IGLESIAS DE ESPAÑA
La Iglesia de Nuestra Señora de Barnuevo era una de las 35 parroquias con las que contaba la ciudad de Soria. Desapareció en el siglo xix.
Historia[editar]
La Iglesia de Nuestra Señora de Barnuevo aparecía en el censo de Alfonso X el Sabio elaborado en el año 1270. Esta iglesia se situaba junto a la puerta de Nájera y derecha del paseo que va de la población al Mirón.1 Aquí celebraban sus reuniones el linaje de los Barnuevo y tenían sus enterramientos, algunos de ellos con las estatuas yacentes, como las que se hallaban en la capilla de San Pablo.
Aunque fue una de las parroquias más importantes, estaba ya en plena decadencia en la segunda mitad del XVIII, siendo destruida por los franceses durante la Guerra de la Independencia y anexionada a San Pedro en 1814. Antes dependieron de ella San Mateo, San Prudencio, San Nicolás, San Llorente y San Juan de Muriel.
Descripción[editar]
Era una pequeña iglesia, como casi todas las parroquias que aparecían en el censo de Alfonso X elaborado en 1270 y de estilo románico.
La actual Calle de Nuestra Señora de Barnuevo es una de las que suben al paseo del Mirón, donde confluye con la de la Puerta de Nájera, en el punto donde se hallaba esta iglesia. La planta dibujada en el plano de Coello (1860) representa a una iglesia de una nave con una capilla adosada al muro sur del presbiterio, ábside semicircular y una serie de amplias dependencias envolviendo este conjunto por el este y por el sur, tal vez en este último caso un pórtico.
En el año 1990, al construirse unas viviendas en esa zona, los movimientos de tierras pusieron al descubierto un muro que bien pudiera corresponder a los restos de esta iglesia, sin que existan más noticias al respecto.
La iglesia de Nuestra Señora de Calatañazor era una de las 35 parroquias con las que contaba la ciudad de Soria. Se abandonó en el siglo XVIII y desapareció en el siglo XIX.
Historia[editar]
La Iglesia de Nuestra Señora de Calatañazor aparecía en el censo de Alfonso X elaborado en el año 1270. Otra de las parroquias en las que se agruparon gentes procedentes de un mismo lugar, en este caso de la enriscada villa. Como no podía ser menos, aquí celebraban sus juntas el linaje Calatañazor. Se hallaba bajando desde la calle de San Lorenzo al Postiguillo y Molino de Enmedio.1
Quiso demolerse en el año 1662, lo que de momento no se consiguió por la intervención del Ayuntamiento. Dos años después se insta a su reparación tras lo cual debía volver la campana que se habías llevado a San Pedro, aunque parece ser que nada de ello se hizo. Su portada quiso trasladarse a la ermita de San Saturio, que se estaba construyendo a fines del siglo XVII, pero cuando se intentó desmontar, en 1699, se derrumbó completamente.
Todavía debió subsistir algunos años más, al menos desde un punto de vista administrativo, así en el archivo de la concatedral de conserva el Libro Carta de Cuenta de Santa María de Calatañazor que va de 1592 a 1744.
Descripción[editar]
Era una pequeña iglesia, como casi todas las parroquias que aparecían en el censo de Alfonso X elaborado en 1270, de estilo románico. En el plano de Coello se reflejan sus ruinas, en un lugar donde aún hoy se conserva la calle que lleva el nombre de la vieja parroquia.
La iglesia de San Clemente era una iglesia románica que poseía la ciudad de Soria (España). Se situaba en la Plaza de San Clemente y fue derribada en 1952.
Historia[editar]
La Iglesia de San Clemente fue una de las 35 parroquias que aparecía en el censo de Alfonso X en 1270.
Daba nombre a una de las 16 cuadrillas que había en la ciudad, pero se unió con las cuadrillas de Santo Tomé y San Martín por el bajo número de vecinos que las habitaban.
La antigua iglesia de San Clemente se encontraba anexa al Palacio de los Ríos y Salcedo. Fue derruida por sus malas condiciones estructurales y el paulatino abandono en 1952, durante el obispado de Saturnino Rubio, quien firmó el contrato para su derribo y la venta de la misma a la empresa Telefónica. Fue sustituida por el actual edificio de esta empresa en estos momentos también en desuso.
En 2007 durante las obras de soterramiento de contenedores en esta plaza, se hallaron restos óseos procedentes de la necrópolis medieval, entre los siglos XII y XIV, situada junto a la iglesia. Son tumbas de inhumación orientadas al este. Los enterramientos junto a los templos fueron muy comunes hasta el siglo XVIII. No es la primera vez que se encuentran restos óseos, en 1995 fue en la iglesia de El Salvador, en 2006 en la iglesia de la Mayor y hace ya bastantes años durante las obras de rehabilitación de las plazas de Abastos y de San Esteban se encontraron restos pertenecientes a las necrópolis de las desaparecidas iglesias de San Miguel de Montenegro y San Esteban respectivamente.
Descripción[editar]
Se trataba de un templo románico del siglo XII, considerado una filial de la iglesia de Santa María la Mayor. Era de una sola nave con dos capillas laterales, ábside semicircular y espadaña a los pies. Los capiteles de su arco triunfal se conservan en el Museo Numantino.
La iglesia de Santa Cruz era una de las 35 parroquias con las que contaba la ciudad de Soria. Desapareció en el siglo XIX.
Historia[editar]
La Iglesia de Santa Cruz aparecía en el censo de Alfonso X elaborado en el año 1270. Es notoria la costumbre que tuvieron los primeros pobladores de Soria de dar al nombre de su nueva parroquia el de su lugar de origen. Aunque la advocación de Santa Cruz está relativamente extendida dentro de las iglesias medievales, hay que advertir también la existencia de una localidad llamada Santa Cruz de Yanguas, en la comarca de Tierras Altas, de donde se sabe que llegaron algunos de los pobladores de la ciudad.
Fue una de las colaciones más famosas al estar aquí custodiado el rey Alfonso VIII durante su minoría de edad, motivo que valió a sus parroquianos el privilegio de elegir alcalde todos los años, frente a la alternancia que regulaba al resto de las colaciones. Aquí celebraban sus juntas los miembros del linaje de Santa Cruz, uno de los doce troncales, aquí se enterraban y en su entorno se hallaban sus casas solariegas.
En el siglo XVI era todavía iglesia importante con suntuosos enterramientos, pero un siglo más tarde la iglesia estaba ya agregada a San Pedro, por hallarse con pocas rentas, muy maltratada y desierta. En ruinas estaban también las casas del linajes principal, por haberlas desamparado los Rebolledos, uno de los vinculados al troncal de Santa Cruz, en quienes recayeron.
Sin duda en el principio de su decadencia está el hecho de que los miembros de aquel linaje decidieran trasladarse a la colegiata, como patronos de una capilla que llevaría su mismo nombre. Esto acurriría a partir de 1540 cuando Juan de Santa Cruz solicita el patronazgo de la entonces capilla de Nuestra Señora, para sí y sus sucesores.
Tuvo asociada la cercana parroquia de San Juan de los Naharros y a finales del siglo XVIII, ya en franca decadencia, ella misma fue anejada a la colegial de San Pedro. El abandono definitivo del culto, o al menos el mantenimiento del edificio, debió llevarse a cabo al concluir el primer cuarto del siglo XIX, pues de los varios libros de esta parroquia que se custodian en el archivo de la concatedral,uno, de fábrica, se inicia en 1642 y concluye en 1826.
A mediados de ese mismo siglo todavía quedaban restos a la derecha del camino que sube de la colegiata a la ermita del Mirón,1 Así se refleja también en el posible que Ramírez Rojas llegara a ver todavía algún paramento entre las ermitas e iglesias abandonadas que ubica, de forma genérica en las laderas del Mirón.
Descripción[editar]
Era una pequeña iglesia, como casi todas las parroquias que aparecían en el censo de Alfonso X elaborado en 1270, de estilo románico.
Hoy todavía conserva aquel camino el nombre, delimitando por poniente un modesto barrio cuya casa más septentrional debe coincidir con el solar de la iglesia. En los muros de esta vivienda se ve algún sillar con marca de cantero y dos estelas discoideas flanquean la entrada, aparecidas en el cementerio que se encuentra allí mismo, aunque existen contradictorias noticias que la hacen provenir del entorno de la iglesia de Renieblas.
De esta parroquia proviene un Lignum Crucis muy particular por su magnitud y adorno depositado en la actualidad en la Concatedral, no habiendo noticia alguna de quién lo dio en los papeles de la Iglesia. Se sabe que la reliquia de la Santa Cruz regresó a Soria en 1522, cuando el Papa Adriano VI la requirió para venerarla devolviéndola al año siguiente. Esta es la mención más antigua de esta reliquia. En el año 1968 se realizó un paso para la Semana Santa que porta dicha reliquia y es sacado en procesión el Viernes Santo por la Cofradía del Santo Entierro de Cristo.
La Iglesia de Santo Domingo de Silos era una de las 35 parroquias con las que contaba la ciudad de Soria.
Historia[editar]
La Iglesia de Santo Domingo de Silos aparecía en el censo de Alfonso X elaborado en el año 1270. Esta iglesia se situaba en el campo de Santa Clara, frente al cuartel, antes convento de este nombre,1 en la calle de su nombre.
Desapareció en el siglo xvii.
Descripción[editar]
Era una pequeña iglesia, como casi todas las parroquias que aparecían en el censo de Alfonso X elaborado en 1270 y de estilo románico. Estaba muy cerca del Convento de Santa Clara. Desapareció en el siglo xix.
La ermita de Nuestra Señora de las Viñas era una de las ermitas románicas con las que contaba la ciudad de Soria. Se situaba en las faldas del Castillo, en la vertiente opuesta a la población.
Historia[editar]
La ermita de Nuestra Señora de las Viñas se situaba en las faldas del Castillo, en la vertiente opuesta a la población, entre los cerros del Castillo y de los Moros. En las inmediaciones de la ermita, según Marisol Encinas estaría localizado el cementerio hebreo, “más apropiado parece situarlo extramuros, al sur del recinto fortificado, cerca de Santa María de las Viñas, templo del que aún son visibles algunos muros arruinados”.1
Escasos datos se tienen acerca de esta ermita, considerada por Rabal como una de las iglesias anexionadas a Nuestra Señora del Espino; "la parroquia [...] es hoy la de más categoría e importancia después de la colegiata de San Pedro, porque en ella se refundieron la de Nuestra Señora de las Viñas, las de Santiago, San Sebastián y Santo Domingo de Silos".2
En el año 1766 aún debía encontrarse en pie ya que en la descripción de Soria realizada por Fr. Enrique Flórez, catedrático de la Universidad de Alcalá en Noticias de la Vida y Escrito, menciona a dicha ermita junto a la de Santa Bárbara como una de las que se encontraba fuera de su recinto amurallado: "Soria tiene dos ermitas extramuros, Santa Bárbara y Nuestra Señora de las Viñas, casi enfrente de San Saturio. El río intermedio.".3 Aquí acudía la ciudad en el segundo día de rogativas o letanías menores durante el triduo de la Ascensión.4
En el plano realizado por Dionisio Badiola en 1813 aparece una edificación y unos huertos en el lugar en el que pudo ubicarse aunque no aparece identificada y en el de Francisco Coello de 1860 no hay rastro de edificaciones en esta zona por lo que debió desaparecer en el siglo xix.
Descripción[editar]
Perteneció a la Iglesia de Nuestra Señora del Espino junto con las iglesias de San Sadornil y Santiago. Todavía se conservan los restos arruinados de la misma junto a la muralla de la ciudad que actualmente hace de tapia para el cementerio.
En el año 2013 aparecieron restos óseos humanos en las faldas del Castillo probablemente debido a las fuertes lluvias de este año y al constante transitar de peatones y motos. A falta de lo que dictamine la investigación, los restos podrían ser medievales y estar relacionados con el cementerio hebreo localizado en la zona o con la desaparecida ermita, una de las que tenía la ciudad de Soria fuera de su recinto amurallado.
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