SIGLO IX
San Emerio o San Mer (Narbona, s. VIII – San Esteban de Guialbes, 800-827), abad de Bañolas, es uno de los más célebres miembros de la orden benedictina.
Abandonó la carrera militar y se retiró al desierto con un compañero llamado Patricio. Pero con motivo de la invasión mahometana y a petición del rey Carlos, entró con él en Cataluña, donde, según cuenta la leyenda, al llegar a la villa de Bañolas (Gerona), condolido de los daños considerables e innumerables estragos que en la comarca causaba un dragón de espantosa fiereza, se fue al lugar que habitaba la fiera y quedó ésta a la vista del santo como un manso cordero, y llevándola a la villa, hizo que le diesen muerte.
Pareciéndole el lugar que habitaba la fiera muy a propósito para la fundación de un monasterio, con ayuda y asistencia de Carlos lo edificó, quedándose en él como abad. Con el don de milagros, la gracia especial de curaciones y la fama de santidad, acudía gente de toda España. Pero por humildad y para mayor perfección se retiró a diez leguas de allí y erigió una capilla cerca del río llamado Fragat, en el territorio de San Esteban de Guialbes, en donde murió y en cuya iglesia parroquial se conservan sus reliquias.
Su fiesta se celebra el 27 de enero.
Emerio | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 800 Narbona (Francia) | |
Fallecimiento | 827 | |
Religión | Iglesia Católica | |
Orden religiosa | Orden de San Benito |
Fortún Garcés | ||
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Caudillo pamplonés | ||
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Reinado | ||
882 – 905 | ||
Predecesor | García Íñiguez | |
Sucesor | Sancho I Garcés |
Cautiverio[editar]
Su padre, García Íñiguez, había estrechado los lazos con el reino de Asturias y aflojado los que habían mantenido sus antecesores con los Banu Qasi y por esta razón tuvo que sufrir los constantes ataques de los musulmanes.5 El emir Muhámmed I ibn Abdurrahmán, gobernador de Córdoba de 852 a 886, invadió el reino de Pamplona en el año 860 y capturó en Milagro, una de las tres plazas ocupadas por los sarracenos, al hijo del caudillo pamplonés García Íñiguez, Fortún Garcés el Tuerto y a su hija Onneca Fortúnez, tomándolos como rehenes por el pago del débito tributario y llevándolos cautivos a Córdoba.6 El valí de Zaragoza Muhammad ibn Lubb, nieto de Musa ibn Musa, destruyó en 882 el castillo de Aibar. García Íñiguez falleció defendiendo el castillo de Aibar mientras que el valí Muhammad continuó la lucha conquistando la fortaleza de Sibrana, el castillo de San Esteban en Monjardín y dominando el valle del río Aragón, la sierra de Santo Domingo, Tarazona, Tudela, Calahorra, Viguera, Nájera y la tierra del Deyo.7
Mandato y sucesión[editar]
Después de casi veinte años de cautividad en Córdoba, Fortún Garcés regresó al territorio pamplonés para ocupar el caudillaje a la muerte de su padre.8 Fortún ejerció una política de convivencia con los Banu Qasi, más dado a las prácticas piadosas que a las empresas militares, lo que produjo el disgusto de sus vasallos. Se retiraba con frecuencia al monasterio de San Salvador de Leyre al cual hizo grandes donaciones. Durante su ausencia gobernaba Íñigo Garcés.9
Finalmente, en 905 la nobleza del reino, harta de ese repliegue y esa postración ante el islam, decidió reemplazarlo por Sancho Garcés, un miembro de su extenso linaje mucho más decidido a proseguir la Reconquista. Se produjo entonces un cambio dinástico en Pamplona cuando Fortún Garcés, próximo a los 80 años de edad,10 fue forzado a recluirse en Leyre y a abandonar el liderazgo, que fue ocupado por Sancho Garcés, el primer rey de la nueva dinastía Jimena, hijo del conde García Jiménez.11 Este Sancho Garcés ocupó Pamplona cuando todavía reinaba Fortún Garcés, ayudado por Alfonso III de Asturias, junto con el conde de Pallars. Eliminados los derechos patrimoniales de los hijos de Fortún Garcés, estos recayeron en su nieta Toda, casada con Sancho Garcés I, que los hizo valer y se proclamó rey de Pamplona en 905, tras destronar a Fortún Garcés.b
Sancho Garcés fue elegido en 905 rey de Pamplona. Algunas de las causas que motivaron su elección fueron indudablemente que estaba emparentado con la dinastía reinante, gozaba de gran prestigio militar ganado en la defensa de la fortaleza de Aibar y tenía el respaldo de personajes influyentes como el de su tío el conde Ramón I de Ribagorza y Pallars, del conde de Aragón Galindo II Aznárez, esposo de Onneca Garcés, hermana del rey Fortún, y del rey Alfonso III, casado con Jimena Garcés, también hermana del rey Fortún Garcés, y posiblemente su pariente.12 Es con Sancho Garcés que puede empezar a hablarse del reino de Pamplona, pues tanto Iñigo Arista como su hijo y su nieto son hoy considerados caudillos político-militares más que reyes propiamente dichos.2
Fortún I Garcés se retiró en el año 905 al monasterio de San Salvador de Leyre, donde falleció en el año de 922.3
Matrimonio y descendencia[editar]
Contrajo matrimonio con Auria (Awriya), también llamada Oria, quien pudo ser hija de Lubb ibn Musa y de Ayab Al-Bilatiyya, y nieta, por parte paterna, de Musa ibn Musa y de Assona Íñiguez.13 Los hijos fueron:c
- Íñigo Fortúnez casado con Sancha Garcés de Pamplona, hija del conde García Jiménez y de su esposa Onneca Rebelle de Sangüesa. Según el Códice de Roda, los hijos de este matrimonio fueron Fortún, Áurea y Lopa Íñiguez. Fortún Íñiguez fue padre de García, Íñigo y Sancha Fortúñez.15
- Aznar Fortúnez. Las Genealogías de Roda, que no citan el nombre de su esposa, dice que fue padre de Fortún Aznar, cognomento Orbita quien, a su vez, fue el padre de García Fortúñez de Capannas (Cabañas, próximo a Lumbier).d
- Velasco Fortúnez, quien según el Códice de Roda tuvo tres hijos: Jimena esposa de Íñigo Garcés, que gobernó Pamplona en 900, hijo del conde García Jiménez y de su esposa de Onneca Rebelle de Sangüesa;17 Toda Velázquez, mujer de Íñigo Manzones; y Sáncha Velázquez, casada con Galindo Jiménez.e
- Lope Fortúnez.f
- Onneca Fortúnez (n. ca. 847), contrajo un primer matrimonio con Abd Allah I de Córdoba, de quien tuvo a un hijo llamado Muhammad, padre del califa Abderraman III.6 A la vuelta de su cautiverio, Onneca se casó con su primo hermano, Aznar Sánchez de Larraún,20 hijo de Sancho Garcés y nieto de García Íñiguez de Pamplona,21 de quien tuvo a Toda Aznárez que fue reina de Pamplona.
Ginés de la Jara es un personaje de la leyenda medieval cristiana en el entorno de Cartagena, ciudad de la que es copatrón.
Así, las historias populares hablan de un ermitaño que se establece junto al Mar Menor en lo que hoy son las ruinas del monasterio que lleva su nombre en tiempos anteriores a la dominación árabe. De él se dice que es de noble cuna e incluso que su origen se encontraría en Francia. Según algunas teorías es Ginés de Arlés, cuya festividad también se celebra el 25 de agosto, fecha en que murió mártir (la leyenda medieval refiere que, después que le fue cortada la cabeza, él mismo la arrojó al Ródano, por lo que en ocasiones se le representa como un cefalóforo).
En 1541, el papa Paulo III reconoce su santidad y establece oficios religiosos en torno a la celebración de San Ginés de la Jara el 25 de agosto.
San Ginés de la Jara | ||
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![]() Imagen de Ginés de la Jara, escultura policromada de Luisa Roldán (Getty Center, Los Ángeles) |
Patrón de Villanueva del Fresno (Badajoz)[editar]
En el pueblo de Villanueva del Fresno, perteneciente a la provincia de Badajoz existe el patronazgo de San Ginés de la Jara. Para su culto hay una ermita donde se encuentra el santo, llevándose al pueblo para las fiestas en su honor, tanto la romería que tiene lugar el primer domingo de mayo de cada año como las ferias y fiestas que se celebran en agosto, siendo el día del patrón el 25.
Patrón de Cartagena[editar]
Según la tradición, en el año 1677 se declaró en Cartagena una grave epidemia que atacaba a los niños, y el Ayuntamiento, para aminorar la fuerza del terrible achaque, quiso implorar la clemencia del patrón de la ciudad, pero nadie sabía quien era, ni en el archivo municipal había antecedentes. Los señores capitulares metieron en una cántara muchos papeles con nombres de santos, y un muchacho sacó uno, resultando el de San Ginés de la Jara, al que la ciudad nombró por aclamación su patrón.
Patrón de Purchena (Almería)[editar]
En la población almeriense de Purchena también existe el patronazgo de San Ginés de la Jara, el cual fue elegido por sorteo entre más de cien posibles santos, al elegir el papel referente a San Ginés de la Jara este se volvió a meter en la saca para poder sacar un santo más conocido y acorde con el fervor de un pueblo, en la segunda saca, salió San Ginés de la Jara, y desde ese momento se le tiene y se mantiene como patrón de Purchena.
Patrón de Sabiote (Jaén)[editar]
Es el patrón de la localidad jiennense de Sabiote, cuyo santoral se celebra el 25 de agosto.
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