martes, 8 de octubre de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 CONJUNTO MONUMENTALES


Vista parcial de la plaza tomada desde la Torre de Bujaco.

Plaza Mayor es un barrio y espacio público monumental de Cáceres, punto principal de entrada a la ciudad monumental.

Limita por el este con parte del lienzo de la muralla, el más conocido, con la torre de Bujaco, el arco de la Estrella y la torre de los Púlpitos. En la parte sur se encuentra el ayuntamiento y el foro de los Balbos y comienza la calle Pintores, la más comercial de Cáceres. En la fachada oeste destacan sus soportales y se encuentra plagada por bares, restaurantes y diversas tiendas. En el centro de la plaza hay un paseo construido en 2001. En 2011 se remodeló la plaza.1

Historia

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Plaza en el siglo XXI

Durante siglos, ha sido el punto de reunión, centro de la vida social y comercial de la ciudad. La plaza nació en un solar equidistante de los dos principales núcleos de población extramuros de la ciudad en el siglo XIV: las viviendas alrededor de la iglesia de Santiago y las casas en torno a la puerta de Coria. En aquel momento, esta explanada rectangular ligeramente en cuesta era el lugar idóneo para la celebración de ferias, mercados y eventos lúdicos. Así, el centro de la ciudad pasa de ser la explanada aneja a la iglesia de Santa María a ocupar este lugar, que, con el transcurso de los años, se conformará como la plaza principal o mayor de la ciudad.

Arquitectura

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Vista nocturna de la plaza, donde se pueden distinguir parte del Foro de los Balbos en primer plano, uno de los laterales del Ayuntamiento a la izquierda y parte de la muralla a la derecha.

La mayoría de los edificios que circundan la plaza tienen tres alturas y son bloques de vivienda, aunque también hay edificios religiosos como la ermita de la Paz, institucionales como el Ayuntamiento y establecimientos hoteleros. Desde hace algunas décadas se impuso la corriente de encalar las fachadas, si bien se sabe que anteriormente era común la utilización de un enfoscado terroso imitando falsa sillería. Los edificios son de distintas épocas, conservando soportales del siglo XVI que protegen al viandante del sol y de la lluvia mediante arcos rebajados apoyados en robustos pilares de piedra. El estilo general imperante es la arquitectura popular, si bien muchos de estos inmuebles sufrieron modificaciones en los siglos XIXXX y XXI.

Remodelación

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La plaza durante la celebración del WOMAD.

En marzo de 2011 se completaron las obras de reurbanización y remodelación de la plaza Mayor, dirigidas por los arquitectos Antonino Antequera (Estudio Thuban), Francisco Pol Méndez y Asunción Rodríguez Montejano (Mecsa).

El proyecto contempló la creación de una variedad de espacios que permiten su uso en cualquier circunstancia, haciendo de la plaza un lugar de encuentro y adaptándola a los nuevos tiempos.

Cuenta con una Plaza de Verano, espacio de sombra arbolado y con fuentes; una Plaza de Invierno, flanqueada por un muro-fuente y un banco corrido de piedra; el nuevo Foro de la Música, en el Foro de los Balbos, junto al Ayuntamiento, para la celebración de conciertos de cámara, y por último un gran espacio libre central para grandes eventos, cuyo pavimento recuerda formalmente a la vernácula bóveda cacereña de ladrillo, y que cuenta con unos surtidores desde los que se desliza el agua por toda su superficie para combatir las peores horas de calor del verano.






Restos de los sillares de la muralla bajoimperial de Cáceres junto a la ubicación de la desaparecida puerta de Coria.

La puerta de Coria o arco del Socorro fue una de las cuatro puertas con las que contaba el recinto amurallado de Norba Caesarina (actual Cáceres) durante la época romana. Se encontraba en el solar que actualmente ocupa la plaza del Socorro, en la ciudad vieja de Cáceres (Patrimonio de la Humanidad desde 1986). Se mantuvo en uso hasta 1879,1​ cuando fue derribada por iniciativa uno de los notables locales del Partido LiberalJoaquín Muñoz Chaves.2

Historia

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Arco del Cristo: puerta este de la antigua muralla romano-medieval de Cáceres, la única que se conserva. Se cree que el Arco del Socorro era muy similar.

Durante la época romana, el recinto amurallado de Cáceres, que tenía una forma aproximadamente rectangular, con su cardo y su decumano, contaba con cuatro puertas, situadas en cada uno de los puntos cardinales.3​ La más septentrional era de la de Coria (en la actualidad, todas las puertas romanas, salvo la del Río, o Arco del Cristo, en el flanco oriental de la muralla, han desaparecido). La Vía de la Plata bordeaba el emplazamiento de Norba Caesarina por el este, siguiendo la Ribera del Marco. Derivaciones de la calzada unían la vía romana con Norba a través de las puertas del Río, Mérida y Coria.4​ La muralla fue reconstruida en tiempos del dominio almohade y según la tradición, fue la puerta de Coria por donde las tropas de Alfonso IX de León entraron en la ciudad durante la conquista definitiva de Cáceres, en 1229.

La puerta permaneció en pie hasta el siglo XIX. Ya en el siglo XVIII, los vecinos de la zona habían pedido su desaparición para mejorar la higiene de la zona, lúgubre y considerada un foco de insalubridad. En 1764 tuvo lugar la primera petición para la transformación de la puerta, por parte de Pedro Antonio Roco de Godoy, miembro de la aristocracia cacereña, de forma que se facilitase el acceso de coches y carretas5​ (ya en 1751 se había derribado la puerta de Mérida por motivos similares).

En 1879, Joaquín Muñoz Chaves, miembro de una de las familias que, al servicio del el Partido Liberal, gobernaban mediante prácticas caciquiles la provincia de Cáceres y que posteriormente sería senador,6​ solicitó permiso al ayuntamiento de la ciudad para proceder al derribo de la puerta. Chaves, que vivía en una casa de la calle de las Tiendas, próxima al arco, argumentó en su solicitud que la puerta era un foco de insalubridad y que el arco no estaba a la altura de lo que la ciudad de Cáceres merecía (según Chaves, el arco «despojado por completo de todo mérito artístico que aconseje su conservación tiene en sus rincones un depósito de suciedad incompatible con la buena higiene y limpieza de esta parte de la población»; además, «constituye en sus pesadas arquerías un poderoso obstáculo al ensanche y buen ornato del sitio en que está emplazado»).7

Tanto el informe del arquitecto municipal, Emilio María Rodríguez, como el dictamen de la Comisión de Ornato del Ayuntamiento de Cáceres, en sesión celebrada el 29 de octubre de 1879, se mostraron favorables al derribo, autorizando a Chaves «para que por su cuenta realice dicha obra, utilizándose de los materiales que se produzca».7​Aunque la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando pidió al ayuntamiento que no accediera a ello, al tratarse de un acto contrario a la legislación, cuando el oficio enviado por la academia llegó a Cáceres en febrero de 1880, el alcalde, José López-Montenegro ya había aprobado la demolición y esta se había llevado a cabo. Según respondió el ayuntamiento, «ni por la prensa ni por persona alguna entendida se le haya nunca considerado como de mérito artístico ni científico».8

Arco situado sobre la calle Adarve Obispo Álvarez de Castro, en las inmediaciones de la antigua puerta de Coria.

Durante el siglo XVIII, se construyó un arco con bóveda de ladrillo visto para unir la citada Casa de los Condes de Trespalacios con la de los Márquez de la Plata, sobre la calle Adarve Obispo Álvarez de Castro, haciendo esquina con la calle Tiendas (que se dirige desde la plaza del Socorro hacia el centro del casco histórico). Este arco (39°28′30.8166″N 6°22′10.6674″O) se conserva en la actualidad. Se encontraría más al sur y perpendicular al antiguo Arco del Socorro (está situado sobre el antiguo adarve, que trascurría en paralelo a la antigua muralla).

La imagen de la Virgen del Socorro desapareció a principios del siglo XXI tras un cambio de propietario de la casa de los Condes de Trespalacios y la posterior reforma del edificio, sin que se haya vuelto a tener noticias de ella.5

En la plaza del Socorro se ha acondicionado un jardín en el que se pueden observar restos de la muralla romana junto a la ubicación de la puerta de Coria.9

Aspecto

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La descripción más detallada que se conserva es la referida por el ayuntamiento de Cáceres al requerimiento de la Real Academia de la Historia:8

Dos fuertes machones, continuación de la muralla antigua, le servían de estribos y sin más fajas, ni cornisas, ni adornos, ni decoración alguna, volteaba un arco de sillería de medio punto y tres metros de luz, mal labrado, enrasado horizontalmente por la parte superior con fábrica de ladrillo y mampostería, mal enlucida por ambas caras y coronado por una especie de ornacina [sic] que encerraba una imagen aquí de antiguo venerada.

Según la documentación disponible, la puerta de Coria sería muy similar al Arco del Cristo. Se trataba de un arco de medio punto con dovelas almohadilladas. Sobre la puerta existía una hornacina que, tras la toma de la ciudad por los cristianos en el siglo XIII, ocupó una imagen de la Virgen del Socorro, hecho del que deriva el nombre por el que fue también conocida la puerta: Arco del Socorro; en efecto, ya en 1742 se le denominaba como puerta "de Nra. Sra. del Socorro".1​ La puerta se hallaba flanqueada por dos torres que, tras el proceso de derribo de la muralla, quedaron integradas en las viviendas de la zona. La torre situada más occidental se encontraría en la manzana situada entre la calle Zapatería, la calle Arco de España y la propia plaza del Socorro, en tanto que la torre más oriental (conocida en su tiempo como torre del Socorro)10​ lo está en la actual Casa de los condes de Trespalacios.

Tras la demolición de la puerta, la imagen de la Virgen del Socorro fue retirada y expuesta, a partir de 1940, en una hornacina protegida por una reja en la Casa de los Condes de Trespalacios. La imagen retirada tras la demolición era una talla policromada de unos 30 centímetros de alto, datada en el siglo XVII.





Vista lateral de la torre de Bujaco, con la ermita de la Paz a la derecha.
Vista frontal.

Emblema de Cáceres y construcción más llamativa en la plaza Mayor, la torre de Bujaco se encuentra protegiendo el flanco noroeste de la ciudad monumental cacereña. El actual nombre de la torre es una denominación moderna, proveniente quizás del califa Abu Ya'qub (Abu Jacob), constructor de la torre. De ahí se considera que le viene el nombre, aunque otros autores consideran más probable relacionarlo con la palabra buhaco, muñeco de paja y trapo de la zona, que se empleaba para referirse a la estatua del Genio Andrógino, colocada en la parte superior de la torre entre 1820 y 1962.

Descripción

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Es una edificación genuinamente árabe de planta cuadrada erigida sobre sillares romanos reutilizados. Está construida esencialmente de mampostería, siendo reforzada con sillería en las esquinas. Al igual que otras muchas edificaciones militares del periodo almohade es una torre albarrana unida con la muralla por un potente arco de mampostería. Aparece rematada por una ringla de almenas, dos matacanes laterales y uno frontal, añadido muy posteriormente. En la cara occidental, orientado hacia la plaza Mayor, se encuentra el pequeño balcón de los Fueros, cuyo origen se remonta al siglo XVI y está decorada con ménsulas de volutas y un escudo de armas. La torre mide unos 10 m de lado por 25 de alto.

Historia

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Su construcción se remonta a la reedificación de la ciudad por los almohades en el siglo XII. Cuando las tropas cristianas sean capaces de tomar Cáceres por primera vez en 1169, utilizarán en su beneficio esta construcción, pero en poco tiempo será reconquistada por los musulmanes en la primavera de 1173. La torre de Bujaco será el último reducto defendido por los caballeros cristianos después de seis meses de asedio almohade. Ante semejante resistencia, el califa almohade mandó pasar a cuchillo a cuarenta Fratres cacereños, que defendían la torre del asedio. Este califa remodeló la torre tras reconquistar la ciudad.

Balcón inferior añadido en el siglo XVI.

La torre ha sufrido remodelaciones a lo largo del tiempo. Entre 1672 y 1791 albergaba el reloj del ayuntamiento, y por esta razón también fue conocida como la torre del Reloj. A finales de siglo ese reloj sería trasladado a la torre de San Mateo, instalándose posteriormente otro en Bujaco hasta mediados de siglo XX. En 1820 se construiría un pequeño templete en el almenar de la torre albergando el Genio Andrógino de la ciudad. Solo en 1963 se iniciaría el desmoche del templete y su traslado a su ubicación actual en el foro de los Balbos (la estatua original reside en el museo de las Veletas). En su lugar se añadió un nuevo matacán, a semejanza de los matacanes ubicados en los laterales, e igualmente, se procedió a eliminar el encalado de la torre y dejar así a la vista su obra en mampostería.1​ Esa última remodelación le dio un aire más medievalizante, típico en las reformas que se acometieron en Cáceres por entonces.

En el siglo XXI, la torre se ha recuperado para su uso público y está abierta al turismo. Actualmente alberga un centro de interpretación, de obligada visita para el turista, y se permite la contemplación de buena parte de la ciudad monumental desde lo alto del almenar.







La torre de los Púlpitos está situada en el lienzo Oeste de la muralla de la ciudad monumental de Cáceres y es una de las más representativas de la misma.

Torre de los Púlpitos.

Descripción

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De planta cuadrada y construida con sillería granítica, está orientada hacia la plaza Mayor. Adosada a la parte externa de la muralla, es marcadamente cristiana, con sus saeteras en forma de cruz y sus dos esquinas frontales rematadas con cubos cilíndricos, cuya similitud con los púlpitos de una iglesia le han granjeado su nombre. Estos dos remates se apoyan sobre ménsulas y cuentan con tres hileras adornadas con bolas, un elemento decorativo típico de las construcciones militares en la época de los Reyes Católicos. Tiene 16 metros de altura.

Historia

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Detalle de las almenas, saeteras y matacanes.
Arco que une la torre al palacio de Mayoralgo.

Se construyó a finales del siglo XV al abrirse la puerta Nueva (actual Arco de la Estrella) con el fin de defender desde sus saeteras ese nuevo acceso a la ciudad. Es la única torre completamente nueva tras la reconquista cristiana en todo el conjunto de la muralla, de construcción almohade. Originalmente, la torre tenía el acceso a través de una escalera levantada desde la misma muralla, al igual que otras torres de Cáceres. Con el paso del tiempo, sus almenas se convertirían en un lugar privilegiado desde el que se podía contemplar todos los acontecimientos públicos que tenían lugar en la plaza mayor, convertida a partir del siglo XVI en el centro de la vida local. De acuerdo con algunos autores, este debió ser el lugar donde el maestre de la orden de Alcántara Goméz de Solís presenciaba los torneos de la Plaza Mayor conmemorativos de la boda de su hermana Juana. Durante el transcurso de los torneos, la familia del maestre se enfrentaría con el Clavero Alonso de Monroy (alto cargo de la orden), siendo tomado como prisionero y escapando posteriormente.1​ Esto sería el comienzo de una larga serie de enfrentamientos entre la nobleza extremeña que solo concluirían con el fin de las guerras civiles tras la victoria de la reina Isabel la Católica sobre Juana la Beltraneja.

Ya en el siglo XVIII, la torre pierde toda su función militar y la familia Mayoralgo intenta hacerse con el control privado de la misma. En 1728 don José Joaquín de Mayoralgo hace una petición formal a las autoridades locales para levantar un arco que una su palacio con la torre, y en 1738 repite la petición, argumentando que además se liberaría un gran espacio del propio adarve ocupado por la escalera de acceso a la torre, permitiendo el paso de carruajes en dicha vía. Solo en 1764 la familia obtiene el beneplácito local, a condición de que mantenga la torre en buen estado y el arco sea lo suficientemente alto para que permita el paso de coches por el adarve.2​ En la década de 1770 la familia de Mayoralgo logra la incorporación de la torre al palacio para su uso y disfrute privado. Don José María de Mayoralgo y Golfín manda construir un arco que salva el adarve y une dicho palacio con la muralla, creando un pasillo elevado a más de cuatro metros.3​ Esto permitía a los dueños participar de los acontecimientos públicos en la plaza Mayor desde la torre sin necesidad de salir de su propia casa.

El frontal de la torre quedaría prácticamente oculto durante el siglo XIX y principios del XX por construcciones privadas que deseaban ocupar el espacio de la calle descendente hacia la plaza. Solo después de progresivas restauraciones, se libraría todo el espacio de la torre y el lienzo de muralla colindante. Actualmente, la torre de los púlpitos está abierta al público y se puede acceder desde el centro de interpretación de la Torre de Bujaco.

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