CONJUNTOS MONUMENTALES
San Juan de la Montaña | ||
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Localización | ||
País | ![]() | |
Comunidad | ![]() | |
Provincia | ![]() | |
Localidad | Montblanch | |
Coordenadas | 41°22′24″N 1°07′44″E | |
Información religiosa | ||
Culto | Católico | |
Diócesis | Tarragona | |
Orden | Clero secular | |
Advocación | San Juan Bautista | |
Patrono | Juan el Bautista | |
Historia del edificio | ||
Construcción | Siglo XV Siglo XX | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Ermita | |
La ermita de San Juan de la Montaña es un mirador natural de la comarca de la Cuenca de Barberá. Se encuentra situada dentro del término municipal de Montblanch, a unos tres kilómetros hacia el macizo de las Montañas de Prades. La fama originaria de la ermita proviene de una dama de la nobleza, Leonor de Urgel, quien prefirió la vida contemplativa tras la caída y encarcelamiento de su hermano Jaime II de Urgel.
Historia
[editar]Los orígenes de la ermita parten de la época medieval, un momento propicio para el eremitismo. A principios del siglo XV, la princesa Leonor de Urgel, hermana de Jaime II de Urgel, hizo vida eremítica durante dieciséis años, desde 1414 hasta su muerte en 1430, en una cueva cercana a la ermita, llamada desde entonces «Cueva de Nialó» (contracción de Na Elionor). No se sabe con certeza si la princesa fundó la ermita que se conoce hoy en día o si sólo la restauró y puso bajo la advocación de San Juan Bautista.
En aquellos tiempos, fray Pere Marginet, exmonje del monasterio de Poblet, también había hecho vida eremítica por las tierras, y se convirtió en guía espiritual de la princesa.
En la segunda mitad del siglo XV ya hay documentada una importante edificación a la ermita, con la capilla y varias celdas, bajo la administración de los cónsules de Montblanch, ya que se sabe que en el año 1472, a fin de curar de una enfermedad, quería hacer estancia fray Blas Romeu, monje del monasterio de Poblet, con dos ayudantes.
Durante los siglos posteriores, la devoción y la admiración por la ermita fue creciendo y hubo vida eremítica ininterrumpidamente hasta 1936, cuando milicianos republicanos destruyeron el retablo de alabastro de San Juan que presidía la capilla central, la campana fue despedazada y la ermita fue saqueada. Del retablo se conservaron fragmentos que están guardados y reagrupados en el Museo Comarcal de Montblanch. Los rasgos estilísticos de la obra apuntan al estilo del primer renacimiento en Cataluña, en el siglo XVI.
Terminada la guerra civil española, un grupo de jóvenes arregló las estancias y cubrió el tejado. Pero la ausencia de ermitaños y la ubicación en pleno bosque hicieron que la ermita se fuera deteriorando hasta el punto que, a principios de los años 90 del siglo XX, estaba completamente en ruinas. Fue entonces cuando Joan Serafí Serra i Ollé y los hermanos Joan y Josep Jávega y Bulló crearon el grupo Estrams (génesis de los Ermitaños de San Juan de la Montaña), que hicieron canciones y escenificaron diferentes lugares de la región.
En 1993, el grupo Estrams fue el catalizador de la voluntad de recuperar la ermita y se constituyó el «grupo Ermitaños de San Juan de la Montaña». Este grupo, formado por una treintena de miembros, iban una vez por semana a la ermita para desayunar juntos y trabajar en diferentes tareas, dentro y fuera de la ermita. Su tarea significó arreglarla casi completamente, reconstruir la fuente, colocar una copia del retablo de Damián Forment, etc. Tras casi 70 años, en la ermita se volvía a celebrar la eucaristía.
Día de San Juan
[editar]La noche de San Juan era costumbre hacer una procesión de antorchas desde la villa de Montblanch hasta la ermita, donde se encendía el primer fuego de la comarca. Los otros pueblos, cuando lo veían encendido, daban por iniciada la noche de fuego y prendían los suyos.
Actualmente, cada año, el día de San Juan, personas de toda la comarca suben a la ermita, hacen una misa al amanecer y celebran una fiesta. Después, se celebra una misa en la explanada superior y los Bailes de bastones de Montblanch pican el Baile de San Juan. Además, el Club Atlétic Montblanc organiza una caminata a pie y una subida corriendo desde Montblanch hasta la ermita.
Ermita y mirador de san Juan
[editar]Desde Montblanch, se puede acceder por el camino del Tárraga, por el camino del bosque de Gorrines o por el camino de la Solana. Desde Poblet o Espluga de Francolí se puede acceder por el camino de la Pena. En la ermita, se encuentra una campana a la entrada y a la derecha queda la capilla de San Juan Bautista, excavada en la roca. También se ha reconstruido una chimenea y una cocina para refugiarse los montañeros. Si se sube hasta la parte superior del edificio, se llega a una plazoleta con algunas piezas conmemorativas de diversas entidades montblanquinas y, a mano derecha, queda el Mirador de San Juan, con un libro de firmas y la bandera catalana, que se renueva solo por las fiestas de Navidad y por San Juan.
El mirador es una roca de arenisca, roja, que a su vez hace de muro y techo de la ermita. En este mirador hay un retablo de azulejos que indica cuáles son los pueblos y las sierras que se pueden ver: Montblanch, Barbará, Forès, Solivella, Sierra del Tallat, Miramar, Montserrat, Andorra, el Canigó, el macizo de la Maladeta con el Aneto, etc. Si se sigue la cresta junto al mirador, se llega a la Cueva de Nialó.
Santa Ana de Montornés | ||
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Bien Cultural de Interés Local | ||
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Localización | ||
País | ![]() | |
Comunidad | ![]() | |
Provincia | ![]() | |
Localidad | Montblanch | |
Coordenadas | 41°23′03″N 1°12′50″E | |
Información religiosa | ||
Culto | Católico | |
Diócesis | Tarragona | |
Orden | Clero secular | |
Advocación | Santa Ana | |
Patrono | Ana | |
Historia del edificio | ||
Construcción | Siglo XIV | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Ermita | |
Estilo | Gótico | |
La ermita de Santa Ana de Montornés es una iglesia gótica del siglo XIV y antiguo monasterio agustiniano que pertenece a la parroquia de Cuenca de Barberá pero que está dentro del término de Prenafeta, en el municipio de Montblanch.
La primera piedra de la construcción fue puesta en 1373 por el rey Pedro IV de Aragón y el arzobispo de Tarragona Pere de Clasquerí, pero la fase final de las obras fue llevada a cabo por monjes de la Orden de San Agustín, que se instalarían en el conjunto.
Se encontraba dentro del antiguo término del castillo de Montornés, de la jurisdicción de Poblet. La ermita se convirtió en lugar de culto y encuentro para varios pueblos vecinos (Barbará, Montblanch, Prenafeta, Figuerola, Miramar, Lilla, Rojales, La Riba, Farena, Vilavert, Pira o Sarral).
A finales del siglo XX, la ermita estaba abandonada y en estado ruinoso. Desde hace poco se puso en marcha una campaña de recuperación -liderada por el rector de Barberà de la Conca Mossèn Palacín y el historiador Joan Fuguet i Sans- que han conseguido colocar la Cruz de término delante y reconstruir la cubierta de la iglesia , que permitió celebrar la primera eucaristía en julio de 2008.
Los Molinos de la Vila1 (en catalán Els Molins de la Vila) están situados a un kilómetro al este del pueblo de Montblanch (Provincia de Tarragona, España), entre los ríos Francolí y Anguera, de hecho, en la orilla del Anguera.
Los Molinos de la Vila es el nombre genérico para denominar el conjunto formado por dos antiguos molinos harineros: El Molí de la Volta y El Molí Xic, construidos por el Común del pueblo de Montblanch entre finales del siglo XIII y principios del siglo XIV.
En 1650 se vendieron a la comunidad de presbíteros de Montblanch. Diferentes inundaciones provocaron su derrumbamiento y abandono en 1848, si bien El Molí Xic ya había sido abandonado antes. En 1985 fueron adquiridos por el Museo-Archivo de Montblanch, que los fue restaurando hasta 1992 con la colaboración de diversas administraciones públicas. Actualmente son visitables como una sección del Museo de Montblanch.
El Molí de la Volta está formado por una sala rectangular, de una superficie de 88,80 m² dentro de la cual se encontraban los cuatro molinos. Está cubierta por una bóveda, un poco apuntada, y recibe la luz a través de cuatro aspilleras alargadas. Todo el edificio es de piedra bien cortada y sus muros tienen unos 2,70 metros de grosor. Al lado y más alta que el molino, está la antigua alberca de una superficie de 1.150 m², con cuatro cacaos o pozos circulares cubiertos con arcos apuntados, separados por muros con espigones triangulares para repartir las aguas hacia cada cacao o cada molino. Anexo a El Molí de la Volta y comunicado por una puerta adovelada, más pequeña que la que da acceso a la sala principal, había un almacén, ahora sin cubierta, de construcción posterior.
A unos 50 metros al norte está el llamado Molí Xic, de dos muelas o molinos, más bajo que El Molí de la Volta y más cercano al lecho del río Anguera. No tiene cubierta o bóveda y se encuentra muy estropeado por sucesivas riadas. Su nave también es rectangular.
Lo más remarcable es la estructura arquitectónica y el funcionamiento de estos molinos, que aprovechan la presión del agua obtenida al precipitarse desde la alberca por los cacaos para hacer funcionar las ruedas del molino, con el uso de un mecanismo físico que permite obtener energía a partir de la presión del agua y no en función de su cantidad.
Los Molinos de la Vila son un elemento de gran interés histórico, tecnológico, arquitectónico y de patrimonio industrial representativo del período que va desde la Edad Media hasta la revolución industrial.
Su ubicación en un entorno natural cerca de Montblanch y su adscripción como sección del Museo de Montblanch facilitan la visita pública, que permite conocer la tecnología, la sociedad y la cultura de su tiempo.
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