SIGLO XV EN ESPAÑA - PINTORES
Pedro Nisart, en catalán Pere Niçard o Pere Nisart , (fl. 1468-1470) fue un pintor de estilo hispano-flamenco activo en Mallorca.
Se le supone natural de Niza o descendiente de repobladores occitanos de la isla oriundos de esa ciudad.
Su estilo minucioso revela la influencia de Jan van Eyck.
Su obra más conocida es un San Jorge (Sant Jordi), tabla central de un retablo que se conserva en el Museo Diocesano de Palma de Mallorca, encargado en 1468. Mide 2,84 metros de alto por 1,87 metros de ancho. Está pintado al óleo. El resto del retablo es obra, al parecer, de otro pintor: Rafel Moger. En esta obra se ve san Jorge, a modo de un caballero con su armadura, sobre un caballo, dando muerte al dragón. Aunque en el paisaje se representa una ciudad flamenca con murallas y un castillo, parece situarse en la bahía de Palma de Mallorca.
Juan Núñez fue un pintor de estilo hispano flamenco activo en Sevilla a finales del siglo XV y comienzos del XVI.
De Juan Núñez únicamente se conoce firmada una tabla conservada en la Sacristía de los Cálices de la Catedral de Sevilla con la Piedad entre san Miguel y san Vicente y el donante de reducidas dimensiones en primer término, de fuerte carácter flamenco en los tipos humanos. Ceán Bermúdez, que se refería a ella en términos muy elogiosos por su brillante color y el detalle en el dibujo de la dalmática de san Vicente, llegó a ver también en la catedral de Sevilla otro retablo firmado por Núñez, «que no era malo», retirado pocos años antes de escribir su diccionario por viejo y antiguo. Constaba, según la descripción de Ceán, de tres tablas, con san Juan Bautista en la tabla central y en las laterales san Miguel y san Rafael, «cuyas alas eran como las del pavo real», y llevaba también la firma de Nufro Sánchez, entallador del coro de la misma catedral, fechado en 1475.1
Discípulo o seguidor de Juan Sánchez de Castro, iniciador del estilo hispano flamenco en Andalucía,2 Ceán lo dice casado con Ana de Castro, quizá familiar del maestro, y documenta la compra por el matrimonio de unas casas en la parroquia de San Lorenzo, en 1507, operación por la que considera que podrían ser «ricos».1 Al margen de estos datos proporcionados por Ceán es poco lo que se sabe: consta que en 1480 firmó un documento en defensa del gremio de los pintores sevillanos y que en 1501 hizo algunos trabajos de pintura y dorado para la hermandad de San Eloy.
Biografía y obra[editar]
A Mateo Ortoneda se le documenta en 1391 en Barcelona cuando contaba catorce años y medio y, probablemente, se encontraba trabajando en el taller de Pere Serra, al otorgar poderes a su padre, Bernardo Ortoneda, natural de Riudecañas.1 Por el documento de aceptación de dote consta que en 1403 se encontraba ya en Tarragona, casado con Vinguda o Bienvenida, hija de Juan Miró, pintor, y de Mansilia.2
Al frente de un activo taller en el que trabajó Pere Huguet, tío de Jaume Huguet, quien pudo iniciar también su formación con Ortoneda, trabajó con frecuencia para el concejo, para el que en 1415 pintó el escudo de la ciudad en nueve ballestas nuevas y en 1424 dos caras de león en la carroza para las fiestas de Santa Tecla, patrona de la ciudad.3 Pintor de retablos, en 1418 contrató el del hospital de San Juan de Reus; el de San Lorenzo para su iglesia de Tarragona, contratado con la cofradía de los braceros en 1419, y el de San Bartolomé, por encargo de los jurados de la Selva del Campo en 1421, perdidos todos ellos. También este año otorgó poderes a su hermano Pascual —o Pascasio— poco más tarde trasladado a Aragón donde se le documenta hasta 1460, una diferencia de años que ha hecho pensar que más que de hermano pudiera tratarse de un sobrino.4
De su obra, encuadrada en el llamado gótico internacional, se conoce el retablo de la Virgen de Solivella, conservado en el Museo Diocesano de Tarragona, firmado en su tabla central «Matheo Ortoneda me pinxit». Procedente de la capilla del castillo de Solivella, consta de una tabla central, con la Virgen entronizada, el Niño y ángeles, doce tablas con escenas evangélicas en las calles laterales y predela con santos de medio cuerpo.5 También firmado se conoce un tríptico de Santa Catalina en colección particular y se le atribuye el retablo de los Gozos de María de la parroquial de Cabacés.
Pascual o Pasqual Ortoneda (f. 1421-1460) fue un pintor gótico español documentado en Tarragona, Huesca, Zaragoza, Monzón y Barbastro.
Biografía y obra[editar]
Miembro de una familia de pintores, es probable que iniciase su formación en el taller que su hermano —o quizá tío— Mateu Ortoneda tenía en Tarragona.1 Documentado en 1421 en unión de Mateu y en relación con un retablo de San Bartolomé para la Selva del Campo, consta que en 1423 se encontraba en Huesca, donde contrajo matrimonio con Urraca Torrent, y desde 1433 en Zaragoza. La única pintura que se le puede atribuir con seguridad, una tabla con San Antonio Abad enterrando a san Pedro Ermitaño conservada en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, resto de un retablo dedicado a la Virgen, san Blas y san Antonio Abad procedente de Embid de la Ribera (provincia de Zaragoza), consta documentalmente que se le encargó en diciembre de 1437.2 En Zaragoza se hizo cargo de la parte pictórica del retablo de Pentecostés contratado por las autoridades municipales para su oratorio de la Casa de la Ciudad con el escultor Pere Johan en 1443. Las condiciones impuestas por los consejeros demuestran su buen conocimiento de las últimas novedades que ofrecía la pintura flamenca, pues solicitaban que en su ejecución se emplease óleo de linaza y que las puertas por la parte de fuera se pintasen «de blanch e negre de nova manera retirant a obre de pedre», es decir, en grisalla imitando esculturas tal como se podía encontrar en las pinturas de Jan van Eyck y su círculo.3 Más adelante, entre 1452 y 1456 se le encuentra documentado en Monzón y finalmente, en 1459 y 1460, en Barbastro.2
A Ortoneda se le han atribuido, entre otras obras y a partir de la única tabla segura del MNAC, una sarga de la Madre de Dios en la catedral de Huesca, encargo del canónigo Juan de Alguinyera, el retablo de Nuestra Señora del museo de Villafranca del Panadés y el parcialmente conservado de la iglesia parroquial de La Secuita, también dedicado a la Virgen, guardado en el Museo Diocesano de Tarragona. Se trata en este caso de una obra de rico colorido con el que enmascara la pérdida de la espontaneidad inicial y la repetición de los modelos de Mateu, como se advierte en la comparación de la Natividad de Mateu para el retablo de Cabacés y la tabla del mismo asunto atribuida a Pascual en el retablo de La Secuita.
Rodrigo de Osona o Roderic de Osona fue un pintor español, activo en Valencia entre 1440 y 1518.
Aunque se le ha supuesto un primer periodo de formación en Ferrara, Padua o Venecia, su estancia en Italia no se ha comprobado. Entre sus obras destacan el Retablo del Calvario de la iglesia de San Nicolás de Valencia, firmado en 1476 y a través del cual se le han podido atribuir otras obras como la Piedad, conservada en el Museo de Bellas Artes de Valencia, y realizada entre 1485 y 1490.
Con una formación básicamente hispanoflamenca, está considerado como uno de los introductores de las formas renacentistas en la pintura española, llegando a un sentido pleno del italianismo quattrocentista. Sin embargo, las influencias italianas se ven matizadas por el conocimiento y la aplicación de fórmulas propias de la pintura flamenca, como es la expresividad alejada de la idealización.
Los aspectos de amabilidad y dulzura atienden más a razones de tipo devocional que a una visión racionalizada y rigurosa de la realidad. A pesar de ello, sus cuadros muestran una preocupación por la ambientación natural y arquitectónica de las escenas y un extraordinario dominio de la pintura al óleo.
El hijo: Francisco Osona el Joven[editar]
Ha existido cierta confusión entre Rodrigo de Osona, llamado el Viejo, y su hijo, Francisco de Osona el Joven. Habiendo padre e hijo trabajado en estrecha colaboración, las obras salidas de su taller suelen atribuirse a ambos, aunque suponiendo en el hijo una mayor apertura hacia las novedades de Italia. Sin embargo, mientras que la actividad del padre llegó hasta 1518, la del hijo, fallecido antes, abarca de 1465 a 1514. Al segundo se debería la tabla de la Epifanía, conservada en Londres, que está firmada por "Lo hijo del maestro Rodrigo", en la que, al contrario, parece apreciarse una tendencia más tradicional que en las obras consideradas del padre. A partir de ella se le ha atribuido el Cristo ante Pilatos conservado en el Museo de Bellas Artes de Valencia. La obra de ambos pintores, junto con la de Paolo de San Leocadio, sientan las bases para el breve ciclo de clasicismo en la pintura española.
La Flagelación, óleo sobre tabla (128 x 84 cm), Madrid,
Museo del Prado, obra característica de la colaboración entre Rodrigo y Francisco Osona, en estilo gotizante aunque abierto a las novedades que llegaban de Italia.
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