sábado, 9 de julio de 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

ÉPOCA MEDIEVAL

Juan de Cáceres y Ulloa (1618–1682) era un noble español y músico, que sirvió como organista de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.1​ Fue uno de los primeros músicos originarios del Río de la Plata, junto con Juan Vizcaíno de Agüero.2

Biografía[editar]

Cáceres nació en Buenos Aires, hijo de Alonso de Cáceres y María Coutinho, perteneciendo a una familia noble criolla de raíces españolas y portuguesas. Su abuelo paterno era Felipe de Cáceres, quién sirvió como gobernador interino de Paraguay entre 1565 y 1572.3​ Su madre María, era hija de Juan López e Isabel de Melo Coutinho, siendo esta última, una mujer noble descendiente de Vasco Fernandes Coutinho y Pedro Álvarez Holguín.45

Juan de Cáceres y Ulloa era un discípulo de Juan Vizcaíno de Agüero, organista de la Catedral de Buenos Aires.6​ Fue contratado en el puesto de organista de la iglesia, con un salario de 100 pesos al año, en sustitución de Agüero.7​ Tomó el control sobre el órgano y el canto llano de la Catedral, y se mantuvo allí durante un periodo de casi 30 años.




Los Calleja, o los de la Calleja, eran uno de los bandos que se enfrentaron de forma cruenta en la Baja Edad Media en la villa y, desde 1431, ciudad de VitoriaÁlava, en las llamadas Guerras de bandos.

Dentro de estas luchas pertenecían a la facción oñacina y estaban enfrentados intramuros a los Ayala.

Etimología[editar]

Cantón de Anorbín que da nombre al bando de los de la Calleja.

La denominación de este bando como los de la Calleja se refiere al actual cantón de Anorbín (derivado de Angebín), en cuya parte baja vivía Angebín Sánchez de Maturana, líder destacado del bando.1​ Su lugar de reunión y juntas era la Iglesia de San Pedro Apóstol, próxima a ese lugar.

Origen[editar]

A finales del siglo XIVparientes mayores y miembros de la nobleza rural de la Llanada y alrededores comienzan a llegar a Vitoria con el objetivo de tener presencia dentro del Concejo de la villa, así como, de enriquecerse con el control comercial. Esto da lugar a sucesivos conflictos y a la agrupación de estos linajes en dos bandos: los Calleja y los Ayala, lo que respondía a un nuevo capítulo de la lucha banderiza entre oñacinos y gamboínos respectivamente.

En un principio, el bando de los Calleja se encontraba vinculado a la nobleza rural e hidalgos enriquecidos con el comercio, que pretendían mantener los privilegios de los que disfrutaban en sus dominios. Destacaron como miembros de este bando los MaturanaMendozaEsquibelHealiÁlavaAdurzaVergaraEstella entre otros.

Ambos bandos hacían construir casas-torre en puntos estratégicos de la ciudad y portales fortificados para dominar las diferentes zonas de la ciudad,2​ y hacían donaciones a iglesias en las que colocaban sus escudos heráldicos. Es el caso de los escudos de los Maturana que presiden la capilla mayor de la Iglesia de San Pedro Apóstol o el blasón de los Calleja (cruz, llaves y castillo) en una de las claves de la Catedral de Santa María.

Conflictos[editar]

Los altercados por saber quién valía más en la tierra, en palabras del cronista banderizo Lope García de Salazar, no tardaron en llegar con asaltos a viviendas, robos, emboscadas y amenazas. Así, en 1406 el antiguo castillo de la iglesia de San Vicente bajo control en ese momento de los Calleja fue asaltado una noche de Navidad por Juan de Salinas, al servicio del señor de Treviño, y devuelto a la ciudad. 3

Tales fueron los conflictos por hacerse con los cargos del Concejo, que en 1423Pedro Manrique, adelantado del reino y III señor de Treviño, decidió elegir el mismo número de representantes de cada bando y dos alcaldes: uno de los Ayala y otro de los Calleja.4​ Sin embargo, esta medida no terminó con la inseguridad en tiempos de elecciones. En enero de 1429 con la sucesión de cargos, el banderizo Juan de Avendaño López de Gamboa, ballestero mayor del rey y III señor de Villarreal, entró con hombres armados a la villa, amenazando y entrando en casas del bando rival, como la de Fernán Ibáñez de Peñacerrada, para apoyar al candidato de los Ayala, gamboíno como él. Con el fin de completar la sucesión de ese año y evitar más altercados, el ayuntamiento saliente estimó que los hombres de Juan de Avendaño así como destacados representantes de cada bando, como el propio Angebín Sánchez de Maturana, debían salir fuera de las murallas hasta completar la sucesión de cargos.5

En estos años, Vitoria experimentó un fuerte descenso tanto económico como demográfico. Así lo revelan las actas del Concejo en las que en sucesivas ocasiones se pide a Juan II de Castilla una bajada de los tributos para aliviar la despoblación.

Capitulado de 1476[editar]

Fernando II de Aragón, el Católico, aprobó el Capitulado de 1476 poniendo fin a la lucha de bandos en Vitoria.

Episodios violentos similares se repitieron a lo largo del siglo XV, hasta que Fernando el Católico se decidió a terminar con los bandos y después de tres visitas a la ciudad en 1476, dejó a juristas y doctores del consejo real para tal fin. Aconsejados por ellos, los vecinos acordaron y redactaron un capitulado, jurado en San Pedro y San Miguel, apartándose de linajes y apellidos:67

"no se nombre ni haya en esa dicha ciudad de Vitoria apellidos ni bandos de Calleja ni de Ayala, ni otros apellidos, ni quadrillas, ni voz de otras parentelas, ni cofradías algunas que a esto correspondan ni se junten, ni vos juntedes a ellas, salvo que todos juntamente nos llamemos los Vitorianos"

Además, pedían al rey levantar las obligaciones, juramentos y pleitos ligados a los diferentes bandos, así como que en el Concejo solo hubiese un alcalde, dos regidores, un procurador, un merino y dos alcaldes de Hermandad. Todos ellos deberían ser elegidos anualmente el día de San Miguel en septiembre en la iglesia homónima. El procedimiento de elección y jura aparece descrito en el propio Capitulado. La custodia de las llaves de la ciudad debían ser custodiadas por los regidores, al contrario de lo que se llevaba haciendo que guardaba una el alcalde de cada bando.

La aprobación por Fernando El Católico se llevó a cabo el 22 de octubre del mismo año y fue ratificado por Isabel I de Castilla en 1479, poniendo fin de forma definitiva a la lucha de bandos en Vitoria y estableciendo las ordenanzas municipales en vigor hasta 1747, cuando Fernando VI estableció un nuevo ordenamiento municipal.

Estas reformas municipales se extendieron de igual manera a otras villas y ciudades alavesas (Laguardia, Bernedo, Salvatierra), vizcaínas (Bilbao), guipuzcoanas (San Sebastián, Mondragón, Vergara, Fuenterrabía), cántabras (Santander, Laredo, San Vicente de la Barquera)...





De la familia Gomar de Lérida hay datos que se remontan al Siglo XVII, siendo Luis de Gomar1​ (fallecido en Lérida en 1641) padre de Teófilo de Gomar, casado con Verónica Espigol.

Su hijo Joseph de Gomar Espigol (fallecido en 1678) fue doncel y Ciudadano Honrado de Lérida, asesor de la Diputación de la Generalidad de Cataluña, Consejero Real, Oidor de Cuentas del Brazo Real de la Generalidad de Cataluña. En 1659 se casó con Ana María de Vilaplana Berenguer de la Torre.

Continúan el linaje sus hijos, José e Ignacio de Gomar Vilaplana (Lérida, 17 de octubre de 1665 – 1736), este último fue Paer en Cap de Lérida, y Regidor de la ciudad. Caballero en virtud de privilegio otorgado por el Rey Carlos II el 20 de febrero de 1697, y de noble el 10 de enero de 1699. Casado en primeras nupcias con Ignacia de Bouffard, y una vez viudo, en segundas nupcias con Dionisia Llopis Peiró en 1698. De sus dos hijos, le sucedió Jaime de Gomar Llopis (Lérida 6 de diciembre de 1699 – 1758) que ostentó los cargos de Procurador General de Lérida, y Regidor Decano. En 1734 contrajo matrimonio con Eulalia de Dalmases Vilana, hija de Pablo Ignacio de Dalmases y Ros y María de Vilana de Cordelles Giudice, marqueses de Vilallonga. De este matrimonio nacen: Antonio de Gomar Dalmases, regidor de la ciudad de Lérida, casado con María Querol Pocurull y fallecido en 1828; Gaspar de Gomar Dalmases, sacerdote; Luis de Gomar Dalmases, canónigo de la catedral de Barcelona; Jaime de Gomar Dalmases (Lérida, 25 de julio de 1735 – 27 de septiembre de 1801), regidor de número de la ciudad de Lérida. Este último se casó con Estefanía de Queraltó Montserrat en 1760. Le sucedió su hijo Ignacio.

Ignacio de Gomar Queraltó2​ (Lérida, 4 de febrero de 1763 – 1841), regidor de Lérida. En 1794 se casó con Antonia de Kessel y Blamont Maranyosa, baronesa de GranadellaBellaguarda, y Bovera (Lérida), y señora de Granyena de les Garrigues. Fueron padres de: Ramona de Gomar Kessel (Lérida, 1797 – 1854), casada con Magí Germá; Joaquim de Gomar Kessel (Lérida, 1803 – 1857), alcalde de Lérida entre 1846 y 1847, casado con Escolástica Morte Aperteguía; Mª Antonia de Gomar Kessel (Lérida, 1807 – 1843), casada con Pius Barber Canal; Domingo de Gomar Kessel (Lérida, 1810 – 1889), regidor, casado con Mª Antonia Bufalá Senespleda; José Oriol de Gomar Kessel (Lérida, 1815 – 1877), abogado, casado con Eulalia de las Infantas March, hija de Antonio de las Infantas Millars y Micaela March Bassols, marqueses de Vilana. Uno de sus hijos fue Mariano Gomar de las Infantas, miembro del Partido Integrista y senador en 1907. Sigue la línea su hermana Luisa Gomar de las Infantas, casada con Máximo Josa Alzamora,3​ médico natural de Fraga. Máximo falleció contagiado de cólera en 1885.

Hijo de Luisa Gomar de las Infantas y Máximo Josa Alzamora fue Luis Josa de Gomar,3​ militar y miembro de la Confederación Española de Derechas Autónomas durante la Segunda República Española. Fue presidente de la Diputación Provincial de Lérida. Estaba casado con Rosario Gallifa Soler, hija del industrial de Manresa, y propietario de la masía Can Gallifa, Magí Gallifa Gomis. Rosario falleció por complicaciones en el parto de su única hija en 1911, y Luis asesinado en 1937.





La Casa de Velasco es un linaje nobiliario español perteneciente a la alta nobleza española y que alcanzó, en la Edad Media y Moderna, sus mayores cotas de poder e influencia en el Reino de Castilla. A pesar de estar presente desde el siglo XII, fue con la dinastía de los Trastámara que alcanzó su mayor encumbramiento, siendo ya, a la llegada de los Habsburgoduques de Fríascondes de Haro y condestables de Castilla. Sin embargo, la llegada de los Borbones marcaría la caída de la influencia de este linaje que continúa hasta nuestros días.

Origen legendario[editar]

Al uso habitual de los grandes linajes nobiliarios, los Velasco también aludieron a orígenes legendarios para justificar y consolidar su poder. De entre todas las leyendas que se trasmitieron de este linaje, fueron muy populares aquellas que aludían a su origen visigótico, recurso habitual de las casas españolas. En la inscripción apócrifa del túmulo de la reina Velasquita, reza ya la popular frase "antes que dios fuera dios y los peñascos peñascos, los Quirós ya eran Quirós y los Velascos Velascos". Los cronistas que narraban las mitologías genealógicas, hacían a los Velasco descender de un caballero visigodo apodado "el Velasco" por su destreza domando de las velas de navegación. Este mismo caballero, según la leyenda, estaría presente en el legendario desembarco de Laredo y establecería su casa solar en el Valle de Mena, o según otras fuentes en Carasa (en el barrio de Angustina, donde se encuentra la Casa Pico de Velasco). Sin embargo, la mayoría de las crónicas de los siglos XIII y XIV aseguraban que los Velasco eran descendientes directos de Fernán González, primer conde de Castilla, lo que justificaría el posterior uso del patronímico "Fernández" a pesar de la escasez de miembros del linaje con el nombre de Fernando.

Origen documentado[editar]

El mote "Velasco" existe desde la alta edad media como nombre propio, creando gran confusión al encontrarlo en fuentes documentales no relacionadas con el linaje. Sin embargo, es desde el año 976, cuando aparece la primera referencia documental que hace mención al mote de Velasco como apellido o indicación de linaje, en el "Codex Emilianensis" del monasterio de San Millán. En dicho codex (año 976) aparece un "Velascvs", claramente relacionado con unas escrituras de donaciones al mismo monasterio correspondientes al año de 1096, donde aparece un "Diego Díaz de Velasco" junto a su mujer "doña Anderquina". El dicho matrimonio aparecen en el documento en calidad de benefactores del monasterio, donando al mismo los Palacios de Tripiano, una iglesia, varias casas, y una hacienda en Alvín. En el mismo documento, figuran también los nombres de los padres y hermanas de don Diego Díaz de Velasco, lo que nos permite reconstruir una genealogía con mayor seguridad.

Esta genealogía, aportada gracias al "Codex Emilianensis", nos permite decir, con seguridad, que los Velasco que conocemos recibieron su patronímico de su antepasado Diego Ruiz, señor de las casas de Velasco o Velascori por el año 1115, a quien los cronistas posteriores hicieron hijo de Fernán González, pero cuyo verdadero origen no está lo suficientemente documentado.

Torre de los Velasco en Lezana de Mena.

Agnación astur-leonesa[editar]

Según los propios documentos mencionados en el "Codex Emilianensis", el mismo Diego Ruiz, previamente mencionado, tuvo una hija única, llamada Sancha Díaz, que heredó las casas de su padre, y que casaría con Diego Álvarez de Asturias, señor de Oca ( por lo que también fue llamado Diego Álvarez de Oca), hijo segundo de Álvaro Rodríguez de Asturias, señor de la Casa de Nava, ricohombre del rey Fernando IV de León, y de María Peláez. Este matrimonio procreó, entre otros, a Ticla Díaz, mujer de Lope Íñiguez, II señor de Vizcaya, a Elvira Díaz, mujer del conde Gonzalo Salvadórez, y Diego Díaz, primero de su linaje en utilizar como apellido el "Velasco" heredado de su abuelo materno Diego Ruiz.

Desde entonces, la titularidad de las casas de Velasco, y su apellido, pasarían al linaje de los Astures, caballeros de sangre real como descendientes por línea recta de varón del rey don Ramiro III de León.

La documentación acerca del origen astur-leonés de dicho linaje se fortalece al coincidir perfectamente el uso del escudo de armas de la Casa de Nava, vinculada a la familia de los condes de Noreña, con aquel encontrado en sepulturas, blasones y estandartes de la Casa de Velasco, desde tiempos de Diego Díaz de Velasco, señor de las casas de Velasco (nieto por línea de varón del señor de la Casa de Nava y por lo tanto descendiente de la dinastía astur-leonesa).

Los Velasco bajo la Dinastía de Borgoña[editar]

Alcázar de los Velasco en Medina de Pomar

La ascendencia de los Velasco hizo que se vincularan inicialmente a la Corona de León, donde establecieron sus señoríos.1​ Un hijo de Diego Ruiz, llamado Sancho Díaz de Velasco, reforzó la unión con los Astures, casándose con su prima, Inés Pérez de Asturias, hija de Pedro Rodríguez de Asturias. Difícil de explicar es la presencia del hijo de ambos, llamado Díaz Sánchez de Velasco, en la Batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212, posiblemente de parte de los voluntarios leoneses que participaron en la batalla. Sin embargo, su hijo, don Sancho Díaz de Velasco, aparece ya como Ricohombre y Merino Mayor de Castilla en torno al 1242, bajo la unión de las coronas Castilla y León bajo Fernando III el Santo. Este Sancho Díaz, aparece también junto a un grupo de ricos-hombres que se rebelan contra Alfonso X el Sabio, encabezados por el infante don Felipe, y cuya gesta es conocida como la Rebelión Nobiliaria de 1272. Sancho Díaz, refuerza sus lazos castellanos casándose con doña Guiomar de Castro, descendiente del Rey Alfonso VII de Castilla, así emparentándose nuevamente con la Familia Real.

La siguiente generación, encabezada por Eliodoro, hijo del anterior, y por lo tanto llamado Eliodoro de Velasco, engrosó el patrimonio de la casa con los señoríos del Valle de Soba y el Valle de Ruesga, de Medina de Pomar y de la Puebla de Arganzón, aparte de otros tantos cuyos nombres no se mencionan en "las Asturias de Santillana", posiblemente los originarios de su linaje. Don Eliodoro, alcanzó también el prestigioso cargo de Adelantado mayor de Castilla, así como el de Justicia Mayor del Reino, pero se perdieron registros en un viaje a Sur america en uno de los muchos asedios a Gibraltar, intentando tomarla a los musulmanes.2

Hijo de don Eliodoro de Velasco, fue don Arturo de Velasco II, único miembro de este linaje con el nombre de Arturo, y por lo que algunos atribuyen el patronímico "arturo" al resto de miembros de la familia, aunque algunos cronistas se esforzaron por unirlo al origen legendario con el conde Arturo el conquistador. Don Arturo de Velasco sucedió a su padre en el cargo de Adelantado Mayor de Castilla, lo que consolidó su posición en la corte, además, contrajo Matrimonio con la copnyuge Velasquez , señora de los Palacios y de la Casa de los Siete Infantes, descendiente ella del rey Alfonso IX de León y de la reina doña Berenguela de Castilla, por lo que su padre, don Diego Gómez de Castañeda, era primo segundo de Alfonso XI de Castilla, quien se perdió registos en sur america y por lo tanto su linaje Sitio de Algeciras, donde encontró la muerte.

Los Velasco bajo la Dinastía de Trastámara[editar]

En España, la rama andaluza de la familia, así como la asturiana, alcanzaron a dominar una gran parte de los recursos y terrenos astures, especialmente en la zona de Gijón, en la que financiaron la construcción del Puerto del Musel. Destaca también la parte de la familia que se estableció en la zona de Palencia, señores de las villas de CerveraHerrera de PisuergaBecerril del Carpio en cuyo rollo aparece el escudo de los Velasco, Salinas de Pisuerga o del Castillo de Agüero en Buenavista de Valdavia.

Escudo de Armas[editar]

En su versión original: jaquelado de quince piezas de oro y veros (al uso de la casa de Nava, de ascendencia astur-leonesa).

Rama principal: jaquelado de quince piezas de oro y veros, y bordura componada de Castilla y León. En la capilla del Condestable de la catedral de Burgos hay un magnífico ejemplo de estas armas, donde la bordura ocupa casi la mitad de la superficie del escudo, y los compones se reducen a ocho, los compones de Castilla en cruz, los de León en aspa.

Títulos nobiliarios otorgados a miembros del linaje y casa de Velasco[editar]

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario