domingo, 17 de noviembre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA - ANTIGUOS ROMANOS EN HISPANIA

Cayo Lelio (latínGaius Laelius) fue un político y general de la República romana. Gran amigo de Escipión el Africano, lo acompañó en sus campañas en Hispania (210 a. C.-206 a. C.). Su mando de la flota romana en el ataque a Carthago Nova y de la caballería romano-númida en la Batalla de Zama contribuyeron a las victorias de Escipión.

Orígenes[editar]

Según algunos historiadores romanos, incluyendo Polibio, Lelio era amigo de Escipión desde su niñez; a pesar de todo, los orígenes de su familia son prácticamente desconocidos. Según Tito Livio, Lelio no procedía de una familia rica, ya que en 190 a. C., (el año de su consulado), pidió que se le concediera el mando de la campaña contra Antíoco III el Grande, con el fin de restaurar el patrimonio familiar.
Polibio sugiere que Lelio y Escipión fueron compañeros desde sus comienzos en el ejército, ya que Lelio fue al parecer uno de los testigos del rescate del padre de EscipiónPublio Cornelio Escipión en una escaramuza en las inmediaciones del río Tesino, a finales de 218 a. C.
Lelio acompañó a Escipión en varias expediciones entre los años 210 a. C. y 201 a. C., pero no recibió ningún nombramiento senatorial oficial hasta aproximadamente 202 a. C., año en el que fue elegido cuestor. La falta de reconocimiento de Lelio podía estar debida a la baja clase social de su familia o simplemente a la falta de riqueza e influencia política.

Campañas militares[editar]

Hispania (210 a. C.-206 a. C.)[editar]

Mapa de las Campañas de Escipión.
Durante su campaña en Hispania (210 a. C.-206 a. C.), Lelio se convirtió en el segundo al mando de Escipión y el único al que éste confiaba sus planes para tomar la península. Lideró una fuerza de treinta barcos durante el asalto a Carthago Nova (Cartagena) en 209 a. C. y, por sus servicios, recibió de Escipión una corona de oro y treinta bueyes.1
Tras la toma de esta posición, Escipión delegó en Lelio la custodia de algunos de los rehenes más importantes y los envió a Roma para que transmitiera al Senado la noticia de la victoria. Llegó allí a principios de 209 a. C., y después de informar al Senado y al pueblo de la caída de Cartago Nova, y entregar a sus prisioneros —entre los que se encontraban Magón, el gobernador de la ciudad, quince miembros del Gran Consejo de Cartago y dos miembros del consejo de ancianos— se reincorporó a las tropas romanas que invernaban en Tarraco (208 a. C.).2
Según Polibio, Lelio comandó el ala derecha del ejército romano en la batalla de Baecula (Bailén), en 208 a. C.,3​ donde Escipión infligió una sonora derrota a Asdrúbal Barca, obligándole a retirarse al Norte de Italia. Escipión se pasó los dos años siguientes (208 a. C.-206 a. C.) combatiendo a Magón, hasta que este se vio forzado a retirarse en 206 a. C.
Otras acciones en donde Lelio es mencionado ocurren en 206 a. C. cuando Illiturgi, ubicada en la orilla derecha del Betis, fue tomada;4​ cuando un destacamento de la flota romana, bajo sus órdenes, derrotó al almirante púnico Adherbal,5​ y cuando comandó la caballería, en la batalla en donde fue derrotado Indíbil.6
Dos veces visitó la corte de Sifax, rey de los númidas masesilos, y el más poderoso de los príncipes de África, cuya alianza tenía igual importancia tanto para Cartago, como para Roma. La primera vez fue como enviado por Escipión el Africano, la siguiente vez como su compañero, y, muchos años después, le contó a su amigo común, el historiador Polibio,7​ los pormenores de esa embajada.8
Los romanos tuvieron también que hacer frente a motines entre los soldados e insurrecciones entre las tribus locales durante 207 a. C., año en el que Escipión cayó enfermo. No está claro el papel de Lelio durante las revueltas, si trató de sofocarlas o estaba ausente, se desconoce. Livio nombra únicamente a Silano y Lucio Cornelio Escipión Asiático como los comandantes que sofocaron estas revueltas. Tampoco se conoce el papel de Lelio durante la decisiva batalla de Ilipa.

África (204 a. C.-202 a. C.)[editar]

Batalla de Zama.
Después de que los cartagineses hubieron evacuado Hispania, Lelio regresó con Escipión a Roma, y estuvo presente en los comicios consulares, en el otoño de 206 a. C., en donde su amigo fue electo cónsul.9
Durante el consulado de Escipión (205 a. C.), este designó a Lelio como su ayudante en la provincia de Sicilia. Desde su base isleña, Lelio comandó una expedición contra Cartago mientras Escipión reunía tropas y suministros para una invasión a escala completa. El objetivo de la invasión era aliarse con el príncipe bereber Sifax y el príncipe númida Masinisa. A pesar de que los dos parecían dispuestos a aliarse con Escipión, Sifax cambió de parecer cuando Asdrúbal Giscón le ofreció la mano de su hija Sofonisba. Masinisa en cambio sí aceptó unirse a Escipión.
En 204 a. C., Escipión estaba preparado para invadir África. Lelio, con veinte galeras de guerra, escoltó la izquierda de la flota de transporte de tropas desde el puerto de Lilibeo hasta el promontorio cercano a la ciudad de Útica, donde finalmente desembarcaron en suelo africano.10
A él y a Masinisa se les encomendó quemar los campamentos púnicos y de los númidas, por medio de un ataque nocturno.11
En 203 a. C., Lelio participó en la batalla de los Grandes Campos y derrotó finalmente al príncipe Sifax, al que capturó vivo tras la toma de la ciudad de Cirta. Por estos servicios Lelio recibió por segunda vez una corona de oro.12
Por segunda vez también fue el ujier de la victoria y el encargado de llevar a ilustres cautivos —Sifax junto con su hijo Vermina y otros notables masesilos— ante el senado y el pueblo de Roma.13​ Permaneció en Italia hasta que los últimos emisarios cartagineses recibieron la respuesta final a su solicitud de paz, y se reunió con Escipión en África en los últimos meses de 203 a. C..14
En el año 202 a. C. se libró la batalla de Zama, en la que Lelio prestó un servicio considerable a la victoria de Escipión. El cuerpo de caballería liderado por Lelio atacó a las fuerzas cartaginesas por la retaguardia causándoles grandes bajas. Entró finalmente en el Senado tras ser elegido cuestor gracias en gran medida a la reputación que se había ganado a la sombra de Escipión.

Carrera política[editar]

En 197 a. C. Lelio fue elegido edil plebeyo y en 196 a. C. fue elegido pretor. Al año siguiente fue nombrado propretor y se le otorgó el gobierno de Sicilia.15​La elección de Lelio para estos cargos se debió a la influencia de su antiguo comandante. Sin embargo, esta influencia no sirvió para que Lelio fuera elegido para el consulado en 192 a. C.16​ Lelio fue finalmente elegido cónsul en 190 a. C.,17​ junto al hermano menor de Escipión, Lucio Cornelio Escipión Asiático. Intentó sin éxito que el Senado le nombrara para combatir al rey Antíoco el Grande, sin embargo, la Cámara finalmente se decantó por Escipión Asiático.18
Lelio por su parte fue nombrado procónsul de la Galia Cisalpina y durante su estancia en el cargo se dedicó a organizar el territorio de los antiguos boios.19​ Piacenza y Cremona fueron repobladas durante su gobierno.

Final[editar]

Lelio tuvo un hijo con su esposa, cuya identidad se desconoce. Este hijo, llamado Cayo Lelio Sapiens, fue elegido cónsul en 140 a. C.
Lelio, junto a otros dos consulares fue enviado como miembro de una delegación para negociar con el rey de MacedoniaPerseo (174 a. C.-173 a. C.).20​ En 170 a. C., fue enviado por el Senado para investigar ciertos cargos presentados contra Cayo Casio Longino, cónsul del año 171 a. C., por algunas de las tribus galas de los Grisones.
En el año 160 a. C. proporcionó mucha información de primera mano al historiador Polibio. La muerte de Lelio debió suceder durante esta época, aunque se desconoce el año de su muerte.









Denario con la efigie de Marco Emilio Lépido.
Marco Emilio Lépido (en latín, Marcus Aemilius M. f. Q. n. Lepidus) nació en una familia patricia romana en el siglo I a. C. Su padre, cónsul del año 78 a. C., se llamaba igual que él, Marco Emilio Lépido —algo muy común en Roma— y había formado parte de una rebelión contra la República, por lo que fue asesinado. Por la familia de su madre, Apuleya, también existían antecedentes de rebelión. Murió a finales del 13 a. C. o a principios del 12 a. C.
Descendiente directo del pontifex maximusM. Emilio Lépido, cónsul en el 187 a. C. y 175 a. C. Su hermano Lucio Emilio Lépido Paulo también fue cónsul en el año 50 a. C.






Pretura[editar]

Aparece mencionado por primera vez en 52 a. C. cuando fue nombrado por el Senado interrex, a la muerte de Publio Clodio, con el fin de celebrar comicios, pero debido a la anarquía reinante no quiso celebrar comicios consulares alegando que no era habitualmente el trabajo del interrex; su propia casa fue atacada por la gente de Clodio, escapando Lépido por poco con vida.
Al iniciarse la guerra civil entre Julio César y Gneo Pompeyo en 49 a. C. Lépido era pretor y se unió al partido del primero.
Como los cónsules en ejercicio habían huido con Pompeyo a Grecia, Lépido era el magistrado de más alto rango que quedaba en Italia. Cuando César partió a Hispania, para llevar la guerra contra los pompeyanos Lucio Afranio y Marco Petreyo, Lépido quedó nominalmente encargado de Roma aunque dependía de Marco Antonio por la conservación de la paz en Italia. En ausencia de César, Lépido celebró comicios donde el primero fue nombrado dictador.

Proconsulado[editar]

En 48 a. C. se le dio el gobierno de la Hispania Citerior con el título de procónsul. Puso concordia entre el procónsul Quinto Casio Longino de la Hispania Ulterior y su cuestor M. Marcelo que se hacían la guerra, y logró el título de Imperator sin haber entrado en combate. Volvió a Roma en 47 a. C. y César le otorgó un triunfo, para satisfacer su vanidad, aunque los únicos trofeos que podía mostrar, según Dión Casio1​ era el dinero que había robado de la provincia. El mismo año, César lo nombró magister equitum y en 46 a. C. lo hizo su colega en el consulado. En 45 a. C. fue nombrado nuevamente magister equitum.

Asesinato de César[editar]

En 44 a. C. se le dio el gobierno de la Gallia Narbonensis y de la Hispania Citerior pero no dejó Roma y gobernó mediante legados; permanecía en Roma cuando César fue asesinado; justo la noche antes (noche del día 14 de marzo) César y Lépido cenaron juntos,2​ y el día siguiente estaba en la Curia cuando se produjo el asesinato del dictador.3​ Los conspiradores en un momento dado habían planeado también matarlo junto con Marco Antonio, pero finalmente este proyecto fue descartado.
Lépido salió del edificio del Senado con otros fieles de César, y después de mantenerse oculto por algunas horas, se reunió con las tropas que preparaba para ir a sus provincias y parecía que tenía el poder supremo a su alcance. La noche del día 15 ocupó el foro y al día 16 hizo una proclama contra los asesinos; Antonio le desaconsejó recurrir a la violencia y en las negociaciones que siguieron con la aristocracia, Lépido compartió las posiciones de Marco Antonio. Este en compensación le apoyó para ser elegido Pontífice Máximo, cargo que estaba vacante por la muerte de César, y además para cimentar aún más la alianza entre ambos, la hija de Marco Antonio fue prometida al hijo de Lépido.
A continuación fue a sus provincias con el objetivo de reconciliar a Sexto Pompeyo con los nuevos gobernantes de Roma. Esta misión había sido propuesta por Antonio que esperaba que Pompeyo regresará a Roma y privar así al Senado de buena parte de sus efectivos militares si estallaba la guerra. Lépido tuvo éxito en su misión y recibió distinciones de ambas partes: el Senado el 28 de noviembre, a proposición de Marco Antonio, le votó una supplicatio.

Triunvirato[editar]

No mucho después de estos hechos, Antonio y el Senado rompieron relaciones. Antonio había recibido en los comicios la provincia de Galia Cisalpina que estaba en manos de Décimo Junio Bruto que se negó a entregársela. Antonio, en consecuencia, marchó contra Bruto, y como este era incapaz de resistírsele en campo abierto, buscó refugio en Mutina, la cual fue sitiada de inmediato por Antonio. El Senado abrazó la causa de Bruto, y estaban muy ansiosos para que Lépido se uniera a ellos, ya que tenía la clave de la situación puesto que sus fuerzas emplazadas en la Narbonense podían decidir la balanza; el Senado para atraerlo le dio nuevos títulos honoríficos; a propuesta de Cicerón se le erigió una estatua y se le dio el título de Imperator, pero Lépido dudaba y esperaba el resultado de la lucha entre Antonio y el Senado para decidir. Ni siquiera dio las gracias al Senado por los honores recibidos y cuando los senadores le encargaron asistir a los cónsules Pansa e Hirtio para levantar el asedio de Mutina, sólo envió un pequeño destacamento a través de los Alpes bajo el mando de Marco Silvano, pero con órdenes bastantes confusas de forma que este finalmente, en lugar de hacer lo que supuestamente tenía que hacer, se unió a Marco Antonio. Mientras tanto, Lépido empezaba a verse como enemigo, ante los ojos de Cicerón y de la aristocracia, especialmente por el escrito que envió pidiendo la paz entre el Senado y Marco Antonio.
Por otra parte, el sobrino de César, Octavio apareció en Roma ese mismo año y, después de obtener un ejército con el apoyo del Senado romano, partió a combatir a Marco Antonio. Octavio lo derrotó, en la segunda mitad de abril de 43 a. C. en Módena y Marco Antonio fue obligado a levantar el sitio y darse a la fuga. Antonio cruzó Los Alpes con el resto de sus tropas y se dirigió directamente a la provincia de Lépido, el cual decidió que ya no podía permanecer más neutral y unió sus fuerzas con las de Antonio el 28 de mayo de 43 a. C. El 30 de junio el Senado declaró a Lépido enemigo público y ordenó que su estatua fuera derribada. Octavio todavía, al menos nominalmente, actuaba en nombre del Senado pero se dio cuenta que este no podría resistir las fuerzas militares ahora unidas de Lépido y Antonio y por lo tanto decidió abandonar su causa, más aún sabiendo que Asinio Polión, gobernador de la Hispania Ulterior, y Lucio Munacio Planco, gobernador de la Galia Transalpina, también se habían unido a Lépido y a Antonio, y que se preparaban a cruzar los Alpes con un formidable ejército. En agosto Octavio obligó al Senado a reconocerlo como cónsul y anular los decretos contra Lépido y Antonio y a finales de octubre los tres hombres se reunieron en Bononia, que dio como resultado la formación del segundo triunvirato.
Los triunviros se repartieron las provincias y Lépido recibió las que ya tenía (Citerior y Narbonense) que gobernaría mediante legados para poder permanecer en Italia en 42 a. C. como cónsul; Octavio y Antonio harían la guerra contra Bruto y Casio; del ejército de diez legiones, tres quedaron para Lépido para la protección de Italia, y el resto de las legiones se las repartieron Antonio y Octavio. Así Lépido obtuvo sólo un papel secundario en la inminente lucha entre los triunviros y el Senado, y parece haber estado satisfecho, pues nunca mostró ningún interés por esta empresa.
Lépido y su ejército entraron en Roma el 29 de noviembre de 43 a. C. Reunidos en Roma, los tres triunviros declararon proscritos a eminentes miembros del Senado, así como de la aristocracia. Lépido opuso una leve resistencia a esta sanguinaria acción, pero fue ignorado. Más aún, Lépido puso en la lista el nombre de su propio hermano, el consular Lucio Emilio Paulo. Como consecuencia de las proscripciones, la sangre de 300 senadores y 2.000 caballeros corrió por la península itálica.
Al final de año, el 31 de diciembre, Lépido celebró un triunfo concedido por el Senado un año antes.

Segundo Consulado[editar]

Durante el año 42 a. C., Lépido se quedó en Roma, mientras los otros triunviros corrían a Macedonia a vengar la muerte de César y buscar gloria. Al regresar Marco Antonio y Octavio de la Batalla de Filipos como vencedores, procedieron a repartirse las posesiones romanas; Lépido fue privado de sus provincias bajo acusación de haber estado en contacto con Sexto Pompeyo, pero se acordó que en caso de resultar inocente de estos cargos recibiría África en compensación de las que había perdido.
Los dos triunviratos no pudieron probar nada contra Lépido, pero no fue hasta después de la guerra de Perusia en 40 a. C. que Octavio le permitió tomar posesión de su provincia de África y seguramente no la habría obtenido, si Octavio no hubiera tenido interés en tener a Lépido como aliado por si acontecía una ruptura entre él y Marco Antonio.

Caída[editar]

Lépido permaneció en África hasta 36 a. C. El triunvirato había sido renovado para cinco años en el año 37 a. C., pero Lépido tenía una representación meramente nominal. Al año siguiente, 36 a. C., Octavio lo llamó a Sicilia para ayudarle en la guerra contra Sexto Pompeyo. Lépido obedeció, pero cansado de ser tratado como comparsa decidió apoderarse de la isla y recuperar su poder. Dejó África el 1 de julio de 36 a. C. y desembarcó en Sicilia, actuando por su cuenta sin consultar a Octavio. Ocupó Lilibea y otras ciudades costeras y después marchó contra Messana, que también ocupó; las ocho legiones pompeyanas que formaban la guarnición de esta ciudad se le unieron, y así dispuso de un ejército formado por 20 legiones.
Cuando Octavio llegó, Lépido, sintiéndose lo suficientemente fuerte, reclamó la posesión de Sicilia y tomar parte de forma equitativa con los otros triunviros en el gobierno. La guerra parecía inevitable, pero los soldados no confiaban en Lépido, y Octavio no tardó en convencer a una parte de sus legiones de pasarse a su bando. Un día se presentó en el campamento de Lépido e instó a las tropas a salvar a su país de una guerra civil. Este intento audaz fracasó, y Octavio se vio obligado a retirarse con una herida en el pecho. Sin embargo, tuvo finalmente el efecto deseado. En los días siguientes los destacamentos de Lépido fueron desertando hasta que el mismo Lépido se tuvo que rendir. Octavio procedió a acusarlo de traición y a quitarle el título de triunviro. Abandonado por todos, Lépido cedió Sicilia y África a Octavio, y este le perdonó la vida. Octavio le ordenó vivir en Circeii bajo estricta vigilancia; su fortuna privada no fue tocada y conservó la dignidad de Pontífice Máximo.
Así terminó la vida pública de Lépido. Después de la conspiración de su hijo contra la vida de Augusto, a su regreso de la batalla de Actium (30 a. C.), Augusto lo llamó a Roma y lo trató con humillación extrema. Vivió en Roma hasta su muerte en 13 a. C. A su muerte Augusto logró el cargo de Pontífice Máximo.4
Estuvo casado con Junia Secunda, una hija de Servilia y de Décimo Junio Silano, y hermana del asesino de Julio César, Bruto. Tuvieron un hijo llamado Marco Emilio Lépido, el joven.

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