Los célticos¹ (en latín, CELTICI, que significa celta) es el nombre dado a los celtas que habitaban en la zona del Alentejo occidental, en el sur de Portugal, el sur de la provincia de Badajoz y el norte de la provincia de Huelva formando la zona occidental de la Beturia: la Beturia Céltica.
Según Jorge de Alarção, "la designación Celtici sería un colectivo que abarcaría a diversos pueblos, como los Saefes y los Cempsii y tal vez también los lusitanos".1 de hecho se ha propuesto un origen céltico para el etnónimo de los Cempsii que sería una adaptación griega del original Cimbii así recogido en una estela del Algarbe para un tal kimbaitis 'de los Cimbios', y que se relaciona con el antuguo irlandés cimb 'tributo' y cimbid 'dador de tributos - vencido' < *kimbiatis.2
Las poblaciones de los célticos en Lusitania eran Lacóbriga, Caepiana, Braetolaeum, Miróbriga, Arcóbriga, Meribriga, Catraleucus y Arandis.3
Los célticos eran vecinos de los turdetanos con los que compartían las planicies del Alentejo, ocupando los célticos la parte occidental. Es Ptolomeo (c. 90 - c. 168 d. C.), basado en autores más antiguos como Posidonio y Artemidoro el que distingue entre los dos pueblos en el siglo II. Acorde a Plino en su obra, Historia Naturalis los Celticii ocuparon territorio hasta la Huelva andaluza, como pueblo cadete del de los Lusitanos con el que Plinio identificaba las leyes, habla, su culto y nombres de oppidas. Los pueblos célticos enseñaron la metalurgia del hierro a los habitantes de la zona mediterránea.
Los interamicos o Interamnicos (en latín, Interamici) eran un pueblo ibérico prerromano de origen desconocido, que habitaba en la actual región de Trás-os-Montes, Portugal y el norte de España, en la zona fronteriza de Zamora y Orense. Sucumbieron a la conquista romana de Hispania.
Los olcades eran una tribu celtíbera o ibera localizada en la provincia de Cuenca, aunque su ubicación ha suscitado diversas hipótesis. Tenían por vecinos a los poderosos carpetanos al oeste, los arévacos (situados en la actual provincia de Guadalajara) al norte, los oretanos al sur, y los edetanos al este. Ocuparían las abruptas tierras meridionales del sistema Ibérico y de la cuenca del Júcar al sur de la serranía de Cuenca, ya perteneciente a los celtíberos, entre las llanuras litorales habitadas por edetanos y las del interior por carpetanos. Los yacimientos arqueológicos (Iniesta, Barchín del Hoyo, Manchuela conquense) indican que todo el territorio manchego al sur de la Serranía conquense era de cultura íbera lo que sitúa al pueblo olcade dentro del ámbito del mundo ibero o bien habría que situarlo más al norte, ya en plena serranía. Debido a sus contactos con los celtíberos por su cercana vecindad pudiera ser que sufrieran algún tipo de influencia cultural.
Hecateo de Mileto los situaba entre el alto Tajo y el Júcar medio. Posteriormente, solo se citan en época anibálica, desapareciendo posteriormente absorbidos entre celtíberos y edetanos, y siendo mal conocidos. Más tarde Tito Livio los consideró un apéndice de los carpetanos. Por otra parte el historiador Manuel Gómez-Moreno los situaba en La Alcarria.
A esta tribu se le han adjudicado las ciudades celtíberas de Caesada (Hita) y una serie de oppida situados en las altiplanicies del occidente de la provincia de Cuenca, como Segóbriga, Valeria, Laxta y Ercávica. En 221 a. C. su capital, Althia, fue tomada por Aníbal tras vencer a una coalición de vettones, olcades y carpetanos. Dado que el nombre es dado por los historiadores griegos, algunos eruditos sugieren que fue "Kelin", en el yacimiento de Los Villares, en Caudete de las Fuentes. A lo largo del siglo III a.C. desaparecen como etnia, siendo su territorio absorbido por los carpetanos.
De carácter indómito, sus guerreros llegaron a vencer a Viriato. Las excavaciones de las últimas décadas, al situarlos en zona plenamente ibera, sitúan al pueblo, supuestamente olcade, en el entorno del oppidum ibero de Ikalesken (Iniesta) que dominaría el territorio actual de la Manchuela conquense y albaceteña y limitaría al norte con las zonas celtíberas de Valeria, Segóbriga, etc.
Los pésures o pesuros (en latín, PAESVRI) eran un pueblo ibérico prerromano dependiente de los Lusitanos. Los presuros vivían entre los ríos Duero y Vouga, en el centro norte de Portugal.
Los pésures fueron los responsables de la fundación de la ciudad de Talábriga, ciudad que los autores antiguos sitúan en la región del Vouga, la actual ciudad de Aveiro. A pesar de haber sido investigados desde el siglo XVI, la localización concreta de Talábriga es incierta, y muchos autores modernos apuntan que se encuentra en la Albergaria.
Según F. Russel Cortéz los pésures hablaban una lengua mediterránea. En la posición geográfica de los pésures concuerda con Tovar, aunque Alarcón los sitúa en parajes más al norte. Cortez los clasifica como un pueblo pre-celta, perteneciente al sustrato mediterráneo de la Edad de Bronce.
Los quaquernos o quacernos (en latín, QVAQVERNI) era un pueblo celta que habitaba en el norte de Portugal y el sur de Galicia, en las montañas donde nacen los ríos Cávado y Tamega. Resistieron hasta la llegada de los suevos, durante las invasiones bárbaras.
Los seurbos (en latín, SEVRBI) era uno de los varios pueblos ibéricos prerromanos, que habitaban en los territorios que pertenecen actualmente a Portugal. Habitaban entre el Río Cávado y el Río Lima (o incluso hasta el Río Miño, en el norte de Portugal).
Turboletas (Turboletae o Turboleti) fueron un pueblo prerromano de la península ibérica, cuyo territorio se situaría en torno a la actual provincia de Teruel. Pertenecían al grupo de pueblos denominados celtíberos.
Sus orígenes son difíciles de determinar, puesto que aunque comparten rasgos culturales con los pueblos de su entorno, algunos autores antiguos les vinculan a los turdetanos y los túrdulos de la Bética.1
Su capital era la ciudad de Turba, Turbola o Turbula, cuya localización no ha podido determinarse, aunque se ha propuesto identificarla con el yacimiento arqueológico de Alto Chacón (Muela de San Juan), de la Edad de Hierro. También se les ha asociado la inscripción celtibérica de Peñalba de Villastar.2
Sus costumbres belicosas les convirtieron en una constante fuente de problemas para sus vecinos, tanto celtíberos (Belli y Titii) como los iberos (especialmente la ciudad edetana de Saguntum).3 Como aliados de los Cartago, los turboletas participaron activamente en el sitio de Sagunto (219-218 a. C.), que desencadenó la Segunda guerra púnica. Los romanos y sus aliados edetanos invadieron a su vez el territorio turboleta en 212 a. C., destruyendo Turba y reduciendo a la esclavitud a sus habitantes.4 En 205 a. C., los turboletas pidieron la paz, y el Senado romano los obligó a pagar una enorme compensación a los ciudadanos supervivientes de Arse-Sagunto. Las penosas condiciones impuestas llevaron a la revuelta turboleta del año 196 a. C., que lideraron dos caudillos llamados Budares y Baesadines.5 Tras ser derrotados por Quinto Minucio Termo, pretor de la Hispania Citerior en una batalla junto a las ruinas de Turba, los turboletas supervivientes fueron reducidos a esclavitud, y sus tierras devastadas fueron divididas entre bastetanos y edetanos, desapareciendo a partir de entonces del registro histórico.
Los túrdulos fueron un pueblo prerromano asentado entre los valles del río Guadiana y el Guadalquivir, llegando desde La Serena hasta la vega del Genil en Granada, aproximadamente entre la Oretania y la Turdetania, cuya capital fue el antiguo oppidum de Ibolca (a veces transcrito como Ipolka), conocida como Obulco en tiempos de los romanos, y que se corresponde actualmente con la ciudad de Porcuna, situada actualmente entre las provincias de Córdoba y Jaén.
Entre otras particularidades, se cree que se diferenciaban de los demás pueblos ibéricos en el idioma, supuestamente de origen tartesio.[cita requerida] Limitaban al sur y al oeste con los Turdetanos, al norte con los Carpetanos, al oeste con los Conios y al este con los Oretanos. Su frontera natural al sur es la cordillera Penibética y su frontera al oeste llegaría a estar en la actual Fuentes de Andalucía, antigua Obvlcula ('Pequeña Obulco', en latín).
No deben confundirse con un grupo de pueblos de la costa central del actual Portugal, en el área cultural de los lusitanos, que se denominaban túrdulos viejos (turduli veteres) o túrdulos oppidanos (turduli oppidani) los cuales procedian de sus invasiones hacia el Norte, segun lo relatan Strabo y Plinio junto a Conios y otros Celtici.
Escritura[editar]
Al tratarse de un mismo pueblo, la escritura y el idioma túrdulos son una evolución histórica del idioma y la escritura tartésica. La escritura de las estelas es una escritura paleohispánica muy similar, tanto por la forma de los signos como por el valor que los signos representan, a la escritura ibérica suroriental que expresa lengua ibérica. Sobre el origen de las escrituras paleohispánicas no hay consenso: para algunos investigadores su origen esta directa y únicamente vinculado al alfabeto fenicio, mientras que para otros en su creación también habría influido el alfabeto griego.
Con la excepción del alfabeto greco-ibérico, el resto de escrituras paleohispánicas comparten una característica tipológica distintiva: presentan signos con valor silábico para las oclusivas y signos con valor alfabético para el resto de consonantes y vocales. Desde el punto de vista de la clasificación de los sistemas de escritura no son alfabetos ni silabarios, sino escrituras mixtas que se identifican normalmente como semisilabarios. La particularidad de la escritura tartesia es la sistemática redundancia vocálica de los signos silábicos, fenómeno que en las otras escrituras paleohispánicas es residual. Algunos investigadores consideran esta escritura como un semisilabario redundante, mientras que otros la consideran un alfabeto redundante. El fenómeno de la redundancia vocálica de los signos silábicos fue descubierto por Ulrich Schmoll y permite clasificar la mayor parte de los signos de esta escritura en silábicos, vocálicos y consonánticos. Aun así, su desciframiento aún no se puede dar por cerrado, puesto que no hay consenso entre los diferentes investigadores que han hecho propuestas concretas.
Túrdulos viejos y túrdulos oppidanos (Turduli Veteres y Turduli Oppidani) eran un grupo de pueblos prerromanos de la península ibérica, situado en la costa central del actual Portugal, entre el Tagus (río Tajo) y el Durius (río Duero). Las referencias a estos pueblos son muy escasas, limitándose a pasajes de Plinio y Pomponio Mela,1 así como unos singulares testimonios epigráficos (dos tabulae patronatus halladas en Vila Nova de Gaia, fechadas el 7 y el 9 d. C.2
A pesar de su nombre, que les relaciona con los túrdulos (un pueblo ibero), pertenecían al área cultural de los lusitanos, y eran de condición etno-lingüística celta. Los oppidum que les denominan eran asentamientos fortificados, ubicados en eminencias naturales: Turdulorum Oppida, Salacia,3 Aeminium (la actual Coimbra), Conimbriga (Condeixa-a-Velha), Coniumbriga (posiblemente Monte Meão), Collipo (San Sebastião de Freixo), Eburobrittium (Amoreira de Óbidos), Ierabriga (Alenquer) y Olissipo (Lisboa). La capital de los turduli veteres sería Langóbriga (Longroiva), siendo las poblaciones de su entorno las del sur del Duero: Talabriga (junto a Branca, Albergaria-a-Velha), posiblemente Oppidum Vacca (Cabeço do Vouga) y Pinhel.4
La zona fue objeto de una antigua colonización fenicia (Callipo -desembocadura del Sado- Olissipo -desembocadura del Tajo-, Collipo, Quinta do Amaraz, Leiria, Santa Olaia -desembocadura del Mondego-, Cale -Vila Nova de Gaia, desembocadura del Duero-); que podría ser en realidad una presencia tartésica.5 Para épocas más recientes, Estrabón recoge la existencia de una expedición a la zona de túrdulos y célticos, lo que algún autor ha considerado suficiente explicación tanto de su denominación como de su composición etnolingüística; aunque tal lectura está discutida.
Los vacceos ( < vaccei) o vaccayos (< vaccaei) fueron un pueblo prerromano asentado en el sector central de la cuenca del Duero (España), a lo largo y ancho de una superficie de unos 45 000 km², zona a la que se le dio el nombre de Región Vaccea.123 Su existencia está probada al menos desde el siglo III a. C. Polibio relata —aunque él no fue testigo directo— la toma por Aníbal, en 220 a. C. de las ciudades vacceas de Helmántica (Salamanca) y Arbucala (Toro).
En el año 178 a. C. el pretor Lucius Postumius Albinus celebra su triunfo tras la conquista de los vacceos y lusitanos durante su mandato en la provincia de Hispania Ulterior. Aun así se tardó en pacificar el territorio definitivamente. Los vacceos fueron sometidos en una serie de campañas entre los años 73 y 56 a. C. dirigidas por Pompeyo Magno y Quinto Cecilio Metelo Pío, y entraron a formar parte de la Hispania Citerior. Pero siguió habiendo conflictos con los vacceos, que no acaban definitivamente hasta la guerra del 29 a. C., cuando los romanos inician la campaña que dio lugar a las guerras cántabras y la romanización total de la península ibérica.

Los várdulos eran una tribu prerromana establecida en el norte de la península ibérica en la actual España, en la parte oriental del País Vasco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario