ÉPOCA MEDIEVAL
La batalla de Guadix fue un combate librado el día 15 de enero de 1362 en el municipio granadino de Guadix, entre las tropas del reino nazarí de Granada y las tropas del reino de Castilla y León, en el que estas últimas fueron completamente derrotadas por las primeras.
Al mando de las tropas castellanas se encontraban los caballeros Diego García de Padilla, maestre de la Orden de Calatrava, Enrique Enríquez el Mozo, adelantado mayor de la frontera de Andalucía y bisnieto del rey Fernando III de Castilla, y Men Rodríguez de Biedma, que era el caudillo mayor del obispado de Jaén.
Batalla de Guadix | ||||
---|---|---|---|---|
la Reconquista Parte de Reconquista | ||||
![]() Mapa del Reino nazarí de Granada | ||||
Fecha | 15 de enero de 1362 | |||
Lugar | Guadix, Reino de Granada | |||
Coordenadas | 37°18′N 3°08′O | |||
Resultado | Victoria nazarí | |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
Fuerzas en combate | ||||
| ||||
Bajas | ||||
|
Antecedentes[editar]
El 21 de diciembre de 1361, poco antes de que se librara esta batalla, Diego García de Padilla, maestre de la Orden de Calatrava, Enrique Enríquez el Mozo, adelantado mayor de la frontera de Andalucía, y Men Rodríguez de Biedma, caudillo mayor del obispado de Jaén, habían infligido una seria derrota a las tropas del reino nazarí de Granada en la batalla de Linuesa.
A continuación, los mismos comandantes cristianos reunieron sus tropas, penetraron con ellas en el reino de Granada, y se dirigieron al municipio granadino de Guadix, que en previsión de un posible ataque cristiano había sido guarnecido con seiscientos caballeros y cuatro mil peones por los musulmanes. Y las fuerzas castellanas, por su parte, ascendían a mil caballeros y dos mil peones.
No obstante, los cristianos no deseaban entrar en combate, ya que sus comandantes se hallaban enojados con el rey Pedro I de Castilla porque este se había apoderado de los musulmanes que aquellos habían capturado en la reciente batalla de Linuesa, y a pesar de que les había prometido entregarles por cada uno de los cautivos la suma de trescientos maravedís.
Además, las tropas cristianas se mostraban temerosas a causa de los presagios funestos que los adalides habían tenido sobre la inminente batalla que se libraría con los musulmanes, según consignó el cronista Pedro López de Ayala en la Crónica del rey don Pedro.1
La batalla de Guadix[editar]
En la mañana del 15 de enero de 1362, las tropas cristianas llegaron ante Guadix y dividieron sus fuerzas en dos grandes grupos, y uno de ellos se dirigió a atacar las tierras de Val de Alhama, y el otro permaneció estacionado ante Guadix. Pero cuando los musulmanes observaron que el ejército cristiano se había dividido en dos, salieron de Guadix y los atacaron.
Las tropas musulmanas cruzaron un río y un puente y atacaron a los cristianos, quienes enviaron a doscientos de sus caballeros para repeler el ataque. Los doscientos jinetes cristianos derrotaron a los musulmanes, les obligaron a cruzar de nuevo el puente y mataron a cincuenta de los jinetes enemigos.
Mientras tanto, las tropas de Diego García de Padilla, maestre de la Orden de Calatrava, las de Enrique Enríquez el Mozo, adelantado mayor de la frontera de Andalucía, y las de Men Rodríguez de Biedma, caudillo mayor del obispado de Jaén, permanecieron donde estaban y no ayudaron a los caballeros cristianos que habían cruzado el puente y que estaban atacando a los musulmanes. Y cuando estos últimos observaron que los comandantes cristianos no socorrían a sus hombres, atacaron de nuevo a los cristianos. Y entre los caballeros cristianos fallecidos hasta ese momento figuraban Dia Sánchez de Rojas, Juan Sánchez de Sandoval, Simón González de Olite y Juan de Mendoza.
Poco después, los jinetes cristianos que aún combatían cerca del puente solicitaron a Diego García de Padilla y a Enrique Enríquez el Mozo que les enviasen refuerzos, aunque estos últimos les ordenaron que volviesen a cruzar el puente y retornasen a las filas cristianas, para que de ese modo todo el ejército castellano unido atacase al ejército granadino, y los jinetes cristianos abandonaron el puente y, a su pesar, retornaron a sus filas.
La caballería musulmana cruzó entonces el puente y atacó al ejército castellano. Y la batalla que se libró a continuación duró desde la salida del sol hasta la hora nona, es decir, aproximadamente, hasta las 15:00 horas.2 Las tropas cristianas intentaron resistir el ataque, algunos de sus hombres comenzaron a huir y las tropas de Diego García de Padilla y las de Enrique Enríquez el Mozo, a pesar de que combatieron valerosamente, fueron derrotadas por los musulmanes.
A pesar de que algunos hombres consiguieron escapar, entre ellos Enrique Enríquez el Mozo, la mayoría de los cristianos fueron apresados o muertos. El maestre de la Orden de Calatrava también fue apresado y, junto con otros prisioneros, fue conducido al reino de Granada. Y entre los caballeros cristianos capturados figuraban Pero Gómez de Porres el Viejo, Rui González de Torquemada, Sancho Pérez de Ayala y Lope Fernández de Valbuena.
En la batalla de Guadix perdieron la vida, entre otros, los caballeros Juan Rodríguez de Villegas el Calvo, Juan Fernández de Herrera, Juan Fernández Cabeza de Vaca, Diego López de Porres y Diego Fernández de Jaén, comendador de Biedma en la Orden de Santiago.
Consecuencias[editar]
Pocos días después de haber sido capturados, el maestre de la Orden de Calatrava y sus compañeros de cautiverio fueron puestos en libertad por el rey de Granada y, cargados de presentes, fueron devueltos al reino de Castilla, ya que el monarca granadino deseaba congraciarse con el monarca Pedro I.
El rey de Castilla se apoderó en 1362 de las localidades de Iznájar, Sagra, Cesna y Benamejí y, poco después, el rey Muhammed VI de Granada, acompañado por 300 jinetes y por doscientos peones, se dirigió al municipio cordobés de Baena, y desde allí, acompañado por Gutier Gómez de Toledo, prior de la Orden de San Juan, fue a Sevilla para solicitar a Pedro I el cese de las hostilidades entre el reino de Granada y el reino de Castilla.
Pero a los pocos días Pedro I dio muerte personalmente al monarca granadino en el barrio sevillano de Tablada.
La batalla de La Higueruela tuvo lugar el 1 de julio de 1431 en las inmediaciones de la Medina Elvira, situada en la Sierra Elvira1 término municipal de Atarfe, en la provincia de Granada (España). Fue tal el desastre que se produjo que únicamente quedó en pie una pequeña higuera que dio nombre a la batalla, también conocida por Segunda Batalla de Elvira, en referencia a la de 1319.
De forma errónea durante largo tiempo se ha señalado también la localidad jiennense de Higuera de Calatrava como lugar de la batalla. Si bien se trata de un error historiográfico presente en la edición corregida de la Población General de España, sus Reynos y provincias, ciudades, villas y pueblos, islas adjacentes, y presidios de África de Juan de Estrada. Hoy por fin aclarado.
Batalla de La Higueruela | ||||
---|---|---|---|---|
Reconquista Parte de Reconquista | ||||
![]() La Batalla de La Higueruela, por Fabrizio Castello. | ||||
Fecha | 1 de julio de 1431 | |||
Lugar | Sierra Elvira, Granada, España | |||
Resultado | Victoria castellana | |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
|
Desarrollo[editar]
Combate entre las tropas castellanas del rey Juan II de Castilla, dirigidas por el condestable Álvaro de Luna, y las granadinas nazaríes. La presencia del rey resolvió el inicial desorden en el que incurrieron las tropas cristianas, que salieron victoriosas y provocaron más de diez mil bajas a las huestes musulmanas y judías.
La batalla supuso la más importante victoria que las tropas castellanas consiguieron frente al reino de Granada en el reinado de Juan II, por cuanto se consiguió en esta zona fronteriza. Así lo magnificó la monarquía, consiguiendo, incluso, que el papado autorizase la celebración de fiestas religiosas cada 1 de julio en toda la Castilla para conmemorarlo. Sin embargo, la desunión interna, así como el hecho de que posiblemente no hubiese una idea de conquista, impidió que se aprovechase la ocasión y se tomase Granada. Esta, además, se encontraba más desprotegida puesto que un terremoto, que sacudió toda la provincia, destruyó parte de los muros de la ciudad.
Consecuencias[editar]
Poco después de la batalla las tropas castellanas iniciaban su retirada hacia Castilla. El rey fue recibido victorioso en Córdoba y, sobre todo, en Toledo, donde se llevaron a cabo grandes ceremonias y celebraciones. Tras la derrota musulmana, Yusuf IV sucedió a su abuelo, Muhammad VI, como sultán de Granada.
En las décadas siguientes, los enfrentamientos internos, que han recibido el nombre de Guerra Civil Castellana hicieron imposible reanudar operaciones militares significativas, hasta la definitiva conquista en la Guerra de Granada (1482-1492), llevada a cabo por los Reyes Católicos, contra Boabdil.
Representación artística[editar]
En los muros de la Sala de batallas del Monasterio de El Escorial, Felipe II encargó realizar un fresco representando la batalla, que es seguramente la pintura de historia más extensa. Se utilizó como modelo una grisalla de 130 pies hallada en un viejo arcón del Alcázar de Segovia.
La batalla de Linuesa fue un combate librado el día 21 de diciembre de 1361 en el municipio de Huesa, ubicado en la provincia de Jaén (entonces, el antiguo Reino de Jaén), entre las tropas de la Corona de Castilla y las tropas del reino nazarí de Granada, que fueron derrotadas por las fuerzas castellanas.
Al mando de las tropas castellanas se encontraban los caballeros Diego García de Padilla, maestre de la Orden de Calatrava, Enrique Enríquez el Mozo, adelantado mayor de la frontera de Andalucía y bisnieto del rey Fernando III de Castilla, y Men Rodríguez de Biedma, caudillo mayor del obispado de Jaén.
Batalla de Linuesa | ||||
---|---|---|---|---|
Reconquista - Razias de Frontera Parte de Reconquista | ||||
![]() Mapa del Reino nazarí de Granada | ||||
Fecha | 21 de diciembre de 1361 | |||
Lugar | Huesa, Reino de Jaén | |||
Resultado | Victoria castellana. | |||
Beligerantes | ||||
| ||||
Comandantes | ||||
| ||||
Fuerzas en combate | ||||
| ||||
Bajas | ||||
|
Antecedentes[editar]
Las tropas musulmanas del reino nazarí de Granada invadieron a finales de 1361 las tierras del adelantamiento de Cazorla e incendiaron el municipio jienense de Peal de Becerro. Las fuerzas musulmanas estaban compuestas por seiscientos caballeros y dos mil peones, y al mismo tiempo se habían apoderado de numerosos cautivos, hombres y mujeres, y también de gran cantidad de ganado.
Batalla de Linuesa[editar]
Cuando Diego García de Padilla, maestre de la Orden de Calatrava, Enrique Enríquez el Mozo, adelantado mayor de la frontera de Andalucía, y Men Rodríguez de Biedma, caudillo mayor del obispado de Jaén, tuvieron conocimiento de que los musulmanes habían invadido el adelantamiento de Cazorla y de que habían incendiado el municipio de Peal de Becerro, reunieron a sus tropas, y salieron en persecución de los musulmanes.1
Las tropas castellanas se apoderaron de un paso del río Guadiana Menor, intentando aprovechar la circunstancia de que el ejército musulmán había de pasar por allí para retornar a su tierra. La batalla entre ambos ejércitos se libró el 21 de diciembre de 1361 en el término municipal de Huesa, ubicado en la provincia de Jaén.
Las tropas musulmanas llegaron al paso del río Guadiana Menor, que había sido ocupado por las tropas cristianas, e intentaron desalojar a estas últimas. Pero aquellas atacaron a las musulmanas y las derrotaron completamente, en un lugar llamado Linuesa, según recoge la llamada Crónica del rey don Pedro, en la que también consta que pocos musulmanes escaparon con vida de ese enfrentamiento.2
Consecuencias[editar]
Cuando el monarca Pedro I de Castilla tuvo conocimiento de que sus ejércitos habían derrotado a las fuerzas musulmanas en la batalla de Linuesa se alegró mucho, aunque ordenó a Diego García de Padilla, a Enrique Enríquez el Mozo y a Men Rodríguez de Biedma que le entregasen a él los cautivos de los que se habían apoderado, y les prometió darles a cambio de cada uno de ellos la suma de trescientos maravedís.
No obstante, el rey se apoderó de los cautivos pero no entregó la suma prometida a los que los habían capturado, lo que ocasionó el enojo de Diego García de Padilla, Enrique Enríquez el Mozo y Men Rodríguez de Biedma, que habían sido los comandantes cristianos durante la batalla de Linuesa.3
Y poco después, los mismos comandantes fueron derrotados por las tropas musulmanas en la batalla de Guadix, que se libró en tierras granadinas en enero de 1362.
No hay comentarios:
Publicar un comentario