CONJUNTOS MONUMENTALES
La escultura urbana conocida como Amor y Dolor, ubicada en el paseo de los Álamos (Campo de San Francisco), en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en piedra, es obra de Víctor Hevia Granda, con intervención del marmolista Cabal4 y está datada el 22 de septiembre de 1925.125
Se trata de dos copias que el autor llevó a cabo de parte del monumento a los héroes de la guerra de la Independencia (encargada por Ayuntamiento de Tarragona, en memoria de los defensores de la ciudad del asedio del general Suchet, en 1811), que el escultor Julio Antonio hizo para Tarragona, tras ganar el concurso en 1911 con su segundo proyecto. Las esculturas fueron pagadas y donadas posteriormente al Ayuntamiento por el marqués de Rodriga, que en aquel momento era el concejal de Parques y Jardines de la ciudad de Oviedo.673
Las estatuas flanquean y jalonan la escalera de acceso al que en aquel momento era el Paseo de Francia desde el Paseo de los Álamos, en el Campo de San Francisco.
Armando Palacio Valdés | ||
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Ubicación | ||
País | España | |
Ubicación | Campo de San Francisco | |
Coordenadas | 43°21′44″N 5°51′06″O | |
Características | ||
Tipo | Escultura | |
Autor | Gerardo Zaragoza | |
Materiales | Bronce y Piedra | |
Historia | ||
Dedicado a | Armando Palacio Valdés | |
La escultura urbana conocida por el nombre Armando Palacio Valdés, ubicada en el campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en bronce, el busto y en piedra el pedestal, es obra de Gerardo Zaragoza, y está datada en 1953.12
La obra se inauguró en el año 1953 porque se celebraba el centenario del nacimiento del literato asturiano Armando Palacio Valdés, y que había sido nombrado Hijo Adoptivo de Oviedo por el Ayuntamiento de Oviedo en 1926.1
Se trata de un busto, que cambió su ubicación inicial, por petición de la Unión de Comerciantes, que fue aprobada por un acuerdo en el Ayuntamiento el 26 de noviembre de 1985; que era el Campo de San Francisco, en Oviedo, por un jardincillo situado en la calle del mismo nombre (Calle Armando Palacio Valdés). Pese a ello, volvió más tarde a su emplazamiento original, el Campo de San Francisco de Oviedo. En el pedestal que sostiene el busto del escritor y crítico literario puede leerse: «
AL / INSIGNE NOVELISTA / ARMANDO / PALACIO VALDÉS / HIJO ADOPTIVO / DE ESTA CIUDAD / EL / EXCMO. AYUNTAMIENTO / DE / OVIEDO / EN EL / PRIMER CENTENARIO / DE SU NACIMIENTO / 1853 - 1953».
El busto a Juan Rodríguez Muñiz, ubicado en el Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en mármol, es obra de Víctor Hevia Granda, y está datada en 1927.12 Se trata de un busto, costeado por un grupo de alumnos de Juan Rodríguez Muñiz (pedagogo natural del concejo o municipio asturiano de Allande, que estudió Magisterio y ejerció luego en Oviedo durante cerca de 50 años) en 1927. La obra trata de rendir homenaje a todos los maestros particulares que han ayudado a engrandecer las miras y los conocimientos de tantos alumnos a los largo del tiempo. Víctor Hevia esculpió esta figura sin remuneración, ya que también él había sido discípulo del homenajeado., como también lo fueron el escritor Ramón Pérez de Ayala o el alcalde de Oviedo José María Fernández Ladreda, quien además fue uno de los promotores del monumento.1
El busto original fue objeto de actos de vandalismo que hicieron imposible su restauración, razón por la cual fue sustituido por una réplica en mármol del país, colocándose sobre la peana en un acto que tuvo lugar el 3 de abril de 1987. La réplica se hizo sobre un boceto de Mauro Álvarez, que también hizo el remate, pese a que la escultura fue realizada por Andrés Rodríguez Cuesta en un taller de Bonielles.4
En el julio de 1988 el busto desapareció, aunque fue encontrado poco después en la calle, por lo que se pasó colocarlo nuevamente en su ubicación habitual.
El busto de Manolo Avello, ubicada en el Campo de San Francisco, en las inmediaciones de la zona de juegos infantiles y a la vista de la calle Conde Toreno, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.3
La escultura, hecha en bronce, con acabado oxidado, es obra de Vicente Menéndez Prendes "Santarúa", y está datada en 2003.12 Se trata de un busto de considerables dimensiones, colocado sobre una peana de piedra, En cada cara del pedestal hay una placa donde figuran monumentos de la ciudad: la Universidad de Oviedo, el mercado del Fontán, San Isidoro El Real, la Foncalada, San Julián de los Prados, Santa María del Naranco, la Cruz de los Ángeles y el desaparecido carbayón, con su nombre en relieve y su traducción al braille. Además, en el frontal, aparece una inscripción, firmada por la cronista de la ciudad y sucesora de Avello en el cargo, Carmen Ruiz-Tilve, y con el nombre del autor: «Gracias a su sensibilidad y fino humor conocimos otro Oviedo».234
La obra es un homenaje al que fue cronista oficial de la ciudad de Oviedo durante 23 años, el periodista y radiofonista Manuel Fernández Rodríguez-Avello, quien falleció el 24 de abril de 2002, en la ciudad de Oviedo. El homenajeado es representado escribiendo una de sus crónicas, uno de sus brazos convertido en un periódico.
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