lunes, 6 de enero de 2025

HISTORIA DE ESPAÑA

 CONJUNTOS MNUMENTALES


Vista de la estatua de La Regenta con la catedral ovetense al fondo.

La escultura urbana conocida como La Regenta, ubicada en la plaza de Alfonso II, el Casto (frente a la Catedral), en la ciudad de OviedoPrincipado de AsturiasEspaña, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12

El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3

La escultura, hecha en bronce, es obra de Mauro Álvarez Fernández, y está datada en 1997.12​ Se trata de una estatua a tamaño ligeramente superior al natural, que recrea a una dama de finales del siglo XIX (representando a Ana Ozores), situada directamente sobre el pavimento, con una placa a los pies. Es un homenaje al personaje y a la obra en general del gran literato Leopoldo Alas «Clarín».






Libertad.

La escultura urbana conocida como Libertad, ubicada en la avenida Fundación Príncipe de Asturias, en la ciudad de OviedoPrincipado de AsturiasEspaña, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12

El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3

La escultura, hecha en bronce, es obra de Luis Sanguino, y está datada en 1999.12​ Se trata de una pieza a escala real, que se encuentra muy cerca de otra, Paz, del mismo autor. Esta escultura quiere simbolizar los conceptos de tolerancia, solidaridad, paz y libertad, que se supone encarnan los Premios Príncipe de Asturias. Su instalación se debe a la iniciativa de la Fundación Príncipe de Asturias.1

La pieza (es una copia de la que Sanguino hizo en Estados Unidos para sustituir a la Estatua de la Libertad, que a él no le gustaba, y que llamó “Freedom”) tiene sobre un pedestal la figura que representa a un hombre desnudo que rompe sus cadenas al saltar rompiendo de este modo con la esclavitud y dando un paso hacia adelante expresión de su libertad.






Los libros que nos unen.

La escultura urbana conocida como Los libros que nos unen, ubicada en la calle Emilio Alarcos Llorach, en el campus de El Milán de la Universidad, en la ciudad de OviedoPrincipado de AsturiasEspaña, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12

El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3

La escultura, hecha en bronce, es obra de Eduardo Úrculo, y está datada su instalación el 18 de mayo de 1999.12​ Se trata de un homenaje a Emilio Alarcos Llorach (Salamanca, 22 de abril de 1922 - Oviedo, 26 de enero de 1998), filólogo español, catedrático emérito de la Universidad de Oviedo y miembro de la Real Academia Española y de la Academia de la Lengua Asturiana.4

La escultura está sobre una pequeña plataforma, pese a que en un primer momento debía instalarse, por indicación del propio Úrculo, sobre una gran base de piedra, de 30 metros, lo cual encajaba con la idea de que esta base constituyera un lugar de descanso para los viandantes, de manera que conformara un auténtico lugar de reunión, integrándose en el ambiente universitario y fuera un lugar de encuentro.1​ La obra está localizada en la esquina de la plaza existente sobre un aparcamiento subterráneo y frente a la biblioteca «Emilio Alarcos», construida en el campus de El Milán de la Universidad de Oviedo.





Mavi
AutorSantiago de Santiago
MaterialBronce
Coordenadas43°21′52″N 5°50′54″O

La escultura urbana conocida como Mavi, ubicada en una fuente de la plaza Longoria Carbajal, en la ciudad de OviedoPrincipado de AsturiasEspaña, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12

El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3

La escultura, hecha en piedra volcánica y rematada en bronce, es obra de Santiago de Santiago, y está datada el 25 de noviembre de 1994.12​ La obra adquirida por el Ayuntamiento de Oviedo, fue inaugurada por el entonces príncipe Felipe, presidiendo la fuente monumental que se construyó en la plaza Longoria Carbajal tras la reforma que se realizó en la misma. Representa el cuerpo de una joven sentada, que sujeta con una de sus manos la cabeza y el pelo, y tapa al tiempo su cara, La otra mano está cogiendo una de sus piernas a la altura de la espinilla.43

En 2009 fue sustituida por otra escultura del mismo autor, llamada La Piedad, tras una nueva reforma de la plaza en donde se ubica.5​ La estatua está actualmente ubicada en la plaza del Concellín, en La Corredoria, por petición de los vecinos de la misma, según declaraciones del Alcalde de Oviedo.






Mendigo con perros.

La escultura urbana conocida como Mendigo con perros, ubicada en la plaza Pedro Miñor, en la ciudad de OviedoPrincipado de AsturiasEspaña, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12

El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3

La escultura, hecha en hierro, es obra de Rafael Rodríguez Urrusti, y está datada en 1995.12​ Está sobre un amplio pedestal de piedra, representa a un viejo mendigo (que apoya su mano derecha en un bastón mientras la otra mano la utiliza para mendigar) ataviado con una vieja y roída chaqueta americana y unos pantalones con rodilleras, pese a lo cual lleva corbata y arrugado sombrero; el cual está acompañado por dos perros Rufo y su compañero, los cuales eran unos canes muy populares en la ciudad de Oviedo en los años ochenta del siglo XIX.

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