SIGLO XV EN ESPAÑA
La Cambra Vieja del Trigo es un edificio civil situado en la villa de Ademuz, provincia de Valencia, (España).
Situación[editar]
La Cambra Vieja del Trigo se sitúa en el extremo meridional de la Plaza de la Villa de Ademuz.
El edificio constituyó el antiguo almudín o almacén municipal de grano.
Descripción[editar]
Su portada inferior da paso a un callejón sin salida donde también se situaron otras dependencias municipales, como parte del archivo y las carnicerías de la villa.
La consideración de edificio de carácter público está representada por una labra del Señal Real en su entrada, enseña adoptada por la municipalidad como propia durante la época foral.1
Historia[editar]
Aunque tanto el almudín como las carnicerías municipales están documentadas desde época medieval, el aspecto definitivo del edificio pudo tener lugar en el siglo XV

Historia[editar]
Ya se tienen noticias de funduqs desde el siglo IV a. C.1 aunque posteriormente, durante la Edad Media, llegó a generalizarse en ciudades musulmanas principalmente del norte de África. Los fonduqs y también los caravasares fueron edificios esenciales en la vida de los habitantes de la medina. Eran grandes edificios organizados alrededor de un patio central, bordeados generalmente en la planta baja por talleres, establos y habitaciones en el piso de arriba.
Muchos de los antiguos funduqs tradicionales han llegado a nuestros días y se han reconvertido en establecimientos hosteleros como por ejemplo en el caso de Fez (Marruecos), donde se tienen contabilizado más de cien, muchos de ellos de gran importancia como el Funduq al-Najjariyyin, construido en el siglo XVIII por el sultán alauita Amin Adiyil, para proporcionar alojamiento y almacén a los mercaderes que llegaban a la ciudad.2 En la ciudad de Marrakech, existen alrededor de 140 funduqs, en particular los de la plaza Bab Fteuh.
En España se conservan algunos establecimienos importantes medievales como el denominado Corral del Carbón u originalmente Al-Funduq al-Gidida, construido en Granada durante el reino nazarí, con anterioridad a 1336. En julio de 2018 con recientes excavaciones, se han podido contabilizar hasta siete funduqs en la ciudad de Denia, de planta cuadrada o rectangular, con una superficie de entre 200 y 500 metros cuadrados.3
Fondaco[editar]
Tanto en Venecia, Génova, Nápoles y otras potentess ciudades comerciales del siglo XII existían puestos comerciales con funduqs, denominados en este caso fondaci (singular, fondaco), en la costa mediterránea. Estos espacios estaban reservados para el comercio y descarga de mercancías traídas de lugares tan lejanos como los funduqs de Palestina. Los primeros testimonios medievales de funduqs datan de mediados del siglo XII: Pisa, Valencia y Alejandría.4
La presencia en los puertos mediterráneos más importantes de sus propios fondaci (como complejos utilizados para el comercio y el albergue de sus compatriotas) se consideraba una de las características para definir una ciudad como república marítima en la Edad Media que a su vez establecieron fondaci en centros importantes de comercio marítimo como Constantinopla o Alejandría. Un fondaco podía alcanzar el tamaño de un barrio, donde generalmente se llegaba a construir una iglesia o un hospicio y era gobernado por un bailío, que tenía también funciones de juez en las disputas económicas.
En Venecia todavía han subsistido varios fondaci, como el Fondaco dei Turchi y el Fondaco dei Tedeschi.
La Alhóndiga (Cuenca)
A principios del siglo XVI, la ciudad de Cuenca (España) carecía de un «alhorí», también llamado Alhóndiga o Pósito; este término, que procede del árabe, es el más empleado en los documentos de ese siglo que se conservan en la ciudad en el siglo XVI. Para terminar con esta carencia, el Concejo acordó construir uno en el Campo de San Francisco, extramuros de la ciudad, no muy lejos de la Puerta de Valencia.
Cuando ese alhorí dejó de funcionar como tal, ya se había erigido en Cuenca otro edificio destinado al mismo fin. En efecto, en los últimos años del siglo XVI, el Ayuntamiento encargó al maestro de cantería don Pedro López de la Vaca, la construcción de un nuevo alhorí, que se alzó intramuros de la ciudad apoyado en la muralla, al lado de la Puerta del Postigo.
Descripción[editar]
Este edificio, que fue remodelado en el siglo XVIII, es una de las estructuras más interesantes que tiene la ciudad, por lo raro de la misma. El nombre con el que se le conoce desde el siglo XVI, alhorí, indica que cumplió la función de silo para el grano; razón por la cual sus muros presentan un extraordinario grosor. La planta baja queda dividida en dos largas y estrechas naves, cerradas por una potente bóveda de medio cañón que arranca del suelo.
La planta superior, con tres pilares que cargan sobre el medianero de la baja, se muestra más ligera; lo que nos hace pensar que tal vez en el siglo XVIII, época a la que corresponde el aspecto actual del edificio, fue utilizada como depósito de otras mercadurías (distintas del cereal), que no necesitaban de tan fuertes muros ni de una nítica división de espacio. Se cubre con bóveda de lunetos. Los dos primeros tramos que tienen acceso directo desde la calle, debían de servir para funciones administrativas. La fachada presenta un despiece de sillares, pintados conforme a lo que es costumbre en Cuenca en el siglo XVIII. También tienen decoración pictórica las ventanas y los tres escudos que campean en la fachada. La puerta, de arco de medio punto y sillería almohadillada, está descentrada.
En 1906, el Arquitecto Elicio González llevó a cabo unas obras para mejorar la subida del Postigo, que también afectaron a la fachada del Pósito. Desde tiempos recientes, el edificio ha venido siendo utilizado como Museo Arqueológico y Conservatorio de Música.
La Alhóndiga es un edificio de la ciudad española de Toledo. Situado al norte del casco histórico, su construcción data de principios del siglo xvii.
Historia[editar]
Las alhóndigas, también llamadas alholíes, que en su origen islámico eran al tiempo mesones y lugares de venta, pasan a ser casi todas ellas, a partir del siglo xvi, locales para exclusivo almacenamiento y comercio de trigo, terminando por convertirse en centros oficiales casi siempre municipales.
El edificio original, construido entre 1575 y 1582, se vino abajo por completo en 1593.
En 1594, Nicolás de Vergara el Mozo trazaba un sistema de contención para el Miradero, procediéndose después a la reconstrucción de la Alhóndiga, que concluyó en 1536.
La Alhóndiga ha tenido a lo largo de la historia usos muy dispares, desde el almacén militar francés, que fue durante la Guerra de la Independencia, hasta la estación de autobuses, que fue hace poco tiempo.
Descripción[editar]
Se trata de una construcción de planta rectangular, sencilla y eminentemente funcional; es más bien cerrada hacia el exterior, por la cuestión del almacenaje de granos. Una serie de recios pilares, de sección cruciforme, compuestos de sillares de piedera en sus bases, distribuyen el espacio interior del edificio en una serie de naves, de alzados enjalbegados.
Exteriormente, sobre un pétreo zócalo se levantan los muros, de aparejo mixto, ladrillo-mampostería, siendo las rafas de este último material verdaderas cajas, de distribución uniforme en los paramentos.
Las dos portadas del edificio fueron acopladas al mismo en 1960, procedentes del que fuera convento toledano de los Trinitarios Calzados; son portadas platerescas, adinteladas; una de ellas con tímpano sobre el dintel y ambas con la cruz de la Orden Trinitaria.
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Tipo | alhóndiga | |
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Uso | alhóndiga, almacén y estación de autobús | |
Catalogación | Bien de Interés Cultural |
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