viernes, 27 de diciembre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

LIDERES DE PUEBLOS PRERROMANOS

Cauceno (posiblemente muerto en 153 a. C) fue un caudillo de los lusitanos activo durante las primeras fases de las Guerras Lusitanas. Protagonizó una invasión de los aliados romanos de África donde sus predecesores se habían limitado a la península ibérica.

Nombre[editar]

El origen del nombre Caucenus o Kaikainos es desconocido, aunque se cree que podría provenir de la raíz germánica ke, traducida como "curvar" y parte habitual de algunas etimologías orográficas.1

Biografía[editar]

Cauceno aparece en las fuentes al mismo tiempo que la invasión lusitana ahora liderada por Césaro, pero aparentemente no estaba vinculado a ellos. Según Apiano, Cauceno y sus fuerzas provenían del norte del Tajo, mientras que hasta el momento la rebelión se habría nutrido exclusivamente de lusitanos del sur (aunque otros autores disputan esta separación fluvial).23​ Aun así, es de esperar que el éxito de Púnico y Césaro animase a estos vecinos a probar suerte también en los territorios romanos.3​ El hecho de que estos dos líderes tuviesen conexiones demostrables con la cultura púnica, así como el que Cauceno decidiese sorprendentemente ampliar su campo de influencia a África, hacen pensar que él también podría estar relacionado con Cartago. Se ha especulado que la ciudad-estado podría haber prestado asistencia a Cauceno para invadir África a fin de debilitar el poder del reino de Numidia y Mauritania, ahora aliado con Roma.2
Tal y como se ha dicho, Cauceno aparece en 153 a. C., entrando en actividad mientras Césaro campaba por Hispania en celebración de sus victorias sobre Lucio Mumio. Cauceno y su ejército emprendieron un proyecto de saqueo de una ambición nunca vista entre los lusitanos:3​ tras descender sobre el territorio de los conios, súbditos de Roma, esquilmaron la región y conquistaron su capital, Conistorgis, y seguidamente atravesaron el estrecho de Gibraltar con barcos y llegaron a la provincia africana de Mauritania. Allí Cauceno dividió su contingente en dos partes, destinando la primera a saquear los asentamientos de la zona mientras con la otra sitiaba la ciudad de Ocile (hoy posiblemente Arcila, en Marruecos) con intención de capturarla también.4​ Sin embargo, Lucio Mumio derrotó a las tropas de Césaro en Hispania y llegó al auxilio de los mauritanos con 9500 hombres. Aunque los lusitanos contaban con una enorme superioridad numérica, su distracción con el asedio y su presumible falta de experiencia en la guerra permitió a Mumio derrotarlos, matando supuestamente a 15000 de ellos. Mumio descubrió entonces al primer grupo, que volvía cargado de sus saqueos, y lo aniquiló también.3
El destino final de Cauceno es desconocido, ya que no vuelve a ser mencionado en las fuentes, pero podría haber caído en combate. Aun así, probablemente siguiendo su ejemplo, los lusitanos llevaron a cabo otra invasión de África en 151 a. C., la cual fue sofocada por Lucio Licinio Lúculo.







Césaro o Caisaro (posiblemente muerto en 153 a.C) fue un caudillo de los lusitanos que relevó a Púnico durante las primeras fases de las Guerras Lusitanas.

Nombre[editar]

La etimología de su nombre es difusa, aunque hay cierta unanimidad en que es de origen púnico,1​ lo que sugeriría un título ganado durante una posible carrera mercenaria en el sur de la península ibérica, como era tradición entre lusitanos y otras tribus.2​ Podría provenir de ksr, la raíz del dios artesano cartaginés Kusor, o bien de kysr, el término púnico para designar al elefante africano (el mismo origen que el apellido romano César).1​ No obstante, tampoco puede descartarse una etimología no púnica, sino céltica, más específicamente relacionada con gaesi ("valiente") o gaesum ("dardo de hierro").3

Biografía[editar]

Césaro aparce por primera vez en las fuentes en 153 a. C. cuando asume el mando de la coalición de lusitanos y vetones previamente liderada por el fallecido Púnico. La rapidez y aparente facilidad de esta sucesión ha hecho deducir a los autores que Césaro podría haber sido un segundo al mando de Púnico, así como que su ejército no era una simple agrupación de bandidos, sino un contingente bien organizado y disciplinado.4
La primera batalla de Césaro tuvo lugar contra las fuerzas del pretor romano Lucio Mumio. Aunque los romanos dominaron inicialmente la batalla, obligando a los hispanos a retroceder y a abandonar parte de su botín, las legiones se fragmentaron en su intento de perseguirles. Césaro entonces aprovechó para revolverse contra ellos y destruirles.4​ 9000 romanos murieron y Mumio se vio forzado a huir, con lo que los lusitanos incrementaron sus ganancias recuperadas y añadieron varios estandartes romanos, que Césaro hizo pasear por la península ibérica en son de mofa.5​ Se cree que todo el curso de la batalla podría haber sido un ardid por parte de los hispanos, que posteriormente utilizarían en abundancia la misma fórmula de fingir una derrota para después emboscar a los perseguidores.5
El segundo encuentro de las fuerzas acaudilladas por Césaro fue de nuevo contra Lucio Mumio, que había dejado pasar el tiempo mientras entrenaba a sus tropas y planeaba la próxima batalla. Esta vez los romanos fueron victoriosos, logrando incluso recuperar algunas de las enseñas.2​ No se menciona a Césaro como parte de esta batalla, por lo que su destino final es desconocido. Sin embargo, el hecho de que no vuelva a ser mencionado en ninguna otra fuente -así como que Cauceno ocupe su lugar como máxima figura lusitana- lleva a pensar que podría haber muerto en combate.25

En la cultura popular[editar]

En la serie de televisión Hispania, la leyenda, Césaro aparece aparece como el líder del consejo de la aldea de Caura, hogar de Viriato. Lo interpreta Lluís Marco.








Culcas fue un caudillo o régulo1​ íbero que en 197 a. C. se levantó en armas contra la república romana, en el marco de la revuelta íbera (197-195 a. C.), encabezando las fuerzas de 17 ciudades.






Hilerno o Hilernus fue un líder celta —probablemente carpetano— que luchó contra los romanos y vivió alrededor del 193 a. C. La información que tenemos sobre su existencia proviene del relato, por Tito Livio, de la campaña en aquel año dirigida por Marco Fulvio Nobilior contra las tribus celtas del interior peninsular en lo que fue el inicio de la conquista romana de Carpetania. El historiador romano lo cita como un “Rex” que comandaba una coalición de estos pueblos que se enfrentó a los romanos junto a Toletum. Orosio, autor posterior que escribió cuatro siglos después de Livio, también lo reseña de la misma manera en su relato sobre los mismos hechos.
A pesar de la escasa información que nos transmite Livio, el conocimiento sobre el papel que jugaba en aquellos momentos la ciudad de Toletum y el río Tajo así como sobre la estructura sociopolítica de las tribus célticas, nos permiten perfilar mejor la personalidad de este personaje y el papel que desempeñó en su tiempo.
Una estimación de cuarenta y cinco años de edad para Hilerno en el 193 a. C. nos daría que nació alrededor del 238 a. C. teniendo unos dieciocho años de edad en el 220 a. C. fecha de la batalla del Tajo, circunstancia que hace muy posible su participación en la misma.

Fuentes clásicas[editar]

Hilerno es mencionado por Tito Livio (XXXV, 7, 6) en el relato de la campaña de Marco Fulvio Nobilior al inicio de la expansión romana en la Meseta Sur:

Marco Fulvio dirigió operaciones de más importancia: libró una batalla campal cerca de Toletum contra una fuerza combinada de vacceos, vetones y celtíberos, los derrotó y puso en fuga e hizo prisionero a su rey, Hilerno.
— 1

Situación de la conquista romana de Hispania en el 193 a. C.[editar]

En el marco de la segunda guerra púnica, los cartagineses fueron finalmente expulsados de la península ibérica en el 206 a. C. tras la rendición de Gades (Cádiz), su último baluarte2​. Roma terminó de “heredar” el territorio hispano antes dominado por Cartago donde en los años siguientes se sucedieron varias revueltas de los pueblos indígenas que acabaron siendo finalmente aplastadas por Marco Porcio Catón en el 195 a.C.3
Tras el licenciamiento de las legiones de Catón, la intención romana fue mantener estable y seguro el territorio adquirido de los cartagineses, sin embargo la actitud belicosa de las tribus celtas del interior como lusitanos y vetones obligó a los romanos a ampliar su zona de influencia para mejorar la protección de los ricos territorios del sur peninsular.4
El primer objetivo de los romanos fue establecer una línea defensiva en el río Tajo dominando los vados que permitían su cruce a las tribus situadas al norte del mismo. Con este fin, emprendió Marco Fulvio Nobilior su campaña contra la ciudad de Toletum (Toledo) en el 193 a.C., dos años después de la campaña de Catón.

La ciudad carpetana de Toletum y las tribus célticas del interior peninsular[editar]

Toletum era una de las ciudades más importantes de los carpetanos teniendo una superficie sobre las 40 hectáreas;5​ controlaba un importante vado del Tajo y las rutas comerciales articuladas junto a este río.6​ Para la defensa de esta ciudad se organizó un ejército de ayuda formado por una coalición de las tribus celtas vecinas a los carpetanosvetonesvacceos y celtíberos situados respectivamente al oeste, norte y este de Carpetania.
Los habitantes de Toletum debieron tener buenas y fluidas relaciones con las tribus vecinas que participaban del comercio a través del Tajo: los vetones, establecidos río abajo y los celtíberos que lo estaban río arriba. La caída de Toletum significaba para ellos un grave perjuicio por lo que acudieron en su defensa. Los vacceos por su parte, que no participaban de dicho comercio, debían mantener una tradición de colaboración con los carpetanos desde que éstos acogiesen años antes a los fugitivos de Helmantica y Arbucala (Toro)7​ y combatiesen juntos en la batalla del Tajo contra los cartagineses.

El papel de Hilerno[editar]

Los carpetanos eran un pueblo bastante descentralizado donde en situaciones normales no se daban líderes que dominasen todo o gran parte de su territorio aunque parece que en circunstancias extraordinarias sí que aparecían este tipo de personajes.
Hilerno tuvo que ser elegido líder de la ciudad ante la grave situación que ésta afrontaba; Livio lo denomina como “Rex” lo cual no debe entenderse como un monarca en su concepción habitual, sino como un líder elegido entre varias tribus y con poderes extraordinarios para dirigir un ejército conjunto tal y como fue el caso de Vercingétorix en la Galia.8​ La elección de un “Rex” que dirigiese la coalición que había de enfrentarse contra los romanos cobraría sentido tras el desastre sufrido frente a Aníbal veintisiete años antes, en el 220 a.C., por una coalición parecida durante la batalla del Tajo, y que fue motivado en gran parte por la ausencia de un mando único del ejército.
Hilerno, personalmente, tuvo que ser además un líder respetado, bien relacionado y con la suficiente capacidad de convocatoria como para conseguir que las tribus vecinas acudiesen a ayudar a su ciudad y lo aceptasen a él como comandante de la coalición.
La batalla frente a Toletum acabó con una difícil victoria de las legiones romanas que, pese a dispersar al ejército indígena, no pudieron tomar la ciudad. Los romanos consiguieron, con todo, capturar vivo a Hilerno sin que posteriormente ninguna fuente nos haya informado de cuál fue su destino.
Tras la lucha, Nobilior se retiró a sus bases en el sur peninsular. Al año siguiente —192 a. C.— inició una nueva campaña con el mismo objetivo y consiguió tomar finalmente Toletum.9​ En esta ocasión solo acudieron los vetones para ayudar en la defensa ya que vacceos y celtíberos rehusaron participar en la misma. Livio no menciona ningún líder indígena en la lucha por lo probablemente no se llegó a ningún acuerdo a la hora de nombrar un sucesor para Hilerno, algo que tuvo ser decisivo para que ni vacceos ni celtíberos tomaran parte en la lucha.








Indíbil (h. 258 a. C. - 205 a. C.) fue un rey de los ilergetes, uno de los pueblos prerromanos de la península ibérica.
Aliado de Cartago hasta el 210 a. C., se alzó contra los romanos en la batalla de Cissa en el 218 a. C. donde Cneo Cornelio Escipión lo venció y expulsó de sus territorios, obligando a los ilergetes a pagar impuestos a Roma y entregar rehenes. En el 212 a. C., aliado de nuevo con el general cartaginés Asdrúbal Barca venció a Cneo en la batalla de Cástulo, recuperando el trono y la autoridad de su pueblo. Convencido de la necesidad de mantener la independencia frente a Roma y Cartago, siguió un difícil juego de alianzas militares en busca de la protección de su pueblo y la conquista de otros pueblos vecinos, menos combativos. Consciente de la importancia del territorio controlado por los ilergetes en el río Ebro como paso de Cartago hacia Roma y viceversa, mantuvo fuertes enfrentamientos con ambos.
En el 217 a. C., Indíbil sostiene esporádicos enfrentamientos con las tropas romanas y llega a unirse a las expediciones cartaginesas que tratan de cruzar el Ebro, llegando a combatir contra los celtíberos, que en su mayoría apoyan a Roma. Aunque en el 211 a. C., Roma conquista buena parte de la península llegando hasta la actual Linares, en la provincia de Jaén, los hermanos Cneo y Publio Cornelio Escipión ven perder buena parte de las conquistas al cambiar la política de alianzas de los iberos. La victoria de los cartagineses sobre los romanos les lleva en el 210 a. C. a perder casi todas sus posesiones y a encerrarse en los Pirineos. Indíbil pacta con los cartagineses a cambio de entregar sustanciales cantidades de plata y de rehenes, incluida su propia esposa.
En el 209 a. C. pacta con el general romano Escipión el Africano (hijo del anteriormente nombrado) para enfrentarse a Asdrúbal con el apoyo de los edetanos, recibiendo como recompensa la seguridad de las fronteras ilergetes y la devolución de todos los rehenes que Cartago tenía, pero debe quedar como rey vasallo. En el 208 a. C. se vuelve a sublevar frente a Roma por las dificultades para cumplir sus compromisos de vasallaje pero Indíbil vuelve a ser capturado en la batalla de Baecula (junto a la actual Santo Tomé). Puesto en libertad, en el 207 a. C., Indíbil formó una gran alianza con otros pueblos de la península ibérica que se enfrentó a Roma, junto al general cartaginés Magón. Abarcaba la práctica totalidad del valle del Ebro hasta la desembocadura y norte de la actual provincia de Castellón. Derrotado de nuevo por Escipión, debió refugiarse en su territorio, ahora más reducido y enviar a Mandonio para que firmase la paz con Escipión el Africano. No contento, visto que Roma domina ya toda la península, formó otra gran alianza en la que encabezó la última gran sublevación, con la mayoría de los pueblos que ocupaban el noreste de la península, y cerca de 4.000 jinetes y 30.000 infantes, siendo derrotado y muerto en la batalla.

Discusión sobre el nombre de Indíbil[editar]

Las fuentes para conocer la historia de Indíbil proceden fundamentalmente de autores romanos. Entre estos, Tito Livio utiliza el nombre IndíbilisPolibio lo denomina Andóbales. Otros utilizan el término Indebilis. Los autores contemporáneos consideran que Ando- e Indo-, y el sufijo -beles son de origen ibérico, aunque una minoría considera que se trata de una construcción híbrida entre ibero y otras lenguas indoeuropeas. También se sostiene el origen celta y su nombre en dicha lengua era Atabels o Atabeles. Este nombre aparece escrito en una moneda de Ampudia y algunos autores creen que es la versión indígena del nombre Indíbil con que le conocieron los romanos y que cita Polibio.

Monumento a Indíbil (a la izq.) y Mandonio en Lérida.


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