lunes, 6 de septiembre de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XV EN ESPAÑA

La conquista romana de Mallorca fue llevada a cabo por el cónsul y general romano Quinto Cecilio Metelo, (el cual recibió posteriormente el sobrenombre de Balearicus), con el pretexto de que las islas Baleares eran un refugio de piratas, en el 123 a. C.1​ Asimismo, también se baraja como añadido al principal casus belli el interés del imperio romano por incluir a los honderos baleares a sus tropas, ya que su habilidad con la honda era bien conocida debido a los azotes recibidos durante las contiendas de las guerras púnicas.2​ Entre otra serie de motivos también ha de añadirse la estrategia militar de contar con una vía marítima hacia Hispania, ya que por tierra les suponía una dificultad extrema, dado que se encontraban en guerra con la Galia Narbonense, las riquezas de las tierras baleáricas, y también a las políticas de expansión de Roma.3​ No obstante, la verdadera finalidad de la incursión consistía en establecer una cuña al comercio fenicio.4

Metelo, a sabiendas de la destreza de los isleños con la honda mandó cubrir sus barcos con pieles, formando una especie de tiendas donde podían ponerse a cubierto para evitar los proyectiles lanzados y poder así desembarcar en la isla, donde le resultó arduo encontrar a los habitantes, dado que todavía vivían de modo salvaje en grutas.5​ (en la Sierra de Na BurguesaCalviá, están registradas 45 cuevas6​ algunas usadas como refugio y obtención de agua.7​) Desde la perspectiva militar es de suponer que la invasión no supuso una verdadera dificultad para las tropas romanas, bien organizadas y armadas, frente a la población indígena, cuya mejor defensa era el uso de la honda y poco más, además de ser una sociedad completamente tribal y con inferior capacidad de organización. Asimismo, algunas fuentes hacen hincapié en la gran matanza de habitantes y destrucción de los santuarios indígenas situados en Son Carrió, Son Favar y Roca Rotja.8​ Esta invasión supuso el fin del período postalayótico de la isla de Mallorca.9

Tras una campaña de dos años, en 121 a. C., incorporó las islas a la provincia de Hispania Citerior, y fundó la ciudad de Palma, hoy día capital de la isla, y también Pollentia, que fue la capital tras la conquista, con tres mil colonos romanos (Iberias Romaion) traídos de la península ibérica, así como soldados de las legiones pompeyanas, como la Legio Vernacula.10​ De todos modos, dado que el origen de las familias pertenecientes a la élite provenían de Italia, específicamente de la zona del Piceno, otros historiadores han estimado que muchos de los colonos fueron traídos también desde allí,11​específicamente de una de las 35 tribus romanas, la conocida como Velina.12

Aunque al parecer la romanización de la isla se llevó a cabo con cierta facilidad, se ha estimado que fuese posible que esta llegase antes por vía económica que por cultural, dado el carácter del indígena mallorquín, susceptible a una rápida asimilación de la cultura foránea, y también por la escasa formación cultural de los colonos para poder latinizar y reducir la cultura talayótica en un centenar y medio de años.13​ De todos modos, cabe destacar que la diplomacia entre Roma y las islas se había establecido nueve décadas atrás, tal y como comenta el historiador Tito Livio, con el envío de emisarios baleáricos en 217 a. C. al general Cneo Cornelio Escipión Calvo debido a las operaciones llevadas a cabo por una escuadra romana a Ibiza, por entonces llamada Ubusus, ciudad que formaba parte del bando cartaginés durante la segunda guerra púnica.14​ Este periodo de dominación romana duró hasta el 455 d.C., cuando la reconquistaron los vándalos.

Conquista de Mallorca
Roman Army & Chariot Experience, Hippodrome, Jerash, Jordan (5072088459).jpg
Fecha123 a.C.
LugarMallorca
ResultadoVictoria romana
Beligerantes
República romana tardíaHondero balear
Comandantes
Quinto Cecilio Metelo Baleárico

Antecedentes[editar]

Conocer la importancia estratégica de las islas Baleares en el entramado comercial del mar Mediterráneo16​tras las guerras púnicas es fundamental para comprender el interés de las distintas civilizaciones que en la antigüedad decidieron conquistarlas para tenerlas bajo su dominio y control.11​ Como ya indicaron los antiguos navegantes, Ibiza se encontraba a un día de navegación de Iberia y a 24 horas desde Libia, lo que en principio resultaba en un excelente lugar para recalar y abastecer de agua y comestibles a las embarcaciones, así como repararlas de algunas posibles roturas del viaje.11​ A esto hay que añadir también la cantidad de puertos naturales en los que podían desembarcar con cierta facilidad.11​ Todo esto hace pensar que las Baleares consistían en el escondrijo perfecto para corsarios y piratas que desde los acantilados divisaban a las naves que se acercaban y sopesaban la fiabilidad de su abordaje.11​ Asimismo, las islas servían también como acortamiento del camino entre las dos penínsulas para los navíos que llevaban género para comerciar.11​ A pesar de que el motivo oficial del senado romano para la invasión de las Baleares fue la piratería, no está claro si los piratas realmente eran habitantes de las islas o si eran del exterior, junto a algunos nativos insulares que se les unían para cometer fechorías.17​ Los historiadores tienen distintas perspectivas sobre la procedencia de los piratas.17​ Mientras que para unos los instigadores eran baleáricos, para otros eran extranjeros que asolaban las islas para reclutar esclavos.17​ Tampoco falta la opinión de que estos piratas eran en realidad de origen fenicio, relacionados con Ebusus, la actual Ibiza.17

Mapa de las principales rutas comerciales usadas por los fenicios

Las principales rutas marítimas durante el siglo II a.C. del comercio del Mare nostrum, que era el nombre dado por los romanos al Mediterráneo, eran llevadas a cabo principalmente por la civilización romana, la fenicia y la cartaginesa. Con la caída de Cartago tras la tercera guerra púnica, Ibiza, bajo el control fenicio, se encontraba en superioridad cultural respecto a Mallorca y Menorca, que vivían el periodo postalayótico, y dentro del ámbito de la cultura del hierro.18​ Durante esta época, se estima que una de las principales actividades comerciales de Mallorca se encontraba en la exportación de sal, así como en el reclutamiento de honderos desde Ibiza para servir en el éjercito fenicio.19

Consecuencias[editar]

Una vez conquistada la isla los romanos crearon las ciudades de Palma y Pollentia, pero a pesar de que las fuentes citan la creación de ambas en el 123 a.C. las investigaciones llevadas a cabo tras los restos arqueológicos fechan su florecimiento en la primera mitad del siglo I a.C., así como que esos solares habían estado ocupados por los isleños con anterioridad.20​ También se llevaron a cabo toda una serie de cambios en el ámbito social, ya que los honderos fueron incorporados a las legiones romanas como mercenarios auxiliares, así como transformaciones de carácter religioso y de culto, principalmente en la forma de enterrar a los muertos, que los nativos hacían en cuevas naturales o artificiales envueltos en ofrendas que suponían usarían en la siguiente vida.21​ No obstante, a pesar de que la romanización se llevó a cabo con relativa rapidez, se estima que la base étnica del indígena balear debió perdurar.






La dominación bizantina de las Islas Baleares es un periodo histórico que se inicia en 534, con la conquista por parte del Imperio Bizantino de esta parte del Reino Vándalo, y finaliza en una fecha incierta situada entre principios del siglo VIII y principios del siglo X. La documentación sobre esta época es muy escasa, así como los restos arqueológicos conocidos, por lo cual abundan las suposiciones historiográficas.

Belisario, general bizantino artífice de gran parte de la expansión de Bizancio por el mar Mediterráneo.

Historia[editar]

Conquista bizantina[editar]

Mapa del Imperio bizantino en 550 d. C. bajo el reinado de Justiniano.

Derrocado el rey vándalo Hilderico, aliado del Imperio Bizantino, por el usurpador Gelimer, el emperador Justiniano I encargó al general Belisario (533) la expedición de conquista del Reino Vándalo, que además de la región de Numidia, en África noroccidental, incluía las islas de CerdeñaCórcega y las Baleares. Belisario encomendó un año más tarde a su lugarteniente Apolinario la conquista del archipiélago balear, donde ejerció el cargo de gobernador. Los bizantinos mantuvieron la estructura territorial vándala, y las Baleares, extremo occidental del Imperio, permanecieron en la provincia de Cerdeña, que a su vez dependía de la jefatura de África.

Máxima expansión bizantina[editar]

Máxima expansión bizantina bajo Justiniano.

Al poco de la conquista bizantina de las Baleares, el Imperio Bizantino conquistó extensos territorios del sur de Hispania (Provincia de Spania) entre el 552 y el 620, iniciando la conquista en Cartago Nova. Así, las Baleares pasaron a ser un territorio estratégico en las rutas marítimas imperiales hacia la península ibérica, ya que en estos años ocupaba un territorio muy similar al del Imperio Romano (prácticamente su misma extensión salvo Hispania, la Galia e Inglaterra). Esta centralidad permite suponer que las Baleares estaban muy integradas en el conjunto del Imperio.

De esta época, las escasas referencias documentales conservadas, refieren a cuestiones religiosas:

Pérdida bizantina de las posesiones hispánicas[editar]

En el siglo VII el Imperio Bizantino vivió una etapa de decadencia, muy debilitado por las luchas contra el Imperio Sasánida, en Oriente, y contra los longobardos, en sus posesiones de Italia. Así, en el 620 los bizantinos perdieron a manos de los visigodos, sus posesiones hispánicas, y las Baleares volvieron a ocupar una posición excéntrica al Imperio. Poco tiempo después los árabes emergen como una nueva potencia mediterránea, y entre los años 633 y 645 los bizantinos perdieron definitivamente sus posesiones en SiriaEgipto y Cirenaica, llegando incluso sufrieron el asedio de Constantinopla (688). Se supone que, en este contexto, el poder bizantino se fue debilitando en las Baleares.

La incierta dependencia de Bizancio[editar]

En este estado de debilidad imperial, Bizancio mantenía sus posesiones de SiciliaCerdeña, algunos enclaves en el centro y sur de Italia o las posesiones de Numidia, en el norte de África, pero estas últimas fueron tomadas por Mussa ibn Nussayr en el 705, el cual, dos años más tarde, envía a su hijo Abd-Allah ibn Mussa ibn Nussayr a una expedición en los territorios bizantinos de SiciliaCerdeña y las Islas Baleares, firmando con sus gobernantes un tratado de sumisión o ahd. Asimismo se llevó, entre otros hospedajes de los distintos territorios atacados, los malik de Mallorca y Menorca, seguramente gobernadores bizantinos, a Damasco, para ratificarlo ante el califa omeya Al-Walid. Este tratado no se ha conservado, pero debía de ser parecido al Tratado de Orihuela, firmado por el hermano de Abd-Allah seis años después.

Estos tratados de sumisión, reiterados en el 848,3​ parecen incompatibles con el mantenimiento de la dependencia de Bizancio, enemigo declarado de los musulmanes, pero esta es una cuestión sin resolver definitivamente.

También a finales del siglo VIII, en el 799, ante los continuos ataques musulmanes en las Islas Baleares se enviaron embajadas a la corte de Carlomagno para ofrecerle la sumisión de las Baleares a los carolingios a cambio de ayuda, la cual fue aceptada. No se documenta la continuidad de esta sumisión, pero no parece que esta dependencia se pudiera mantener una vez iniciadas las guerras civiles francas (830-840) y en todo caso después de la renovación del tratado de sumisión con el emir de Córdoba Abd al-Rahman II, en el 848.

Todos estos episodios, junto con la expedición normanda de 859, y las pretensiones del obispado de Gerona sobre Mallorca y Menorca formuladas en 892 y 897 ponen de manifiesto que si todavía existía una dependencia de Bizancio esta era puramente formal y la población de las islas tenían que afrontar las grandes dificultades del momento por sí solos.

Finalmente las Baleares fueron anexionadas en el 903 al Califato de Córdoba. En el relato de la conquista que hace el historiador Al-Zuhri, se afirma que los rum resistieron al Castillo de Alaró durante 8 años y 5 meses. La palabra árabe rum es polisémica, y tanto puede referirse, en un sentido restringido, a los bizantinos como, en un sentido extenso, a los cristianos, por eso se ha defendido que los mallorquines de entonces todavía eran percibidos, al menos, como bizantinos.

Restos materiales bizantinos en las Baleares[editar]

Mosaico de Balearia, procedente de la Basílica de Son Peretó (Museo de Historia de Manacor).

Los restos materiales bizantinos más importantes de las islas Baleares son un conjunto de basílicas paleocristianas rurales, en las islas de Mallorca (Son PeretóSon FadrinetSa Carrotja y Cas Frares) y Menorca (Fornàs de TorellóSon BouCap del Port de FornellsIsla den Colom e Isla del Rey), junto con el cenobio de Cabrera, que fueron construidas o reformadas durante el período bizantino, en general presentan elementos constructivos y decorativos, especialmente los mosaicos, de influencia oriental y norteafricana fechables al siglo VI.

También forman parte del conjunto bizantino los castillos de Alaró, Castillo del Rey y Santueri, en MallorcaCastillo de Santa Águeda en Menorca. Asimismo, se conservan restos defensivos de esta época en Dalt Vila en Ibiza, a pesar de que todas estas construcciones son reutilizaciones de época romana, como también lo debieron de ser las ciudades de Pollentia y Palma.

En cuanto a hallazgos arqueológicos destacan un utensilio siciliano encontrado en Albeña y un colgante con una figura coronada encontrado en S'Illot. También se conserva un capitel bizantino en el Convento de Santa Catalina, en Palma de Mallorca y en el basamento central del altar mayor de la Catedral de Palma, pero en estos últimos casos se trata de piezas de época posterior a la dominación bizantina.

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