sábado, 13 de marzo de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 HISTORIA MEDIEVAL - SIGLO VIII

Aysun fue hijo de Sulayman ben al-Arabí (valí de Barcelona, 777-780) Aysun, junto a su padre Sulayman ben al-Arabí, se unió al ejército de Carlomagno que se dirigía hacia a Zaragoza en el año 788. Como Zaragoza no se sometió, el emperador tomó rehenes entre sus aliados que lo habían informado mal, y entre ellos el propio Sulayman al-Arabí. Aysun y su hermano Matruh ben Sulayman al-Arabí se aliaron a los vascones, y en Roncesvalles derrotaron al ejército franco en (788) y liberaron a su padre. Parece ser que Sulayman se quedó en Zaragoza (el valí de cuya ciudad, Husayn, era su aliado) y envió a Matruh a gobernar Barcelona (que incluía Gerona). El año 780 Sulayman fue asesinado por orden del valí Husayn. Entonces Aysun cambió su lealtad hacia el emir de Córdoba y participó en el saqueo que este infligió a Zaragoza el año 781 (que obligó a Husayn a someterse) y también a la subsiguiente expedición a los territorios vascones y a Cerdaña, pasando después a Barcelona donde su hermano reconoció la autoridad del emir, y fue reconocido valí por este.

Aysun tenía dos servidores, Amrus (más tarde el famoso general Amrus ben Yusuf) y Sabrit, que después del año 785 se convirtieron en servidores de Matruh. Éste se rebeló otra vez y tomó Huesca y Zaragoza hacia el 789, pero fue asesinado por Amrus (después de esto Amrus destacó por su lealtad al emir) y Sabrit el 791 o 792.

Después del 785 se pierde la pista. Se especula que Aysun pudo ser capturado durante la toma de Gerona por los francos y enviado a Aquisgrán, de donde pudo escapar en 826, ya anciano, para dirigir la revuelta de los godos del partido favorable a la paz con los musulmanes, el jefe de la cual es llamado en las crónicas Aissó. Esto no puede ser confirmado y podrían ser dos personas diferentes con muchas coincidencias biográficas y parecidos personales, las cuales proceden básicamente de los relatos del historiador árabe Al-Udri, que parece que mezcló hechos de diferentes fechas. Si fue así, Aysun se exilió a Córdoba en 827 y murió allí por orden del emir que sospechaba que era parte de una conspiración.







Ayyub ibn Habib al-Lakhmi fue el tercer valí de al-Ándalus. Tras el asesinato en Sevilla del valí Abd al-Aziz ibn Musa ibn Nusair, y mientras llegaba desde Qayrawan (Ifriqiya) el nombramiento de un nuevo gobernador, Ayyub ibn Habib al-Lajmi fue designado interinamente como valí y gobernó interinamente solo seis meses del año 716.

Era hijo de una hermana del primer valí, Musa ibn Nusair, y por tanto, primo hermano del asesinado Abd al-Aziz ibn Musa ibn Nusair.

Al cabo de seis meses de interinidad, fue sustituido por el nuevo valí, Al-Hurr ibn Abd ar-Rahman al-Thaqafi.








Bahlul Ibn Marzuq (La Puebla de Castro (Huesca), ? – 802) fue un gobernante de origen muladí que controló la cora de Huesca en la transición de los siglos VIII-IX.

Descendiente de la familia de los Uskara, de origen vascón, era hijo de un señor muladí del castillo de Muns llamado Marzuq ibn Uskara ("hijo del vasco"). Se rebeló en Zaragoza contra el gobierno árabe de Al-Ándalus en 798, y en 800 conquistó Huesca liberándola de los Banu Salama. Su rebelión tuvo gran apoyo popular, especialmente después de obtener el respaldo público del teólogo Ibn al-Mughallis.12​ El emir envió al general oscense Amrús ibn Yúsuf, y Zaragoza y Huesca fueron retomadas (c. 801). Bahlul huyó a Pallars donde fue asesinado por su lugarteniente Jalaf ibn Rashid (802), que controlaba Barbitania (Barbastro).

Las peripecias de Bahlul fueron recogidas por el historiador y geógrafo musulmán Áhmad ibn Úmar al-Udri (1003-1085) en el poema épico popular escrito en árabe conocido como "La archuza de Bahlul".








Balŷ ibn Bišr al-Qušayri1​ o, simplemente Balŷ (en àrabe بلج بن بشر القشيري) (m. Córdoba742), valí de Ifriqiya (741) y después el decimoctavo valí de al-Ándalus (741-742).

Era sobrino de Kulthum ibn Iyad al-Qushayri, general del ejército sirio enviado a sofocar la rebelión bereber del Magreb. A la muerte de su tío tomó el mando de las tropas sirias refugiadas en Tánger, tras haber sido derrotadas por los bereberes norteafricanos. Cuando la insurrección bereber se extendió a al-Ándalus, los contingentes sirios, tras pactar con Abd al-Málik ibn Qatan al-Fihri, que entonces era valí de al-Ándalus, pasaron en el 741 a la península ibérica donde derrotaron a los sublevados. No obstante, por desavenencias con el valí, Balch ibn Bishr acabó dirigiéndose a Córdoba con sus tropas que, tras derrocar al valí Abd al-Málik ibn Qatan, nombraron nuevo valí al mismo Balch ibn Bishr.

Su política partidista y cruel qaysí lo enfrentó a los árabes kalbíes (baladís) —es decir, aquellos árabes instalados en al-Ándalus con Musa ibn Nusair y los primeros valís—, a los cuales venció en la batalla de Aqua Portora (al norte de Córdoba). El Ajbar machmúa23​ nos suministra una lista muy detallada de los grupos tribales qaysíes pertenecientes a los yunds de Damasco y de Qinnasrin, que fueron acantonados en la cora de Elvira y de Jaén.

Aun siendo el resultado del enfrentamiento favorable a los sirios, Balch ibn Bishr murió ese mismo año debido a las heridas sufridas, por lo cual sus tropas nombraron nuevo valí a otro general, Thalaba ibn Salama al-Amili.4​ Thalaba ibn Salama era un 'yemenita', como la mayoría de los árabes andalusíes, y no de la tribu 'qaysí' de los sirios.








El conde Casio, llamado en árabe kumis Qasi (donde kumis es la arabización del latín comes, 'conde' y Qasi es la arabización del latín Cassius), fue un noble mencionado en las crónicas árabes y en la Crónica de Alfonso III como «godo de nación»1a​ que vivió a finales del siglo vii y principios del viii y gobernó un amplio territorio del valle medio del Ebro. Su conversión al islam dio nacimiento a la poderosa familia de los Banu Qasi.

Biografía[editar]

El nombre en árabe de su hijo fue «فرتون بن قسي بن فرتون» (Furtūn ibn Qāsī ibn Furtūn), por el que se concluye que el nombre de su padre fue el mismo de su hijo, Fortunius.

Sus menciones en las crónicas árabes son muy escuetas y solamente dicen que «en época de los godos», el conde Casio gobernaba un territorio que comprendía la actual Ribera Navarra (Tudela) y zonas limítrofes de la actual provincia de Zaragoza (TarazonaBorja y probablemente Ejea de los Caballeros). Casio decidió colaborar con los invasores musulmanes para conservar sus dominios, «mediante un vínculo privilegiado de origen preislámico conocido con el nombre de walā».3​ El único caso documentado de una conversión al islam en la península ibérica en la época de la conquista,4b​ y tras la caída del reino visigodo, fue el fundador de la dinastía de los Banu Qasi o «hijos de Casio».

Viajó a Damasco, capital del Califato Omeya, junto con Musa ibn Nusair. Allí conoció al califa Walid I y le declaró personalmente su obediencia antes de la muerte de este el 25 de febrero de 715.







Fortún Casio o Fortún ibn Qasi (en árabeفرتون بن قازي; n. c. 710) fue un valí de Zaragoza de origen hispanorromano y/o visigodo y ancestro de la dinastía de los Banu Qasi, señores del valle del Ebro durante los siglos viiiix y principios del x.

Antecedentes familiares[editar]

Fortún ibn Qasi era el primogénito del conde Casio, un noble terrateniente hispanorromano de los últimos años del reino visigodo de Toledo. Su nombre de nacimiento era Fortunius Cassius, pero se lo cambió cuando junto con su padre se convirtió al islam en 714; desde entonces su nombre en árabe fue «فرتون بن قازي بن فرتون» (Furtūn ibn Qāsī ibn Furtūn).

Según Ibn Hazm, historiador árabe del siglo XI, los hermanos de Fortún fueron Abu-Thawr, Abu-Salama, Yunus y Yahya.3​ El hecho de que todos los hermanos llevaran un nombre musulmán, menos el primogénito Fortunius, hace que muchos historiadores, como por ejemplo Alberto Cañada, opinen que Fortún nació antes de la conversión del conde Casio al Islam, mientras que otros afirman que nació después de 714.

Consolidación de los Banu Qasi; nupcias de Fortún[editar]

Su padre viajó con el conquistador árabe de la península ibérica, Musa ibn Nusair, hasta Damasco para rendir homenaje al califa omeya Al-Walid I. De vuelta, pactó el compromiso de su hijo Fortún con Asima bint Abd al-Aziz,bc​ nacida entre 713 y 717d​, hija de Abd al-Aziz ibn Musa y Egilona, al mismo tiempo nieta de Musa ibn Nusair e hija de la viuda de Rodrigo (último rey visigodo), y descendiente directo del profeta Mahoma a través de la hija de este Ruqayyah, según los sunitas.[cita requerida]

Fortún fue padre de dos hijos:e

Parece que a la muerte de su padre, el conde Casio, Fortún heredó las posesiones de las tierras entre Zaragoza, NájeraTudela, Tarazona y fue nombrado valí de Zaragoza en nombre del califa omeya de Damasco.








Habib ibn Abi 'Ubayda al-Fihri (¿? - 741). Militar quraysi que participó en la conquista de Hispania (al-Ándalus), en 711.

Era nieto del gran general Uqba ibn Nafi, conquistador de África para el Islam. Tuvo un papel destacado en los primeros años de la conquista de la península ibérica, tanto con Musa ibn Nusair como con el hijo de éste, el valí Abd al-Aziz ibn Musa. Fue firmante del pacto conseguido con el noble godo Teodomiro.

En 714, Musa ibn Nusair, al marchar a Damasco para dar cuentas al Califa Walid I, puso a Habib como asesor de su hijo, pues era una persona que poseía un gran prestigio entre el yund árabe que permaneció en al-Andalus tras la conquista.

La política de nuevos reclutamientos del valí Abd al-Aziz dio lugar a diversas tensiones con los primeros conquistadores que acompañaron a Musa a la Península, ya que sus bienes se debían repartir con los recién llegados, mayoritariamente bereberes o mawali (clientes o libertos omeyas). La tensa situación concluyó con el asesinato de Abd al-Aziz, que fue promovido por el gund árabe que estaba dirigido por el propio Habib ibn Abi 'Ubayda al-Fihri. Incluso, quizá formó parte de la delegación que acudió a Damasco, al califa Suleimán I, con la cabeza de Abd al-Aziz.

Con posterioridad, participó en diversas expediciones por África: Sus y Sudán (735), en el ataque a la isla de Sicilia (740) y combatiendo a los bereberes en Tremecén. Murió en la batalla de Baqdura (741), junto al río Sabu, como integrante del gund árabe de Ifriqiya tratando de reprimir la gran rebelión de los bereberes jariyíes.








Abd al-Rahman ibn Habid al-Siqlabi (Abderramán ben Habid) fue un mercenario cristiano de al-Ándalus que en 777 lideró una fracasada invasión a la península ibérica en apoyo del Califato Abasí.

Biografía[editar]

Tras la rápida conquista musulmana de la península ibérica en el período 711718, esta quedó como provincia dependiente del Califato Omeya. Sus gobernantes fijaron su capital en Córdoba y recibieron del califa de Damasco el título de wali o emir, constituyéndose el Emirato de Córdoba.

Cuando el avance de los ejércitos musulmanes se hizo más lento hasta detenerse tras la batalla de Poitiers, ya sin nuevas tierras que ocupar ni botín de guerra, en al-Ándalus empezó a vivirse un estado de guerra perpetua entre árabes y bereberes,1​ e incluso entre las mismas tribus árabes que trasladaban a la nueva provincia sus viejas luchas.

Abd al-Rahman, hijo de Habib, hijo de Abu-Bayda, hijo de Uqba, hijo de Núfi al-Fihrí, yerno de Yusuf ibn Abd al-Rahman al-Fihrí, era conocido por el Siqlabi, o esclavón, por ser alto, rubio y de ojos azules como los cautivos eslavos que solían venderse en las costas orientales de Europa, los llamados "Saqaliba".2

Era "Grande del Jund" (comandante de ejército) y luchó contra la rebelión bereber en la península junto a las fuerzas del sirio Balŷ ibn Bishr al-Qushayri hasta que en el 123 de la Hégira (ca.741 EC), éste destituyó y crucificó a su tío el emir Abd al-Malik ibn Qatan al Fihri. Se unió entonces al levantamiento árabe contra el usurpador hasta que victorioso el partido de Balŷ en la batalla de Aqua Portora,3​ Abd al-Rahman debió pasar al Magreb, donde tuvo parte principal en los sucesos políticos del norte africano posteriores al año 125 de la Hégira (4 de noviembre de 742 á 25 Octubre de 743 EC).

Cuatro años después, regresó a la península y en el 129 (747) su suegro Yusuf se convertía en el nuevo walí de al-Ándalus.

Abd al-Rahman[editar]

En 750 en el Califato de Damasco una revolución liderada por la familia abasí derrocó a los Omeyas, descendientes de Mahoma, y ordenaron el asesinato de toda la familia. Uno de sus miembros, nieto del Califa Hixem, el joven Abd al-Rahman ibn Muawiya al-Dajil pudo librarse de la masacre y la persecución y refugiarse en el norte de África, desde donde envió emisarios a al-Ándalus para procurar apoyo a su causa.

En el año 755, el país llevaba soportando cinco años de sequía y de hambre a lo que se sumaba las continuas rebeliones de bereberes, de clanes árabes y de tribus del norte, que luchaban contra los musulmanes como habían peleado durante siglos contra los romanos y los visigodos. Ese año, los árabes qaisíes, base del poder de Yusuf, acababan de vencer a los yemeníes en la batalla de la Saqunda, un descampado frente a las murallas de Córdoba.

El 14 de agosto del año 755 Abd al-Rahman ibn Muawiya al-Dajil —«El Servidor del Misericordioso, el hijo de Muawiya, el Inmigrado», desembarcaba en la playa de Almuñécar.

El ejército de Yusuf acababa de sufrir una derrota en su lucha contra los vascos. Al enterarse del desembarco mientras viajaba hacia el norte con tropas de refresco, Yusuf abandonó la ofensiva y regresó a Córdoba. Durante el invierno intentó sin éxito negociar con el invasor ofreciendo tierras, dignidades y la mano de sus hijas. En marzo del 756 Abd al-Rahman emprendió su lenta marcha hacia Córdoba seguido por un ejército de sirios, yemeníes y bereberes. En la mezquita de Archidona los sirios lo proclamaron emir y en Sevilla fue aclamado por la población, tras lo que continuó su avance hacia Córdoba, mientras Yusuf retrocedía sin presentar batalla.

Temiendo que Yusuf se fortificara en la capital, Abd al-Rahman envió entonces un emisario al campamento de Yusuf con una carta prometiéndole aceptar sus condiciones, pero esa misma noche sus tropas, principalmente yemeníes, cruzaron el río que las separaba de las de su enemigo y lo masacraron. Yusuf mismo perdió a un hijo en el combate. El 15 de mayo Abd al-Rahman entró en Córdoba.4

Consolidado en el gobierno de la península, en 773 Abd al-Rahman se independizó de la nueva capital abasí, Bagdad.

La invasión[editar]

El yerno de Yusuf, al-Siqlabi, levantó en el norte de África un ejército con tropas berberiscas y en 777 desembarcó en la costa murciana de Tudmir. De inmediato se movió hacia Barcelona y entró en contacto con el gobernador independiente de Zaragoza Suleimán-ben-Jakthán-ben-Al-Arabí5​ y con Abu-l-Aswad Muhammad, hijo de Yusuf.6

Suleimán incumplió sus compromisos, por lo que el Siqlabí marchó contra él. Entre tanto, el emir Abd al-Rahman envió un fuerte ejército sobre Todmir e incendió su escuadra, cortándole así la retirada. El Siqlabí, fracasado su intento de controlar Zaragoza, se refugió en una montaña fortificada cerca de Valencia. Abd al-Rahman ofreció entonces una recompensa de mil monedas de oro por la cabeza de su enemigo. Al poco tiempo, uno de los bereberes que lo acompañaban lo traicionó, mató y cortó su cabeza.

Coalición de Paderborn[editar]

Mientras Abd al-Rahman planeaba ya marchar contra Siria y enfrentar a los usurpadores abasíes, el gobernador Suleimán envió una embajada a Paderborn, donde se encontraba el rey franco Carlomagno, quien tras vencer a los sajones celebraba la dieta o campo de Mayo, para ofrecerle su alianza contra el emir de Córdoba.7

Carlomagno aceptó la propuesta: los Anales de Colonia afirman que "Los árabes insurrectos buscaban el medio de satisfacer sus ambiciones y rencores y el Monarca franco veía en esta empresa una buena ocasión de acrecentar sus dominios con la conquista de algunas ciudades del Norte de la Península."

En la primavera boreal del año 778, después de celebrar la Pascua de Resurrección en Casseneuil (Cussinogilum) el Rey de los francos, a la cabeza de una parte de su ejército, se puso en marcha con dirección al país de los vascones, mientras el resto de sus tropas cruzaban los Pirineos orientales para penetrar en Cataluña.

Tras apoderarse de Pamplona y unirse a las fuerzas de Suleimán, quien había ya derrotado y hecho prisionero al general Tábala enviado por el Emir a sofocar la revuelta, Carlomagno avanzó hasta Zaragoza, pero los moros acaudillados por Husayn ibn Yahya al-Ansarí se negaron a recibirle en la ciudad y cerraron sus puertas. Carlomagno concibió sospechas del gobernador y lo retuvo como prisionero. Pronto tuvo que abandonar el sitio de Zaragoza y emprender la retirada hacia las orillas del río Rin, ante las noticias de una nueva insurrección de los sajones de Witekind. Tanto en la invasión como durante su retirada, Carlomagno se apoderó de las villas y fortalezas que encontraba en su camino, destruyó hasta los cimientos los muros de Pamplona y reunió un gran botín. En la retirada, fue alcanzado por los ejércitos de Matruch y Ayxón, hijos de Suleimán, quienes tras obtener la libertad de su padre, volvieron a Zaragoza donde, tras arreglar sus diferencias con Al-Hosain-ben-Jahya-el-Ansarí, continuaron en su rebelión contra Abd al-Rahman, obligándolo a ir en persona a sitiar la ciudad, que finalmente se sometió en 780-781.

En cuanto a los francos, los vascos se precipitaron sobre su retaguardia y en la batalla de Roncesvalles la exterminaron.8

Aprovechando el ejército en armas, Abderrahmán invadió el país de los vascos y de los francos destruyendo varias fortalezas, entre ellas la de Calahorra, y llevándose entre los rehenes al hijo de Ibn-Belaskot, que era probablemente un caudillo cristiano.

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