domingo, 3 de octubre de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XV EN ESPAÑA

Perpiñán (en francésPerpignan, en catalánPerpinyà) es una ciudad del sur de Francia, situada al noreste de la península ibérica, capital del departamento de los Pirineos Orientales, en la región de Occitania y capital histórica del Rosellón. También es capital de la comarca homónima. Perteneció a España hasta 1659 cuando las monarquías española y francesa firmaron el Tratado de los Pirineos. Se encuentra situada a orillas del curso inferior del río Têt. Tenía 129 925 habitantes en 2009 (población total municipal oficial calculada para 2009) y más de 310 000 en la mancomunidad de municipios "Perpiñán Mediterráneo" que la circundan. Es la cuarta ciudad de la región tras ToulouseMontpellier y Nimes.




La Baronía de Albi1​es un título nobiliario español, concretamente de la Corona de Aragón, creado el año 1166 por el rey Alfonso II de Aragón, a favor de Guillermo de Cervera.

La denominación hace referencia al castillo y a la vila de Albí, actual municipio de la provincia de Lérida.

El título pasó a la Casa de Centelles y, a mediados del siglo XIV, a la Casa de Mur. De dicha casa destacó el barón Acard de Mur y Alemany de Cervelló, capitán general del Reino de Cerdeña en 1413. En 1444, el título pasó a la Casa de Cardona, cuando la nieta y heredera de Acard de Mur, Elfa de Perelló, casó con Hugo de Cardona y de Centellas, barón de Bellpuig. Durante la Guerra Civil Catalana (1462–1472), el rey Juan II de Aragón le confisca a Hugo de Cardona y de Perelló la baronía de Bellpuig, pero logra mantener la baronía de Albi, la cual pasará a sus descendientes: los Erill, Desplá y Cartellá.2

El título fue confirmado el 21 de octubre de 1755 por Fernando VI, a beneficio de Francisco-Galcerán de Cartellá-Sabastida-Ardena y Fonts, barón de Falgons, de Granollers, de Rocacorba y de Cerviá.1

El título pasa, después, a sus descendientes: los Darnius, Rocabruna y Montoliu.

El actual titular, desde 1977,3​es Carlos de Montoliu y de Carrasco, XXXII barón de Albi.

Baronía de Albi
Corona de barón 2.svg
Corona de barón
Primer titularGuillermo de Cervera
ConcesiónAlfonso II de Aragón
1166
Actual titularCarlos de Montoliu y de Carrasco





El condado de Barcelona corresponde al territorio regido por los condes de Barcelona entre el siglo IX y el siglo XII.

El condado de Barcelona en el contexto de la expansión peninsular de la Corona de Aragón.

Orígenes[editar]

Sus orígenes se remontan al siglo VIII, cuando con motivo de la expansión musulmana de los dominios del Reino visigodo y su posterior expansión sobre la actual Francia, la confrontación entre los francos y las fuerzas musulmanas condujo a una respuesta defensiva de los monarcas carolingios, consistente en la creación de la denominada Marca Hispánica. Esta se realizó mediante la dominación de los territorios del sur de Francia y del norte de la península ibérica y derivó en la formación de un conjunto de pequeños condados. La dominación franca se hizo efectiva tras la conquista de Gerona (785) y principalmente, cuando, en el año 801, la ciudad de Barcelona fue conquistada por el rey de Aquitania Luis el Piadoso (o Ludovico Pío) y es incorporada al reino franco, estableciéndose en ella el condado de Barcelona, con dependencia del rey franco. El primer conde de Barcelona fue Bera (801-820).1

Inicialmente, la autoridad condal recayó en la aristocracia local, tribal o visigoda, pero la política de Bera, favorable a preservar la paz con Al-Ándalus, motivó que fuera acusado de traición ante el rey. Tras perder un duelo, según la tradición jurídica visigoda, Bera fue destituido y exiliado, y el gobierno del condado pasó a nobles francos,2​ como Rampón o Bernardo de Septimania. Sin embargo, la nobleza visigoda recuperó la confianza real con el nombramiento de Sunifredo I de Urgel-Cerdaña como conde de Barcelona en 844. Pese a todo, los lazos de dependencia de los condados catalanes con respecto a la monarquía franca se fueron debilitando. La autonomía se consolidó al afirmarse los derechos de herencia entre las familias condales. Esta tendencia fue acompañada de un proceso de unificación de los condados hasta formar entidades políticas más amplias. El conde Wifredo el Velloso (840-897), hijo de Sunifredo y último conde nombrado por los reyes francos, representó esta orientación. Consiguió reunir bajo su mando una serie de condados y transmitirlos en herencia a sus hijos. Aunque Wifredo, muerto a manos de los musulmanes, dividió sus condados entre sus hijos, el núcleo formado por los condados de Barcelona, Gerona y Osona se mantuvo indiviso (si bien algún historiador, como Ramón Martí, cuestiona que Gerona se mantuviese inicialmente bajo el dominio de los hijos de Wifredo, y sugiere que la casa de Ampurias dominó el condado hasta el año 9083​).

El condado anterior a la Corona de Aragón[editar]

Durante el siglo X, los condes de Barcelona reforzaron su autoridad política y se fueron alejando poco a poco de la influencia franca. En el 985 Barcelona, entonces gobernada por el conde Borrell II, es atacada e incendiada por los musulmanes, liderados por Almanzor. El conde se refugia entonces en las montañas de Montserrat, en espera de la ayuda del rey franco, pero no aparecen las tropas aliadas, lo que genera un gran malestar. En el año 988, en el reino franco termina la dinastía Carolingia y es sustituida por la dinastía Capeta. Borrell II es requerido para prestar juramento de fidelidad al nuevo rey franco, pero no consta que el conde barcelonés acudiese a la llamada, pues el rey franco tuvo que acudir al norte a resolver un conflicto. Esto ha sido interpretado como el punto de partida de la independencia de hecho del condado. El conde Ramón Borrell, hijo del anterior, gobierna ya como un soberano con todas sus atribuciones, tales como la libre disposición del patrimonio fiscal, otorgar privilegios y acuñar moneda con su efigie y nombre, Raimundus.4

Posteriormente, el condado de Barcelona va creciendo en importancia y en territorio con los sucesivos condes. Va absorbiendo otros condados de la Marca Hispánica y se expande lentamente hacia el sur gracias a las batallas contra al-Ándalus y la repoblación de territorios como Tarragona y el campo circundante.

Tras el gobierno de Ramón Borrell, seguido del de su débil hijo Berenguer Ramón I, dominado por la enérgica figura de su madre Ermesenda de Carcasona, con Ramón Berenguer I se refuerza el poder condal: somete a los nobles levantiscos del Panadés, establece alianzas con los condes de Urgel y Pallars, adquiere los condados de Carcasona y Rasez, cobra parias de las taifas de Lérida y Zaragoza y renueva las bases jurídicas del condado al iniciar la compilación de los Usatges de Barcelona, conjunto de disposiciones, usos y costumbres que irá aumentando en los años posteriores. En los Usatges se hace referencia en diversas ocasiones al soberano, es decir, al conde de Barcelona, como princeps (príncipe), y llaman principatus (principado) al conjunto de los condados de Barcelona, Gerona y Osona.5

En su testamento, Ramón Berenguer I decide no dividir sus territorios, sino que los transmite en condominio a sus dos hijos gemelos, Ramón Berenguer II y Berenguer Ramón II.6

Tras la crisis provocada por el asesinato de Ramón Berenguer II y la acusación de fratricidio lanzada contra su hermano, quien murió en la Primera Cruzada, el hijo y sucesor del primero, Ramón Berenguer III, supo consolidar y ampliar los límites del condado. Conquistó parte del condado de Ampurias y, al frente de una amplia coalición, emprendió también la conquista de Mallorca, narrada en el documento pisano llamado Liber maiolichinus (1117), en el que se llama a Ramón Berenguer III Dux Catalanensis y catalanicus heros, mientras que sus súbditos son denominados christicolas catalanenses, en lo que se considera la referencia documental más antigua a Cataluña. Sin embargo, el conde tuvo que abandonar sus conquistas ante el avance de las tropas almorávides en la península. Recibió asimismo mediante herencia los condados de Besalú y Cerdaña, formando progresivamente un espacio territorial muy similar al de la llamada Cataluña Vieja, además de avanzar hacia Lérida y repoblar territorios fronterizos como la ciudad de Tarragona, restaurándola efectivamente como sede episcopal. Asimismo amplió sus dominios transpirenaicos al incorporar el condado de Provenza gracias a su matrimonio con la condesa Dulce.





El condado de Ampurias era un condado medieval que se extendía por lo que hoy en día constituye la comarca del Ampurdán. Tras la integración de este condado en la Corona de Aragón, desde el 13 de enero de 1463 es un título nobiliario, creado por el rey Alfonso V de Aragón para su hermano Don Enrique de Aragón.

El nombre del condado hace referencia a la localidad de Ampurias, en la provincia de Gerona.

Condado de Ampurias
Escut del comtat d'Empúries.svg
Escudo de armas
Primer titularErmenguer de Ampurias
ConcesiónCarlomagno (o quizá Luis el Piadoso)
813
Linajes• de Ampurias
• de Aragón-Barcelona
• de Aragón-Trastámara
• de Aragón-Segorbe
• de la Cerda (con varonia BearneCasa de Medinaceli)
• Fernández de Córdoba (Casa de Priego)
• Medina
Actual titularDoña Sol de Medina y Orleans-Braganza

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