sábado, 13 de marzo de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 HISTORIA MEDIEVAL - SIGLO VIII

Hudhayfa ibn al-Ahwas al-Qaysi (en árabeحذيفة بن الأحوص القيسي‎, romanizadoḤudhayfa ibn al-Aḥwaṣ al-Ḳaysī era el octavo valí de al-Andalus bajo el califato omeya de Damasco. Sirvió seis meses en el año AD 728 (AH 110).

Hudhayfa sucedió a Yahya ibn Salama al-Kalbi como valí a mediados de 728. Esto fue probablemente relacionado al cambio en el gobierno en Ifriqiya. El gobernador anterior, Bashir, un miembro del Banu Kalb como Yahya, murió tarde en 727 y su sucesor elegido fue reemplazado temprano en 728 por la Califa Hisham ibn Abd al-Málik. El gobernador nuevo de Ifriqiya era Ubayda del clan Qays Aylan. Desde el gobernador de al-Andalus era bajo la autoridad del gobernador de Ifriqiya, por el medio del año Yahya (quizás muerto) había sido reemplazado por un Qaysi.1​ Hudhayfa es el último gobernador cuya cita por el gobernador de Ifriqiya con el consentimiento de la califa consta en la Crónica de 754. Todos los gobernadores subsiguientes parecen tener gobierno independientemente de Damasco.2

La Crónica de 754 estuvo escrito en latín por un contemporáneo mozárabe de al-Andalus. Graba que Hudhayfa—cuyo nombre está deletreado Odifa—estuvo en poder solamente seis meses.1​ La Crónica Profética (883) también le da un gobierno de seis meses, pero la lista de gobernadores compilada por el becario andaluz Ibn Habib (878/9) le tiene gobernando un año entero.2​ El historiador del siglo XVII Ahmed Mohamed al-Maqqari, sigue la corriente de Ibn Habib y data su gobierno de junio o julio de 728 hasta abril de 729.3

La Crónica de 754 critica a Hudhayfa por un no especificado levitas, implicando que carezca de la virtud de gravitas (dignidad) estando considerado un imperativo de alto gobierno.1​ Fue sucedido después de un breve plazo por Uthman ibn Abi Nisa al-Khathami.







Husayn de Zaragoza (en árabeحسين بن يحي الانصاري‎ Ḥusayn ibn Yaḥyà al-Anṣārī o الحسين بن يحي الانصاري Al-Ḥusayn ibn Yaḥyà al-Anṣārī) era valí de esa ciudad en 777 y todavía la gobernaba en 781.

En 774 Husayn conspiró con la aristocracia yemenita contra el emir, proclamando el gobierno del califato abásida en Al-Andalus. Como respuesta, el emir envió al General Abd al-Melek bin Umar, que obtuvo la lealtad de Abu Taur de Huesca y el valí de Tudela, pero que fue rechazado en Zaragoza.

En el año 777 Husayn se alió con Sulayman ben al-Arabí de Barcelona y Abu Taur de Huesca contra el emir de Córdoba. Sulayman viajó a Paderborn y ofreció a Carlomagno la sumisión de los tres, pero seguramente se excedió con las promesas, porque Husayn no estaba dispuesto a entregar Saraqusta a los francos. Cuando Carlomagno llegó ante la ciudad en el 778, Husayn se negó a abrir las puertas y alegó que él, personalmente, no había prometido nada. Carlomagno sitió la ciudad sin éxito y al cabo de un mes se retiró, y en el verano su ejército sufrió una grave derrota en Roncesvalles.

Husayn se mantuvo rebelde hasta el año 781 cuando el emir de Córdoba atacó la ciudad1​ con un ejército poderoso comandado por Thalaba ibn Ubayd-Al·lah al-Judhamí,2​ y lo obligó a someterse. A cambio de la lealtad, Husayn conservó el cargo. Su hijo, Said bin Husayn, fue entregado al emir como rehén.







Muhammad ibn Abd Allah al-Ashjai (en árabeمحمد بن عبد الله الأشجعي‎, romanizadoMuḥammad ibn ʿAbd Allāh al-Ashdjaʿī) fue el undécimo valí de al-Andalus bajo el Califato omeya de Damasco en AD 730 (AH 111–112).1​ Fue uno de una serie de árabes de Ifriqiya que sirvieron como gobernadores en al-Andalus de 721 a 731.2

Después de que diez meses en el cargo, el predecesor de Muhammad, al-Haytham, afrontó un intento de golpe de estado a principios de 730. Arrestó a los conspiradores, pero sus parientes renegaron sobre su elección a su superior, el gobernador de Ifriqiya. Según la Crónica de 754, la fuente más temprana, al-Haytham fue arrestado y llevado a Ifriqiya, pero su sustitución pretendida, al-Qhafiqi, no pudo ser encontrado, Muhammad fue nombrado para reemplazarle en cambio. Su nombramiento formal tuvo lugar, según la Crónica, un mes después de que al-Haytham había sido depuesto.3

Según la Crónica profética, escrita en 883, solo gobernó un mes.4​ Al-Maqqari, una fuente más tardía, pone su legislatura en marzo–mayo de 731, un año más tarde que las crónicas más tempranas indican, pero correctos antes de la fecha generalmente aceptada para cuándo al-Ghafiqi finalmente tomó cargo.







Abd al-Rahman ibn Katir al-Lahmi fue el penúltimo gobernador omeya de Al Andalus desde octubre de 746 hasta enero de 747.1

Fue sucedido por Yusuf ibn 'Abd al-Rahman al-Fihri.







Abū-l-Majšī (Aššawš, Cora de Elvira (actualmente provincia de Granada) - c. 796) fue el primer poeta andalusí reconocido en el mundo árabe.

Biografía[editar]

Perteneció a un importante familia árabe, la de Tamim y entre sus ancestros se encontraba ˁAdī ibn Zayd al-ˁIbādī, uno de los grandes poetas árabes preislámicos.

Su padre era un notable funcionario de Damasco. Muy pronto destacó en los géneros del panegírico y la sátira en el círculo cordobés del emir Abderramán I el Emigrado.

El prestigio de que gozó en su tiempo está avalado por el testimonio del historiador Ar-Rāzī —transmitido por Ibn al-Jaṭīb—, quien dijo:

tenía [Abū-l-Majšī] una dicción exuberante y expresaba hermosos conceptos con su fácil palabra, con lo que llegó a ser el mejor poeta de al-Andalus [en su época] y principal panegirista de los omeyas que se divulgaron mucho entres sus gentes.

También habla Ar-Rāzī del carácter irascible de Abū-l-Majšī, cuyas sátiras llegaban en ocasiones a constituir ácidos libelos:

era embustero, pendenciero y arrojado; no dejaron algunos de acusar sus agravios y apelaron contra él denunciando su maldad, pero él se reía de eso y continuaba con sus excesos.

Sin embargo, la cualidad más relevante a efectos literarios fue su gran talento para la poesía. En todo caso la fama de su mal genio podría deberse a que tomó partido por el partido de Suleyman en su conjura contra su padre el emir Abderramán I frente a su otro hijo Al-Hisham, futuro emir Hisham I de al-Ándalus, que tras ser sofocada, condujo a Abū-l-Majšī a perder la lengua y los ojos debido a las represalias que contra el poeta tomó Hisham. Pese a todo, Abderramán I desaprobó el castigo aplicado a Abū-l-Majšī por su hijo y sucesor, y le indemnizó con el doble de la cantidad que la ley estipulaba para tales casos, suma que ascendió a cuatro mil dinares, la mitad de ellos pagados por el propio Hisham.

A raíz de este suceso, Abū-l-Majšī se haría acompañar en adelante por un rapsoda (rāwī), quien recitaba una elegante qaṣīdah, de registro íntimo y confesional raro en la poesía árabe de esta época, por la que Abū-l-Majšī ha pasado a los anales de la lírica arábiga, siendo elogiado por poetas de la talla de Abū Nuwās. He aquí algunos versos de esta casida:

Mi musa está angustiada ante la adversidad, pues Dios dictó una sentencia que se ha cumplido.
Ahora ella contempla a un ciego, que solo camina por la tierra a tientas con su báculo;
y llora dolorida; y pronuncia palabras con voz ferviente, que llegan a lo más hondo de mi ser.
Mi corazón se desgarra cuando ella me dice: ¡Entre todas las desgracias no hay una mayor que la ceguera!
Cuando la ceguera sobreviene a un hombre que antes vio, queda —aunque vivo— como un muerto sepultado [...]
Antes, cuando venían las caravanas, yo era para ellas
el hombre fuerte que las guiaba en el desierto interminable; el hombre que, en los terribles peligros,
siempre encendía la guerra y atravesaba las tinieblas. Montábamos los camellos gordos y briosos, y los dejábamos flacos, extenuados de fatiga.






Matruh ben Sulayman al-Arabí fue valí de Barcelona de 780 hasta 792.

Matruh, junto con su padre Sulayman ben al-Arabí, valí de Barcelona, se unió al ejército de Carlomagno que se dirigía a Zaragoza en 778. Como Zaragoza no se sometió, el Emperador tomó como rehenes a sus aliados que lo habían informado mal y, entre ellos, al propio Sulayman al-Arabí. Matruh y su hermano Aysun se aliaron a los vascones y en Roncesvalles derrotaron al ejército franco en 788 y liberaron a su padre. Parece ser que Sulayman se quedó en Zaragoza (el valí de Zaragoza Husayn, era su aliado) y envió a Matruh a gobernar Barcelona (que incluía Gerona).

En 780, a la muerte de su padre (asesinado en Zaragoza), Matruh pasó a ser valí titular de Barcelona y Gerona. En 781 el emir sometió Zaragoza y asoló la Cerdaña. Probablemente, antes de esto ya Matruh se había sometido al emir y, como Husayn en Zaragoza, fue reconocido como valí de Barcelona.

Se sabe que tras 785, dos servidores de su hermano Aysun, Amrus ben Yusuf y Sabrit, pasaron a su servicio. Poco después Matruh se sublevó otra vez y se apoderó de Huesca y Zaragoza en el año 789.

En 791 o 792 fue asesinado por sus servidores Amrus y Sabrit. Amrus, tras este crimen, destacó por su lealtad al emir.







Abu Abd ar-Rahman Musa ibn Nusayr ibn Abd ar-Rahman Zayd al-Bakri al-Lajmi o Musa ibn Nusair (en árabeأبوعبد الرحمن موسى بن نصير بن عبد الرحمن زيد اللخمي‎), llamado Muza o Musa en la tradición española, fue un caudillo militar musulmán yemení (era de los Lájmidas, conocida como tribu del sur o del Yemen123​), gobernador y general del califato Damasquino Omeya (640716/718) en el norte de África (Ifriquiya, actual Tunicia). A la edad de 71 años participó en la invasión musulmana de la península ibérica, según la historiografía tradicionalmente admitida, basada en crónicas árabes de los siglos X y XI, y fue el primer valí de al-Ándalus, gobernando entre los años 712 y 714.

Musa ibn Nusair
Musa bin Nusayr - موسى بن نصير.png
Información personal
Nacimientoc. 640 Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimientoc. 716 Ver y modificar los datos en Wikidata
Hiyaz (Arabia Saudita) Ver y modificar los datos en Wikidata
ReligiónIslam Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
OcupaciónLíder militar y Vailí Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupadosValí de Al-Ándalus (714-716) Ver y modificar los datos en Wikidata
ConflictosConquista musulmana del Magreb y Conquista musulmana de la península ibérica Ver y modificar los datos en Wikidata

Biografía[editar]

En el norte de África, la pacificación que le permitiría posteriormente el avance territorial no estaba exenta de dificultades que provenían fundamentalmente de la resistencia de los bereberes (se consigue la sumisión con la toma de rehenes de los hijos de notables y jefes) y de la zona cristiana magrebí (cuyos dirigentes terminan optando por aceptar acuerdos que le confirman en sus dominios, como don Julián, señor de Ceuta).4

En 698 se convirtió en gobernador o virrey de Ifriquiya en el norte de África, y fue el encargado de poner fin a una rebelión de los bereberes. Tuvo que combatir los ataques de la armada bizantina y construyó una fuerza naval que saquearía las islas de IbizaMallorca y Menorca en el año 707.5

En esa altura, la Hispania visigoda se hallaba inmersa en una tremenda confusión, con dos reyes rivales, Agila II y Rodrigo, que controlaban zonas diferentes de la península; y uno de ellos además (Rodrigo, electo gracias al apoyo de la mayor parte de la aristocracia visigoda) enfrentado a la oposición de un grupo minoritario, quizá de partidarios de los descendientes de su antecesor el rey Witiza. Tal vez este grupo fuese el que solicitara la ayuda de Musa ibn Nusair, a través de Don Julián, gobernador de Ceuta o quizás (menos probable) de Tánger, aunque en este período es casi imposible conocer los hechos reales, adornados mucho después con leyendas. Fuese como fuese, el caso es que Musa envió a su lugarteniente Táriq ibn Ziyad, que desembarcó junto a la roca que después por él fue llamada Gibraltar, el 30 de abril de 711, al frente de 7000 bereberes. Táriq derrotó a Rodrigo en la batalla de Guadalete y avanzó rápidamente por el territorio peninsular.6

En 712 Musa, acompañado por su hijo Abd al-Aziz ibn Musa y con un ejército de 18 000 hombres, cruzó el estrecho de Gibraltar y procedió a la conquista del resto del territorio visigodo.6​ Ocupó Medina SidoniaCarmona y Sevilla y, seguidamente, atacó Mérida poniendo sitio a la ciudad que resistió un año (30 de junio del 713). Desde Mérida, Musa, se dirigió a Toledo.

En 714 Musa y Táriq tomaron Zaragoza y avanzaron hacia Lérida. Llamados a Damasco, ambos invasores se separaron y Musa se dirigió a Asturias para tomar LeónAstorga y Zamora, y llegar hasta Lugo.

A su regreso a Sevilla, Musa fue llamado a Damasco por el nuevo califa Suleimán I para rendir cuentas. Antes de partir, como si de bienes propios se tratasen en vez de ser de la comunidad islámica, Musa repartió el gobierno de los diferentes territorios que administraba entre sus hijos: Abd al-Aziz, su cuarto hijo, como gobernador de Al-Ándalus; Abd al-Málik (también llamado Marwán) ibn Musa, que era el segundo, de Ceuta y Tánger y Abd Al·lah ibn Musa, que era el mayor, de Ifriqiya. Su tercer hijo, Marwán ibn Musa, acompañó a Táriq ibn Ziyad en la primera ofensiva en 711. Eran hijos de su matrimonio ca. 678 con Amina bint Marwán (nacida en 664?), hija de Marwán I y de Ruqayya bint Úmar, hija de Umar ibn al-Jattab y de Umm Kulthum bint Ali, hija de Ali Ibn Abi Talib y de Fátima az-Zahra, hija de Mahoma y Jadiya.

Ya en Damasco, Suleimán condenó a muerte a Musa por el delito reincidente de malversación. La pena se le conmutó por el pago de una considerable suma, pero no se le permitió regresar a Al-Ándalus. Poco después fue asesinado en una mezquita de Damasco, hacia el año 716, algunas fuentes afirman que hacia 718.

Árabes y bereberes[editar]

Parece ser que Musa ibn Nusayr asentó el poder relativamente fuerte que se había forjado en Occidente, poder que levantaría seriamente la ira del califato, no sólo sobre los árabes y los mawali que debían pertenecer principalmente al grupo árabe lájmida —tribu de los árabes del sur o yemeníes a la que pertenecía el propio Musa—, sino también sobre elementos bereberes.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario