SIGLO XII
Alfonso VI de León, llamado «el Bravo» (1040/10411-Toledo, 1 de julio de 1109), hijo de Fernando I de León y de su esposa, la reina Sancha, fue rey de León entre 10652 y 1072 en un primer reinado, y entre 1072 y 1109 en un segundo, de Galicia entre 1071 y 1072 y también entre 1072 y 1109, y de Castilla entre 1072 y 1109.
Durante su reinado, se produjo la conquista de Toledo (1085) y tuvieron lugar las batallas de Sagrajas y Uclés, que constituyeron sendas derrotas para las mesnadas leonesas y castellanas. En la segunda falleció el heredero del rey, el infante Sancho Alfónsez.
Alfonso VI de León | ||
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Rey de León, de Galicia, de Castilla Imperator totius Hispaniae | ||
![]() Alfonso VI en una miniatura del siglo xii en la Catedral de Santiago de Compostela. |
Orígenes familiares e infancia[editar]
Hijo del rey Fernando I y de su esposa, la reina Sancha de León, Alfonso era un «infante leonés con sangre navarra y castellana».3 Sus abuelos paternos fueron Sancho Garcés III, rey de Pamplona, y su esposa la reina Muniadona —hija de Sancho García, conde de Castilla— y los maternos fueron el rey Alfonso V de León y su esposa la reina Elvira Menéndez.4
El año de su nacimiento no está registrado en la documentación medieval. Un texto coetáneo del cronista anónimo de Sahagún que conoció al monarca y se halló presente cuando murió, relata que falleció con 62 años de vida y 44 de reinado,5 por lo tanto, habría nacido en el segundo semestre de 10476 o en la primera mitad de 1048.7a
Según el Silense, la primogénita, Urraca, vino al mundo cuando sus padres aún eran condes de Castilla, antes de reinar, así que habrá nacido en 1036/37.9 El segundogénito, Sancho, habrá nacido en el segundo semestre de 1038 o en 1039.1 La infanta Elvira10 pudo haber nacido en 1039/40,1 Alfonso en 1040/41,1 y el más pequeño de los hermanos, García, entre 1041 y el 24 de abril de 1043 cuando el rey Fernando, en una donación a la abadía de San Andrés de Espinareda, menciona a sus cinco hijos.111 Todos ellos, excepto Elvira, confirman un documento en el monasterio de San Juan Bautista de Corias el 26 de abril de 1046.1b
Todos los hijos del rey Fernando, según el Silense, fueron educados en las artes liberales y los varones también en las armas, el «arte de correr caballos al uso español» y en la caza.12 El clérigo Raimundo fue el encargado del aprendizaje de Alfonso en las letras. Ya siendo rey, Alfonso lo nombró obispo de Palencia y se refirió a él como magistro nostro, viro nobile et Deum timenti.12 Posiblemente Alfonso pasó largas temporadas en Tierra de Campos donde aprendió el arte de la guerra y lo que se esperaba de un caballero junto con Pedro Ansúrez, hijo de Ansur Díaz y sobrino del conde Gómez Díaz de Saldaña, todos del linaje de los Banu Gómez.12
Ascenso al trono[editar]
Como segundo hijo varón del rey de León y conde de Castilla,131 Fernando I, y de la reina Sancha de León, a Alfonso no le habría correspondido heredar.3 A finales de 1063, probablemente el 22 de diciembre, aprovechando que numerosos magnates se habían reunido en la capital del reino para la consagración de la basílica de San Isidoro de León,14 Fernando I convocó una Curia Regia para dar a conocer sus disposiciones testamentarias, en las cuales decidió repartir su patrimonio entre sus hijos,15 reparto que no se haría efectivo hasta la muerte del monarca16 con el fin de evitar que surgieran discordias después de su muerte.17
- A Alfonso le correspondió el Reino de León,17 «la parte más extensa, valiosa y emblemática: la que contenía las ciudades de Oviedo y León, cunas de la monarquía astur-leonesa»,3 que comprendía Asturias, León, Astorga, El Bierzo, Zamora con Tierra de Campos así como las parias de la taifa toledana.1815
- A su hermano mayor, Sancho, le correspondió el Reino de Castilla, creado por su padre para él, y las parias sobre el reino taifa de Zaragoza.1719c15
- A su hermano menor, García, le correspondió toda la región de Galicia, «elevada a categoría de reino»20 que se extendía hacia el sur hasta el río Mondego en Portugal más las parias del rey taifa de Badajoz20 y Sevilla.2115
- A sus hermanas Urraca y a Elvira les correspondió el infantazgo, o sea «el patronato y las rentas de todos los monasterios pertenecientes al patrimonio regio»20 con la condición de que no podrían contraer matrimonio.21
El historiador Alfonso Sánchez Candeira sugiere que, aunque no se conocen las razones que llevaron al rey Fernando a dividir los reinos, heredando Alfonso el de León que llevaba implícito el título imperial, el reparto pudo ser debido a que consideró conveniente que a cada hijo varón le entregara en herencia la región donde fueron educados y donde pasaron sus primeros años.21 En todo caso, la consecuencia principal de la decisión paterna fue el desencadenamiento de luchas fratricidas por el poder que duraron siete años.15
Reinado[editar]
Primera etapa (1065-1072): consolidación del trono[editar]
Tras su coronación en la ciudad de León en enero de 1066, Alfonso tuvo que enfrentarse con los deseos expansionistas de su hermano Sancho quien, como primogénito, se consideraba el único heredero legítimo de todos los reinos de su padre.2 Los conflictos se inician cuando el 7 de noviembre de 1067 fallece la reina Sancha,22 suceso que abrirá un periodo de siete años de guerra entre los tres hermanos y cuyo primer acto tendrá lugar el 19 de julio de 1068 cuando Alfonso y Sancho se enfrentan en Llantada,23 en un juicio de Dios en el que ambos hermanos pactan que el que resultase victorioso obtendría el reino del derrotado. Aunque Sancho vence, Alfonso no cumple con lo acordado, a pesar de lo cual las relaciones entre ambos se mantienen como demuestra el hecho de que Alfonso acudiera, el 26 de mayo de 1069, a la boda de Sancho con una noble inglesa llamada Alberta y donde ambos decidieron unirse para repartirse el reino de Galicia que le había correspondido a García, el menor de los hijos de Fernando I.
Con la complicidad de Alfonso, su hermano Sancho entra en Galicia en 107124 y, tras derrotar a su hermano García, lo apresa en Santarém y lo encarcela en Burgos hasta que es exiliado15 a la taifa de Sevilla, gobernada por Al-Mutámid. Tras eliminar a su hermano, Alfonso y Sancho se titulan reyes de Galicia y firman una tregua.
La tregua se rompe con la batalla de Golpejera en 1072.24 Las tropas de Sancho salen victoriosas, pero este decide no perseguir a su hermano. Alfonso fue hecho prisionero y encarcelado en Burgos.25 Posteriormente es trasladado al monasterio de Sahagún, donde se le rasura la cabeza y se le obliga a tomar la casulla. Gracias a la intercesión de su hermana Urraca, Sancho y Alfonso llegaron a un acuerdo para que Alfonso marchara y se refugiase en la taifa de Toledo bajo la protección de su vasallo, el rey Al-Mamún y acompañado por el fiel Pedro Ansúrez,10 amigo de su infancia, y sus dos hermanos Gonzalo y Fernando.26
Alfonso, desde su exilio15 en Toledo, logra el apoyo tanto de su hermana Urraca como de la nobleza leonesa que se hacen fuertes en la ciudad de Zamora, señorío que Alfonso le había otorgado anteriormente,27 obligando a Sancho, en 1072, a sitiar la ciudad para someterla después de que Urraca se negara a canjearla por otras plazas que le había ofrecido Sancho, deseoso de controlar la plaza fuerte de Zamora, «clave para la futura expansión al sur del Duero».27 En el transcurso del asedio el rey Sancho recibió la muerte en octubre de ese año.15 La tradición o leyenda narra el episodio con el detalle de que durante el cerco, un noble zamorano o gallego llamado Vellido Dolfos se presentó ante el rey como desertor y, con la excusa de mostrarle los puntos débiles de las murallas, lo separó de su guardia y consiguió acabar con su vida de una lanzada.28 Aunque no hay constancia alguna de que la muerte de Sancho se debiera a una traición más que a un engaño, ya que Dolfos era enemigo de Sancho, su asesinato fue debido a un lance bélico propio de la situación de sitio y no se produjo en las murallas sino en un bosque cercano donde Dolfos llevó al rey castellano alejándolo de su protección armada. La muerte violenta de su hermano Sancho, que no dejó descendencia, permitió a Alfonso recuperar su trono y reclamar para sí Castilla y Galicia.15
Aunque Rodrigo Díaz de Vivar, hombre de confianza y portaestandarte del rey Sancho, se halló en el sitio de Zamora, no consta cual había sido su actuación. Tampoco se puede atribuir a Alfonso, que estaba desterrado y alejado de los hechos, la muerte de su hermano,29 «pero los juglares y el romancero rellenaron este vacío con hermosas creaciones literarias desprovistas de cualquier realidad histórica».29
En este momento, la Leyenda de Cardeña acerca del Cid (siglo xiii) sitúa la jura exculpatoria de la posible participación de Alfonso en el asesinato de su hermano, que tomó El Cid en la iglesia de Santa Gadea de Burgos (Jura de Santa Gadea) y que provocaría una relación de desconfianza mutua entre ambos, aunque Alfonso intentó un acercamiento al ofrecerle en matrimonio a su sobrina Jimena Díaz junto a la inmunidad de sus heredades. Estos hechos y sus consecuencias llegarían con el tiempo a ser considerados históricos por multitud de cronistas e historiadores, aunque en la actualidad la mayor parte de estos rechazan la historicidad del episodio.30
La muerte de Sancho también fue aprovechada por García para recuperar su propio trono, pero al año siguiente, el 13 de febrero de 1073,3132 fue llamado por Alfonso a una reunión, y fue apresado y encarcelado de por vida en el castillo de Luna, donde fallecería finalmente el 22 de marzo de 1090.3233 Eliminados los dos hermanos, Alfonso no tuvo problema en obtener la lealtad tanto del alto clero como de la nobleza de sus territorios; para confirmar esta, pasó los dos años siguientes visitándolos.31
En 1087 o 1088, estalló una revuelta en Galicia contra la concesión al yerno de Alfonso de esta región.10 El alzamiento fue sofocado y sirvió a Alfonso para reorganizar el episcopado del oeste del reino; el obispo de Santiago fue depuesto, junto a otros dos de los siete de la zona.34
Segunda etapa (1072-1086): expansión territorial[editar]
Consolidado en el trono leonés, y con el título de emperador que heredaba de la tradición neogoticista leonesa, Alfonso VI dedica los siguientes catorce años de su reinado a engrandecer sus territorios mediante conquistas como la de Uclés y los territorios de los Banu Di-l-Nun. También se tituló, desde 1072, rex Spanie.35
Alfonso se apoyó en un grupo de nobles que lo sostuvieron durante su reinado.10 Además del fiel Ansúrez, este grupo lo integraron su cuñado Martín Alfonso, señor de Simancas y Tordesillas y hermano de Eylo Alfonso, el álférez real Pedro González de Lara y Fernando Díaz.10 Otras figuras como Rodrigo Díaz de Vivar o el yerno del rey, el conde Raimundo de Borgoña, tuvieron una influencia secundaria en el círculo de la corte alfonsina.10
Su primer movimiento lo realiza en 1076, cuando al fallecer asesinado el monarca navarro Sancho Garcés IV,15 la nobleza navarra decide que el trono no pase a su hijo menor de edad, sino a uno de los nietos de Sancho III de Pamplona: Alfonso VI o Sancho Ramírez de Aragón, que invadieron el reino navarro. Tras llegar a un acuerdo, Sancho Ramírez es reconocido como rey de Navarra y Alfonso se anexiona los territorios de Álava, Vizcaya, parte de Guipúzcoa, La Rioja y La Bureba, adoptando en 1077 el título de Imperator totius Hispaniae ('Emperador de toda España').3615
Pero su gran expansión territorial la hará a costa de los reinos taifas musulmanes, para lo cual Alfonso siguió con la práctica de explotación económica mediante el sistema de parias consiguiendo que la mayor parte de los reinos de taifas de la España musulmana fuesen sus tributarios, práctica a la que unió la presión militar. En el 1074 probablemente recuperó el pago de las parias de Toledo y ese mismo año, ayudado por tropas de esta ciudad, taló las tierras de la taifa granadina, que como consecuencia comenzó también a pagar tributo a Alfonso.37 En el 1076, el emir de Zaragoza, que deseaba apoderarse de Valencia sin que lo estorbase Alfonso, se avino a reanudar el pago de las parias.38 En el 1079, se adueñó de Coria.39
Una de las iniciativas de estos años, que ha pasado a la historia como la traición de Rueda, terminará en fracaso. Tuvo lugar en 1083 en el castillo de Rueda de Jalón, cuando Alfonso recibe noticias de que el alcaide de dicha fortaleza, la cual pertenecía al reino Taifa de Zaragoza, pretende rendirla al rey leonés. Las tropas que envía Alfonso son emboscadas al entrar en el castillo y mueren varios de sus principales magnates.
En 1074 había fallecido envenenado en Córdoba su vasallo y amigo, el rey de la taifa de Toledo Al-Mamún a quien sucedió su nieto Al-Qádir quien, en 1084, solicitó por segunda vez la ayuda de Alfonso ante un levantamiento que pretendía derrocarlo. Alfonso aprovechó el llamamiento de ayuda del rey taifa para sitiar Toledo, ciudad que caería el 2540 de mayo de 108541 y al-Qádir fue enviado como rey a Valencia bajo la protección de Álvar Fáñez. Para facilitar esta operación y recuperar el pago de las parias de la ciudad, que había dejado de pagarlas el año anterior, Alfonso asedió Zaragoza en la primavera del 1086.4241 A comienzos de marzo, Valencia aceptó a al-Qádir; Játiva trató de resistir solicitando el socorro del reyezuelo de Tortosa y Lérida, que realizó una fallida incursión por la región antes de retirarse acosado por las huestes de Fáñez.37
Tras esta importante conquista, el monarca se tituló emperador de las dos religiones y como gesto ante la importante población musulmana de la ciudad se compromete, además de respetar las propiedades de estos, a reservarles la mezquita mayor para su culto.40 Esta decisión será revocada por el recién nombrado arzobispo de Toledo, Bernardo de Sedirac,41 aprovechando una ausencia del monarca de Toledo y valiéndose para ello del apoyo de la reina Constanza de Borgoña.40 El arzobispo transformó la mezquita en catedral.40
La ocupación de Toledo, que permite a Alfonso VI incorporar el título de rey de Toledo a los que ya ostentaba (victoriosissimo rege in Toleto, et in Hispania et Gallecia43), llevó a la toma de ciudades como Talavera y de fortalezas como el castillo de Aledo. También ocupa la entonces ciudad de Maŷriṭ en 1085 sin resistencia, probablemente mediante capitulación. La incorporación del territorio situado entre el Sistema Central y el río Tajo, servirá de base de operaciones para la corona leonesa, desde donde podía emprender un mayor hostigamiento contra las taifas de Córdoba, Sevilla, Badajoz y Granada.
Tercera etapa (1086-1109): la invasión almorávide[editar]
La conquista de la extensa y estratégica taifa toledana, el control de Valencia y la posesión de Aledo, que aisló Murcia del resto de al-Ándalus, preocuparon a los soberanos musulmanes de la península.44 La presión militar y económica sobre los reinos taifas hizo que los reyes de las taifas de Sevilla, Granada, Badajoz y Almería decidiesen pedir ayuda a los almorávides que,45 a finales de julio del 1086, al mando del emir Yúsuf ibn Tasufín, cruzaron el estrecho de Gibraltar y desembarcaron en Algeciras.4647
En Sevilla, el ejército almorávide se unió a las tropas de los reinos taifas y juntos se dirigieron a tierras extremeñas donde, el 23 de octubre de 1086,48 se enfrentaron en la batalla de Zalaca a las tropas de Alfonso VI, que se había visto obligado a abandonar el sitio a que sometía a la ciudad de Zaragoza.4947 A él se reunió también Álvar Fáñez, a quien se había llamado desde Valencia para unirse a las fuerzas del rey.46 La batalla se saldó con la derrota50 de las tropas cristianas,4547 que regresaron a Toledo para defenderse, pero el emir no supo aprovechar la victoria, pues regresó apresuradamente a África a causa de la muerte de su hijo.51 El choque marcó el comienzo de una nueva etapa en la península que duró unas tres décadas, en las que la iniciativa militar pasó a los almorávides y el reino de Alfonso tuvo que mantenerse a la defensiva; logró en todo caso retener Toledo,5253 objetivo principal de las acometidas almorávides.51 Estas no cesaron durante las dos últimas décadas del reinado de Alfonso y detuvieron la expansión leonesa por la península que había acaecido en tiempos de su padre Fernando y durante la primera parte de su propio gobierno.54
Alfonso solicitó a los reinos cristianos de Europa la organización de una cruzada contra los almorávides que habían recuperado casi todos los territorios que Alfonso había conquistado, con la excepción de Toledo, ciudad en la que Alfonso se hacía fuerte. Para reforzar su posición, se reconcilió con el Cid, que acudió a Toledo a finales del 1086 o principios del 1087.50 Como consecuencia de la grave derrota, las taifas andalusíes dejaron de pagarle parias;50 esto supuso un grave menoscabo de los fondos militares de la Corona leonesa.52 Como consecuencia de esta falta de fondos, el rey hubo de confiar la defensa de la frontera cada vez más a grandes señores: el Cid en el este, Álvar Fáñez entre Valencia y Toledo y en esta, Pedro Ansúrez.52 Más al oeste, la misma tarea quedó en manos del conde Raimundo, yerno del monarca.55 El Cid logró volver a someter a las taifas levantinas a Alfonso a lo largo de los dos años siguientes.56
Aunque la cruzada no llegó finalmente a organizarse, sí conllevó la entrada en la península de un importante número de cruzados entre los que destacaban Raimundo de Borgoña y Enrique de Borgoña, que contrajeron matrimonio con dos hijas de Alfonso, Urraca (1090) y Teresa (1094), lo que originó la implantación de la dinastía borgoñona en los reinos peninsulares.5747 Algunos de los cruzados sitiaron infructuosamente Tudela en el invierno del 1087, antes de retirarse.505847 Ese mismo año, el rey aplastó una revuelta en Galicia, que pretendía liberar a su hermano García.59
En 1088 Yusuf ibn Tasufin cruzó por segunda vez el estrecho, pero fue derrotado en el sitio de Aledo y sufrió la deserción de muchos de los reyes de las taifas musulmanas, lo que motivó que, en su próxima venida, el emir llegase con la decisión de destituirlos a todos y quedarse él como único rey de todo al-Ándalus.60 Alfonso empleaba ese castillo como base de correrías por las tierras orientales de la taifa sevillana, actividad que continuó del 1087 al 1090.61 Gracias al fracaso musulmán ante Aledo, Alfonso había podido reanudar el cobro de las parias,62 mediante amenazas de talar el territorio granadino en el caso del soberano de esta ciudad y corriendo el territorio sevillano para recuperar la sumisión de la ciudad del Guadalquivir.63 Enemistado definitivamente Abd Allah ibn Buluggin de Granada con Ibn Tasufin, Alfonso se comprometió a socorrerlo a cambio de su sumisión.64 Al igual que Granada, Zaragoza y otros territorios musulmanes del este peninsulares reanudaron el pago de parias al rey leonés.62 Durante los cinco años siguientes, Alfonso se presentó como el defensor de la independencia de las taifas peninsulares frente a los almorávides, si bien la imposición de parias complicaba los pactos con los emires andalusíes.62 Estos tributos, empero, eran fundamentales para garantizar los ingresos reales, base de la munificencia real que sostenía en parte el poder y el prestigio del monarca.65 Los intentos de imponerlos de nuevo a la taifa sevillana mediante una incursión en su territorio resultó no solo un fracaso, sino contraproducente: el emir sevillano se negó a abonarlos y llamó en su auxilio a los almorávides.66 Parece que Alfonso no participó personalmente en esta campaña.67
En junio del 1090, los almorávides realizaron un tercer desembarco:68 destituyeron al rey de Granada, vencieron a al-Mamún, gobernador de Córdoba, y tras la batalla de Almodóvar del Río, entraron en Sevilla enviando al exilio a su rey al-Mutámid.48 Su asedio de Toledo resultó infructuoso y, ante la tardía llegada de Alfonso en socorro de la ciudad en agosto, lo abandonaron.69 En la segunda mitad del año y la primera del siguiente, se apoderaron de todas las taifas sureñas; Alfonso, que se había comprometido a ayudar al soberano de Sevilla, fracasó en este propósito.607071 El rey sufrió reveses en todos los frentes: en el este no consiguió apoderarse de Tortosa por la tardía llegada de la flota genovesa que debía participar en su toma;d más al sur, al-Qádir fue depuesto en una revuelta; en el sur, su relación con Zaida, nuera del emir sevillano, no sirvió para favorecer su imagen de paladín del islam peninsular frente a los almorávides; finalmente, en el oeste, la alianza con el emir de Badajoz no bastó para librar a este de la conquista de su territorio por los magrebíes.73 Como precio del pacto, Alfonso había obtenido Lisboa, Sintra y Santarém, pero las perdió en noviembre del 1094,74 cuando su yerno Raimundo, encargado de su defensa,75 fue derrotado por el ejército almorávide que había tomado Badajoz poco antes.7376 Alfonso se había apoderado fácilmente de las tres a finales de abril y comienzos de mayo del 1093 y, con ellas, se había adueñado de todo Portugal al norte del Tajo.75e La única buena nueva para Alfonso la proporcionó el Cid, que consiguió recuperar Valencia en junio del 1094 y vencer al ejército almorávide que avanzó contra él en octubre en la batalla de Cuarte;74 esta victoria fijó la frontera oriental durante aproximadamente una década.73
En 1093 Raimundo había recibido el gobierno de amplios territorios: toda la costa atlántica gallega y portuguesa al norte del Tajo.77 No obstante, el nacimiento de Sancho Alfónsez ese año —quizá el 13 de septiembre— y la muerte de la reina Constanza supusieron serios reveses para las ambiciones del conde, pues lo alejaron del poder y menguaron su influencia en la corte.77 Como colofón, Alfonso decidió desposar en las Navidades del 1094 a una lombarda, Berta, en vez de escoger nuevamente a una mujer francesa, medida que debió tomar para reducir la influencia borgoñona en León.78 En agosto y septiembre del 1095, los reyes recorrieron las tierras de Raimundo.79 Seguidamente, el rey desbarató con astucia una conjura en su contra de sus yernos Raimundo y Enrique, que deseaban repartirse el reino a su muerte.80 Para enemistarlos, Alfonso casó a su hija Teresa con Enrique en el 1096, y concedió al matrimonio el gobierno del condado de Portugal, hasta entonces dominado por Raimundo,80 que comprendía las tierras desde el Miño hasta Santarém, mientras que el gobierno de Raimundo se limitaba a Galicia.818283 La medida privó a Raimundo de la mitad de sus tierras e hizo de Enrique un nuevo rival por el trono leonés.84
Otro aspecto que le permitió a Alfonso mantener su autoridad en el reino fueron las buenas relaciones que mantuvo con el papado.85 Los apuros del papa Urbano II por sus enfrentamientos con el emperador alemán Enrique IV y el rey francés Felipe I favorecieron el entendimiento entre el pontífice y el soberano leonés, interesado como lo habían estado sus antecesores en el trono en dominar la iglesia del reino y sus abundantes recursos.85
De este modo los dos primos en vez de aliados se convirtieron en rivales con intereses contrapuestos; su pacto sucesorio saltaba por los aires, y a partir de entonces cada uno de ellos trataría de ganarse el favor de Alfonso.86
En 1097 se produjo un cuarto desembarco almorávide.80 La noticia la recibió Alfonso VI cuando probablemente se dirigía a Zaragoza para prestar ayuda a su vasallo el rey al-Musta'in II en su enfrentamiento con el recién coronado Pedro I de Aragón.87 El objetivo almorávide era nuevamente Toledo,80 en cuyo camino se encontraba el castillo de Consuegra y donde, el 15 de agosto, se encontraron con las tropas cristianas que nuevamente resultaron derrotadas en la batalla homónima.88 Poco después, los almorávides vencieron también a Álvar Fáñez en la región de Cuenca, el otro extremo de la línea defensiva leonesa.87 Al poco y sin lograr expugnar Consuegra, donde se habían refugiado los restos del ejército real, los almorávides se retiraron.88 Las derrotas no comportaron pérdidas territoriales ni incursiones enemigas y el rey volvió a Sahagún algo después, en septiembre u octubre.89 Se cree que la corte pasó la Navidad en Santiago y no en León o Sahagún, como era habitual.89 El verano del año siguiente, Alfonso se dedicó a reforzar la frontera suroriental del reino, entre las plazas musulmanas de Atienza, Sigüenza y Medinaceli, la propia de San Esteban de Gormaz y la sierra de Guadarrama, para estorbar las comunicaciones del movimiento enemigo entre el sur y Zaragoza.90
En el 1099, los almorávides conquistaron gran parte de los castillos que defendían la zona toledana —Consuegra cayó en junio—91 y al año siguiente trataron de apoderarse de Toledo, infructuosamente.92 La campaña de 1099 supuso la pérdida para los leoneses de la mitad meridional de la taifa toledana conquistada la década anterior, la fijación de la frontera aproximadamente en el Tajo y, en consecuencia, que Toledo quedase en una situación vulnerable, como plaza fronteriza.91 Alfonso, que se cree que dirigió la defensa de la frontera meridional en la campaña del 1099, se retiró pronto a Sahagún, en octubre; pasó allí la Navidad y la reina Berta murió poco después, a principios del 1100.93 La reina debía llevar tiempo enferma porque el rey tardó poco en escoger nueva consorte.94
Dirigió la defensa de Toledo en el 1100 Enrique, el yerno de Alfonso, pues este había marchado a Valencia a inspeccionar sus defensas; el Cid había fallecido el año anterior y el gobierno de la ciudad recaía entonces en su viuda, Jimena.9291 La pérdida de Valencia auguraba también la conquista almorávide de Zaragoza y con ella, la pérdida de la última fuente de parias para los leoneses y una nueva amenaza a la frontera oriental del reino.93
A principios de 1101 falleció Urraca, la última de los hermanos del rey que aún quedaba con vida y que había sido una estrecha consejera del soberano.95 Alfonso debió permanecer en Sahagún al menos hasta la Pascua, que se año cayó a finales de abril.95 La principal labor militar del año fue el reforzamiento de Salamanca y Ávila como bastiones ante la posible pérdida de Toledo; las dos localidades debían servir de protección occidental de la zona al sur del Duero, aún en asimilación.96 La primera debía vigilar la antigua Vía de la Plata que comunicaba Mérida con Zamora y la segunda, el acceso a la región a través del puerto de Arrebatacapas en la sierra de Guadarrama.9697 La tarea quedó encomendada al conde Raimundo.96
En 1102, Alfonso envió tropas en auxilio de Valencia frente a la amenaza almorávide.9298 La batalla entre leoneses y almorávides tuvo lugar en Cullera y terminó sin un claro vencedor, aunque Valencia cayó en manos almorávides ante lo costoso que resultaba para Alfonso defender esta plaza.92 Alfonso supervisó la evacuación de la ciudad en marzo y abril, y le prendió fuego antes de marcharse; en mayo, los almorávides se adueñaron de ella.9299100 La pérdida de Valencia auguraba la caída en manos almorávides de Zaragoza y, con ella, el surgimiento de una grave amenaza para la frontera oriental del reino.101 El emir zaragozano, ante el cariz que tomaban los acontecimientos, envió a su hijo a pactar con Ibn-Tasufin y dejó de pagar parias a Alfonso.100 Para proteger la zona al sur del Duero por el este, el rey leonés nombró un obispo para Osma en el 1102 y cercó y tomó Medinaceli (en julio del 1104, tras largo asedio), plaza clave que permitía el ataque hacia la región toledana desde el este a lo largo del valle del Jalón, en el 1104.102101103 La localidad, además, estaba en el camino que unía Zaragoza con Toledo y, allende el Tajo, con Córdoba y Sevilla.101104 En el 1104, 1105 y 1106, realizó varias incursiones en el territorio andalusí;105 en la última alcanzó Málaga y pudo escoltar en su vuelta a mozárabes que se instalaron en su reino como repobladores.102 En el otoño del 1106, estuvo en el este de Castilla y luego retornó como era habitual a León.106 En 1107 no hubo combates destacados.106 El rey pasó las Navidades de ese año en Sahagún y en mayo proclamó heredero a Sancho Alfónsez en León.106
En 1108 las tropas del almorávide Tamim, gobernador de Córdoba e hijo de Yúsuf ibn Tasufín, se dirigieron nuevamente contra los territorios cristianos, pero la plaza elegida no fue Toledo, sino Uclés.107108109 Alfonso se encontraba en Sahagún, recién casado, mayor y con una vieja herida que le impedía montar a caballo. Al mando del ejército se puso Álvar Fáñez, gobernador de las tierras de los Banu Di-l-Nun, y le acompañó el infante heredero Sancho Alfónsez.107108109 Los ejércitos se enfrentaron en la batalla de Uclés, donde las tropas cristianas sufrieron otra dura derrota y en la que, además, pereció el infante heredero al trono, lo que tuvo como consecuencia un parón de treinta años en la reconquista y la independencia del condado portugués.107108109 La situación militar también era grave, pues los almorávides se apoderaron casi de inmediato de toda la franja defensiva del Tajo de Aranjuez a Zorita y se produjeron levantamientos de la población musulmana de la región.107110 Alfonso se apresuró en acudir al sur, para defender las tierras fronterizas, aunque en septiembre, ante la falta del previsto asalto enemigo a Toledo, ya había vuelto a Sahagún.
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