HISTORIA MEDIEVAL SIGLO VIII
Al-Haytham ibn Ubayd al-Kilabi, también llamado al-Kinani1 (en árabe, الهيثم بن عبيد الكناني, romanizado: al-Haytham ibn ʿUbayd al-Kilābī), fue el décimo valí de al-Andalus bajo el Califato omeya de Damasco en AD 729–730 (AH 111).2 hizo parte de una serie de árabes de Ifriqiya que sirvieron como gobernadores en al-Andalus de 721 a 731.3
Sucedió a Uthman ibn Abi Nis'a al-Khath'ami en abril de 729. Según la Crónica mozárabe (754) gobernó un año. La Crónica profética (883) le da un plazo más preciso de diez meses, mientras Ibn Habib (878/9) le da un plazo más a escaso de cuatro meses.4 El historiador árabe al-Maqqari le tiene gobernando en marzo de 731, un año más que cualquier otra fuente.5
Según la Crónica mozárabe, la cual es la fuente más temprana, al-Haytham fue nombrado por el gobernador de Ifriqiya para reemplazar Uthman.3 Su plazo, el cual está caracterizado como "atribulado" por el cronista, culminó en un golpe de estado intentado:
Después de que Haytham había gobernado en un estado atribulado durante diez meses, descubrió —no sé por qué motivo— que algunos árabes desearon sacarle de poder. Les capturó y finalmente les extrajo con latigazos los detalles de la rebelión. Después de torturarles, cortó sus cabezas, como había sido ordenado en secreto por hacer sus contrapartes por otro lado del mar.6
Los parientes de algunos de aquellos ejecutados, apelaron al gobernador de Ifriqiya, quién "no muchos días más tarde" envió a Muhammad con una autorización para reemplazar al-Haytham con Abd al-rahman ibn Abd Alá al-Ghafiqi, quién anteriormente había servido como gobernador interino en 721. Según Ibn al-Athir, al-Haytham murió en el cargo en febrero o marzo de 730 y fue reemplazado por al-Ghafiqi, pero la Crónica mozárabe es más fidedigna.3 Cuenta que al-Ghafiqi no pudo ser inmediatamente encontrado y así que Muhammad "no muchos días más tarde" arrestó a al-Haytham y le llevó con él a Ifriqiya. Fue sucedido por Muhammad ibn Abd Alá al-Ashja'i.
Al-Hurr ibn Abd ar-Rahman ath-Thaqafi o, simplemente, al-Hurr (en árabe, الحر بن عبد الرحمن الثقفي) fue el cuarto valí de al-Ándalus entre el 716 y 719. Fue nombrado por el valí de Ifriqiya. Fijó la capital del Valiato en Córdoba.
En la primavera del 717 inició la campaña anual, marchando contra la Tarraconense Oriental donde algunos magnates godos se sometieron con rapidez. Remontó el Ebro y sometió diversas ciudades, entre ellas Pamplona.
Parece ser que en el 718 regresó a marchar contra los godos de la Tarraconense. El historiador Al Maqqari afirma que Al-Hurr conquistó Barcino y que también fue el quien atacó y destruyó Tarraco, cosa que obligó a huir al obispo san Próspero a Italia. Otros historiadores se inclinan por atribuir este hecho a Musa ibn Nusair hacia el 713. Fuera como fuera, los magnates godos leales al rey Ardón, huyeron hacia Septimania o hacia Ifrandj, nombre que los árabes daban al reino de los francos, donde fueron conocidos como hispani. Los hispani tuvieron después un importante papel en el establecimiento del dominio franco en sus regiones de origen al sur de los Pirineos.
En la primavera del 719 Al Hurr fue substituido y ocupó el cargo Al-Samh ibn Malik al-Khawlani, enviado directo del califa Umar II.
Árabes y bereberes[editar]
Según la Crónica mozárabe, al-Hurr, tomó medidas contra los bereberes instalados en Hispania a los que reprochaba haber ocultado tesoros, es decir, probablemente, haber ocultado botín no declarado al Estado para evitar la sustracción del quinto legal o jums. Sin embargo, no sabemos si estas medidas pueden considerarse de represión contra los que habían apoyado a Musa. Una decena de años más tarde, hacia el año 729-730, tanto las fuentes árabes como la crónica cristiana hacen constar los disturbios que origina, al norte de la Península, un jefe bereber llamado Munuza, que controlaba la Cerdaña y que se había aliado con el duque Eudo de Aquitania, con cuya hija, Lampegia, se habría casado. Fue necesaria una importante expedición militar conducida, en el año 731, por el gobernador para terminar con esta disidencia. La causa de esta revuelta que evoca la crónica latina es la opresión de la que habrían sido víctimas los bereberes.
Al-Samh ibn Malik al-Khawlani, Al-Samh ibn Malik al-Jawlani o Al-Samh (en árabe, السمح بن مالك الخولاني) fue el quinto valí de al-Ándalus del 719 al 721, enviado directamente por el califa Sulaimán.
Al-Samh Permitió el puente Qantara de Qantara en el gran río del valle después de informar al califa sobre su estado andrajoso, consultar sobre su reparación y autorizarlo. Según el historiador Ibn al-Gothiyya, el califa Omar bin Abdul-Aziz fue el encargado de permitir la evacuación de los musulmanes de Andalucía por temor a sus vidas, pero la tolerancia cuando los andaluces descendieron e informaron sobre sus condiciones, tranquilizó al califa sobre la situación de los musulmanes en Andalucía. A instancias del Califa, Al-Samh bin Málik supervisó el estudio de las tierras de Andalucía, evaluó una quinta parte de sus abscesos, y emprendió algunas reformas administrativas que mejoraron la condición de los agricultores.
A mediados del 719, Al-Samh inició con retraso la campaña militar anual y cruzó por vez primera los Pirineos. Atacó Narbona que resistió. El valí pasó ese invierno en la provincia. Al año siguiente, Al-Samh continuó con el ataque y conquistó finalmente Narbona, donde los defensores fueron pasados a cuchillo. El valí estableció en la ciudad una guarnición de soldados electos. Las ciudades vecinas de Besiers, Lodève, Agde y Magalona se sometieron o fueron tomadas en las siguientes semanas aunque Nimes resistió.
En 721, Al-Samh partió de Narbona con destino a Carcasona. Las murallas de esta ciudad ofrecían la perspectiva de una larga resistencia y el valí buscaba conquistas o un buen botín. Lo cierto es que dejó Carcasona y avanzó hacia Tolosa que pertenecía al Reino de los francos. Tras un sitio de al menos dos meses, asaltó la ciudad en el mes de junio, pero se cree que justo en ese momento llegaron las fuerzas reunidas por Odón que le derrotaron. Al-Samh murió en combate el 10 de junio de 721.
Los soldados proclamaron en el mismo lugar de los hechos a Abd ar-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi como nuevo valí de Hispania.
'Amrus ibn Yusuf al-Muwalad (en árabe, عمروس بن يوسف المولد (Huesca, 760 - Talavera de la Reina o Zaragoza, 813 u 814) fue un militar y político andalusí, caudillo del Califato de Córdoba y valido de Alhakén I.
Vida[editar]
Aunque existen dudas acerca de la fecha exacta de su nacimiento parece ser que este sucedió alrededor del año 760. Hijo de Yusuf al-Muladí, parece que su padre fue un cristiano convertido al islam. En su juventud fue sirviente del militar árabe Aysun, con quien luchó como aliado de Carlomagno contra la ciudad de Zaragoza. El emperador tomó como rehén al padre de Aysun acusándolo de haberle informado mal. Amrus viajó al norte con Aysun y uniéndose al ejército de los vascones derrotó a los francos en la batalla de Roncesvalles. Desde ese momento se convierten en servidores del emir de Córdoba. Posteriormente se hicieron servidores del guerrillero Matruh y en el 785 tomaron Zaragoza y Huesca, pero este posteriormente fue asesinado por Amrus, dando así pruebas al emir de Córdoba de su lealtad.
Carrera política[editar]
Alhakén I para premiarle le nombró gobernador (walí) de Talavera de la Reina (Medina al-Talabaira), y le hizo entrega de su alcázar para gobernar esta importante ciudad clave en la defensa de al-Ándalus. En esta ciudad Amrus se casó, y se sabe que al menos tuvo un hijo llamado Yusuf ben Amrus. En el año 797 varios nobles toledanos que siempre habían querido separarse del Emirato de Córdoba y formar el suyo propio se rebelaron contra el emir Alhakén I entre ellos Humayd y Girbib.
Amrus ben Yusuf pagó notables cifras de dinero a otros nobles del clan de los Banu Majsi para que traicionaran y entregasen a los rebeldes, y así lo hicieron cortándoles la cabeza, que fueron enviadas a Talavera de la Reina. Los clanes reinantes en Talavera de la Reina eran de etnia bereber, mientras que los Banu Majsi eran árabes, por lo que había una notable enemistad entre ellos y las guerras entre Toledo y Talavera de la Reina eran habituales. La misma noche que los Banu Majsi entregaron las cabezas de los rebeldes fue aprovechada su estancia en el alcázar para acabar con su vida. En el 797 los toledanos, aprovechando una salida de Amrus a Zaragoza, atacan Talavera de la Reina, prenden a su hijo y gobernador en funciones Yusuf, y los llevan a Toledo. Amrus regresa esa ciudad con sus tropas y sofoca la revuelta. En recompensa el emir lo nombró gobernador de Toledo y de la Marca Superior. En el año 799 acabó con el también rebelde Bahlul ibn Marzuq conquistando Zaragoza. En el año 802 reconquista su ciudad natal Huesca, dejando de gobernador a su primo Sabrit, mientras parte hacia el Ebro y funda la ciudad de Tudela dejando allí a su hijo Yusuf de gobernador. Al año siguiente el campamento fue atacado por el clan vascón de la familia Arista ayudados por los Banu Qasi. En el año 806 supo de nuevas conjuras en Toledo para rebelarse contra Córdoba. Mandó construir una fortaleza con foso y el día de la inauguración partió de Talavera de la Reina e invitó a todas las familias nobles toledanas que se conjuraban contra el Emirato de Córdoba a la fiesta que asistiría el futuro emir Abderramán II, quien sólo contaba catorce años de edad. Según los invitados entraban a la fiesta eran decapitados en presencia del emir y arrojados al foso en lo que históricamente se conoce como "jornada del foso de Toledo" o "noche toledana". El emir quedó tan impresionado por esa orgía de sangre que durante toda la vida le quedaron secuelas psíquicas y físicas como un tic nervioso en los ojos.
En el año 809, muerto el conde Aureolo, viajó al norte y sometió los valles aragoneses. En 812 tuvo una serie de tratos con Carlomagno, pero tras ser llamado a consultas a Córdoba el emir le perdonó y le mantuvo todos sus cargos.
Se desconoce la fecha y lugar exacto de la muerte de Amrus: unas fuentes lo cifran en 813 y otras en 814; el lugar también depende de las fuentes aunque los dos lugares citados son Zaragoza o Talavera de la Reina.
La familia Banu Amrus (en árabe, بنو عمروس) continuó fiel a Córdoba y sirviendo al emir en la zona del alto Ebro.
Amrus ben Yusuf | ||
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Información personal | ||
Nombre en árabe | Amrus ibn Yusuf al-Muwallad | |
Nombre en árabe | عمروس بن يوسف المولد | |
Nacimiento | c. 760 Washka (Al-Ándalus) | |
Fallecimiento | c. 810 Talavera de la Reina (España) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político y soldado |
Anbasa ibn Suhaym al-Kalbi fue el séptimo valí de al-Ándalus del 722 al 726.
Nombrado en agosto de 722 como sucesor de Abd ar-Rahman ibn Abd Allah al-Gafiqi, durante tres años seguidos envió expediciones a Septimania, alguna bajo la dirección del propio Abderramán Al Gafiki, pero no consiguió someter Carcasona o Nimes ya que los soldados solo se preocupaban del botín y conquistar una ciudad amurallada requería esfuerzos y sacrificios.
Desde su nombramiento, Anbasa dobló los impuestos a los cristianos y ordenó confiscaciones a los judíos, lo que provocó el descontento e incluso algunas revueltas. En 722, un noble de nombre Pelayo que no quería abonar impuestos se escapó a la montaña junto a un grupo de fieles. Realizó una emboscada a una patrulla que le perseguía, matándolos a todos. Se extendió el rumor de una gran victoria y de la intervención divina en la batalla, lo que hizo que más montañeses se unieran a los sublevados, extendiendo la rebelión.
El duque Pedro de Cantabria, que, seguramente, gobernaba la región como vasallo, también se añadió a la revuelta; al año siguiente, el 723, se sublevaron los vascos y en el 724 la región de Aragón.
En esa época había también conflictos políticos derivados de la muerte del Califa Yazid o Yezid I y la sucesión de su hermano Hisham I. Finalmente, en 725 Anbasa asumió personalmente el mando y, partiendo de Narbona se dirigió a Carcasona y consiguió rendirla. Anbasa se dirigió entonces al otro extremo de Septimania y sometió Nimes. Miles de refugiados hispanos pasaron al reino de los francos.
En 726, Anbasa volvió a atacar Francia pero murió en combate. Le sucedió Yahya quien, por orden del propio Califa, reconoció las injusticias de Anbasa en relación a la recaudación de impuestos y a las confiscaciones. Retornó a la situación anterior al 722, devolviendo incluso aquello percibido o confiscado de forma indebida.
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