miércoles, 23 de octubre de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 CONJUNTOS MONUMENTALES

Casas Colgadas
bien de interés cultural
Localización
PaísBandera de España España
Comunidad Castilla-La Mancha
UbicaciónCuenca
Coordenadas40°04′40″N 2°07′42″O
Información general
Usosvivienda y edificio de museo
Declaración11 de octubre de 2016
OcupanteMuseo de Arte Abstracto Español

Las Casas ColgadasColgantes o Voladas, también Casas del Rey,a​ son un conjunto de edificios civiles situados en la ciudad española de Cuenca.18​ Se denominan así por poseer una parte de ellas en voladizo, o grandes balcones, sobresaliendo en la alta cornisa rocosa de la hoz del río Huécar. Los únicos tres ejemplos de este tipo de edificaciones que aún perduran son la Casa de la Sirena y las dos Casas de los Reyes, construidas entre los siglos XIII y XV. Estas edificaciones, junto a su catedral gótica, contribuyeron a que la ciudad amurallada de Cuenca fuera nombrada en 1996 Patrimonio de la Humanidad.1920​ El 25 de octubre de 2016 fueron declaradas Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.2122​ En ellas está ubicado el Museo de Arte Abstracto Español.

Historia

La historia gráfica de estos edificios comienza en 1565, año en el que el pintor flamenco Anton van den Wyngaerde los incluye, junto con toda la cornisa de San Martín, en su espléndida panorámica Cuenca desde el este. Las fotografías más antiguas del lugar, fechadas en el último tercio del siglo XIX, nos muestran que el conjunto permaneció casi intacto durante varias centurias, aunque desafortunadamente, poco queda de aquella maravilla arquitectónica y paisajística de la vieja ciudad de Cuenca.23

Cuenca desde el este, de Anton van den Wyngaerde, en 1565

En el pasado, era frecuente encontrar este elemento arquitectónico en el borde este de la ciudad antigua, situado frente a la hoz del río Huécar, aunque hoy sólo perdura una pequeña parte de ellas. De todas, las más conocidas son un conjunto de tres edificaciones con balcones de madera.

Antiguo puente de San Pablo y Casas Colgadas en segundo plano

Se tiene constancia de que fueron construidas en los siglos XV y XVI.24​ A lo largo de su historia, han pasado por diversas remodelaciones, siendo las más recientes, la realizada durante la década de 1920, cuando aún perduraban ocho; y la de 1966, debido al alto estado de degradación de las que quedaban en pie. Han sido utilizadas como viviendas de uso particular y casa consistorial.25

Las casas fueron reinauguradas el 5 de febrero de 1966, con la asistencia de diversas personalidades como el ministro Manuel Fraga y el obispo Inocencio Rodríguez. El alcalde Rodrigo Lozano solicitó a Fraga que Cuenca contara con un parador, en el edificio que albergaba el Archivo Histórico Provincial, junto a las ruinas del castillo,26​ pero que finalmente fue ubicado en el convento de San Pablo en 1993. Cinco meses después, el ministro visitó las obras de la parte que alojaría el Museo de Arte Abstracto Español,27​ gestionado por la Fundación Juan March,28​ el cual fue reformado y ampliado en noviembre de 2016, coincidiendo con su cincuenta aniversario.29​ Aún en la década de los 90, la parte anexa al museo funcionaba como mesón restaurante.30​ Tras su cierre, hubo nuevos planes de reformas para albergar un nuevo mesón, los cuales fueron fallidos3132​ y el espacio se destinó a la ampliación museística mencionada.33​ En marzo de 2017, se adjudicaron obras para crear un nuevo mesón en régimen de concesión y volver a rehabilitar el monumento.34

Estructuras similares en otras poblaciones

Este tipo de construcción arquitectónica tiene numerosos ejemplos en otros lugares. En España, podemos encontrarlo en AlbarracínCantaviejaCastellfullit de la RocaFrías, las casas del Oñar en Gerona, sobre el Tajo de Ronda,35​ ViverZafra de Záncara o Tarazona.36​ En algunas de estas edificaciones, no solo son los balcones los que quedan sobre el vacío, sino parte del interior de los hogares, junto a las ventanas. En la ciudad italiana de Florencia, son destacadas las casas colgantes del Ponte Vecchio.





Edificio del Archivo Histórico Provincial de Cuenca
Tipoedificio
Usopalacio de justicia, prisión y edificio de archivo
Catalogaciónbien de interés cultural
LocalizaciónCuenca (España)
Coordenadas40°04′53″N 2°07′37″O
Construcciónsiglo XVI
ArquitectoEnrique Álvarez-Sala Walther y Carlos Rubio Carvajal

El edificio del Archivo Histórico Provincia de Cuenca es un inmueble de dicha ciudad española, ubicada en la parte más alta del casco urbano, junto a los restos del antiguo castillo. Antigua cárcel, fue restaurado a finales del siglo XX y desde entonces sirve como sede del Archivo Histórico Provincial de Cuenca.

Historia

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Antecedentes

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El castillo de Cuenca data del siglo X, ocupando el lugar más escarpado de la ciudad, motivo por el que resultó casi inexpugnable a las tropas cristianas, siendo su reconquista fruto del asedio durante meses.

Cuenca tuvo un gran valor estratégico dentro del Reino de Castilla derivado de su posición en el camino hacia el Reino de Aragón y Reino de Valencia: era una incitación a su conquista. Esta llegó con Alfonso VIII, quien después de tomar la ciudad estableció su residencia en ella durante unos años. Una vez en manos cristianas, la ciudad y su territorio necesitaban un orden jurídico, que derivó en la concesión del Fuero de Cuenca, el más importante de los fueros medievales y paradigma de las recopilaciones extensas de derecho municipal. El Fuero fue concedido por Alfonso VIII, quien hizo de su nueva conquista la capital y plaza fuerte avanzada de la frontera castellana con el reino de Aragón y con las tierras almohades de Valencia. La función propia de castillo pervive durante toda la Baja Edad Media, llegando al siglo XVI bastante deteriorado como consecuencia de los acontecimientos sucedidos tras cuatro siglos de intensos avatares.

Edad Moderna

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Grabado de Goya, representando a Mateo Zapata, preso por la Inquisición de Cuenca.

El edificio habría sido construido en el siglo XVI,1​ en concreto las obras habrían iniciado hacia 1575.2​ Durante los siglos XVI al siglo XIX, el edificio estuvo destinado a albergar la sede del Tribunal de la Inquisición de Cuenca y Sigüenza. Los Reyes Católicos decidieron introducir la Inquisición en Castilla y reclamaron a Roma la bula que autorizase el funcionamiento de dicha institución en el territorio castellano.

El asentamiento de la Inquisición en Cuenca tuvo lugar en 1489. Sin embargo, no será hasta la cesión del Castillo por Real Cédula de Felipe II, en 1574, cuando se inicien las obras que tendrán como consecuencia la edificación de la Cárcel y Tribunal y su ocupación por los inquisidores, desde 1583. En el edificio construido para tales fines se plasmó el programa ideológico de la Inquisición. Los arquitectos tuvieron libertad para construir con las únicas limitaciones del espacio del solar y económicas. Se construyó el edificio que se quería y se necesitaba, sin tener que aprovechar estructuras preexistentes. Por ello, el edificio se convierte en un documento histórico de gran importancia, puesto que se mantienen, en la actualidad, espacios tal cual se construyeron. Ubicado en lo más alto de la ciudad, los inquisidores ocuparon un lugar permanente en la mente de los ciudadanos, y aún de las autoridades, civiles y eclesiásticas.

A lo largo del siglo XVII tuvo lugar un debate acerca de la idoneidad del lugar elegido y la edificación del Tribunal en esta parte alta de la ciudad, que no tendrá mayores consecuencias en que el edificio siga donde estuvo inicialmente.

Los delitos contra los que actuó la Inquisición se plasmaron en la cantidad de personas que sufrieron pena de cárcel. El Tribunal perseguía, sin diferenciar condición social. Los intelectuales de los siglos XVII y XVIII destacaron en la nómina de encarcelados. Uno de aquellos fue Diego Mateo Zapata (1664-1745), médico y filósofo murciano condenado por el Tribunal de Cuenca y prisionero en este edificio algo más de un año. Este intelectual que tuvo una participación activa en las controversias médicas que hubo en España, desde mediados del siglo XVII hasta bien entrado el siglo XVIII, quedó magníficamente retratado por Francisco de Goya en uno de sus grabados: Zapata, tu gloria será eterna.

Soneto conservado en la pared de una de las celdas del edificio de la Inquisición de Cuenca, atribuido a un preso judaizante. Principios del siglo XVII

Soneto atribuido a Manuel de Castro, judaizante condenado por la Inquisición de Cuenca. Pared este del edificio.
Es tan grande mi pena y sentymiento
en esta prisión triste y rigurosa
ausente de mis hijos y mi esposa
que de puro sentillo no lo siento.
Oh, si llegase presto algún contento,
oh, si cansada ya la ciega diosa,
conmigo se mostrase más piadosa,
poniendo treguas a tan gran tormento.
Más, ay, que mi esperanza entretenida,
consume el alma en tan larga ausencia,
adonde está aresgada honra y vida.
Más yo confío en Dios que mi conciencia
está tranquila aunque afligida,
al menos, reconozcan mi ynocencia.

Edad Contemporánea

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Guerra de la Independencia

Los hechos que sucedieron en la ciudad durante la Guerra de la Independencia (1808-1814), incluida la actuación del Empecinado no pasaron de largo por la sede del Tribunal: Las casas principales del Oficio las volaron en mucha parte los franceses, con un repuesto de pólvora que dejaron al intento el día que se fueron de esta ciudad, a los últimos del mes de agosto del año 1812, por cuya causa nos vimos precisados a colocar el Tribunal en una casa propia suya, pero reducida, en la que estamos con la mayor incomodidad. Sin embargo, la actuación española no es desdeñable a la hora de valorar el estado en que quedó la cárcel, según Mateo López, arquitecto: El edificio de las casas del Tribunal, arruinado y destruido en mucha parte de él por las tropas francesas, y en algo por las españolas. Los reparos en el edificio fueron necesarios y en ese sentido se actuó, aunque el final legal de la Inquisición en España estaba cerca. Suprimido el Tribunal de Cuenca, el edificio fue nacionalizado y se subastó en 1862. A lo largo del siglo XIX se sucederán varias reformas de la cárcel.

Siglos XX y XXI

En esta centuria el edificio será testigo, nuevamente, de su función carcelaria hasta el año 1972 como prisión provincial, acabando muy deteriorado en su estructura tras su abandono. Tal como ocurrió en el siglo anterior, se constata otra gran reforma encaminada a su mantenimiento como prisión, realizada en el año 1950. Unos años después, surgirá la necesidad de buscar un espacio nuevo para el Archivo Histórico Provincial, que se encontraba ubicado en la Casa de Cultura. En el año 1985 se inician los trabajos encaminados a la rehabilitación de la antigua cárcel, con destino a Archivo. Fue inaugurado el día 6 de mayo de 1991 por el ministro de Cultura Jordi Solé Tura. Los autores del proyecto arquitectónico, Enrique Álvarez-Sala Walther y Carlos Rubio Carvajal, aplicaron técnicas puramente reconstructivas, resultando un edificio que se inserta perfectamente en el caso histórico de la ciudad. El edificio actual fue declarado Bien de Interés Cultural en noviembre de 1997, teniendo, por tanto, una protección singular según establece la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español.3​ En el año 2007 fue premiado como la mejor obra rehabilitada en Castilla-La Mancha en los últimos veinte años.






Posada de San José
Tipoedificio
Usoescuelaposada y palacio
Catalogaciónbien de interés cultural
LocalizaciónCuenca (España)
Coordenadas40°04′46″N 2°07′45″O

La posada de San José es un edificio de la ciudad española de Cuenca, situado en la parte alta de dicha localidad formando cornisa a la Hoz del Huécar y presentando fachada de acceso a la Ronda de Julián Romero con medianeras izquierda a edificio de viviendas y derecha al patio ‘Jardín del Clero’.

Descripción

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La edificación consta de varios cuerpos superpuestos que se van adaptando al gran desnivel existente entre la calle de acceso y el jardín hacia la Hoz del Huécar. El edificio original data del siglo XVII. Perteneció a la familia Mazo. Esta casa palacio, convertida hoy en posada, se conserva, casi en su integridad, en estado original y es uno de los escasos ejemplares que de esa época ha llegado hasta nuestros días, para servir de modelo de cómo eran otras mansiones señoriales que había en esta parte de la ciudad. Dispone de varias estancias y salones en distintos niveles, comunicados entre sí por diversos tramos de escaleras e iluminados por huecos y galerías abiertos a la Hoz del Huécar, a la que también se asoma un pequeño, frondoso y ameno jardín. En su interior se encuentran restos de viguería medieval e islámica. La portada es de gusto purista herreriano, propio de la época, aunque tardío, de nobles aunque no muy depuradas líneas. Consta de un ordenamiento en pilastras toscanas, vaciadas con ataires, hueco central adintelado y, en el montante, hornacina de medio punto y fondo plano, del mismo orden, en la que hay un tosco San José actual, bajo frontón partido y rematado con las bolas herrerianas y en el hueco de su vértice, una sencilla cruz en relieve. A ambos lados sendas cartelas con las armas de la familia Mazo.

Construida por Juan Bautista del Mazo en 1621, yerno y colaborador de Velázquez, pintor de cámara de Felipe IV, posteriormente sirvió de sede al Colegio de Infantes de Coro de la Catedral de San José, formado por doce niños cantores. Esta institución la fundó el canónigo y arcipreste Diego de Mazo de la Vega, hijo del discípulo de Velázquez, y se constituyó en 1660, después de su fallecimiento. Su labor se prolongó hasta hace poco tiempo, y Pío Baroja en su novela La nave de los locos todavía pudo reflejar las impresiones que experimentó desde la terraza de la catedral al oír sus voces partiendo de este edificio. Se restauró para uso comercial en el siglo XX.

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