La Torre Ciega es un monumento sepulcral romano del siglo I a. C. que se encuentra en las afueras del casco histórico de Cartagena (España). El monumento era parte de una gran necrópolis que se encontraba situada junto a la vía principal de entrada en la ciudad. Es una de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de la península ibérica, con la Torre de los Escipiones (Tarragona) y la Torre de Sant Josep (Villajoyosa).
Hasta mediados del siglo XX era el único monumento que quedaba en pie de la antigua ciudad romana de Carthago Nova. Se tienen referencias escritas de este monumento desde el siglo XVI ya que aparece descrito en el Discurso de la Ciudad de Cartagena de Francisco Cascales quien llegó incluso a mencionar la existencia de restos peor conservados de, al menos, otras diez torres sepulcrales similares. Durante los siglos XVII y XVIII fue objeto de la curiosidad de diferentes escritores ilustrados que visitaron la ciudad.
Gracias a los grabados antiguos se sabe por la inscripción que se conservaba en una de sus caras, hoy muy deteriorada e ilegible, que el monumento estaba dedicado a Tito Didio, que fue procónsul de la Hispania Citerior en el año 94 a. C.
El recubrimiento exterior del monumento está realizado en opus reticulatum: revestimiento reticulado conseguido a partir de pequeñas roca ígneas de andesita de forma piramidal, procedente del cercano Cabezo Beaza, que se clavaban en el mortero, opus caementicium, aún fresco, aplicado como revoque. Asimismo los ángulos del cuerpo inferior se encuentran reforzados por pequeños bloques de piedra caliza con una moldura idéntica a la que culmina el basamento.
Hasta el siglo XVIII el monumento se encontraba muy bien conservado, sin embargo, las leyendas de tesoros albergados en su interior llevaron a los vecinos a perforar el monumento, por lo que llegó en estado muy ruinoso a mitad del siglo XX, cuando fue restaurado por Pedro San Martín.
En las excavaciones realizadas en el entorno del monumento se ha constatado la presencia de una gran necrópolis romana correspondiente al periodo de mayor esplendor de la ciudad y en la que han aparecido numerosos restos materiales como urnas cinerarias y lápidas que se conservan en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena.

La Torre-trofeo de Urkulu es una torre conmemorativa romana ubicada en la cima del monte Urkulu (1.419 msnm), en el término municipal de Orbaiceta, Navarra, a unos pocos metros de la frontera con Francia.
Historia[editar]
En 1976 el arqueólogo francés Jean-Luc Tobie la identificó como una torre-trofeo romana, erigida en el siglo I a. C. para conmemorar la reciente conquista de Aquitania;1 la construcción se utilizó para marcar el límite sur de los nuevos territorios conquistados. En la campaña arqueológica de 1990 se localizó un altar de consagración que confirmó esta interpretación del monumento. La torre domina el paso fronterizo de col d'Amoustegui, por el que discurría en la antigüedad la vía romana Ab Asturica Burdigalam (de Astorga a Burdeos) que pasaba por Pamplona y Dax.2
La torre tiene forma tronco-cónica, mide 19,5 metros de diámetro en la base y tiene 3,6 metros de altura. Su altura original debía ser de 4,5 metros. El espesor de los muros es de 2,6 metros y su interior está relleno con los restos del trabajo de cantería originales.2
A escasos metros de la torre quedan restos de una casa fuerte construida y utilizada a finales del siglo XVIII, durante la Guerra de la Convención que enfrentó a Francia y España en 1793. En las laderas del mismo monte Urkulu se han localizado numerosos restos prehistóricos, como dólmenes y cromlechs.

La Vía XIX era una calzada romana de la época de Augusto, descrita en el Itinerario de Antonino, que unía las ciudades de Bracara Augusta (Braga), Ponte de Lima, Tude (Tuy), Turoqua (Pontevedra), Aquis Celenis (Caldas de Reyes), Iria, Martiae, Lucus Augusti (Lugo) y Asturica Augusta (Astorga).
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Datos de la ruta | ||
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Tipo | Calzada romana | |
Administración | ||
Administración | Imperio romano | |
Orientación | ||
Inicio | Bracara Augusta | |
Fin | Asturica Augusta |
La Vía Augusta es la calzada romana más larga de Hispania con una longitud aproximada de 1500 km que discurrían desde los Pirineos hasta Cádiz, bordeando el Mediterráneo.
Es una de las vías más estudiadas, más transitadas y mejor conocidas desde la Antigüedad, aparece en testimonios antiguos como los Vasos Apolinares y el Itinerario de Antonino. Comenzaba en Cádiz, pasaba por la actual localidad de La Junquera, donde se prolongaba con la Vía Domitia, que bordeaba la costa del sur de la Galia hasta Roma. Constituyó el eje principal de la red viaria en la Hispania romana. A lo largo de las épocas ha ido recibiendo diferentes nombres como Vía Hercúlea o Vía Heráclea, Camino de Aníbal, Vía Exterior, Camino de San Vicente Mártir y Ruta del Esparto. El emperador Augusto le daría nombre, a raíz de las reparaciones que se llevaron a cabo bajo su mandato, sobre los años 8 y 2 a. C., cuando se convirtió en una importante vía de comunicaciones y comercio entre las ciudades y provincias y los puertos del Mediterráneo. Actualmente las carreteras N-IV N-420, N-340 y la autopista del Mediterráneo (A-7, AP-7, A-70) siguen en muchos tramos el mismo itinerario que la Vía Augusta. De hecho, en algunos tramos de la actual N-340 se utilizó la calzada romana hasta principios del siglo XX, siendo asfaltados en los años 20, durante la Dictadura de Primo de Rivera.
Ciudades por las que pasaba la Vía Augusta[editar]
- Ad Portus (El Puerto de Santa María)
- Asta Regia (Mesas de Asta, (Jerez de la Frontera)
- Ugia (Torre Alocaz, Utrera)
- Orippo (Dos Hermanas)
- Hispalis (Sevilla)
- Carmo (Carmona)
- Obucla u Obúlcula (La Monclova, Fuentes de Andalucía)
- Colonia Augusta Firma Astigi (Écija)
- Adaras (La Carlota)
- Corduba (Córdoba)
- Obulco (Porcuna)
- Iliturgi (Mengíbar, donde cruzaba el Río Betis (Guadalquivir)
- Isturgi (Andújar)
- Castulo (Linares)
- Mentesa Oretana (Villanueva de la Fuente)
- Saltigi (Chinchilla de Monte-Aragón)
- Libisosa (Lezuza)
- Ad Ello (Elda)
- Carthago Nova?? (Cartagena)
- Eliocroca?? (Lorca)
- Sucro (Albalat)
- Saetabis (Játiva)
- Valentia (Valencia)
- Saguntum (Sagunto)
- Intybilis (La Jana)
- Dertosa (Tortosa)
- Tarraco (Tarragona)
- Aquis Vocontis (Caldas de Malavella)
- Gerunda (Gerona)
- Narbonem (Narbona)
Nota: a ciudades como Barcino se accedía por vías secundarias, probablemente al igual que con Carthago Nova. Se duda si pasaba por Hispalis (Sevilla), o se accedía mediante un ramal.
Restos de la Vía Augusta[editar]
En el puente de la Alcantarilla, en el término municipal de Utrera (Sevilla), sobre la tajamar, una inscripción señala que por el mismo discurre la Vía Augusta, que enlazaba la Bética con el norte de Hispania.1
La vía cruzaba el río Betis (Guadalquivir) por el puente de Andújar, que aún conserva ocho de los arcos originales romanos.2
Varias ciudades conservan restos de su trazado, que sigue aproximadamente el de la actual autopista AP-7. Hay un tramo bastante largo y visible en el municipio de El Perelló, en la provincia de Tarragona. El Arco de Bará está situado sobre esta vía que pasaba por debajo (puede verse en Google maps [1]). En Barcelona lleva el mismo nombre una de las avenidas principales del distrito de Sarriá-San Gervasio, que une la avenida Diagonal con los túneles de Vallvidrera, pasando por la plaza Molina. Por su subsuelo transcurre gran parte de la línea 6 de los Ferrocarriles de la Generalitat.
En la provincia de Castellón, el Arco romano de Cabanes marca el paso de la Vía Augusta, la cual sigue una depresión interior en esta provincia. Actualmente, este arco se encuentra en una rotonda de la CV-157 que en este punto conserva cierto parecido con las vías romanas por las filas de árboles a ambos lados de la misma, aunque hay que aclarar que el trazado original de la Vía Augusta, que está hoy marcado en muchas partes como vía pecuaria, no coincide siempre con las carreteras actuales ([2]). Sin embargo, hay que aclarar que la carretera CV-157 no sigue la dirección norte sur (más bien noreste - suroeste) que sigue la Vía Augusta en casi todo su recorrido, sino oeste - este. La explicación de este hecho, como sucede en muchas otras partes (Barcelona, Cabanes, Tarragona, etc.) se debe a que la Vía Augusta recorre áreas poco pobladas, generalmente, a lo largo de valles del interior paralelos a la costa, por lo que a casi todas las ciudades romanas, sobre todo del lado de la costa, se llegaba a través de vías secundarias perpendiculares a la propia Vía Augusta.
En Valencia la Vía Augusta está documentada y referenciada en dos lugares céntricos de la ciudad, el primero se encuentra junto a la catedral, en el museo de la Almoina integrado por restos de las distintas épocas de la ciudad, y el segundo, junto al antiguo Palacio de los Borja (Borgia), hoy Cortes Valencianas. En la Almoina, además de unas decenas de metros del pavimento de la vía, podemos ver restos de las antiguas columnas del Templo de las Ninfas de la misma época, un pozo, o restos de casas visigodas y árabes. También existe un miliario en la calle de San Vicente (la salida de la ciudad hacia el sur) y en la Alameda.
La ciudad de Lorca (Murcia) cuenta con diversos vestigios relativos a la Vía Augusta, destacando las columnas miliarias romanas de los tiempos de Octavio Augusto conservados en el Museo Arqueológico Municipal (miliarios de San Vicente y de La Hoya); además del miliario de los tiempos de Diocleciano (miliario de La Parroquia). En febrero de 2013 apareció un tercer miliario de Augusto aguas arriba de Lorca, en el cauce del río Guadalentín (miliario de El Hornillo), que todavía se está estudiando.
Para el caso de la Bética romana, su trazado ha sido estudiado por P. Sillières3, principal autor actualmente para considerar la ruta que realmente seguía esta vía.
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