SIGLO XV EN ESPAÑA
La sinagoga de los Ibáñez de Segovia fue un templo destinado al culto hebreo ubicado entre las actuales calles de Barrionuevo y San Geroteo (antes del Caño y Mayor) de la ciudad española de Segovia, dentro de los límites de su barrio judío. Se desconoce la fecha de su construcción, y aparece citada reiteradamente en la primera mitad del siglo XV.
Historia[editar]
Entre 1410 y 1419 se llevó a cabo un proceso judicial por el que se acusó a la comunidad hebrea de sacrilegio, teniendo como resultado la incautación de la Sinagoga Mayor. A partir de este momento esta sinagoga habría de tener el título de sinagoga mayor, siendo citada por primera vez en 1428. El edificio fue vendido al cabildo catedralicio de la ciudad el 6 de julio de 1492, días antes de que expirara el plazo fijado por los Reyes Católicos a los judíos en el edicto de Granada para que salieran de Castilla, y posteriormente fue vuelvo a vender a la familia Ibáñez de Segovia, de la que toma el nombre. En ella perteneció hasta el siglo XIX, que pasó a manos de la Iglesia católica, actual propietaria del inmueble.
En la actualidad se conservan escasos restos de la antigua sinagoga: tras las obras llevadas a cabo en el edificio por la comunidad de Jesuitinas en el año 1981 apareció el miqwab, y un año después la reforma del piso superior del mismo, donde se ubica la actual capilla católica, sacó a la luz diversos restos mudéjares, al parecer correspondientes también a la sinagoga. Este último hallazgo se compone de dos ventanas con arco de medio punto, de ladrillo, que cobijan otros cuatro, y se cierran con una celosía de yesería mudéjar; este esquema parece recordar a la traza del claustro de la catedral, obra de Juan Guas. También fruto del hallazgo de 1982 se conserva un ojo de buey con restos de una celosía similar a la anterior. En la parte superior aparece decorado con trapecios, hojas, circunferencias y una estrella de ocho puntas en una serie que se repite hasta diez veces, similar a la decoración de la portada del palacio de Enrique IV.
La Sinagoga del Campo fue un templo destinado al culto hebreo ubicado en la ciudad española de Segovia, dentro de los límites de su barrio judío. Se conoce su existencia a través de un documento fechado en el reinado de Enrique IV de Castilla por el que Elvira, mujer de Diego Arias, hace entrega al maestre Samaya, físico de Enrique IV, varios enriques de oro, para la sinagoga del campo que a la sazón se obraba en Segovia.
Estaba situada frente a la puerta de San Andrés y junto a las carnicerías judías, en el corralillo llamado de los Huesos.
La judería de Córdoba es una zona de la ciudad española de Córdoba que fue, entre los siglos XIII y XV, el barrio en el que vivían los judíos. La zona que actualmente es conocida por ese nombre se encuentra situada al noroeste de la Mezquita-catedral, en la zona comprendida entre las calles Deanes, Manríquez, Tomás Conde, Judíos, Almanzor y Romero, aunque no se corresponda exactamente con la zona donde habitaron mayoritariamente los judíos durante dicho periodo.
Forma parte del centro histórico de Córdoba que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994.1 Es una de las zonas más visitadas por los turistas ya que, además de la Mezquita-Catedral, en ella se pueden ver monumentos como la Sinagoga, el Zoco Municipal o la capilla mudéjar de San Bartolomé, así como museos como la Casa de Sefarad.
Centro histórico de Córdoba | ||
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![]() ![]() Patrimonio de la Humanidad de la Unesco | ||
![]() Plaza de Tiberíades con la estatua de Maimónides | ||
Localización | ||
País | ![]() | |
Datos generales | ||
Tipo | Cultural | |
Criterios | i, ii, iii, iv | |
Identificación | 313 | |
Región | Europa y América del Norte | |
Inscripción | 1984 (VIII sesión) | |
Extensión | 1994 |
Historia[editar]
La antigua judería islámica[editar]
Aunque hay evidencias de que existió presencia judía en Córdoba desde época romana, la judería de Córdoba no siempre ha estado ubicada en el mismo lugar. De hecho, tras la invasión musulmana, los judíos quedaron expulsados extramuros, fundamentalmente en la zona norte, entre los jardines de la Merced y la iglesia de Santa Marina. De esta época se halló en el barrio de Zumbacón la única lápida judía encontrada en la ciudad, referente a Yehudá bar Akon, datada en el año 845; así como el cipo funerario en el interior de la iglesia de San Miguel, que muestran la presencia de una necrópolis judía por la zona. De hecho, la desaparecida puerta de Osario era conocida en la época como Bab al-Yahud (puerta de los Judíos).2
La destrucción de esta primera judería llegó tras la caída del Califato cordobés y el saqueo de la ciudad a manos de Suleimán en 1013, por lo que muchas familias hebreas se vieron obligadas a exiliarse. Sin embargo, la represión y aniquilación definitiva se produjo con la llegada de los almohades en 1148, radicales bereberes provenientes del norte de África, que prohibieron la presencia judía en la región. En estos acontecimientos vivió el rabino y filósofo Maimónides, quien tuvo que exiliarse con su familia.2
La judería en época cristiana[editar]
Tras recuperar Fernando III la ciudad durante la conquista de Córdoba en 1236, volvieron los judíos a establecerse en ella, mientras que su hijo Alfonso X el Sabio cerró y delimitó el barrio de la judería en 1272, en el entorno noroccidental de la Mezquita-catedral, tal y como se conoce actualmente. En 1315 se construyó el que probablemente es el edificio más representativo de la judería: la Sinagoga de Córdoba, realizada por el arquitecto Isaac Moheb.2
Revueltas antijudías y expulsión[editar]
En 1391 se produjo una de las revueltas antijudías más violentas por los cristianos en la mayoría de juderías de Castilla, Aragón y Navarra, en la que se saqueó, asesinó y forzó a convertirse a sus habitantes, perdiendo a una gran parte de la población. Este pogromo hizo que hubiera que replobar el barrio, por lo que comenzó a denominarse como "colación de san Bartolomé", presidida por la nueva capilla mudéjar de San Bartolomé (1399).2
En 1406 se produjo un nuevo ataque a la judería, en la que el monarca Enrique III tuvo que intervenir multando a los ciudadanos cordobeses con 40.000 doblones. En 1473 una mujer conversa supuestamente provocó a los cristianos durante Semana Santa, quienes entraron saqueando de nuevo este barrio.2 En 1478 el corregidor Francisco Valdés trasladó a los judíos al barrio del Alcázar Viejo, estos reclamaron el traslado a la monarquía, quien les permitió quedarse donde estaban.3
Finalmente, el 31 de marzo de 1492, Isabel la Católica promulgó el Edicto de Granada por el que se decretaba la expulsión de los judíos del reino, en la que únicamente tenían cuatro meses para abandonar el país. La Sinagoga quedó convertida en hospital de hidrófobos y capilla de Santa Quiteria, volviendo a recuperarse a finales del siglo XIX.2
Córdoba, la Ciudad de las Tres Culturas[editar]
Córdoba vivió una época esplendorosa cuando tres pueblos (cristiano, judío y musulmán) con sus religiones correspondientes coexistían, aunque no pacíficamente ya que fueron periódicas las expediciones de castigo de los emires y califas hacia los arrabales donde se situaba la población no musulmana.
En la calle de los Judíos encontramos en la actualidad una estatua en bronce dedicada a Maimónides, el gran filósofo y médico judío cordobés, cuya familia fue obligada a convertirse al Islam y al final él mismo tuvo que abandonar la ciudad durante la persecución almohade.
Durante el siglo X Córdoba fue, tras Bizancio, el mayor centro económico y cultural de Europa, y aunque en la ciudad conviviese población musulmana, judía y cristiana, esta convivencia distó mucho de ser pacífica.
En el 756 el emir Omeya Abderramán I, huyendo de los abasíes, convirtió a Córdoba en la capital de la España musulmana y durante los siguientes 250 años se convirtió en uno de los mayores centros comerciales e intelectuales del mundo. En el 929, Abderramán III proclamó el califato y la ciudad alcanzó su máximo esplendor en rivalidad con Damasco y Bagdad, centros de gran prosperidad económica e intelectual, y solo por detrás de Bizancio. A partir del siglo XI, con la desintegración del poder musulmán en la península ibérica, las guerras civiles, parte del logro cultural de Córdoba se perdió, aunque permaneció como centro de literatos y eruditos. En el siglo XII destacó la actividad de los filósofos Averroes y Maimónides. En 1236 Fernando III el Santo reconquistó la ciudad, integrándola en la Corona de Castilla como el Reino de Córdoba, y otorgándole el fuero juzgo como ley, trasladándose judíos castellanos de otras ciudades a Córdoba.
Lugares de interés[editar]
- La Sinagoga de Córdoba, construida en 1315 por Isaac Moheb.
- La Capilla de San Bartolomé, construida en 1399 para repoblar el barrio debido a las revueltas antijudías.
- El Zoco Municipal, mercado de artesanía ubicado en una vivienda del siglo XV.
- La Puerta de Almodóvar formaba parte de las murallas y era el límite de la judería.
- En la plaza de Tiberíades se halla la estatua de Maimónides, filósofo judío nacido en Córdoba.
- La Casa Andalusí y el Museo de la Alquimia.
- La Casa de Sefarad, museo dedicado a la cultura judía y la sinagoga.
- El Museo Taurino Municipal.
La judería de Cuéllar fue un barrio del municipio de Cuéllar (Segovia) habitado por la comunidad hebrea al menos desde el siglo XIII y hasta su expulsión mediante el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos en 1492.
Estuvo ubicada entre la puerta de la Judería y la de San Andrés, y lindaba con la collación o parroquia de la iglesia de San Esteban, la propia muralla de la villa y el Hospital de Santa María Magdalena. Uno de sus miembros más destacados fue el rabino Abraham Simuel.
Historia[editar]
La primera noticia documental de población judía en Cuéllar data del año 1290, cuando la aljama de la villa contribuyó al obispado de Segovia con 933 maravedíes, siendo al parecer, junto con la aljama de Coca, una de las menores de la provincia de Segovia. Al siglo XIII pertenece también el sello concejil de Cuéllar que se conserva en la actualidad en el Museo Arqueológico Nacional, y que fue realizado por los judíos.
Durante el reinado de Enrique IV de Castilla la aljama creció de manera importante hasta convertirse en una de las mayores de la provincia, por debajo de la existente en la propia Segovia. De esta manera los judíos de Cuéllar tributaban al obispado con 3.000 maravedíes, mientras que la judería de Pedraza lo hacía con 1.200, la de Fuentidueña con 1.000 y la de Coca con 700.
Este crecimiento de población hebrea se debió en buena parte, al nombramiento de Diego de Alba como corregidor de la villa, quien más tarde fue investigado por la Inquisición española. Fue acusado ser descendiente de conversos, de favorecer a la población judía y de participar en ceremonias religiosas. En su proceso inquisitorial un fraile afirmó en 1490 que con su llegada a Cuéllar el número de judíos aumentó de cincuenta a más de doscientos. Dentro de los miembros más destacados de la aljama se encuentra Abraham Simuel, rabino y filósofo, que además fue médico de Beltrán de la Cueva, favorito de Enrique IV y primer duque de Alburquerque, popularizado por llenar la sinagoga de cristianos viejos, entre los que se encontraba el propio corregidor, algunos familiares del duque y otros miembros de la nobleza cuellarana, que fue íntimo amigo de Isaac Abravanel, uno de los banqueros de Isabel la Católica junto a Abraham Simuel, rabino mayor de Castilla.
Poco antes de la expulsión de la comunidad mediante el Edicto de Granada surgieron algunas disputas entre cristianos y judíos, y la justicia de Cuéllar llegó a irrumpir en la sinagoga en busca de un judío acusado de un delito. Además, se tiene constancia del azotamiento de un judío llamado Garçón, y del ahorcamiento de otro llamado Haron. Una vez cumplido el plazo marcado por los Reyes Católicos, son constantes las noticias de conversos, destacando el apelativo de la Cueva en sus apellidos, linaje propio de la Casa de Alburquerque.
Dentro de los restos más destacados se registran la puerta de la Judería, el edificio considerado como la sinagoga y multitud de viviendas y edficaciones, cuyo entorno está protegido por un Plan Especial de Urbanismo de protección y mejora del conjunto. Se conserva además la calle de la Judería, que finaliza en la puerta del mismo nombre, así como la calle Barrionuevo, que hace expresa alusión al mismo.
La judería de Hervás fue un barrio del municipio de Hervás (Cáceres) habitado por su comunidad judía desde el siglo XIII hasta su expulsión mediante el Edicto de Granada promulgado por los Reyes Católicos en 1492. En la actualidad se sigue conociendo como judería a esa zona del municipio.
Descripción[editar]
El barrio está constituido por callejuelas estrechas y casas con grandes voladizos, balconadas y abundancia de materiales autóctonos, como la madera de castaño, el adobe y el granito. Se extiende desde la Plaza hasta el río Ambroz y el puente de la Fuente Chiquita. Se conservan aún los nombres de las calles Sinagoga, Rabilero o Cofradía. Aunque no quedan restos de la sinagoga, la tradición oral la sitúa en la calle Rabilero, número 19. En este edificio, existió una galería que sobresalía a la calle, formando un soportal; fue derribada en 1949. Otros edificios relacionados con la comunidad hebrea son la casa de la Cofradía, que dispone de lagar y almazara en su interior, y el hospital de Beneficencia, regentado por judíos conversos y situado en la calle del Vado.
Con la promulgación del Edicto de Expulsión por los Reyes Católicos en 1492, muchas familias judías fueron hacia tierras portuguesas y otras se convirtieron al cristianismo formando la Cofradía católica de San Gervasio y San Protasio, la cual derivaría posteriormente en la Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción de Aguas Vivas. Los judíos se dedicaron principalmente al ejercicio de zapatero, curtidor de piel, sastre, lencero, escribano y prestamista. Aún perduran actividades artesanales, fundamentalmente relacionadas con la madera, y algunos ejemplos de cuero, forja o vidrio.
En 1969 fue declarado conjunto histórico-artístico, y desde 1989 se han llevado a cabo por parte de la administración diversos trabajos de restauración y conservación del conjunto a través de escuelas taller y casas de oficios, siendo incluida la zona dentro de un Área de Rehabilitación Integral. Finalmente, en 1996 el ayuntamiento del municipio promovió entre diferentes ciudades españolas con un marcado carácter hebreo la creación de una asociación que las agrupara, conformando la Red de Juderías de España, que aún se mantiene vigente.
En 2013 quedó finalista a El Mejor Rincón 2013 de Guía Repsol.
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