxilio del procónsul de la Narbonense, Lucio Manlio, cerca de Ilerda, al año siguiente (78 a. C.).
Cayo Julio César | ||
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Busto de Julio César en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
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Información personal | ||
Nombre secular | Gaius Iulius Caesar | |
Nacimiento | 12 o 13 de julio de 100 a. C. Roma, República romana | |
Fallecimiento | 15 de marzo de 44 a. C. Ibidem | |
Familia | ||
Padre | Cayo Julio César | |
Madre | Aurelia | |
Cónyuge | Cornelia (84 a. C.-68 a. C.) Pompeya (68 a. C.-63 a. C.) Calpurnia (59 a. C.-44 a. C.) | |
Descendencia | Julia Augusto (hijo adoptivo) | |
Cayo Julio César o Gayo Julio César a (100-44 a. C.) fue un político y militar romano del siglo I a. C. miembro de los patricios Julios Césares que alcanzó las más altas magistraturas del Estado romano y dominó la política de la República tras vencer en la guerra civil que le enfrentó al sector más conservador del Senado.
Nacido en el seno de la gens Julia, una familia patricia de escasa fortuna, estuvo emparentado con algunos de los hombres más influyentes de su época, como su tío Cayo Mario, quien influiría de manera determinante en su carrera política. En 84 a. C., a los 16 años, el popular Cinna lo nombró flamen Dialis, cargo religioso del que fue relevado por Sila, con quien tuvo conflictos a causa de su matrimonio con la hija de Cinna. Tras escapar de morir a manos de los sicarios del dictador, fue perdonado gracias a la intercesión de los parientes de su madre. Trasladado a la provincia de Asia, combatió en Mitilene como legado de Marco Minucio Termo. Volvió a Roma a la muerte de Sila en 78 a. C., y ejerció por un tiempo la abogacía. En 73 a. C. sucedió a su tío Cayo Aurelio Cota como pontífice, y pronto entró en relación con los cónsules Pompeyo y Craso, cuya amistad le permitiría lanzar su propia carrera política.1 En 70 a. C. César sirvió como cuestor en la provincia de Hispania y como edil curul en Roma. Durante el desempeño de esa magistratura ofreció unos espectáculos que fueron recordados durante mucho tiempo por el pueblo.
En 63 a. C. fue elegido pretor urbano al obtener más votos que el resto de candidatos a la pretura. Ese mismo año murió Quinto Cecilio Metelo Pío, pontifex maximus designado durante la dictadura de Sila, y, en las elecciones celebradas para sustituirle, venció César. Al término de su pretura sirvió como propretor en Hispania, donde capitaneó una breve campaña contra los lusitanos. En 59 fue elegido cónsul gracias al apoyo de sus dos aliados políticos, Pompeyo y Craso, los hombres con los que César formó el llamado Primer Triunvirato. Su colega durante el consulado, Bíbulo, se retiró para así entorpecer la labor de César que, sin embargo, logró sacar adelante una serie de medidas legales, entre las que destaca una ley agraria que regulaba el reparto de tierras entre los soldados veteranos.
Tras su consulado fue designado procónsul de las provincias de Galia Transalpina, Iliria y Galia Cisalpina, esta última tras la muerte de su gobernador, Céler. Su gobierno se caracterizó por una política muy agresiva con la que sometió a prácticamente la totalidad de los pueblos celtas en varias campañas. Este conflicto, conocido como la guerra de las Galias, finalizó cuando el general republicano venció en la batalla de Alesia a los últimos focos de oposición, encabezados por un jefe arverno llamado Vercingétorix. Sus conquistas extendieron el dominio romano sobre los territorios que hoy integran Francia, Bélgica, Países Bajos y parte de Alemania. Fue el primer general romano en penetrar en los inexplorados territorios de Britania y Germania.
Mientras César terminaba de organizar la estructura administrativa de la nueva provincia que había anexionado a la República, sus enemigos políticos trataban en Roma de despojarle de su ejército y cargo utilizando el Senado, en el que eran mayoría. César, a sabiendas de que si entraba en la capital sería juzgado y exiliado, intentó presentarse al consulado in absentia, a lo que la mayoría de los senadores se negaron. Este y otros factores le impulsaron a desafiar las órdenes senatoriales y protagonizar el famoso cruce del Rubicón, momento en el que, al parecer, pronunció la inmortal frase alea iacta est («la suerte está echada»). Inició así una nueva guerra civil, en la que se enfrentó a los optimates, que estaban liderados por su viejo aliado, Pompeyo. Sus victorias en las batallas de Farsalia, Tapso y Munda sobre los conservadores, le hicieron el amo de la República. El hecho de que estuviera en guerra con la mitad del mundo romano no evitó que se enfrentara a Farnaces II en Zela y a los enemigos de Cleopatra VII en Alejandría. A su regreso a Roma se hizo nombrar cónsul y dictator perpetuus —dictador vitalicio—, e inició una serie de reformas económicas, urbanísticas y administrativas.
A pesar de que bajo su gobierno la República experimentó un breve periodo de gran prosperidad, algunos senadores vieron a César como un tirano que ambicionaba restaurar la monarquía. Con el objetivo de eliminar la amenaza que suponía el dictador, un grupo de senadores formado por algunos de sus hombres de confianza como Bruto y Casio y antiguos lugartenientes como Trebonio y Décimo Bruto urdieron una conspiración con el fin de eliminarlo. Dicho complot culminó cuando, en los idus de marzo, los conspiradores asesinaron a César en el Senado. Su muerte provocó el estallido de otra guerra civil, en la que los partidarios del régimen de César, Antonio, Octavio y Lépido, derrotaron en la doble batalla de Filipos a sus asesinos, liderados por Bruto y Casio. Al término del conflicto, Octavio, Antonio y Lépido formaron el Segundo Triunvirato y se repartieron los territorios de la República, aunque, una vez apartado Lépido, finalmente volverían a enfrentarse en Accio, donde Octavio, heredero de César, venció a Marco Antonio.
Al margen de su carrera política y militar, César destacó como orador y escritor. Redactó, al menos, un tratado de astronomía, otro acerca de la religión republicana romana y un estudio sobre el latín, ninguno de los cuales ha sobrevivido hasta nuestros días. Las únicas obras que se conservan son sus Comentarios de la guerra de las Galias y sus Comentarios de la guerra civil. Se conoce el desarrollo de su carrera como militar y gran parte de su vida a través de sus propias obras y de los escritos de autores como Suetonio, Plutarco, Veleyo Patérculo o Eutropio.
Sexto Julio César (en latín: Sextus Iulius Caesar) fue primo de Cayo Julio César,1 quien le nombró gobernador de Siria,23 en calidad de proquaestor propraetor,4 cargo en el cual duró poco debido a su asesinato a manos de sus propias tropas.
Biografía[editar]
Descrito por Apiano como «muy joven» en 47 a. C.,3 fue nieto (o hijo) de Sexto Julio César,6 el tío de Julio César7 y cónsul en 91 a. C.8 Por el rango que ocupó en Siria, el historiador italiano Luciano Canfora cree que debió nacer hacia el 80 a. C., a más tardar en el 78 a. C..4
En 589 ó 57 a. C.10 fue nombrado flamen quirinalis de su primo, por entonces pontífice máximo, como muestra de la devoción de los Julios por Quirino.83 Sirve en 49 a. C. en el ejército de Julio César en Hispania como tribuno militar.11123 Cuando los pompeyanos capitulan en Ilerda, es Sexto el designado para recibir la capitulación de sus comandantes.1314 Su cercanía se menciona en el De bello Alexandrino, no eran sólo primos sino amigos.15
En 47 a. C., César marcha contra Farnaces II del Ponto y deja en Siria una legión pues ya pensaba en una expedición contra el Imperio parto.1316 Flavio Josefo, en el libro XIV de sus Antigüedades de los judíos, dice que durante su administración Sexto se mostró muy práctico para ganarse el apoyo de la aristocracia local.1217 Un año después,13 mientras César vencía a los pompeyanos en Tapso, África, uno de estos, el general Quinto Cecilio Baso hizo correr el rumor de que en realidad había sido vencido y muerto para promover un levantamiento en la provincia.318 Esto produjo un motín donde Sexto fue asesinado por sus tropas.5 Supuestamente esto sucedió porque Sexto había sido cruel con sus hombres19 pero probablemente esta acusación sea una invención de la propaganda de Octavio.20 Los pompeyanos se refugiaron en Apamea, donde fueron asediados y se negaron a capitular; sabían que habían eliminado a alguien importante para César, por lo que siempre prefirieron luchar a pedir perdón.21 Su muerte, el levantamiento pompeyano en Hispania y el asesinato de Mitrídates I del Bósforo por Asandro eran indicios claros de la crisis en que estaba sumergida la administración cesariana.5
Canfora sostiene que desde la batalla de Farsalia hasta la muerte de Sexto, César designó a su primo como su heredero. Desde el 59 a. C. hasta el inicio de la guerra civil, César designó en su testamento a Cneo Pompeyo Magno como su heredero por estar casado con su hija Julia, y después de la muerte de ella para mantener su alianza política.22 El asesinato de Sexto llevó a que traspasara su preferencia a Cayo Octavio Turino.23 Después de todo, su primo era el pariente varón más cercano y miembro de la gens Julia, a diferencia de Octavio.
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