sábado, 13 de marzo de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 HISTORIA MEDIEVAL - SIGLO VIII

TáriqTáreqTáric o Ṭāriq ibn Ziyād al-Layti (en árabeطارق بن زياد‎, Tarik en la transcripción tradicional española) (muerto en 722) fue un general, perteneciente a los bereberes, que dirigió la conquista musulmana de la península ibérica (Hispania visigoda), según la historiografía tradicionalmente admitida, basada en crónicas árabes de los siglos X y XI. El nombre "Gibraltar" es el derivado en español del nombre en árabe Jabal Tāriq o Jab al-Tarik (جبل طارق), que significa "montaña de Táriq", nombrada así tras su desembarco en este lugar.

Tárik ibn Ziyad
طارق بن زياد
Tarik ibn Ziyad -.jpg
Ilustración del siglo XIX dibujada por Theodor Hosemann.
General
ApodoSendero o Camino
LealtadCalifato Omeya
Conflictos

Conquista musulmana de Hispania

Información
Nacimiento670
Magrebí norte de África
Fallecimiento722
DamascoSiria
Religiónislam
Ocupacionesguerrero y líder militar

Historiografía tradicional[editar]

Campaña de las conquistas islámicas en la Península del 711 al 719.

Fue el subalterno de Musa ibn Nusair, que le nombró gobernador de Tánger. El conde visigodo de Septa (Ceuta), el godo Olbán o Julián que gobernaba sobre los bereberes, vasallos de los visigodos pero sometidos a los árabes, hizo de intermediario para conseguir la colaboración de Musa ibn Nusair a favor de un bando en las luchas civiles entre los dos partidos que se disputaban la corona visigoda.

En el 710, se produce la elección de Rodrigo/Roderico, por una parte de la nobleza visigoda como rey, Agila II hijo de Vitiza después de ser nombrado por su padre y anterior monarca, ejerce como tal dividiéndose el territorio.

Ese mismo año, Táriq hizo una expedición de tanteo con unos cuatrocientos musulmanes a las costas andaluzas sin problemas. Parece ser que Musa pidió la opinión de Al-Walid, quien le ordenó que no cruzara el estrecho.

En el 711 Al-Walid ordenó a Táriq que partiera hacia Hispania. El 27 de abril de 711 las fuerzas de Táriq desembarcaron en la Bahía de Gibraltar, tras lo que ordenó, según cuenta la leyenda, quemar todas las naves y realizó una proclama a la tropa.

Gibraltar, una de las dos míticas columnas de Hércules, fue renombrada como derivación del árabe Ẏabal Tāriq (جبل طارق), o «montaña de Táriq», en recuerdo del general Táriq ibn Ziyad, quien dirigió el desembarco en este lugar de las fuerzas del Califato Omeya de Walid I en 711.

El rey godo Rodrigo partió hacia el sur. Parece ser que nobles de la Bética favorables a Agila II recibieron a Táriq y a sus soldados. Las normas de los Concilios de Toledo prohibían solicitar ayuda al extranjero para ocupar el poder. Rodrigo y Agila acordaron una tregua para combatir juntos a los recién llegados. La situación de Táriq pasó a ser comprometida. Ninguno de los dos partidos le reconocía como aliado, sino que al contrario, unían sus fuerzas dejando al bereber con el mar a la espalda y con un ejército reducido de tan solo siete mil hombres.

La base de Rodrigo estaba situada en Córdoba. El ejército de Agila se encontraba en las proximidades de Cartago Nova. Táriq envió un mensajero a Musa, quien le mandó 5000 hombres más. Entre el 19 y el 26 de julio de 711, en la laguna de la Janda tuvo lugar la batalla conocida como batalla de Guadalete.

Pero los seguidores de Agila, en un momento determinado, abandonaron la batalla y provocaron, directa o indirectamente, la derrota de Rodrigo. Murieron muchos nobles, incluso el propio Rodrigo, aunque este dato no es completamente seguro. Táriq completó esta victoria con una segunda en Écija, rematando a la nobleza goda.

Aunque antiguamente los reyes se llevaban sus tesoros a la batalla, no es probable que Rodrigo llevara el tesoro real en su séquito. No obstante, Táriq debía creer que el tesoro viajaba con ellos y que sería transportado a Toledo. El mismo mes de julio del 711, Táriq dejó a sus lugartenientes en puntos estratégicos (MálagaGranada y Córdoba) y llegó a Toledo.

Allí se encontró con Oppas, hermano del exrey Witiza, posible señal de que Agila ya había sido proclamado en Toledo donde el clero le era favorable. Se sabe que el arzobispo Sinderedo, partidario de Rodrigo, huyó hacia Roma pero se desconoce si fue por causa de la toma de poder por parte de los viticianos o por los musulmanes.

En Toledo, Táriq encontró el tesoro real, pero resultó difícil de llevárselo, ya que las autoridades de Toledo solo estaban dispuestas a entregar una parte como pago de los servicios prestados. Según la leyenda, entre este tesoro se encontraba la "Mesa de Salomón". Táriq decidió quedarse en la capital del reino y esperar instrucciones de Musa ibn Nusair. Tenía fuerzas suficientes como para no ser atacado dentro de la ciudad y los viticianos no se atrevían a romper las relaciones, puesto que el poder de Agila no estaba suficientemente consolidado y una ciudad amurallada era difícil de tomar mediante un ataque del exterior.

El año siguiente Musa cruzó el estrecho con dieciocho mil hombres y, deshecha la resistencia en Emérita (Mérida), donde empleó un año para el sitio y la conquista, se reunió con Táriq en Toledo en el verano del 713. Durante este tiempo, Musa no se detuvo y avanzó hacia Astorga sin encontrar resistencia.

Después, Táriq debía colaborar con las expediciones que hizo Musa hacia ZaragozaTarragonaPamplona y Galicia.

Numerosos elementos tribales —los masmudanafzawazdadyamalzuzazanatamiknasamadyunaawrabazuwara en particular— se establecieron en la Península con Táriq o después de él atraídos por las perspectivas de enriquecimiento que abría la nueva conquista. No sabemos cómo estos bereberes de la primera inmigración, que eran elementos militares, se articularon con los cuadros del yund árabe establecido en al-Ándalus.1

Táriq y Musa partieron hacia Damasco a finales del 714 para rendir cuentas al califa sobre su gestión. Llegaron poco antes de la muerte de Al-Walid y Musa fue juzgado. Parece que el propio Táriq actuó como acusación, aportando pruebas contra Musa. La muerte de Al-Walid detuvo el proceso, concluido por su hermano, el nuevo califa Suleimán.

Historiografía alternativa[editar]

Re imaginación de Tarik por parte de Theodor Hosemann en el siglo XIX

Ignacio Olagüe Videla, en una paradigmática obra La Revolución islámica en Occidente (1974), escrita desde una óptica nacionalista y dedicada a minimizar o negar la impronta árabe en la cultura peninsular, sostiene que Taric (apellido acabado en -ic como los germánicos EuricAlaricGesaleicEutaric o Atalaric y que significaría «hijo de Tar») era el gobernador visigodo de la provincia de la Tingitana y que había sido nombrado como tal por Witiza. De haber acudido a la Península, lo habría hecho en defensa del bando de los hijos de Witiza contra Rodrigo. La obra de Olagüe ha sido calificada de "historia ficción" y rechazada en círculos académicos.234​ Pero el nombre existe en otros países musulmanes sin influencia germánica. Para el historiador Eduardo Manzano Moreno:

Lo más sorprendente de la tesis de Olagüe no es lo descabellada y disparatada que resulta. Teorías históricas absurdas y peregrinas producidas por aficionados, publicistas o, incluso, historiadores académicos se cuentan por decenas o centenares. Normalmente, suelen ser olvidadas con la misma rapidez con la que provocan un cierto revuelo inicial. En cambio, la idea de que los árabes no invadieron realmente Hispania, aunque no despertó excesivo eco en su momento, parece estar recibiendo en los últimos tiempos una renovada atención. A ello ha contribuido en parte su difusión y discusión en ciertos de foros de Internet, donde es bien conocida la preferencia que algunos de sus cultivadores manifiestan por todo cuanto tenga que ver tanto con teorías conspirativas, como con aquello que ponga en cuestión el conocimiento adquirido.5

Para Joaquín Vallvé es una figura epónima, cuyo nombre significa simplemente jefe.

Legado[editar]

  • Uno de los mayores oratorios musulmanes en Barcelona, en C/ San Rafael 10, se denomina "Tariq Bin Ziyad".









Tha'laba ibn Salama al-Amili (?-750?) fue un comandante militar árabe en Jordania, el norte de África y la península ibérica, y brevemente el decimonono valí de Al-Ándalus a partir de agosto de 742 hasta mayo de 743.

Biografía[editar]

Tha'laba ibn Salama fue al norte de África con la expedición 'siria' de 741, dirigida por Kulthum ibn Iyad al-Qushayri y su sobrino Balŷ ibn Bišr al-Qušayri, para sofocar la gran revuelta bereber en el Magreb. Thalaba era el comandante del ŷund jordano y, por acreditación explícita del califa Hisham (Hisham ibn Abd al-Málik), fue designado como segundo sucesor, para el caso de que le ocurriera alguna tragedia a Kulthum o su primer sucesor, Balŷ.

El ejército sirio fue derrotado y Kulthum asesinado por los rebeldes bereberes en la batalla de Bagdura en octubre de 741. Balŷ ibn Bišr dirigió lo que quedaba de los regimientos sirios (yunds), unos 10 000 hombres, a Ceuta. Después de prolongadas negociaciones con el valí de al-Ándalus Abd al-Málik ibn Qatan al-Fihri, las fuerzas sirias entraron en al-Ándalus a principios de 742.

Después de derrotar a los ejércitos rebeldes bereberes en al-Ándalus en la primavera de 742, las relaciones entre el valí de al-Ándalus y los comandantes sirios pronto fracasaron. El líder sirio Balŷ ibn Bishr depuso y ejecutó al anterior gobernador y se declaró el nuevo valí de al-Ándalus.

Pero reunidos por los hijos del fallecido gobernador, los árabes andalusíes (que ahora se denominaban baladiyun o baladís) se levantaron en armas contra los yunds sirios (a los que denominaron el shamiyun). Aunque los sirios aplastaron a los andalusíes en la batalla de Aqua Portora en la capital cordobesa, en agosto de 742, su comandante Balŷ ibn Bishr murió al día siguiente por las heridas de batalla. Como era su lugarteniente y sucesor designado, Thalaba ibn Salama al-Amili fue inmediatamente aclamado por las tropas sirias como su nueva cabeza, y por lo tanto como gobernador de al-Ándalus.

Thalaba ibn Salama era del "linaje tribal yamaní", como la mayoría de los árabes de al-Ándalus, en lugar del habitual "linaje qaysí" de los sirios.1

La autoridad de Thalaba no se extendía mucho más allá de Córdoba, donde los regimientos sirios se habían resguardado. En algún momento, a finales de 742 o principios del 743, Tha'laba fue hacia Mérida, área de actividad de los rebeldes, pero pronto se encontró atrapado con su pequeño ejército en la fortaleza por los andalusíes. Calculando que no había escapatoria, los andalusíes llevaban el asedio de Mérida de manera pausada. El campamento de asedio pronto tomó el carácter de una feria, que atrajo a numerosos espectadores y sus familias.2​ Sin embargo, una mañana temprano, cuando los asaltantes se estaban preparando para una fiesta muy esperada, Thalaba lanzó una salida inesperada a Mérida y rápidamente inundó el campamento con diez mil prisioneros, entre ellos muchas mujeres y niños. Thalaba marchó con sus prisioneros a Córdoba, donde se dice vendió muchos de los cautivos andalusíes de alto rango como esclavos con descuento de precios.3

Pero para entonces, los partidarios de la paz en ambos bandos habían hecho llamamientos a Handhala ibn Safwán al-Kalbi, el nuevo gobernador de Ifriqiya, para resolver el asunto. A principios de 743, Handhala envió a su adjunto, Abu al-Jattar al-Husam Darar ibn al-Kalbi para resolver la disputa. Siendo de la misma población tribal árabe que los andalusíes, pero con un fondo de los círculos nobles de Damasco, se esperaba que Abu al-Jattar desempeñara un papel equitativo en el conflicto sirio-andalusí. Abu al-Jattar llegó a Córdoba en marzo de 743, poco después de la batalla de Mérida y tomó posesión del gobierno, con poca oposición.

Según el cronista Ibn al-Hákam, Tha'laba ibn Salama embarcó rumbo a Ifriqiya poco después y sirvió brevemente allí bajo Handhala ibn Safwán al-Kalbi en varios mandos militares.4​ Thalaba volvió hacia el este, posiblemente con Handhala, en la época del golpe de 745 de Abd ar-Rahmán ibn Habib al-Fihri.

Se ha informado que Tha'laba ibn Salama al-Amili posteriormente han servido como gobernador omeya de al-Urdunn (Alto Jordán) a finales de la década de 740. En 750, Thalaba acompañó al califa omeya Marwán II en su huida a Egipto para escapar de los abasíes.







Tuwaba ibn Salama al-Yudami (Árabe: ثوابة بن سلامة الجذامي) fue el vigesimoprimer valí omeya de Al-Ándalus de agosto de 745 hasta octubre de 746.1

Fue sucedido por Abd al-Rahman ibn Katir al-Lahmi.









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