miércoles, 20 de noviembre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA - HISPANIA TARDOANTIGUA - VISIGODA

Cerámica visigoda en España es el conjunto de producción alfarera registrada en la Península Ibérica entre los siglos V y VIII.1​ Los restos conservados, en general toscos y escasos, hacen que los materiales se hayan asociado con el conjunto de cerámicas tardorromanas y altomedievales.

Producción y características[editar]

La producción, decadente, de baja calidad y siguiendo modelos derivados de la cerámica romana, tenía fines domésticos y, en menor medida, funerarios.1​ En conjunto puede describirse como alfarería tosca y mal cocida. Las piezas conservadas presentan tonos cremosos, rojizos o gris manchado de negro, con apenas decoración: diversos diseños de esgrafiado muy elemental, como distintos tipos de incisiones, verticales, en zig-zag o paralelas horizontales que circundan el perímetro de la pieza.nota 1​ Tampoco es sobresaliente la morfología: vasos esféricos, panzudos y de cuello corto similares a vasijas de la Edad del Hierrojarras y jarritos (cuello estrecho, boca circular o lobulada, y una o dos asas sobre el cuerpo ovoide o cilíndrico) y algunos candiles y lucernas.3

Ladrillos pavimentales[editar]

El Museo Arqueológico Nacional conserva una cierta variedad de ejemplos del aspecto más interesante de la cerámica visigoda, los ladrillos para revestimientos de suelos o uso funerario (templos y sepulturas), ajenos a los modelos centroeuropeos tan presentes en la rica orfebrería visigoda, y cuya la estética sigue pautas norteafricanas, bizantinas o de la baja latinidad.1​ La producción tiene como denominador común estar hecha con moldes y decoración en relieve o en hueco.
Para los suelos suelen ser piezas romboidales con decoración vegetal muy estilizada —como la que aún se conserva en la alfarería tradicional del Rif, en Marruecos— estampada en relieve o incisa. El conjunto de motivos, partiendo de círculos y rombos se distribuye en la pieza de forma radial. Los ladrillos se complementan con filetes o tiras estrechas rectangulares de extremos apuntados y un modesto adorno de líneas onduladas. Las piezas de revestimiento para uso funerario suelen ser rectangulares y estar decoradas con motivos de la simbología animal cristiana, aves (palomas o pavos rodeando una crátera), crismones y con menor frecuencia, figuras geométricas.









Clamores es un canto propio de la Liturgia hispánica que se canta después del Psallendum en algunas solemnidades, formando un todo con él. Consta de una primera sección que concluía con la aclamación Deo gratias y un versículo. Después se repite el estribillo del Psallendum. De esto resulta la siguiente estructura:
    AB/c/B/D       Deo gratias/e/B
   ___________  +   ____________
    Psallendum       Clamor
La aclamación Deo gratias es hecha por el pueblo siempre con la misma música, por lo que habitualmente se obvia la notación en los códices. A veces, incluso de suprime el verso entero, quedando el siguiente esquema:
    AB/c/B/D/...





Un simplificado esquema de la sociedad hispano-visigoda nos hace ver una minoría de población visigoda de raza germánica y religión arriana, que ocupaba los principales cargos administrativos y castrenses. La población hispano-romana era la mayoritaria, cuyos representantes natos eran los obispos.
Este esquema se rompe con la figura del general Claudio, al servicio de Recaredo1​ y ejerciendo el cargo de dux de Lusitania. Este tenía un origen romano y era gran defensor de la fe católica.

Su papel en la guerra civil entre Leovigildo y Hermenegildo[editar]

Claudio siempre aparece como el hombre de confianza de Recaredo, dada su gran experiencia en las armas. Esta pericia militar hay que buscarla en el papel que jugaría en la guerra civil entre Leovigildo y Hermenegildo. La zona rebelde de la Bética también se extendió sobre Lusitania, por lo que parecería lógico pensar que Claudio tomaría parte en esta contienda del lado de su correligionario Hermenegildo. Pero esto parece que no fue así ya que siempre aparece al lado de Recaredo y éste sabemos que permaneció al lado de su padre Leovigildo durante todo momento. Por lo tanto parece se alineó en contra de Hermenegildo en la guerra civil de finales del siglo VI; este hecho no fue aislado, sino que hubo otros católicos como Juan de Biclaro, que en su crónica criticó la tiranía de Hermenegildo.
Triunfo de San Hermenegildo (1654), por Francisco de Herrera

Bajo el reinado de Recaredo[editar]

Ya con Recaredo en el poder, en el año 587 se produjo una fuerte conjura contra su persona debido a la adopción por éste del catolicismo. Esta conjura se produce en la ciudad de Mérida donde convivían nobles visigodos y nobles hispano-romanos; ambas facciones tenían un obispo distinto, siendo Sunna el arriano y Masona el católico, pese a su ascendencia visigoda. Además Mérida como capital de la Lusitania era la residencia de un duque, en este caso Claudio.

La conjura contra Masona[editar]

La conjura va a tratar de matar a Masona; el ideólogo de ésta va a ser Sunna y Witerico el encargado de ejecutarla. Éste se dirigió en audiencia ante Masona que alertado de sus intenciones hizo llamar al duque Claudio. Witerico no pudo cumplir su misión ya que una extraña fuerza le impidió sacar su espada y la conjura se retiró. Witerico se arrodilló delante de Masona y confesó sus intenciones y que el día de Pascua volverían a intentar conjurar contra él. Ese día el dux se adelantó a los conjurados y desarticuló la operación.2

Victoria contra los francos[editar]

Otro de los hechos que engrandecieron su figura de fue su victoria sobre los francos en CarcasonaGontrán I rey franco de Borgoña, no disminuyó su odio ante los godos, después de la conversión de Recaredo al catolicismo y va a mandar un importante ejército a manos del duque Boso, que según san Isidoro y Biclaro era de 60 000 hombres. Recaredo recurrió a su hombre de confianza para hacer frente a la invasión del ejército enemigo que tenía como objetivo tomar la provincia goda de la Septimania.
Claudio haciendo alarde de su mando militar rodeo al ejército de Boso entre dos fuegos y aniquiló el grueso del ejército enemigo, huyendo el resto que después sería alcanzado y capturado. Esta victoria es de gran trascendencia e incluso es señalada por el cronista franco Gregorio de Tours que cifra las bajas en 5000 y los capturados en 2000.
Es curioso el hecho de que en este período aparezca un romano como gran caudillo que asegure la permanencia del reino, al contrario que en la antigüedad tardía donde los grandes caudillos eran los bárbaros como Estilicón o Ricimero.
En una carta del papa Gregorio Magno al dux lusitano para confiarle la seguridad del abad Ciriaco, engrandece su figura y su fama y además le alaba por su constante cercanía a Recaredo.

Final de su vida[editar]

No sabemos nada de la muerte de Claudio, pero al parecer no sobrevivió a su rey. Quizás podemos señalar que su único error fue la confianza depositada en Witerico después de la conjura de Mérida. Éste sin duda perdonado por su arrepentimiento se convirtió en un protegido de Claudio, y va a aprovechar esta situación para conjurar contra el hijo de Recaredo, Liuva II, y alzarse con el trono.
Clotilde (†531), reina de los visigodos. Era hija de Clodoveo I, rey de los francos y de su segunda mujer, Santa Clotilde.

Historia[editar]

En el año 526 casó con su pariente lejano Amalarico, rey de los visigodos, en un matrimonio acordado tras la muerte de Clodoveo.
Clotilde, según Gregorio de Tours, fue enviada a España con una gran dote de joyas caras.1​ Con esta unión, Amalarico pretendía mejorar las relaciones con sus vecinos francos a la vez que fortalecer su posición frente a otros nobles pretendientes al trono visigodo. El objetivo del enlace no se consiguió debido a las diferencias religiosas de los dos esposos, pues Amalarico, que era arriano, no consiguió que Clotilde abjurara de su fe católica. Según Gregorio de Tours, Clotilde tuvo que resistir el maltrato y los métodos de su marido para convencerla, como el de arrojarle estiércol cuando iba a misa.
Por esta u otras razones, el hermano de Clotilde, el rey franco Childeberto I, atacó el reino visigodo con 30.000 hombres,2​ recuperó la Septimania y obligó a Amalarico a refugiarse en Barcelona, donde murió (531). De regreso a Francia con el ejército franco, Clotilde murió en el camino, siendo llevada a enterrar a París.
Connario,3​fue obispo de Palencia entre 607 y 639.
Mencionado erróneamente por algunos autores como monje benedictino,4​fue consagrado por el obispo de Toledo Aurasio5​ hacia el año 6076​ o 609.7​Consta su asistencia a los concilios de Toledo de los años 610, 633, 636 y 638, celebrados durante los reinados de WitericoGundemaroSisebutoRecaredo IISuintilaSisenando y Chintila. En su época floreció en Palencia la primera escuela episcopal de la que se tiene constancia, en la que estudió Fructuoso de Braga.3
Según san Ildefonso, que dejó escrita su apología en De viris illustribus, era versado en la composición de poesía y música sagrada; reformó el canto eclesiástico, dejando escritas numerosas melodías y un libro de oraciones.8​A menudo es mencionado como santo, aunque este tratamiento sólo tiene carácter honorífico, pues no fue canonizado.

Conancio de Palencia

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Conancio
Información personal
Nacimiento580 CiudadEspaña
Fallecimiento638-639 Palencia
NacionalidadEspañola
Información profesional
OcupaciónObispo
Cargos ocupados
Años activo610-639
Obras notablesHimnos Litúrgicos

Reseña biográfica[editar]

Nace probablemente en el 580 y fue consagrado obispo cerca del año 610; habiéndose convertido del arrianismo en el 589, posteriormente es nombrado obispo de Palencia y gobernó la diócesis alrededor de veinte años, sucediendo a un obispo visigodo. Ejerció influencia de san Julián de Toledo (Primado de España desde el año 680 - 690) y este compuso melodías que debieron de ser modernas para su época.

Vida personal[editar]

Fue una figura ilustre, innovador de la vida cultural en su diócesis. Idelfonso observa que se dedicó muy activamente a la liturgia, componiendo música en particular para algunas partes del oficio matutino. Escribió además una serie de plegarias salmódicas, quizá conservadas al menos en parte. Fue maestro de Fructuoso de Braga (descendiente de una familia real visigoda, de la que procedía el rey Sisenando, era hijo de un jefe del ejército, vinculado al Biérzo).
Junto con algunos de los obispos de la España visigoda (Pedro de Lérida, San Leandro, Juan de Zaragoza, San Isidoro) dejan huellas en de su saber e inspiración en los libros litúrgicos: piezas musicales de misas, himnos, oraciones, etc.; además junto con san Leandro de Sevilla y san Idelfonso de Toledo compusieron varias poesías sagradas para el Misal y el Breviario con varios himnos. Desde los tiempos de los Godos, los eclesiásticos, entre ellos Conancio de Palencia, ya usaban las notas musicales en sus escritos, puesto que no podían dejar a la posteridad, como lo hacían, sus composiciones en música, sin expresar con notas en el papel los diferentes tonos y voces. Conancio de Palencia compuso muchas obras de singular dulzura. Muere entre los años 638-639.

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