CONJUNTOS MONUMENTALES
Atarazanas de Sevilla | ||
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Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España | ||
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Localización | ||
País | ![]() | |
Comunidad | ![]() | |
Provincia | ![]() | |
Localidad | Sevilla | |
Datos generales | ||
Categoría | Monumento | |
Código | RI-51-0003803 | |
Declaración | 18 de junio de 1985 | |
Construcción | siglo XIII - | |
Estilo | Gótico | |
Las Atarazanas de Sevilla, que se conservan en la actualidad en el barrio del Arenal,1 constituyeron el principal arsenal propiedad de la Corona de Castilla en la ciudad. Estuvieron operativas entre los siglos siglo XIII y siglo XV. En ella se guardaba la flora militar, no se construían barcos.2
Fueron construidas en 1252 por el rey Alfonso X como infraestructura para la guerra contra reino de Granada y norte de África. Atarazana es sinónimo de arsenal, no astillero, donde se guardaba la flota militar en invierno, momento no aconsejado para navegar. Aproximadamente de unas 6 hectáreas, guardaba unas 30-35 galeras.2
El complejo consistía de un edificio de diecisiete naves junto a una gran explanada de arena que llegaba hasta la orilla del río Guadalquivir.3
El 13 de marzo de 1969 el Estado lo declaró como Monumento Histórico Artísticos,4 y el 18 de junio de 1985 se aumentó el grado de protección del inmueble declarando a la Maestranza de Artillería (que ocupa las siete naves que se conservan y otras estructuras, como un pabellón delantero) Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.5
Antecedentes
[editar]La primera noticia que se tiene de unos astilleros en la ciudad data del siglo I a. C., cuando tuvo lugar la guerra civil entre Pompeyo y Julio César:6 Aunque no sabemos su ubicación.
[Terencio Varrón] practicó un reclutamiento por toda la Provincia [de Hispania Ulterior] y a sus dos legiones completas añadió treinta cohortes auxiliares. Almacenó una gran cantidad de trigo que parte debía enviar a los de Marsella y parte igualmente, a Afranio y Petreyo. Ordenó a los gaditanos construir diez navíos de línea y, además, procuró que se construyeran bastantes en HíspalisJulio César. De Bellum civile. 49 a.C.
En el siglo IX se produjeron una serie de ataques normandos (vikingos) en las costas peninsulares, uno de ellos en Sevilla. Esto motivó al califa Abderramán II a reforzar la muralla de Isbylia (de origen romano) y a crear una flota de guerra permanente. Con este fin, ordena la construcción de unos astilleros en Sevilla:7 De momento los estudios arqueológicos no han dado con su ubicación
[...] que se construyese una atarazana en Sevilla, y que se fabricasen barcos; se preparó la fábrica recultando a hombres de mar de las Costas de España, a quienes dio buenos suelos y proveyó de instrumentos o máquinas para arrojar betún ardiendo.Ibn al-Qutiyya, Crónica de la conquista de Al Ándalus.
Unos 200 años más tarde, en 1184, el califa Abu Yaacub Yúsuf ordenó al entonces gobernador de la ciudad, Abu Dawud Yalul ben Yildasan la fabricación de unos astilleros donde, en un corto espacio de tiempo, construir una gran flota para hacer frente a los reinos cristianos.8No se sabe con certeza donde se encontraban las antiguas atarazanas almohades, aunque el arqueólogo y profesor universitarios, Fernando Amores, ha sugerido que tal vez se ubicarían en la actual Casa de la Moneda.
De acuerdo con las labores arqueológicas realizadas se sabe que las atarazanas castellanas que hoy se conservan no se edificaron sobre ninguna anterior,9 están adosadas a la muralla almohade.
Diseño original
[editar]Fernando III, rey de Castilla y León, conquistó Sevilla a los musulmanes en 1248. Tras realizar conquistas por gran parte del sur de la península, decidió emprender campañas militares para tomar también el norte de África y prevenir así posibles amenazas que pudieran provenir de esa zona. Para ello decidió construir en Sevilla varios bajeles y galeras.10 Fernando falleció en 1252 no pudiendo realizar ninguna expedición, a lo que se añade que los territorios aún islámicos, Reino de Granada y de Niebla, eran vasallos, por lo que el rey tenía la idea del fin de la conquista
su hijo, Alfonso X, construye las Atarazanas; los intereses de su construcción son para disponer de infraestructuras para llevar a cabo la política de "allende del mar", la guerra hacia el norte de África. Como ha demostrado Pérez-Mallaína, era un arsenal, un lugar donde se guardaba la flota militar en invierno, de aproximadamente de unas 6 hectáreas, que servían para guardar unas 30-35 galeras 11
El lugar elegido fue un terreno fuera del recinto amurallado y muy cerca del Guadalquivir, en la zona comprendida entre la torre del Oro, la torre de la Plata, entre la puerta del Carbón y el postigo del Aceite.
Al principio fueron de 14-15 naves y luego pasaron a ser 17 naves; originalmente los techos eran de madera, pero al ir desprendiéndose por el deterioro decidieron cubrir las naves de ladrillo; naves en sentido perpendicular al Guadalquivir y delante de la cerca almohade de la ciudad, que cubrían unos 15.000 metros cuadrados 11. Arquitectónicamente se trata de una obra gótica y mudéjar construida toda ella en fábrica de ladrillo, aunque originalmente se cerraban con artesa de tradición mudéjar. Estas naves se comunican lateralmente a través de gruesos arcos ligeramente apuntados góticos y enfrentados entre sí que arrancan directamente desde el suelo.
Las Atarazanas también incluían la denominada Resolana del Río, una gran explanada de arena que llegaba hasta la orilla del Guadalquivir. Se trató de una de las mayores instalaciones militares de la Baja Edad Media en Europa, de extensión comparable a la que tenía por entonces el Arsenal de Venecia.3
En 1485 ya estaban abandonadas; se va a reutilizar la nave Norte junto al Postigo del Aceite como lonja de pescado, nave que seguramente no tendría techo; la nave número 8 estaría abierta, sin techo, funcionando como un patio/plaza. las Atarazanas se convirtieron en un gran almacén, con patios interiores y viviendas; las nuevas naves, las carabelas, no cabían en el edificio. Además, Fernando el Católico apostó por su abandono para potenciar las de Barcelona 11, sin embargo el Descubrimiento de América fomentó la reutilización del edificio
Funcionamiento
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En 1253 ya había diez galeras construidas y el rey Alfonso designó a diez capitanes o cómitres, algunos de ellos franceses e italianos que habían venido a colaborar en la Reconquista.12 Los cómitres y sus herederos debían de cuidar y reparar la galera que se les entregase y usarla siempre en nombre del rey y bajo la dependencia del almirante mayor de Castilla (cargo creado por Alfonso en 1254). En 1407, reinando Juan II, en Sevilla ya había 70 cómitres.13 En el siglo XV el cargo de almirante de Castilla se vinculó al linaje de los Enríquez14 y, en el siglo XVI, consta que era parte del cabildo municipal de Sevilla.15
Por su gran tamaño, sirvieron para albergar asambleas y festejos públicos. También eran un lugar natural para almacenar el botín y los prisioneros capturados por las flotas de los reyes castellanos. En ocasiones sirvieron de cárcel para la élite social, por ejemplo para los nobles afines al rey Pedro I tras la victoria de su rival Enrique II.3 Entre los prisioneros de este lugar estuvieron Leonor López de Córdoba y su marido, que fueron liberados después de nueve años, cuando murió Enrique II.16
Las Atarazanas fueron capaces de guardar flotas de veinte galeras y, en ocasiones especiales, de hasta treinta. Los reyes castellanos las utilizaron en las luchas por el control del estrecho de Gibraltar contra los musulmanes y también en incursiones contra Inglaterra durante la guerra de los Cien Años.
Las naves podían albergar gran cantidad de galeras y bajeles, así como todos los pertrechos para su montaje, reparación y mantenimiento. También se guardaban en ella los botines de guerra. En su interior trabajaban calafates, carpinteros, herreros y otros artesanos. Los que trabajan ahí estaban bajo la autoridad del alcaide de los Alcázares (el palacio-fortaleza cercano) y de las Atarazanas. Este alcaide era nombrado por el rey. El cargo de alcaide solía recaer en un noble que, a veces, delegaba el ejercicio de su labor en un hombre de confianza.17
En el primer tercio del siglo XV las Atarazanas armaron sus últimas grandes flotas de galeras. Quince naves fueron destinadas a una incursión contra Inglaterra en 1420 y un número indeterminado a la guerra contra Aragón en 1430. Tras estas contiendas, los pedidos de los reyes castellanos se volvieron cada vez más escasos. A mediados de siglo se pudrían en sus instalaciones los cascos de unas veinte galeras.3
A finales del siglo XV los Reyes Católicos instalaron la sede de su corte en Sevilla. En ese momento se realizaron, por mandato de estos, algunas obras de reparación de los astilleros. Posteriormente, en 1493, los Reyes Católicos aprobaron que la lonja de pescado que se ubicaba en la Plaza de San Francisco se trasladase a la primera nave (la más cercana al Postigo del Aceite) de las Atarazanas, que además seguramente estaría sin techo. En esa nave se situaron varias lonjas de pescado y algunas viviendas.18
El 14 de febrero de 1503, con motivo de la constitución de la Casa de la Contratación de Indias, se destinó la nave más al sur como sede de la Casa. No obstante, el 5 de junio se trasladaría la sede de la Casa al Alcázar.19 En 1587 la aduana de la ciudad se situó en las naves 13, 14 y 15, al sur del edificio.20 A lo largo del siglo XVI una nave fue alquilada como almacén de aceite y otra como almacén de lanas.19 El alcaide sería el encargado de la vigilancia del recinto y del cobro de todos los alquileres.17 Otra nave fue destinada a almacén de mercurio, que era traído en sacos de pellejos de cordero de minas de Almadén y que luego se usaba para ayudar a extraer plata en las minas americanas.21
Además de la necesidad de almacenes, hubo otras razones para el cese de su uso como astilleros. En primer lugar, tras el final de las guerras con Inglaterra y de las batallas por el estrecho de Gibraltar, el reino de Castilla dejó de necesitar flotas de guerra de manera tan frecuente. En segundo lugar, las galeras fueron perdiendo capacidad de combate frente a diseños novedosos de veleros como la carabela, la carraca y la nao, que eran más rápidos y fuertes y tenían mucha mayor autonomía gracias a sus tripulaciones menos numerosas, pero su tamaño impedía que pudieran entrar en las naves de las Atarazanas. Para la Corona además resultaba más ventajoso económicamente alquilar veleros privados a sus propietarios que construir y mantener flotas permanentes de galeras. Por último, la subida al trono en 1475 de Isabel I y su marido Fernando (llamados Reyes Católicos años después) supuso que los soberanos de Castilla pasaron a disponer de los astilleros de galeras de la Corona de Aragón, posiblemente fue una maniobra del rey Fernando para favorecer a Barcelona frente a Sevilla.3
A pesar de que la carga de trabajo de las Atarazanas cada vez era menor, el número de artesanos ligados oficialmente a ellas apenas se redujo. Ello provocó frecuentes protestas del Concejo de Sevilla sobre la injusticia que representaban las exenciones fiscales de estos "francos" así como de otros oficios protegidos.3 Entre otras labores, hasta 1549 la nave cuarta de las Atarazanas estaba destinada a la fabricación de bombas para achicar agua en los barcos, por lo que era conocida como "nave del bombero".22
Poco a poco las Atarazanas dejaron de lado su función de arsenal para ser almacenes comerciales. Además de los elementos citados también se almacenó azúcar, jengibre, canela, plantas medicinales y maderas nobles provenientes de las Indias.23 En el siglo XVIII se rotularon con un cartel que decía: "La Real Casa de Atarazanas de Azogues de Indias".21
Transformaciones y destrucción
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A lo largo de su historia el edificio de las Atarazanas Reales ha sufrido transformaciones importantes. En la actualidad quedan en pie solo siete de las diecisiete naves originales.
La primera gran intervención arquitectónica sobre el edificio de las Atarazanas tuvo lugar en el año 1503, con la construcción de la Casa del Azogue. Por Real Cédula de 5 de junio de 1503 de los Reyes Católicos se tomó, la última nave de las Atarazanas, contigua al Postigo del Carbón, para el “recibo, empaque y aviamiento de azogues”; el azogue o mercurio procedía de Almadén (Ciudad Real). Se almacenó de manera continuada y exclusiva el azogue o mercurio que anualmente era exportado a América para la producción de plata
La siguiente intervención fue la construcción de la Aduana. En 1543 se creó el “almojarifazgo de Indias”, que era un impuesto que gravaba las mercancías que venían de América, la Corona decide instalar la Aduana en tres naves de la Atarazanas a finales de 1577, bajo proyecto de Asensio de Maeda, inaugurándose en 1587
En 1641 se acomete la construcción del Hospital de la Caridad y su iglesia, lo que ocupó cinco de las naves. Estos arcos todavía pueden vislumbrarse hoy día.3
En 1719 el Gobierno dispuso que cinco naves pasasen a almacenar material de artillería.24 En 1762 comenzó una gran reforma del Cuerpo de Artillería que llevaría al cabo de los años a que la Maestranza de Artillería sita en las Atarazanas contase con un gran depósito de carruajes y pertrechos para suministrar a las tropas, lo que acabó traduciéndose en una ampliación en la capacidad de talleres y almacenes con la anexión de dos naves más para completar las siete que ocuparía el Ejército hasta el siglo XX. En 1782, las Maestranzas de Cádiz y Málaga se fusionaron en la de Sevilla, quedando esta como abastecedora única para toda Andalucía y Extremadura y, un año más tarde, también para las Indias. En 1786 se terminó la construcción de un pabellón delantero, orientado hacia el oeste, que fue realizado por Francisco Jiménez Bonilla.24
Aparte de la construcción de la Caridad en el siglo XVII, el resto de la estructura del edificio original sobrevivió completa hasta 1945, cuando cinco de las naves fueron derribadas para dejar sitio a la construcción del actual edificio de la Delegación de Hacienda.3
Las Atarazanas de Sevilla están declaradas Bien de Interés Cultural y catalogadas como Monumento Nacional desde 1969. En 1993 pasaron a ser propiedad de la Junta de Andalucía, cuya Consejería de Cultura realizó obras de rehabilitación hasta 1995. En 2009 la Junta le cedió el edificio a la entidad financiera La Caixa por un periodo de 75 años a fin de que construyera en él un centro de difusión cultural denominado CaixaForum Sevilla.2526 A finales de 2012 La Caixa anunció que construiría el Caixaforum en otro lugar de la ciudad, lo cual desató un conflicto con la Junta de Andalucía que concluyó con un acuerdo por el que la entidad financiera invertiría 10 millones de euros en otro proyecto cultural distinto en las Atarazanas.27
En febrero de 2022 comenzó la rehabilitación de las Atarazanas de Sevilla, con la idea de construir un gran centro cultural en su interior.[1]
Escenario de series y películas
[editar]Las Atarazanas fueron usadas como escenario de la serie Juego de Tronos para recrear las criptas de la Fortaleza Roja. El rodaje se llevó a cabo en noviembre de 2016 para la séptima temporada.28
Entre mayo y junio de 2017 también se grabaron en su interior escenas de la serie española La Peste.29 En junio de 2017 también se convirtió en el escenario principal del fashion film Integración de la firma María Magdalena, dirigido por J.J. Torres.30
En 2016 se rodo en ellas Gurumbé.Canciones de tu memoria Negra, documental sobre la presencia negra en España de gran repercusión nacional e internacional.
Casa Fabiola | ||
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![]() Fachada principal. | ||
Localización | ||
País | ![]() | |
Comunidad | ![]() | |
Provincia | ![]() | |
Ubicación | Sevilla | |
Dirección | Calle Fabiola, número 5 | |
Coordenadas | 37°23′14″N 5°59′22″O | |
Información general | ||
Usos | Sede de la colección de arte donada por Mariano Bellver | |
Inicio | siglo XIV | |
Finalización | siglo XX | |
Construcción | junio de 2018 | |
Inauguración | 11 de octubre de 2018 | |
Propietario | Ayuntamiento de Sevilla | |
Donación Mariano Bellver | ||
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Ubicación | ||
País | ![]() | |
Localidad | ![]() | |
Dirección | Calle Fabiola, número 5 41004 | |
Tipo y colecciones | ||
Tipo | Casa | |
Superficie | 1 915 m² aprox. | |
Historia y gestión | ||
Creación | Junio de 2018 | |
Inauguración | 11 de octubre de 2018 | |
Información del edificio | ||
Construcción | Siglos XIV-XX | |
twitter.com/museobellver | ||
La Casa Fabiola es un edificio histórico del barrio de San Bartolomé del distrito Casco Antiguo de Sevilla, Andalucía, España. Fue una vivienda privada y la hospedería del convento de Madre de Dios. Es la casa natal del cardenal Nicolás Wiseman, autor de la novela Fabiola, que le da nombre al inmueble.
Desde 2018 alberga el Museo Bellver, que contiene la colección de arte de Mariano Bellver, donada al Ayuntamiento de Sevilla. Tiene más de 500 obras de arte y en ella destaca la pintura costumbrista sevillana. Dispone de 13 salas expositivas.12
Historia
[editar]La tradición refiere que fue una casa importante de la ciudad en el siglo XIV, durante el reinado de Alfonso XI.3 En la primera mitad del siglo XIV perteneció al tesorero real judío Samuel Leví.3
En la primera mitad del siglo XVI aquí había unas casas que pertenecían a Juan de Mejía. En 1545 fueron heredadas por sus sobrinos: Ana de Sosa, Juan de Mejía y Cristóbal de Mejía. En 1547 Ana de Sosa se casó con Diego de Frías.4 Tras un litigio judicial y el pago de 231 ducados de oro, el matrimonio adquirió la parte de las casas de Juan de Mejía. Una parte continuó en manos de Cristóbal de Mejía, un mercader que vivía en Honduras.5 Cuando regresó a Sevilla, en 1577, Cristóbal Mejía le vendió el resto a Diego de Frías.6
La casa fue heredada por la hija del matrimonio, Francisca de Mejía, que la vendió en 1598 a Diego Pereña por 4 100 ducados.7 Este se casó con María de Godoy. En 1610 la casa fue heredada por el hijo del matrimonio, Pedro de Godoy y Pereña.8 En 1639 la casa, tasada en 6 675 ducados,9 fue heredada por cinco de sus hijos: Francisco, Inés, María, Mariana y Ana.10 En esta etapa tuvo primero como inquilino a Diego Tomás de Flores y luego a Juan de Orozco y Ayala, caballero de la Orden de Santiago.11
En 1693 todas las casas pasaron a Pedro Carreño de Esquivel Rivera y Godoy,10 que vivía en Jerez de la Frontera.12 En 1695 vendió el conjunto, tasado en 29 500 reales, al capitán Diego Chamorro y Sotomayor.12 Diego Chamorro reformó la casa por completo. Las reformas ya estaban terminadas en 1704.13 Diego se dedicó posteriormente al comercio y fue un importante miembro del Consulado de Cargadores a Indias.14
En 1707 la casa fue heredada por sus hijos Teresa, Catalina y Pedro.10 En 1711 era de Catalina Chamorro. Esta las vendió ese año por 17 500 ducados de vellón a Domingo Gil de Araujo,15 vinculado al comercio con América, casado con Teresa María de la Ruela y Molinar.16 Teresa María de la Ruela y Molinar mujer se quedó con la casa tras enviudar y comenzó una serie de reformas.17 En 1718 compró unas casas anejas a Diego Ignacio de Hannón, que lindaban con el Convento de Madre de Dios, fundado en el siglo XV, por 3 300 reales de vellón.18 En 1719 estaba casada en segundas nupcias con Pedro Manuel Aquérregui.16 Ese año el matrimonio cambió unas casas en las calle de las Cruces por otras casas anejas a este inmueble, que eran propiedad del Convento de Nuestra Señora del Carmen.19 En 1741 la casa fue heredada por el teniente coronel Antonio José de Araujo y por José Francisco de Araujo, que había sido nombrado gobernador de una provincia de Perú en 1735.20 En 1744 la casa fue alquilada por el matrimonio formado por Teresa Berminen y Pablo Deuwaerder, que la compraron en 1752.21 La casa fue heredada por Jorge Deuwaerder en 1759.10
En 1771 la casa fue comprada por Pedro de Lince Verastegui, que realizó una serie de reformas. En 1776, ya reformada, estaba alquilada a Miguel Charles,22 un comerciante francés afincado en España.23 Pedro de Lince Verastegui tenía otras cuatro viviendas en alquiler.24
Junto a esta casa había una calle, propiedad del dueño de la casa, por la que se accedía al convento a través de un arco, que pasó a ser conocida como calle del Arco.25
En 1781 Pedro de Lince llegó a un acuerdo con el Convento de Madre de Dios por el cual les cedía esta calle, perteneciente a la casa, a cambio de unas habitaciones y un patio del convento. Según algunos, aquellas eran las estancias en las que estuvo Isabel la Católica cuando se alojó en este convento.326
En 1782 redactó un testamento según el cual dejaba sus 19 casas a su hermana, Ana de Lince, en usufructo. El testamento especificaba que, tras su fallecimiento, esta casa debería donarse al Convento de Madre de Dios y el resto al Hospital de San José, de niños expósitos, para que las alquilase.27 Pocos años después, el convento tuvo la casa como una hospedería.25
Miguel Charles fue arrendatario de esta casa entre 1776 y 1794.28
James Wiseman emigró desde Waterford, Irlanda, hasta Sevilla, donde fundó con su hermano Patricio la sociedad comercial y bancaria Wiseman and Brothers. James firmaba en español como Diego Wiseman. En el año 1800 se casó en Londres con Javiera Strange y tuvieron a su primer hijo en el Reino Unido. James volvió a Sevilla con su esposa. Fue arrendatario de esta casa desde enero de 1801.29 Aquí nacería, 3 de agosto de 1802, el segundo hijo del matrimonio, Nicolás Wiseman. El 1805 nació de este matrimonio Francisca Wiseman. James falleció en 1805. En 1809 la viuda y sus tres hijos abandonan Sevilla para ir a Irlanda antes de que se produjera la invasión francesa de Sevilla por el mariscal Jean de Dieu Soult.30 Nicolás volvió a visitar la ciudad entre finales de 1844 y 1845, cuando era obispo coadjutor de Birmingham. En este periodo fue nombrado doctor de Teología de la Universidad de Sevilla por petición del ayuntamiento.31 Nicolás Wiseman llegó a ser primer cardenal arzobispo de la arquidiócesis de Westminster tras el restablecimiento de la jerarquía católica en Inglaterra y Gales en 1850. Escribió la novela Fabiola, publicada en 1854,1 sobre los cristianos perseguidos en tiempos del emperador Diocleciano. Tras el fallecimiento de Nicolás Wiseman, en 1865, el ayuntamiento llamó a la calle Fabiola y el inmueble pasó a ser conocido como Casa Fabiola.25
En 1836, tras la desamortización, la casa fue adquirida por Guillermo Pedro y Roberto Mac Andrew, comerciantes ingleses, por 47 000 reales.32 En 1847 estos crearon una sociedad comercial con Juan Cunnigham, que era el que vivía en esta casa.33 La sociedad fue disuelta en 1853.33 En 1854 Guillermo Pedro le compró su mitad a Roberto y Juan Cunningham dejó de vivir aquí.34
En 1856 Roberto González Español le compró la casa a Guillermo Pedro Mac Andrew por 248 000 reales de vellón.35
El 17 de noviembre de 1868 el Ayuntamiento de Sevilla cambió el nombre de la calle por el de Fabiola, la novela de Wiseman.36
En 1888 la hija de Roberto González Español, María Caridad, se casó con Joaquín Sangrán Domínguez, II marqués de los Ríos y conde de Saint-Claude.25
En 1896 la casa fue heredada por este matrimonio.36 En 1902 fue reformada por el arquitecto Jacobo Galilassatela.25
La Fundación José Manuel Lara, creada por la familia de José Manuel Lara Hernández en 1992,37 adquirió esta casa como sede en el año 2000 y la restauró entre 2001 y 2002. La fundación permaneció allí hasta 2008. En 2013, esta entidad la alquiló al Ayuntamiento de Sevilla, que la acomodó como oficinas municipales. En 2016 fue adquirida por el propio ayuntamiento de la ciudad para instalar en ella la colección Bellver.383940
Descripción
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Se encuentra en la calle Fabiola, en el barrio de San Bartolomé del distrito Casco Antiguo, cerca de la catedral y del Alcázar. Aunque es del siglo XIV, fue reformada en los siglos XVI, XVII, XVIII y XX.3
Mantiene la esencia de las casas palacio sevillanas, con un gran patio central con una galería a modo de claustro y una escalera principal revestida en mármol blanco italiano. Tiene otro patio más pequeño del XVII que alberga una fuente de este periodo.3
En la primera planta se encuentra la zona más noble del edificio, donde destaca el antiguo salón de baile. La construcción dispone de una superficie construida de 1 915 metros cuadrados, de la que más de 1 600 son útiles, distribuida en tres plantas y todo ello se encuentra enriquecido con destacados elementos de azulejería, artesonados en madera policromados, pinturas decorativas, estucos y suelos hidráulicos.41
Colección Bellver
[editar]El coleccionista de arte Mariano Bellver Utrera decidió en el 2000 donar sus obras a Sevilla, ciudad en la que residía desde 1940. La colección, en principio iba a ser cedida a la Junta de Andalucía para ser exhibida en el palacio de Monsalves como extensión del Museo de Bellas Artes de Sevilla pero finalmente fue donada al Ayuntamiento de Sevilla en mayo de 2015, para ser expuesta inicialmente en el pabellón Real del parque de María Luisa. Sin embargo a finales de 2016, el ayuntamiento se decidió por la Casa Fabiola como emplazamiento definitivo por adaptarse mejor a su finalidad.42
El legado está compuesto por 567 obras de arte formada por 299 pinturas, 112 esculturas, 57 figuras en marfil y hueso, 44 muebles, 42 piezas de porcelana y cerámica y 13 relojes.43 La cronología de la colección comienza en el siglo XVI y se centra en la pintura costumbrista sevillana, en la que destacan pintores españoles como José García Ramos, Sánchez Perrier, Gonzalo Bilbao, Manuel García y Rodríguez, Valeriano Domínguez Bécquer, Ricardo López Cabrera, Antonio Cabral Bejarano, José Pinelo Llull, José Gutiérrez de la Vega. Entre los autores extranjeros figuran Pharamond Blanchard, Jules Worms o John Phillips. Constituye la colección más extensa existente de esta pintura.394445También incluirá la recreación de un despacho del siglo XIX.
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