La batalla de Andagoste fue un enfrentamiento bélico que tuvo lugar entre legionarios romanos e indígenas en el valle de Cuartango, Álava, en torno al año 38 a. C.
Batalla de Andagoste | ||||
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Parte de Conquista de Hispania | ||||
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Ubicación de las distintas tribus prerromanas en el área del Alto Ebro hacia el siglo I.
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Fecha | En torno al 38 a.C. | |||
Lugar | Cuartango, Álava | |||
Coordenadas | 42°53′05″N 2°54′29″OCoordenadas: 42°53′05″N 2°54′29″O (mapa) | |||
Resultado | Victoria indígena | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Descubrimiento[editar]
En 1998 a raíz de las obras realizadas para la traída de aguas al municipio de Cuartango (Álava), se encontraron varias balas de plomo para hondas en el terreno, lo que hizo que se solicitara permiso para su excavación. La dirección fue concedida a su descubridor, José Antonio Ocharan.1
Desarrollo de la batalla[editar]
Las monedas encontradas enmarcan la batalla en una serie de movimientos militares previos al desarrollo de las guerras cántabras. Dadas las dimensiones del recinto de defensa que se encontró, y dado que estaba a medio construir, se supone que entre una o dos cohortes (de 1000 a 1500 legionarios) intentaron completar su construcción mientras estaban siendo atacados por indígenas.
Es probable que el contingente se viera sorprendido tras replegarse después de atacar algún castro, ya que portaban escorpiones y contaban entre sus filas con dos cuerpos auxiliares de honderos y arqueros.
Probablemente los romanos fueron derrotados ya que se luchó dentro del campamento, no se terminó la fortificación y se pudo comprobar la existencia de un «pasillo» de huida hacia Urbina Eza que dejó una particular dispersión en el terreno de clavos de caligae (sandalias de legionario).
Identidad de los atacantes[editar]
Es probable que las cohortes romanas, tras atacar un castro cantabro o autrigón, se replegasen a territorio «amigo» por una zona controlada por los caristios,2 tras lo que fueron perseguidos y obligados a fortificar su posición.
Así mismo, es plosible que los padres de algunos de los atacantes hubieran servido como tropas auxiliares en la guerra de Sertorio, lo que les habría facilitado la victoria al conocer el tipo de tácticas empleadas por los romanos.
Importancia de los objetos descubiertos[editar]
Constituyen los vestigios más antiguos de la presencia romana en el País Vasco, en donde se había encontrado una única bala de plomo, por D. José Miguel de Barandiarán; en Andagoste se encontraron 114. Tampoco se había hallado ningún clavo de caliga de tipo antiguo (anterior al 22 a. C.); en Andagoste se hallaron más de 600.3
Visitas[editar]
Esta batalla cuenta con un centro de interpretación en la torre de Urbina de Basabe que se puede visitar durante la época estival.
El sitio de Aracillum fue un bloqueo armado ocurrido en el invierno del año 25 a. C. por el que un ejército romano, liderado por Cayo Antistio Veto, asedió el castro cántabro de Aracillum en el marco de las guerras cántabras. La contienda finalizó con una victoria romana y fue quizá la batalla más importante.
Aracillum fue sometida a un fuerte asedio por los romanos, que acabarían por hacerse con el asentamiento. El castro cántabro resistió durante un tiempo a las cinco legiones romanas de Antistio que lo rodearon con tres campamentos. Los romanos construyeron más de veinte kilómetros de muros, empalizadas y trincheras para evitar la huida del enemigo. Ante esto la mayoría de los guerreros prefirieron suicidarse antes de morir de hambre o verse sometidos a la esclavitud. Tradicionalmente identificada con Aradillos, Campoo de Enmedio, no se ha encontrado en este lugar resto alguno que lo demuestre.
Sitio de Aracillum | ||||
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Parte de Guerras cántabras | ||||
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Fecha | 25 a. C. | |||
Lugar | Aracillum, Cantabria (España) | |||
Resultado | Victoria decisiva de Roma. | |||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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Fuerzas en combate | ||||
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Bajas | ||||
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El castro de la Loma es un yacimiento arqueológico situado en la Montaña Palentina, en la localidad de Santibáñez de la Peña. Está compuesto por las ruinas de un oppidum (ciudad fortificada) cántabro, probablemente de los camáricos, y los restos de varios campamentos romanos que llevaron a cabo su asedio. Su descubrimiento ha tenido gran trascendencia debido a sus importantes vestigios relacionados con las guerras cántabras.
Ubicación[editar]
El castro se encuentra situado en un paraje conocido como la Loma, un alto situado al sur de la localidad de Santibáñez de la Peña que domina la zona junto al río Valdavia, una localización clásica en recintos fortificados similares.
Este yacimiento se halla a unos 50 km de los castros de monte Cildá y monte Bernorio; su ubicación aproximada es 42°48′07″N 4°43′48″OCoordenadas: 42°48′07″N 4°43′48″O (mapa).
Descubrimientos[editar]
El hallazgo del yacimiento de la Loma fue realizado en 2003 por el investigador de Reinosa Miguel A. Fraile, dentro de sus trabajos sobre las guerras cántabras.1 Posteriormente comenzaron las excavaciones, dirigidas por Eduardo Peralta Labrador, doctor en protohistoria y arqueología del Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigüedad de Cantabria.
Según estas investigaciones, el lugar estuvo habitado desde la Edad del Hierro por una importante comunidad indígena que fortificó el castro que habitaba. Se han encontrado restos de grandes murallas y sobre todo de un foso externo de grandes dimensiones (unos 4 m de profundidad) rodeando un enclave de 10 ha, lo que hace pensar que se trata de un poblado de gran importancia, que puede tratarse2 de la capital de los Tamáricos, la mítica Tamarica (o Kamarica)3 que era asociada con Velilla del Río Carrión tras el hallazgo allí de las Fuentes Tamáricas.4
Subvencionadas por la Junta de Castilla y León y la Diputación de Palencia, las primeras excavaciones se llevaron a cabo en 2003, que fue cuando aparecieron las cabañas interiores y las evidencias del recinto amurallado y el foso. La muralla está formada por dos murallas superpuestas y la profundidad del foso, de unos 4 m, tallado en la roca, es descrito por el director de las excavaciones como «una obra faraónica».4 Los trabajos de construcción y fortificación se calcula que tuvieron que ser llevados a cabo por varios miles de personas. Asimismo, y aunque aún no se han encontrado evidencias, se cree que debía disponer de una necrópolis.
Posteriormente aparecieron en las cercanías los restos de varios campamentos romanos que rodeaban el castro, con sus correspondientes fortificaciones, donde se han encontrado sesenta puntas de flecha, proyectiles de catapulta, puntas de pilum, monedas de la época de Augusto e incluso clavijas de tiendas de campaña.1 Al oeste se encontró un pequeño castellum de forma ovalada y un sistema de trincheras que salían del recinto defensivo, descendiendo hacia el río para rodear el castro.
Además de restos humanos, de incendios y de la destrucción provocada por los romanos en su conquista, se han encontrado cerámica celtibérica, múltiples objetos personales, cuchillos con mango de cuerno de ciervo, pendientes, agujas para el pelo, anillos y hoces. Los restos fueron trasladados en un primer momento a Santander para su estudio y posteriormente al Museo Arqueológico de Palencia.
Pero lo que más ha llamado la atención de este yacimiento ha sido la gran cantidad de puntas de flecha (más de 600) encontradas en la Loma. Según declaró su director en 2007 es «la colección más importante del mundo romano, seguida por alguna colección de Siria, con un número de proyectiles muy inferior», lo que da una idea del asedio al que fue sometido el castro.4
En 2006, el director de las excavaciones tramitó la documentación para que la Junta de Castilla y León declare este asentamiento Bien de Interés Cultural.5 Tras cuatro campañas de excavaciones, el yacimiento se encuentra en estado de abandono, con las estructuras al descubierto, corriendo un grave riesgo de expolio, por lo que se encuentra en la lista roja de Patrimonio.6
Historia[editar]
Historia de la Loma[editar]
La zona norte de la provincia de Palencia pertenecía a la Cantabria clásica; en ella se encuentran importantes vestigios como el castro del monte Cildá y el castro del monte Bernorio. El asedio de la Loma está enmarcado dentro del bellum cantabricum, las campañas llevadas a cabo por el Imperio romano para el sometimiento de los cántabros y los astures, últimos reductos de resistencia en Hispania contra la invasión romana, que se prolongó entre los años 29 a. C. y 19 a. C. y en la que participó el emperador Augusto.
Según las investigaciones, este paraje estuvo habitado desde la Edad del Hierro. Por su situación, pertenecía a la tribu de los camáricos, siendo muy posible que, dadas las dimensiones del poblado, fuera ésta su capital, Camarica. El sistema defensivo del castro estaba compuesto por dos murallas superpuestas de considerable altura y un foso externo de unos 4 m de profundidad tallado en la roca de la montaña.
Asedio y destrucción[editar]
Estas circunstancias hicieron que los romanos adoptaran para el asedio la táctica de rodear el castro con campamentos. Instalaron un campamento legionario principal, de unas 5 ha, en una colina al sur del castro, con su correspondiente agger y empalizada, alineado con otros campamentos menores que rodearon y aislaron el oppidum.
Para el asalto, las legiones llevaron a cabo ataques a distancia con flechas y catapultas. Se han encontrado proyectiles incendiarios de catapulta y flechas incendiarias.7 Posteriormente, vencida la resistencia a base principalmente de piedras y lanzas de los moradores, se produjo la entrada en el enclave, el incendio y su subsiguiente destrucción a tenor de las pruebas encontradas.1 Por las dimensiones de los campamentos, se calcula que el asedio pudo ser llevado a cabo por unos 5000 legionarios.
Tras la destrucción del castro, no hay pruebas de que los romanos siguieran utilizando el lugar.
Dado que es un yacimiento de reciente descubrimiento, todavía no ha sido identificado por ningún historiador con alguna de las ciudades importantes de los cántabros descritas por los clásicos y, al contrario de lo que ocurre con Vellica, Bergida, Julióbriga o Aracillum, no existe constancia del asedio de Tamarica, por lo que no se descarta la identificación del castro de la Loma con alguna de estas ciudades.
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