jueves, 4 de marzo de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 HISTORIA MEDIEVAL EN EL SIGLO VII

Agila o Aquilo fue un noble visigodo del siglo VIIconde de Liébana 1​.

Biografía[editar]

Según conjetura del genealogista Christian Settipani — basándose en la onomástica, en la cronología y en elementos biográficos y según dicen las crónicas —, era descendiente (por varonía) de Leovigildo (hermano de Liuva I) y Recaredo I (y de Baddo, padres de Liuva II) (ex semine Leuvigildi et Reccaredi progenitus) — cronológicamente bisnieto del primero y nieto paterno del segundo —, y también a través de Hermenegildo y Ingundis, siendo probablemente hijo de Suintila (padre de Ricimiro y Froila, nombre que se repite en su descendencia), y conde de Liébana.1​ Las Crónicas declaran que los reyes astures son descendientes de Leovigildo y Recaredo y tratan de crear una falsa continuidad institucional entre ambas realidades políticas. La moderna historiografía coincide en que la causa final de este fenómeno radica en lo que se denominaba «neogoticismo» que respondía a una red de intereses políticos y al reforzamiento del prestigio personal de Alfonso IIIa​.

Matrimonio y descendencia[editar]

Casado con Divigra, hija de Benedictus y de su mujer Ellesinda y hermana de Albarus, fundador de iglesias y primo de Bermundus, y de Osicia, mujer de Savarico, y de ascendencia hispanorromana. Fueron sus hijos:

  • Odrocia (Oodocia)
  • Favila, identificado con el duque Favila el padre de don Pelayo
  • Munio
  • Spina (Espina)
  • Nepotianus (Nepesanus) - nombre que se repite en Nepociano de Asturias
  • Didacus, casado con su prima hermana Gelvira (Guluira), hija de Savarico y de su mujer Osicia, hermana de Ferrisculus (Ferisculus), de Nonnitus (Nonitus), de Collucia, de Ausnara y de Aulne, de la cual tuvo:









Anserico de Caamaño (m. c. 653 o 655)1​ fue un religioso visigodo del siglo VII, que debió titularse obispo de Segovia al menos entre 633 y 653.

Perteneció a la noble familia gallega de los Caamaño, del reino suevo,2​ descendientes de García de Caamaño, fundador de Villagarcía de Arosa.3​ Gregorio de Argaiz le hace pariente de Talasio de Caamaño (m. 630), obispo de Astorga y señor del promontorio Nerio y de las islas Cíes, en la costa de Galicia.4

Fue ayo del príncipe Richimiro, hijo de Suintilarey de los visigodos,5​ y después aparece como obispo de Segovia.2​ Desde el obispo Miniciano, que debió gobernar la diócesis de Segovia hacia el año 610, no se tiene noticia de otro obispo hasta que encontramos a Anserico, hacia el año 633.6​ Sin embargo, no debe tenerse por sucesor de Miniciano, ya que Anserico debió ser consagrado obispo de la diócesis poco antes del año 633, a juzgar por el lugar que ocupa entre los asistentes al IV Concilio de Toledo, celebrado dicho año.7​ También intervino activamente en los concilios de ToledoV (636)VI (638)VII (646) y VIII (1653), en el que tuvo el primer lugar.








El conde Búlgar, cuyo nombre corre en las fuentes de su época latinizado como Bulgaranus, fue un noble visigodo del siglo VII. Es conocido gracias a las cartas que escribió durante el corto reinado de Gundemaro (610-612). El epistolario de Búlgar (Sex epistolae ad Gudamarum regem, et ad varios episcopos, recogido en la Patrologia Latina de Jacques Paul Migne), pese a su modestia, ofrece datos muy interesantes tanto de política interior como de política exterior del reino visigodo. Además las cartas corresponden a un periodo de tiempo en que no existe ninguna crónica y están escritas con buen estilo latino.

En las cartas más recientes del 610 se puede observar como la situación de un gobernador puede cambiar de un día para otro. Búlgar durante los gobiernos de Recaredo I y Liuva II había sido un fiel colaborador. Esto le llevó a ocupar altos cargos como conde de alguna ciudad y duque de la Septimania. Sin embargo con el golpe de estado de Witerico, éste va a colocar en los principales puestos a sus colaboradores, viéndose Búlgar resignado a la persecución. En tres de sus cartas dirigidas al obispo Agapio, al metropolitano Sergio de Narbona y al nuevo rey Gundemaro, Búlgar emplea duras palabras contra Witerico, llamándolo "impío tirano, hombre inicuo, infame ladrón". Durante su persecución fue privado de su dignidad social y de sus bienes, confinado a diversas y lejanas tierras, padeció vejaciones y tormentos, hambre y sed, etc. Estos dos obispos van a socorrer a Búlgar durante sus destierros, sobre todo el obispo Agapio, que podría ser un viejo colega y amigo en el Aula regia durante los gobiernos de Recaredo y Liuva II. Así las cartas son respuesta como agradecimiento a estos obispos y al nuevo rey.

Elergio fue otro obispo que influyó en la vida de Búlgar. Este era secuaz de Witerico y gran instigador en la persecución de Búlgar. Pero cuando el final de Witerico estaba cerca, Elergio cambio su postura hacia Búlgar y le restituyó sus bienes y cargos. Este hecho le dio a Búlgar la macabra suerte de presenciar el asesinato, en una conspiración, de su perseguidor Witerico.

Búlgar era totalmente partidario del nuevo rey Gundemaro, ya que había sido también duque de Septimania. Esto le permitió a Búlgar ser de nuevo gobernador de la provincia de la Galia Narbonense. Pero la total confianza del nuevo rey en Búlgar, le otorgó el difícil deber de llevar las relaciones políticas con el vecino y peligroso reino franco.

La situación de los francos era de guerra entre el reino de Austrasia y el de Borgoña donde gobernaba Teoderico II, pero bajo la tutela de la reina Brunegilda, hija de Atanagildo. La postura del reino visigodo sorprende al apoyar a Austrasia en vez de a la reina de su mismo pueblo. Esto se puede explicar ya que la reina franca había luchado fuertemente contra Witerico como eliminador de su estirpe. Por lo que el apoyo a Austrasia parece ser una continuación de esta política. Además también había existido una tradicional lucha entre los reinos de Toledo y de Borgoña (bajo Gontrán I) ya que éste era el más cercano a los visigodos y por tanto el encargado de encabezar las hostilidades.

Búlgar, conocedor de esta situación tenía una gran preocupación por la situación de inestabilidad con el reino de Borgoña. Esta situación se acrecentó con la instigación de los reyes borgoñones para que el pueblo de los ávaros atacara el reino de Austrasia. En otra carta de respuesta a un obispo franco de Austrasia se observa de nuevo la situación de crispación entre los reinos de Toledo y Borgoña ya que Búlgar reclama que se corrijan varios agravios contra el reino visigodo como la devolución de varios nobles capturados cuando habían sido enviados como embajada.

Hay que decir que es una pena que el epistolario de Búlgar llegara a su fin en estas fechas ya que no podemos saber qué comentarios le merecían los futuros hechos acaecidos en el vecino reino franco. En 612 Teoderico y Brunegilda atacaron al rey de Austrasia que sería tonsurado. Teoderico II moriría después y en el año 613 correría la misma suerte Brunegilda, que fue capturada por Clotario II, rey de Neustria, y moriría después de una sangrienta tortura. Esta muerte en ningún caso fue tomada como agravio por el reino de Toledo a pesar de ser una goda.








Chintila (en góticoKinþila; ¿? – 639/640) fue rey de los visigodos entre 636 y 639/640. Sabemos muy poco de su reinado, ya que las crónicas son escasas. Casi todo lo que sabemos es por las actas del V y VI Concilio de Toledo. Su nombre también puede encontrarse escrito como Khíntila.

Vida[editar]

Cuando el rey anterior Sisenando murió, dejó una monarquía muy debilitada e inestable. Chintila fue nombrado rey por la nobleza y los obispos en el año 636. Era así como se hacía la ceremonia y la elección, siguiendo una costumbre establecida desde tiempo atrás y según el canon n.º 75 del IV Concilio de Toledo.

Convocó el V Concilio de Toledo en el mes de junio de 636, donde básicamente se amenazó con duras penas a los usurpadores y a aquellos que atentaran contra el rey. Más aún, anatemizaba a todos aquellos que no respetaran la herencia del rey a sus hijos y familiares. De aquí deducen algunos autores que ya desde el comienzo de su reinado, Chintila se sentía amenazado.

Después convocó el VI Concilio de Toledo en junio del año 638. Se legisló sobre muchos asuntos; entre otros se determinó que la persona elegida como rey procediera de la nobleza y en ningún caso de los tonsurados ni de los de origen servil ni de entre los extranjeros. Se dictaron penas canónicas contra las conjuras en contra de la corona y se acordó que las propiedades adquiridas con justicia y ley por el rey, no podrían ser confiscadas por el sucesor en el trono. También se dictó una ley en que se prohibía a los no católicos residir dentro de las fronteras del reino. Por esta razón hubo muchas conversiones forzadas de judíos.

Esta continua obsesión con los usurpadores, y las menciones en reinados posteriores a ciertos rebeldes de la época de Chintila, hacen casi segura la existencia de varias rebeliones durante su reinado.

Chintila murió en 639 o 640 de muerte natural y le sucedió su hijo Tulga, al que había nombrado sucesor.


Chintila
Rey de los Visigodos
Chintila, rey de los Visigodos (Museo del Prado).jpg
Chintila, rey de los Visigodos (Congreso de los Diputados)
Reinado
636 – 639/640
PredecesorSisenando
SucesorTulga
Información personal
Fallecimiento639/640
Familia
DescendenciaTulga

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