Carpia fue una ciudad de los iberos1 que, con controversias, se dice que ocupó el sitio de la antigua ciudad de Tartessos, que desapareció alrededor del año 600 a. C., o la refundación de la ciudad sumergida.
Historia[editar]
Pausanias, un viajero y geógrafo griego del siglo II, escribió sobre la posible conexión entre Tartessos y Carpia después de visitar la Élide:
"Dicen que Tartessos es un río en la tierra de los iberos, que desemboca en el mar por dos bocas, y que entre ellas se encuentra una ciudad del mismo nombre. El río es el más grande de Iberia, aquel que más tarde llamaron Baetis, y hay algunos que piensan que Tartessos era el antiguo nombre de Carpia, una ciudad de los iberos."
Cerámica de retícula bruñida es la denominación de una tipología cerámica del primer período tartésico (Bronce Final en el sur de la península ibérica), caracterizada por los motivos decorativos reticulares y superficie bruñida. Es simultánea a de la “cerámica de tipo Carambolo”,1 asociada al tesoro de El Carambolo).2 Prolonga su cronología hasta el siglo VII a. C., ya en el periodo orientalizante.
En ambas tipologías predominan los temas geométricos, por lo que se ha propuesto su asociación al periodo geométrico griego.
Cerámica gris orientalizante o Cerámica gris a torno tartesia es un conjunto de materiales y elementos de la alfarería de Tartesos definidos por sus tonos grisáceos, conseguidos al haber sido cocida la arcilla en atmósfera reductora y bruñida en el torno, y ocasionalmente con engobe superficial.1 Producción característica de la Andalucía atlántica, la cerámica gris a torno, desarrollada durante el tartesio colonial en el suroeste de la península ibérica entre 750-500 a.C.),2 y en zonas de influencia al sur de Extremadura y Levante,34 continuó su producción en la zona mezclándose con la cerámica fenicia y siguió fábrica tras el hundimiento de Tartessos.5 Algunos especialistas diferencian dos tipos de producción: la colonial y la indígena.6
Aunque Caro destacaba en 1989 la abundancia de las formas abiertas (vajilla de mesa, cuencos y platos) y su carácter lujoso, en sustitución de la cacharrería bruñida hecha a mano,7 otros autores posteriores han considerado más ‘lujosas’ las formas y decoraciones del grupo de cerámicas de barniz rojo.8 Es reseñable la cuidada producción de los yacimientos arqueológicos de Carmona.
Cerámica tartesia (o tartésica) es la producida en la Antigüedad por los pobladores de Tartessos (sobre todo en el sector occidental de Andalucía y sur de Extremadura).a Aparece entre el Bronce Final (1100-750 a.C.) y el orientalizante (750-500 a.C.).1 Se diferencian dos fases, una primera de cerámica hecha a mano, con dos grandes períodos: el de piezas bruñidas con decoración de retícula, anterior a la colonización fenicia, y el de decoración pintada tipo Carambolo, en ambas son característicos los motivos geométricos;2 y una segunda fase usando ya el torno rápido, con piezas de cerámica gris monocroma o ‘gris orientalizante’.
Evolución y características[editar]
Unida al desarrollo del pueblo de Tartessos y su cultura,3 podría documentarse la actividad alfarera hecha a mano, desde el inicio del Bronce Final tartésico, en piezas lisas, espatuladas, bruñidas o decoradas, coexistiendo con la cerámica de importación oriental, fabricada con torno rápido, de pequeño tamaño y alta calidad, que pronto fueron imitadas por los alfareros tartesios.4 Diversos estudios señalan la clara influencia del modelo geométrico griego.
En su producción más evolucionada –y ya con la intervención del torno–, algunos repertorios describen piezas hechas «con una pasta de arcilla homogénea con abundantes desgrasantes, principalmente de granitos de cuarzo». Suelen ser de color rojizo claro o anaranjado (tono que delata haber sido cocida en un ambiente oxidante, es decir, cuando se estaba cociendo se dejó que la cochura se ventilara). La superficie externa de las vasijas aparece, asimismo, espatulada a excepción de zonas del «cuello, asas, zona superior de la panza y zona cercana a la base», que solo fueron alisadas. La decoración característica son «tres bandas pintadas en color rojo de unos 2,s cm de ancho en la panza» (cuyo colorido se ha perdido o difuminado). A veces se perciben restos de pintura roja «en el interior del cuello y la parte superior del borde», lo que sugiere la posibilidad de decoraciones más historiadas.4 También se supone el uso funerario, copiando la costumbre púnica de guardar cenizas familiares en recipientes como las ánforas o el «pithos».5
Museología[editar]
La cerámica tartesia está ampliamente representada en instituciones como el Museo de Cádiz, el Museo de Carmona, el Museo Arqueológico de Sevilla y el Museo Arqueológico Nacional de Madrid,67 entre otras instalaciones museísticas y recintos arqueológicos del sur de la península ibérica.

Conios o cinetes (Conii o cynetes en latín) fueron un pueblo prerromano de la península ibérica que habitaba una región de la costa suratlántica, entre el valle del Guadalquivir y el cabo de San Vicente (actualmente denominada Algarve, al sur de Portugal).
Sus orígenes étno-lingüísticos no están establecidos, pudiendo ser celtas o bien indoeuropeos pre-celtas. Se les asocian algunas inscripciones en escritura tartésica, en estelas fechadas entre el siglo VII y el IV a. C. Su periodo de mayor desarrollo coincidiría con el de la civilización tartésica. Su ciudad principal era Conistorgis, que habría sido destruida por los lusitanos comandados por Cauceno al ser los conios aliados de los romanos durante la conquista romana (siglo III y II a. C.). Con posterioridad serían incluidos entre los turdetanos.
Conil de la Frontera (Cádiz) es un topónimo claramente derivado de Conios y se encuentra en su territorio conocido.
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