CONJUNTOS MONUMENTALES
Capilla de la Conversión de San Pablo | ||
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Capilla de la Conversión de San Pablo con el mausoleo del obispo José Antonio Infantes Florido (f. 2005). | ||
Datos generales | ||
Tipo | Capilla | |
Localización | Mezquita-catedral de Córdoba | |
Construcción | 1387 | |
Diseño y construcción | ||
Arquitecto | ¿Blas de Masavel? | |
Promotor | Elfa de la Torre Fernando Carrillo Muñiz de Godoy (refundación) | |
La capilla de la Conversión de San Pablo se encuentra en el interior de la Mezquita-catedral de Córdoba, en Andalucía, España.
Historia
[editar]La capilla fue construida durante el siglo XIII, a la vez que se estaba construyendo la capilla Real, en 1387. En un principio el espacio fue concedido a Elfa de la Torre para el enterramiento de su marido Pedro Muñiz de Godoy, maestre de la Orden de Santiago, por eso también fue conocida como capilla de los Muñices. De esta capilla no se tienen más noticias hasta 1505, cuando su pésimo estado de conservación la convierten en el vestuario para los prebendados que celebraban misa en la antigua capilla mayor, actual capilla de Villaviciosa. Por este motivo, el cabildo eclesiástico intenta derribarla un año más tarde, aunque un pleito de la familia hace que finalmente se interrumpa el proceso.12
El heredero familiar en 1610 era Fernando Carrillo Muñiz de Godoy, presidente del Consejo de Hacienda, quien decide reconstruir la capilla. Las obras comenzaron el 12 de julio de 1610 que duraron unos años, hasta 1616, tal y como indica una inscripción en la fachada de la capilla. Su bóveda tiene cierta similitud con la de la capilla mayor del templo, aunque se desconoce su autor, en aquel momento era Blas de Masavel el maestro mayor de las obras, quien había trabajado junto el arquitecto cordobés Juan de Ochoa.21
El 8 de noviembre de 2005 fue enterrado en la capilla José Antonio Infantes Florido, obispo de Córdoba entre 1978 y 1996, en un mausoleo de mármol realizado por los hermanos García Rueda3con la inscripción Donec occuramos omnes in unitatem fidei, "hasta que nos encontremos todos en la misma fe", debido a la defensa del ecumenismo del obispo.4 En 2014 comenzó la restauración de la capilla, en cuya intervención se invirtieron unos 300.000 euros, y cuyas obras concluyeron en 2016.5
Descripción
[editar]Bóveda
[editar]El programa iconográfico de los lunetos consiste en la representación de las escenas de la Lamentación de San Pedro y Santiago peregrino, junto a los santos Gregorio Magno, Jerónimo, Ambrosio y Agustín, como Padres de la Iglesia occidental. Mientras, en las enjutas, sostenidas por niños atlantes, figuran San Juan Bautista, San Eulogio, San Juan Evangelista y Santo Tomás de Aquino. Por su parte, en el registro central se localiza la escena de la Coronación de la Virgen, flanqueada por dos ángeles que sostienen los escudos de la orden de Santiago, y cerrada en los extremos por los mártires cordobeses San Pelagio y Santa Flora.1
Relieves y retablo
[editar]En el exterior se aprecian dos grandes relieves de estuco relacionados con la conversión de San Pablo, mientras que en el centro se halla el escudo de Fernando Carrillo, refundador de la capilla. En el interior, junto al retablo, se encuentran los relieves de Santiago Matamoros y de San Luis, rey de Francia, bajo los cuales hay dos lienzos de los milagros de Jesús; mientras que en el muro opuesto se hallan dos relieves de San Luis, mártir de Córdoba, y de la Sagrada Familia, entre los cuales hay un lienzo de una Inmaculada Concepción.6
Se desconoce la autoría del retablo, al igual que la escultura central de San Pablo, aunque parece tener relación con el ubicado en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia de Guadalcázar, realizado por Felipe Vázquez de Ureta. El ático muestra una representación del martirio del santo.
La capilla de San Bernabé de la Mezquita-Catedral de Córdoba está situada en el trasaltar de la capilla Mayor, entre la puerta de la sacristía del templo y la capilla del Ángel de la Guarda. Es una capilla de reducidas dimensiones.
Fue fundada en el año 1539. Es de planta cuadrangular y está cubierta por una bóveda de arista. Lo más destacado de la capilla de San Bernabé es su retablo.
Historia y descripción
[editar]El retablo de la capilla, construido en mármol blanco, fue realizado en 1541 por Jacques Luquin. El arcosolio del retablo se asienta sobre dos bellas pilastras, profusamente decoradas con relieves en los que se hallan representados San Sebastián, Santa Lucía, San Miguel Arcángel y Santa Catalina. El cuerpo del retablo distribuye su espacio en tres calles. En la calle central se encuentra una representación del Calvario, y en las calles laterales se encuentran representados San Bernabé, titular de la capilla, y San Martín. En el frontón curvo del retablo se hallan los bustos de San Pedro y San Pablo.
La mesa de altar del retablo de la capilla cuenta con una inscripción latina en medio del canto, y en ella se hallan representadas dos de las virtudes en los basamentos sustentadores de las pilastras laterales. Cuenta la mesa de altar con unas delicadas combinaciones de arquerías y heráldicas fundacionales en los recuadros del centro.
En el muro hay un lienzo que representa una escena de la vida de un santo no identificado, realizado a mediados del siglo XVII.
Capilla de Villaviciosa | ||
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Datos generales | ||
Tipo | Capilla | |
Uso | Lucernario islámico Capilla mayor (1236-1607) Capilla de Villaviciosa | |
Parte de | Mezquita-catedral de Córdoba | |
Localización | Mezquita-catedral de Córdoba (España) | |
Construcción | siglo X (original islámico) 1489-1496 (modificado cristiano) | |
La capilla de Villaviciosa fue la primitiva capilla mayor de la Mezquita-Catedral de Córdoba, siendo levantada en el lucernario de Al-Hakam II (961-976). El obispo de Córdoba Íñigo Manrique de Lara (1486-1496), aprovechó la presencia de la reina Isabel I la Católica en Córdoba para solicitarle la construcción de una nueva nave gótica, la primera gran modificación de la mezquita islámica posterior a la conquista cristiana de la ciudad en el siglo XIII.1
Tras la construcción de la nueva capilla mayor en 1607, comenzó a denominarse capilla de Villaviciosa por la presencia de una imagen proveniente de Villaviciosa de Córdoba. Finalmente, todos los añadidos en épocas posteriores fueron desmontados en 1881 para recuperar el lucernario original de al-Hakam II del siglo X.
Historia
[editar]Capilla Mayor (1236-1607)
[editar]En este lugar se celebró la primera ceremonia católica el 29 de junio de 1236 tras la conquista de la ciudad por el monarca Fernando III el Santo, convirtiéndose en capilla mayor desde ese momento, probablemente por ser la zona más iluminada gracias al lucernario. El rey asistió a la misa del día siguiente. Se conserva una inscripción con letras góticas en los arranques de la bóveda: (En el nombre de la Trinidad glori)osa Padre e Fiio e Spiritu Santo el muy noble rey don Fernando ganó la muy noble cibdat de (Cordoua). Además, la Primera Crónica General de España relata cómo fue enterrado cerca del altar mayor el infante don Juan, hijo de Fernando III fallecido a los pocos días de su nacimiento.2
En 1351 el pintor Alonso Martínez realizó una serie de frescos de estilo gótico italiano, conservándose aún una de ellas de Jesucristo en el Museo de Bellas Artes de Córdoba.3 La zona comenzó a ser el lugar predilecto para el enterramiento de los obispos cordobeses, ubicándose nuevos altares, sillería de coro y órganos.2
La gran modificación estructural se produjo durante el obispado de Íñigo Manrique de Lara, cuya sepultura se halla en la Capilla, que consiguió el permiso de la reina Isabel I para la construcción de una nave gótica de arco toral y un rosetón. La estructura se construyó durante una década, entre 1489 y 1496, en cuyos casetones de madera se inscribió 96 veces el anagrama «IHS XPS», en griego Jesucristo.4 En 1555 el obispo Leopoldo de Austria trasladó las tumbas de cinco obispos al costado sur del nuevo coro en la denominada «Tumba de los Cinco Obispos».2
Capilla de Villaviciosa (1607)
[editar]Tras la finalización de las obras de la nueva capilla Mayor en 1607, se trasladaron las sillas corales y los restos mortales de los obispos Pascual, Francisco Reinoso y Pablo de Laguna al centro del nuevo crucero. La capilla comenzó a denominarse de Villaviciosa por una imagen del siglo XV proveniente de la ermita del municipio de Villaviciosa de Córdoba que se traía frecuentemente desde esta localidad hasta el altar de la capilla. La imagen original quedó guardada interior de una nueva de plata realizada en 1577 y desde 1698 quedó permanentemente en la capilla sin regresar a Villaviciosa.2
En 1709 el canónigo Antonio Maldonado Monje costeó un retablo y se construyó una bóveda barroca que ocultó la islámica del califa al-Hakam II. La nueva capilla de Villaviciosa gozó de gran prestigio, a pesar de haber perdido su condición de capilla Mayor, por lo que algunos obispos como Juan Bonilla y Vargas, Francisco de Solís o Marcelino Siuri continuaron enterrándose en la misma.2
Entre 1879 y 1881 se retiró todo el ajuar religioso que albergaba la capilla, como el retablo central que acabó en la iglesia de Jesús Crucificado, así como los restos de la bóveda barroca para dejar a la vista la obra califal, conservándose una pintura medieval de la imagen de Cristo en el Museo de Bellas Artes de Córdoba. Las últimas restauraciones efectuadas fueron las vidrieras neogóticas diseñadas por Mateo Inurria, así como la gran modificación de Ricardo Velázquez Bosco a comienzos del siglo XX, momento en el que fueron trasladadas a este lugar muchas de las laudas sepulcrales que contiene, mereciendo destacarse la del obispo Alonso Manrique, que luce su escudo episcopal entre motivos ornamentales mudéjares.4
Descripción
[editar]Fue transformada a finales del siglo XV, convirtiéndose entonces en una nave con arcos apuntados de cantería y moldura gótica, cubierta a dos aguas y arcos formeros de medio punto. Nos encontramos ante el único ejemplo en Córdoba donde se utilizó una techumbre de madera sobre arcos diafragmas; de ahí el interés por su análisis, aunque también reside en el ajuste de una concepción arquitectónica del gótico tardío a las formas musulmanas previamente existentes, magistralmente realizado. Esta techumbre es la única de este tipo existente en Córdoba y se debió realizar a finales del siglo XV. En esta época ya habían llegado a Córdoba las bóvedas estrelladas, que constituían la cubierta más frecuente en aquel entonces; por tal motivo, la techumbre de la nave de Villaviciosa es una excepción en la ciudad. Su construcción pudo estar condicionada por la cubrición de las naves musulmanas con techumbres de madera. En cuanto a los antecedentes, hay que señalar que se venía utilizando comúnmente desde mucho tiempo antes, en numerosas iglesias gallegas y catalanas, de forma que se extendió por toda la Península. A los pies tiene un rosetón de tracería gótica.
Mientras que en uno de sus lados se respetaron los arcos de herradura de la mezquita, con sus respectivas columnas, en el lado opuesto se hicieron arcos sobre anchas pilas de ángulos redondeados, como si se hubiera embutido una columna en cada uno de ellos, por lo que resultan semejantes a las del claustro del monasterio de San Jerónimo, construido a fines del siglo XV y principios del siglo XVI.
La bóveda que cubre la capilla se levanta sobre una planta rectangular. Los huecos o lucernas surgieron en la línea de arranque de los arcos y mientras cuatro de estos unen los puntos medios de los flancos, concretando el dibujo de un cuadro, otros cuatro, que se unen de dos en dos, se integran por los centros de los anteriores. El cuadrado del centro da lugar a un octógono por un cerco de figuras triangulares, y consigue una bóveda de doce gallones, llamados así porque traen a nuestra imaginación los gajos de una gigantesca naranja. Los cuatro ángulos de la planta cuentan con cuatro bóvedas pequeñas, intercaladas de otros gallones y estrellas que han surgido del acto creador de los arcos entrelazados. Los sillares de la capilla se hallan dispuestos a soga y tizón.
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