domingo, 17 de octubre de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 ÉPOCA MEDIEVAL

El impuesto de las Generalidades o simplemente generalidades era un conjunto de aranceles o impuestos indirectos sobre el tráfico de mercancías y el consumo durante el Antiguo Régimen en la Corona de Aragón. Su alcance era teóricamente universal, estando sujetos todos los estamentos. Su nombre recuerda que eran las diputaciones de las cortes o generalidades las que lo administraban, particularmente la Generalidad de Aragón, la Generalidad de Cataluña y la Generalidad Valenciana.

Aragón[editar]

El primer testimonio de este impuesto es de 1364, cuando las Cortes de Zaragoza lo aprueban como consecuencia de la necesidad imperiosa de Pedro IV de Aragón de dinero para sostener la guerra con Castilla (Guerra de los dos Pedros). Se preveía en un principio con carácter temporal, como un impuesto sobre las exportaciones (al 10%, luego rebajado al 5%, con excepción del azafrán). De las importaciones sólo se gravó inicialmente el vino, aunque pronto se amplió a la entrada de paños (con un gravamen de dos sueldos por libra jaquesa). Asimismo se impusieron sisas en productos de primera necesidad, lo que provocó la reacción de las ciudades y villas. La recaudación hasta 1372 ejercida de forma directa, mediante dos recaudadores y un notario nombrados por los diputados. Desde entonces el impuesto se arrendó, mayoritariamente a mercaderes aragoneses y catalanes. A partir de las Cortes de Caspe, Alcañiz y Zaragoza de ese año se consolida el impuesto y la institución que tenía como función su recaudación, la Diputación del General de Aragón, creándose el sistema de collidas y sobrecollidas.

Con el tiempo, la aplicación del impuesto se fue haciendo con criterios proteccionistas, y aumentando el gravamen sobre los artículos de mayor comercio (lana, trigo y azafrán). En el siglo XVII, su último periodo de existencia, las guerras mantenidas por la Monarquía Hispánica y las necesidades de hombres y recursos obligó a cobrar incluso el estanco de tabaco y el arriendo de sal para hacer frente a la crisis financiera.

Cataluña[editar]

Seguía un sistema similar, para la financiación del funcionamiento ordinario de la Generalidad. El origen de la institución era anterior (1359, cuando la Diputación se hizo permanente), pero el cambio más relevante se produjo cuando los impuestos establecidos para la recaudación del donativo al rey se convierte en una contribución permanente que la Generalidad utiliza y administra libremente, ampliándose con el dret de bolla y segell sobre tejidos. El resultado fue que los ingresos de la Generalidad terminaron superando ampliamente (cuatro veces más) a los que recibía el rey (37.000 libras).2

Valencia[editar]

Originado en la misma época, funcionaba como un impuesto ad valorem del 5% sobre la fabricación, venta e importación de productos textiles y del 10% para materias primas y alimentos. Era administrado por los diputados y clavarios. Desde 1403 es un impuesto indirecto ordinario sobre el comercio, gravando el precio, excepto en el arroz, la sal y la lana, en que se fija sobre el peso. Hubo una triple tarifa para distintos productos, siendo el de las prendas de vestir la única que recaía directamente sobre los habitantes del reino.






La Casa Consistorial de Tarazona (Provincia de ZaragozaEspaña) es un monumental edificio renacentista. Casa consistorial (del latín tardío consistorium, 'lugar de reunión'), casas municipales o casas del ayuntamiento son denominaciones para el edificio del ayuntamiento o de la institución semejante que ejerza el gobierno local (concejo, cabildo, cámara municipal, etc.).

Casa Consistorial de Tarazona
Bien de Interés Cultural
(06-11-2001)
RI-51-0010839
Monumento Histórico1
Ayuntamiento de Tarazona, Zaragoza, España, 2015-01-02, DD 09-17 HDR PAN.JPG
Fachada de la Casa Consistorial de Tarazona.
Localización
PaísEspaña
UbicaciónFlag of Tarazona Spain.svg Tarazona,
Flag of Zaragoza province (with coat of arms).svg Zaragoza,
Bandera de Aragón.svg Aragón,
Bandera de España España
DirecciónPlaza Mayor
Coordenadas41°54′19″N 1°43′38″O
Información general
EstiloRenacentista
Inicio1557
Finalización1563
Construcción1563
OcupanteAyuntamiento de Tarazona
Plantas3

La Lonja de Zaragoza es un edificio civil de estilo renacentista aragonés construido en la primera mitad del siglo XVI en Zaragoza (1541-1551) como recinto destinado a actividades económicas. Hoy es sala de exposiciones del Ayuntamiento.

El arquitecto o maestro de obras de La Lonja fue Juan de Sariñena, encargado de ello por iniciativa del Concejo de la ciudad y patrocinado por el arzobispo de la ciudad, Hernando de Aragón.

Se trata del edificio plenamente renacentista más importante de Aragón. También fue el primero en adoptar este estilo, con influencia del palacio florentino del quattrocento italiano, aunque con los matices del mudéjar aragonés que podemos observar en la decoración de retratos de yeso policromado.

El material constructivo es el ladrillo, lo que es habitual en la arquitectura aragonesa, donde no es considerado como material pobre gracias a la influencia del arte islámico (que podemos observar en La Aljafería) y al mudéjar.

De planta rectangular, se estructura en sus fachadas en tres alturas, que no reflejan el volumen interior, de un piso único, más un desván o falsa que servía de almacén de armas. En altura hay una galería de arcos de medio punto geminados.

WLM14ES - 02012006 120657 ZGZ 0879 - .jpg
Coordenadas41°39′21″N 0°52′36″O
CódigoRI-51-0001029
Declaración3 de junio de 1931

Historia[editar]

El municipio de Zaragoza, atendiendo los ruegos de los comerciantes de la ciudad y del arzobispo Hernando de Aragón, decidió el 18 de febrero de 1541 emprender la construcción de un edificio civil destinado a los intercambios mercantiles, que hasta ese momento se desarrollaban en la La Seo y otras iglesias.

La obra fue adjudicada al proyecto de Juan de Sariñena, maestro de obras de la ciudad y de la Diputación del Reino, que ya había intervenido en edificios como la Torre Nueva o la Seo de Barbastro.

En 1546 la construcción estaba muy avanzada, solo a falta de la cubierta que, según el diseño de Sariñena, incluía una «torre a manera de linterna» como remate central. Dicha estructura planteaba grandes problemas a los maestros de obras zaragozanos de aquel tiempo —entre los que figuran Alonso de LeznesGil Morlanes el Joven y el maestro de cantería Juan de Segura—, y a las dificultades se sumaba la muerte el año anterior del arquitecto Juan de Sariñena. Finalmente, en 1549, se decide eliminar la torre y cubrir la obra con un sencillo tejado a cuatro aguas. El primero de noviembre de 1551 La Lonja había sido oficialmente terminada.

Descripción[editar]

La necesidad funcional de un edificio civil destinado al comercio determinó el planteamiento de la lonja como un espacio interior diáfano de tres naves y cinco tramos de una misma altura, con ocho columnas anilladas a 2/3 que sostienen quince bóvedas de crucería estrellada ya muy rebajada. Las columnas son de inspiración renacentista, pero la cubierta mantiene las estructuras de crucería compleja del gótico final.

Detalle del cuadro Vista de Zaragoza en 1647, por J.B. Martínez del Mazo, a veces atribuido a su maestro, Velázquez. Los hitos representados corresponden a:
1- Cimborrio de la Seo
2- Torre mudéjar de la Seo
3- Palacio de la Diputación del Reino
4- Lonja
5- Puente de piedra.

Los muros se levantan con la técnica de rejola y aljez (ladrillo con argamasa de yeso), al modo de la tradición de alarifes mudéjares, teniendo en cuenta que la piedra es un material escaso en la ciudad. Sin embargo, las tramas ornamentales típicas de las construcciones religiosas del mudéjar aragonés se sustituyeron en la Lonja por una banda de rectángulos verticales rehundidos, que dividen en dos la altura de la fachada al exterior, apoyadas en una moldura de imposta o cornisa, adornada con dentículos. En el piso superior de los muros exteriores, aparece una airosa galería de arcos dobles que alojan ventanas geminadas —desde su origen cerradas con vidrio de pequeñas piezas emplomadas (algo inusual hasta el s. XVIII), aunque hoy restauradas con placas de alabastro— separadas por un sencillo pilar. En el tímpano que forman los arquillos dobles, se coloca un medallón cerámico policromado con retratos ornamentales, así como debajo de las ventanas y entre los espacios del mirador de la parte superior de los paños. Remata la fachada un amplio alero tallado en madera y cuatro pequeñas linternas, con decoración mudéjar de azulejos, en los ángulos del edificio. En el piso inferior se abren tres grandes puertas en los tramos centrales de la planta baja, con arcos de medio punto abocinados en una disposición que imita a las arquivoltas y encuadrados en la reinterpretación de un alfiz resaltado en el ladrillo. Todos los elementos de resalte del ladrillo son sobrios y colaboran en la disposición rítmica de una fachada armoniosa y de novedoso diseño, que reinterpreta los palacios renacentistas italianos.

Plaza de las Catedrales de Zaragoza, con la Lonja a la izquierda y La Seo a la derecha de la imagen.

En el interior la decoración es más tradicional y gótica, aunque hay elementos de carácter renacentista, y su diseño se atribuye a Gil Morlanes el Joven. El espacio amplio y de una misma altura está sustentado por columnas jónicas aragonesas, caracterizadas por disponer en el primer tercio de su longitud, un anillo o nudo en su fuste, lo que dotaba de unas proporciones más adecuadas a los cánones clásicos a las nuevas columnas que se debían usar en grandes edificios públicos. Este tipo de columna se generalizó en todo Aragón y se usó con profusión en los palacios y casas nobles de la Edad Moderna. Decoran el interior relieves escultóricos en el derrame de los intradoses de los ventanales, florones tallados y policromados en las claves de la intersección de las bóvedas, frisos escultóricos de grutescostondos y otros motivos romanos y una banda epigráfica de caligrafía gótica escrita ya en castellano, aunque con presencia de abundantes aragonesismos en sus grafías. La inscripción reza:

SE ACABO ESTA LONJA, LA CUAL Y CIUDAD TENGA DIOS DE SU MANO PARA QUE SIEMPRE SE EMPLEEN EN JUSTICIA, PAZ Y BUEN GOBIERNO DE ELLA. ANYO DEL NASCIMIENTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO DE 1551. CORREGNANTES DOÑA JUANA Y DON CARLOS SU HIJO, REYES Y EMPERADORES NUESTROS SEÑORES, Y JURADO DON FELIPE, HIJO DEL DICHO EMPERADOR, POR REY EN ESTE NUESTRO REINO Y REINOS DE HISPANIA, SIENDO JURADOS DE ESTA CIUDAD CARLOS TORRELLAS, JERONIMO ÇAPATA, JUAN BUCLE METELIN, JUAN CAMPI Y JUAN DE ROBRES.

La portada al interior está ornamentada con dos estípites de relieves antropomorfos flanqueando la entrada. Circundando todo el comienzo de los nervios de las bóvedas se encuentran putti que sostienen el escudo del león rampante de Zaragoza, presente también en las claves de florones. En el centro de los muros figura el escudo imperial de Carlos V, rodeado del collar del toisón de oro, las columnas pendientes y flanqueado de dos leones tenentes, todo ello policromado y estofado.

Entre la cubierta y el tejado, existe un espacio a modo de desván que sirvió de almacén de armas del municipio. A esta sala armera se accedía por una escalerilla de caracol aneja al muro exterior, en en ángulo noroeste. Aparece como una torrecilla adosada en el dibujo de la vista de la ciudad que Anton Wyngaerde realizó en 1563.

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