sábado, 28 de diciembre de 2019

HISTORIA DE ESPAÑA

HISTORIA ANTIGUA

Las termas romanas de la ciudad romana de Valentia se localizan en el actual Museo de la AlmoinaValencia. Se trató de unos baños públicos construidos poco tiempo después de la fundación de la ciudad en el año 138 a. C. Los primeros restos aparecieron en el año 1976, siendo identificados como termas en 1990 por la SIAM.




Los restos arqueológicos muestran un edificio de planta rectangular orientado norte-sur y ocupaban una ínsula junto con diversas tabernae y oficinas públicas. El acceso a las termas de tipo porticado se localizaban en el cardo maximo, que atravesaba la ciudad en el eje norte-sur. Una vez atravesado el vestíbulo se accedía a las diferentes salas que conformaban el conjunto termal: apoditeriumtepidarium y caldarium. También disponía de letrinas y praefurnium. El praefurnium, conocido también como sala del horno, era la dependencia más meridional y de planta rectangular 8 x 4 m. En el centro se localizaba el horno y la cámara que contenía el depósito de agua caliente. Los materiales son de adobe, ladrillos trabados en seco y piedras.1

Funcionalidad[editar]

Las termas permitían a sus usuarios disfrutar de una sucesión de baños calientes, masajes y espacios para ejercicios gimnásticos. El primer paso tras atravesar el vestíbulo era ir al apoditerium o sala vestuario para desnudarse antes del baño. Esta sala podía tener nichos en las paredes donde acomodar la ropa y acceso a unas letrinas. Tras esta sala se dirigían al tepidarium, donde la temperatura era templada y había un banco central para sentarse y frotar el cuerpo con aceites y ungüentos. La sala se calentaba con unos braseros de bronce con brasas al rojo vivo. El siguiente paso era el baño caliente o caldarium, a unos 55 grados y una humedad elevada. Aquí con un raspador de metal se quitaban la suciedad del cuerpo. Todo el espacio estaba en penumbra permanente por la ausencia de ventanas que impidiesen la fuga del calor. Contiguo al caldarium se localizaba el praefurnium, donde los esclavos alimentaban el fuego de los braseros. En este espacio se localizaba el horno y se acumulaba la leña. Al finalizar el día el agua era evacuada de la bañera y mediante una canalización era vertida a la calle. Las termas romanas estaban divididas por sexos pero al no disponer los restos de una división clara se supone que podían reservar días para mujeres y para hombres.








La villa romana de L'Espelt (ÓdenaAnoia) está situada en el Pla de la Torre, en la vertiente meridional de un montículo, próximo al vecindario de L'Espelt.
Se encuentra en la cuenca de Ódena y su ubicación estratégica responde a una planificación del territorio, parcelado en el momento de la centuriación en época romana. Las características físicas de la cuenca de Ódena seguramente ayudarían a organizar este espacio histórico, facilitando los límites y la orientación del parcelario romano y configurando una marcada unidad a lo largo de los siglos.
La villa de L'Espelt se adapta a la topografía del terreno, que fue aterrazado para ubicar una explotación agropecuaria. Es una de las «villae» del interior de Cataluña más extensamente excavada, con 700 m2 (60 % del total), lo que ha permitido identificar e interpretar las diferentes dependencias de la «pars urbana», la «pars rustica» y la fructuaria a lo largo de su ocupación, reflejando los cambios impuestos por sucesivos modelos sociales y económicos.
El yacimiento aporta vestigios de una ocupación de fines del Siglo II a. C. y mediados del siglo I a. C., previa a la fundación de la villa. Esta, con una planta que sigue el modelo alargado o de corredor, muy sencilla, se adscribe al alto Imperio, en el último cuarto del siglo I d. C. En el siglo II se transforma en una villa de patio interior descubierto, con estancias entorno al corredor y la «pars rustica» y residencial unidas: el espacio de la primera construcción se reservaría a la zona privada y los ámbitos de representación se potenciarían al otorgarles una mayor superficie y un mayor lujo, tal como queda demostrado en dos estancias pavimentadas con mosaico y tres decoradas con pinturas murales; también se añadió un sector termal o «balneum». Conoce el máximo esplendor en la primera mitad del s. III d. C. Posteriormente, en época bajoimperial, se detecta una nueva reestructuración, reflejada en una reducción del espacio de la «pars urbana» y del anterior lujo, y la zona termal se convierte en una instalación destinada al prensado de la uva. Su abandono se produciría en el s. VI d. C.
La villa está bastante bien conservada con algunos muros de hasta 3 m de altura. Las excavaciones han proporcionado restos muebles de primera calidad, entre los cuales gran cantidad de cerámica, pero también un pedestal de mármol de Carrara, una peana de bronce de una crátera, un plato de vidrio, así como una garrafa, una luz de aceite, útiles agrícolas y un gran cencerro de hierro, etc. En relación a los accesorios de la arquitectura se han recuperado una llave y fragmentos de vidrio que cerrarían posiblemente alguna ventana. Un importante conjunto numismático permite documentar todos los períodos, desde moneda ibérica, hispanorromana del alto y bajo Imperio hasta una de Teodosio II.
El yacimiento es conocido de antiguo aunque las primeras referencias datan de 1934 y la confirmación de que se trataba de una villa romana, de 1948. Las primeras excavaciones –en las que se halló el primer mosaico, que fue restaurado– las realizó la Diputación durante los años 1958 y 1964. Las excavaciones sistemáticas fueron ejecutadas entre 1980 y 1988 por la Diputación de Barcelona y el Centro de Estudios Comarcales de Igualada (CECI). Posteriormente se han realizado trabajos de limpieza, mantenimiento y consolidación.

Vil·la romana de l'Espelt.jpg









Vivarium fue una villa romana. Fundada por Marco Porcio Catón en el año 193 a. C., recibió el nombre primigenio de Belsino (bello destino),1​ aunque los mismos romanos le cambiaron posteriormente su nombre por el de Vivarium,2​ del que deriva el actual de Viver.

Correspondencia con Viver[editar]

Escudo de Viver - detalle
Vivarium es una palabra latina de la que deriva el actual nombre de la población de la comarca castellonense del Alto PalanciaViver,3​ y que se relaciona en su acepción común con la cría (más bien conservación o engorde) de peces. Los orígenes de esta población se ha constatado que se encuentran en la época romana. La relación de Viver (también llamado Viver de las Aguas) con la abundancia acuática se manifiesta en el escudo del pueblo, en el que se observan dos peces sobre unos trazos en forma de olas.

Garum[editar]

Hay constancias arqueológicas de que en la población los romanos criaron y engordaron peces y obtuvieron además de pescado fresco para consumo, un concentrado alimenticio usado como condimento llamado garum (también "gárum" o en español garo), producto de procesar el pescado (principalmente de especies marinas, pero también de peces de agua dulce como en este caso) y sus vísceras fermentadas al sol con una mezcla de abundante sal, vino, pimienta, aceite y hierbas diversas. Se utilizaba como condimento de primeros y segundos platos y se le atribuían propiedades incluso afrodisíacas y curativas,4​ lo segundo es más que probable en cuanto que sería un buen digestivo, e incluso un buen desinfectante y cicatrizante de úlceras y heridas cutáneas. Básicamente es una forma de concentrado de pescado, fácil de conservar por períodos dilatados de tiempo y por lo tanto muy utilizado en la dieta de los marineros en sus largas travesías por mar, y por los soldados en sus largas campañas.

La Floresta[editar]

La Floresta - Estanques para cría de peces, 100 a. C.
La Floresta - Estanques para cría de peces, 100 a. C.
La Floresta - Canalización de agua
La Floresta - nacimiento del Barranco Hurón
En la citada población, en el paraje de La Floresta, se encuentran hoy en día restos bien conservados de una serie de fosas o pequeños estanques utilizados para estabular el pescado destinados primeramente a mantener las aguas en buenas condiciones de salubridad (los peces devoran las larvas y algas que crecen en el agua), posteriormente a su consumo en fresco, y también a obtener el citado garum. Dado el carácter medio del curso fluvial que por allí trascurre (río Palancia) hace suponer que los peces utilizados como cultivo y su posterior procesado como garum serían carpasbarbos y anguilas.
Nicolau Primitiu Gómez Serrano en su trabajo antropológico sobre “Los Ibero-Sicanos” cita la existencia en la población de Viver de un pequeño pantano llamado de La Floresta, que atravesaba la población y continuaba por el barranco Hurón de donde salía un viejo acueducto. Esta infraestructura, que tuvo posiblemente como objetivo el aprovisionamiento de agua potable a Sagunto, aliada de los romanos, favoreció la instalación del “vivarium”. El texto de Nicolau Primitiu, basado en leyendas y consejas, es de gran significado:
Un rey de Sagunto, viendo sus campos agostados por la sed, ofreció a su hija, hermosísima, como todas las princesas de leyenda, al que le llevase agua a su ciudad. Se ofrecieron dos pretendientes, uno viejo y otro joven: aquel se dirigió a Chelva y éste a Viver, y, a pesar de ser éste el trayecto más corto, venció el viejo; pero la princesa, desesperada al verse con tal esposo, se arrojó de lo alto de una torre del castillo
Con probabilidad sería más factible en la época llevar agua canalizada a Sagunto desde algún afluente del Turia cercano a Chelva, atravesando los llanos de Líria que dan nombre a la comarca de Camp de Túria, llegando hasta Moncada, y de allí a Sagunto por la conocida como Séquia dels Diables, que no bordear desde Viver con acueductos la Sierra de Espadán por el cauce natural del río Palancia, de difícil orografía. No obstante y en según que época, ambos proyectos se llevaron a cabo. Actualmente Sagunto se provee de agua doméstica proveniente del Júcar al igual que la ciudad de Valencia. En otras épocas también pudo proveerse de la almacenada en el embalse del Regajo y en la presa de Algar, y que en Sot de Ferrer se encauzada por la Acequia Mayor hasta el término. El cauce natural del Palancia a partir de ese punto está casi siempre seco, recuperándose algo en la proximidad a su desembocadura, también en el término de Sagunto.








Vivarium3.jpg

No hay comentarios:

Publicar un comentario