domingo, 1 de agosto de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 SIGLO XV EN ESPAÑA

Gómez Manrique (Amuscoprovincia de Palencia1412 - Toledoc. 20 de noviembre de 1490), poeta y dramaturgo del Prerrenacimiento español, señor de VillazopequeBembibreMatanza y Cordovilla, sobrino del poeta Íñigo López de Mendozamarqués de Santillana, y tío del también poeta Jorge Manrique.

Monumento al poeta junto al Real Monasterio de la Consolación, en Calabazanos.

Familia[editar]

Fue el cuarto, no el quinto hijo varón, como se suele escribir,1​ del adelantado mayor del reino de León, VIII señor de Amusco, y III.er señor de TreviñoPedro Manrique de Lara y Mendoza y de su mujer Leonor de Castilla, hija del I.erduque de Benavente don Fadrique y nieta del rey Enrique II. Tuvo catorce hermanos, siete varones y siete mujeres.2

Sus abuelos paternos fueron Diego Gómez Manrique de Lara y Leiva y Juana de Mendoza, la cual, tras enviudar, se volvió a casar con Alfonso Enríquez, bisabuelos del rey Fernando II el Católico. Por parte de su madre, sus abuelos fueron Fadrique de Castilla, hijo ilegítimo del rey Enrique II, y Leonor Sánchez de Castilla. Uno de sus hermanos fue el maestre de la Orden de SantiagoRodrigo Manrique, a quien están dedicadas las famosas Coplas a la muerte de su padre de su sobrino Jorge Manrique.

Era una estirpe, pues, de hombres de letras, y la tradición continuó después con Garcilaso de la Vega. La familia de los Manrique de Lara pertenecía a la más antigua nobleza de España y estaba en posesión de importantes títulos nobiliarios como el Ducado de Nájera, el Marquesado de Aguilar de Campoo y el Condado de Paredes de Nava, cuyo primer titular fue su ya citado hermano Rodrigo. Gómez Manrique casó con Juana de Mendoza, a la que están dirigidas las obras de la monja sordomuda y escritora mística Teresa de Cartagena.

En su testamento, otorgado en Toledo el 31 de mayo de 1490, pidió ser enterrado en el Real Monasterio de la Consolación en Calabazanos, Palencia.3

Vida y obra[editar]

No está claro el año de su nacimiento. Un numeroso grupo de críticos se inclina por 1412. Pero un dato de la Crónica del halconero de Juan II apoyaría el año 1415. Por el testamento de su madre se averigua que su maestro fue Garci Fernández del Castillo; con él aprendió latín y algunas humanidades. Era bastante joven cuando participó en el sitio a la fortaleza de Huéscar acompañando a su tío el Marqués de Santillana, en 1432. En ese mismo año había acudido con sus hermanos a unas justas ordenadas por Juan II en Valladolid.

Su actuación política, siempre acorde con la del clan familiar, se caracterizó primero por el enfrentamiento con el condestable del rey Juan II don Álvaro de Luna, contra cuyas tropas luchó uniéndose a los Infantes de Aragón en la batalla de Olmedo (1445). En 1448, junto con su hermano Rodrigo Manrique y Alonso Fajardo cabalgó hacia Murcia y tomaron la ciudad; el Rey y el Condestable enviaron tropas para recuperarla, pero se acordó una tregua. Al año siguiente (1449), junto con otros nobles, participó también en el fallido sitio del castillo de Cuenca.4​ Por fin, con ayuda de la joven reina Isabel, la nobleza logra convencer al pusilánime Juan II de la tiranía de su valido don Álvaro de Luna y este es ejecutado en Valladolid el 2 de junio de 1453 y un año después fallece el monarca. Su sucesor Enrique IV devuelve los bienes usurpados por el valido a la familia Manrique y nombra a Gómez corregidor de Salamanca a fines de 1454, cargo que desempeñó durante tres años. Los Manrique acompañan al monarca a Andalucía (Baza y Guadix) en la campaña de 1458 que habrá de indisponer de nuevo a la nobleza contra la autoridad real,5​ porque, cuando recorrían el campo de Huéscar, una flecha islámica hirió de muerte a Garcilaso de la Vega, cuñado de don Rodrigo Manrique y caballero cabal muy querido por todos, y el rey Enrique le negó la encomienda de Montizón al único hijo del caballero muerto y se la dio a Diego de Iranzo, hermano del encumbrado a condestable Miguel Lucas de Iranzo. La nobleza no comprendió esto y empezó a rechazar al rey. El propio Gómez compuso un sentido planto en arte mayor, Defunsión del noble caballero García Laso de la Vega. En ese mismo año de 1458 murió su tío y maestro don Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, y le dedicó otra elegía fúnebre, El planto de las Virtudes e Poesía por el magnífico señor D. Íñigo López de Mendoza. En fin, las veleidades del rey, que concede cargos a gente sin linaje y desprecia a la nobleza, causa la primera confederación de descontentos entre los cuales figuraban los Manrique y el arzobispo de Toledo Alonso Carrillo de Acuña y firman un documento para pedir al rey, entre otras cosas, que nombrara heredero a su hermano Alfonso, haciendo incluso que refrende el documento el rey de Aragón. Es este el momento en que Gómez Manrique empieza a frecuentar el círculo de intelectuales, poetas y escritores que rodean al arzobispo y más tarde formarán la corte del usurpador Alfonso: Pedro Guillén de SegoviaJuan Álvarez GatoAlonso de PalenciaPedro Díaz de ToledoRodrigo CotaJuan de MazuelaJorge ManriqueSancho de Rojas y otros. El desgobierno crece hasta el punto de que en 1464 se reúnen en Alcalá de Henares para mandarle otra misiva.6

Así que los Manrique apoyan al usurpador infante don Alfonso, conocido como el Inocente, contra Enrique IV en la famosa Farsa de Ávila (1465); el usurpador Alfonso lo nombra corregidor de Ávila en ese mismo año; por entonces su fama de poeta es tanta que el mismo rey Alfonso V de Portugal le pidió insistentemente una colección de sus obras, algo que al cabo se avergonzó de hacer:

Así por letras suyas a mí enviadas como por otras que envió al muy magnífico señor conde don Enrique, mi tío, con tanto afinco, que vista la dilaçión que yo daba, a la postre me hobo de enviar a la çibdad de Ávila, donde a la sazón estaba, un secretario suyo con esta mesma demanda, y tanto me aquexó que, de vergüeña suya, hobe de posponer la mía. E delibrando de complir su mandamiento, fize buscar por los suelos de mis arcas algunas obras mías que allí estaban (como ellas mereçían) e procuré de haber otras de otros, mal conoçedores de aquellas, que las tenían en mejor lugar. E así començé a fazer una copilaçion dellas; mas, después de fecha, acordándoseme de un refrán que dize "no hay mayor neçedad que la que pareçe escrita", desque vi tantas ayuntadas, delibré de perder la vergüença a su real señoría por no envergonçar a mí.7

Por último, sirvió fielmente a Isabel la Católica aun antes de que esta accediera al trono, ya que intervino para concertar los desposorios entre Isabel y Fernando de Aragón y fue el encargado de escoltar a Fernando por tierras castellanas para la celebración de su boda con la entonces infanta Isabel en Valladolid, en 1470; para conseguirlo Gómez había tenido que hacer muchas negociaciones con nobles indecisos, por ejemplo Juan Pacheco, retener en el bando profernandino a don Fadrique y el Conde de Cabra, tranquilizar al inquieto y soberbio arzobispo Alonso Carrillo, tentado por Portugal, e informar a Juan II de Aragón.

Los Reyes Católicos premiaron su fidelidad con la concesión del cargo de Corregidor de Toledo a principios de febrero de 1477, en cuyo ejercicio y hasta su muerte demostró una actuación honesta y ejemplar, manteniendo la ciudad fiel a Isabel en contra del arzobispo Alonso Carrillo de Acuña (desairado porque la reina no le había concedido ningún cargo cortesano, por lo cual entregó Talavera de la Reina a Alfonso V de Portugal) y descubriendo y reprimiendo una conspiración en la misma que intentaba entregar la ciudad a Juana la Beltraneja y el citado Alfonso V, en guerra contra los Reyes Católicos. Ciertamente el gobierno de Toledo no era fácil, porque también luchaban entre sí las familias nobles principales de los Cifuentes y de los Ribadeneira. Gómez, sin embargo, los mantuvo a raya a todos, construyó las Casas Consistoriales e hizo grabar en sus escaleras aquellos célebres versos:

Nobles discretos varones
que gobernáis a Toledo,
en aquestos escalones
desechad las aficiones,
codicias, amor y miedo.
Por los comunes provechos
dexad los particulares.
Pues vos fizo Dios pilares
de tan riquísimos techos,
estad firmes y derechos.
—Gómez Manrique

Gonzalo Fernández de Oviedo en sus Batallas y quincuagenas le dedicó un diálogo en que no le escatimó elogios: «Fue un caballero muy valiente... uno de los estimados caballeros de Castilla e valiente lanza por su persona, e de los muy sabios e bien hablado, e muy hombre en todos sus fechos... gentil poeta y de sutil ingenio». En efecto, fue uno de los poetas más famosos de su época y tomó ora la espada ora la pluma: luchó contra Juan II, no simpatizó con Enrique IV el Impotente y se alineó con Isabel, futura reina Católica, contra Juana, como su sobrino Jorge. En la epístola nuncupatoria que dirigió a Rodrigo Alonso Pimentel, IV Conde de Benavente, dedicándole una colección de sus obras, defendió la compenetración de las armas y las letras. Las primeras, dice,

Oí desde mi moçedad en el escuela de uno de los más famosos maestros que, commo vuestra merçed bien sabe, hobo en nuestros tiempos, que fue mi señor e mi hermano don Rodrigo Manrique, maestre de Santiago, digno de loable memoria. Allí aprendí a sofrir peligros y trabajos y nesçesidades juntamente... y esto no podré dezir que haya fecho en el estudio de las sçiencias ni del arte de la poesía, porque yo estas nunca aprendí nin tove maestro que me las mostrase, de lo qual las mesmas obras mías dan verdadero testimonio, y aun non valgo más por ello. Que, commo quiera que algunos haraganes digan ser cosa sobrada el leer y saber a los caballeros, commo si la caballería fuera a perpetua rudeza condepnada, yo soy de muy contraria opinión, porque a estos digo yo ser complidero el leer e saber las leyes e fueros e regimientos e gobernaçiones de los pasados que bien rigieron e gobernaron sus tierras e gentes, las fazañas e vidas e muertes de muchos famosos varones que vida virtuosa vivieron e virilmente acabaron... No solamente es complidero, mas [es] nesçesario saber las difiniçiones de la prudençia para regir, de la justiçia para tener sus pueblos e gentes en paz, de la temprança para los comportar, de la fortaleza para los defender; y si justo caso lo ofreçerá, para los acreçentar, inquiriendo fama e provecho despojado de tiranía...8

Gómez tuvo que declarar la guerra al proportugués Marqués de Villena y poner sitio a su principal baluarte en el reino de Toledo, Escalona. En el curso de las refriegas de 1479 murió su sobrino, el poeta Jorge Manrique, durante el asedio al castillo de Garcimuñoz. Pero ese año concluyó también la guerra.

Los últimos años de su vida en el gobierno de Toledo fueron tristes en la esfera personal. Recordaba la muerte de sus hijos Luis y Catalina en 1480 y la forzada separación de su esposa Juana de Mendoza, que había sido nombrada camarera de la reina y había enfermado, no habiendo podido reunirse con ella a causa de las muchas ocupaciones que lo retenían en Toledo. Además, como sus amigos Fernando de Pulgar y Juan de Lucena, no simpatizaba con la llegada de la Inquisición a La Mancha y la opresión por parte de los fanáticos cristianos nuevos a los que judaizaban en secreto. Alonso de Palencia contó en sus Guerras de Granada que "logró persuadir a la Reina con muchos argumentos de las ventajas de aplazar semejante Inquisición, sobre todo en aquellas circunstancias".9​ En 1484 logró evitar una matanza cuando se enteró de que los conversos preparaban un motín para el día del Corpus; arrestó a los principales cabecillas, entre los cuales estaba su mismísimo teniente corregidor, Alfonso de la Torre, y un tal Lope Churizo, y presidió los juicios y las ejecuciones.10​ En ese mismo año restauró el puente de Alcántara.

Ana María Álvarez Pellitero señaló que en el inventario de sus bienes hecho a su muerte destacaba una nutrida biblioteca, casi comparable a la del Marqués de SantillanaAntonio Paz y Meliá fue el primer editor de su Cancionero, en que se muestra como un dotado y original poeta cancioneril y como uno de los primeros dramaturgos en castellano, provisto además de desusadas preocupaciones sociales y políticas para su época. Asimismo, fue muy hábil para la sátira en sus piezas «Razonamiento del rocín a un paje» y otras muchas.

Los muchos trabajos políticos y militares de la revuelta Castilla en que le tocó vivir dejaron poco tiempo a Gómez Manrique para dedicarse a la lectura y la escritura y él mismo se quejó de esta circunstancia:

Con las revueltas de hogaño / está mi pluma distrata, / que las horas y candelas / que se gastaban leyendo / agora gasto poniendo / rondas, escuchas y velas

Dejó alrededor de un centenar de poemas y prosiguió y concluyó las Coplas contra los pecados mortales que Juan de Mena había dejado incompletas, donde incluyó un famoso pensamiento que reaparece en otros escritos que le están atribuidos:

Todos somos de una masa / a la cual nos tornaremos; / pues, ¿por cuál razón seremos / desiguales en la tasa?

Escribió una elegía Consolatoria a la "mag nífica, noble, gentil doña Juana / en amor sin duda más grande que hermana / condesa de Castro, de Denia, de Ayora" y el famoso Planto de las virtudes y la poesía a la muerte del Marqués de Santillana, sin olvidar los Consejos para el señor Diego Arias de Ávila, uno de los favoritos de Enrique IV y antecedente directo de las Coplas a la muerte de su padre de su sobrino Jorge Manrique.

En los Consejos exhorta al caballero a usar el poder con moderación y templanza y a cumplir con grandes y pequeños las leyes de la justicia. Por demás, la Batalla de amores imita modelos galaicos y en las Coplas que hizo Mosén Pero Torrellas contra las damas, contradichas por Gómez Manrique se encuentra ya una defensa renacentista de las mujeres contra la postura misógina medievalizante del poeta cancioneril catalán Pere Torrellas. Mas, sin duda, su obra maestra en el género de la sátira es la Exclamación y querella de la gobernación, una durísima denuncia de la situación social de Castilla en su época.





Juan de Fermoselle, más conocido como Juan del Encina —en la grafía actual de su nombre— o Juan del Enzina —en grafía de la época— (12 de julio de 1468 - León1529), fue un poetamúsico y autor teatral del renacimiento español en la época de los Reyes Católicos. Se le considera, junto al guipuzcoano Juan de Anchieta, como uno de los mayores exponentes de la polifonía religiosa y profana en España de finales del siglo XV y principios del XVI. Alcanzó gran altura lírica en sus glosas y villancicos a los que se le atribuye su invención.

Como dramaturgo está considerado iniciador y patriarca del teatro español.12​ Su arranque se puede fechar en la Navidad de 1492, cuando representó ante los duques de Alba dos églogas teatrales en que unos pastores anuncian el nacimiento de Cristo.

Juan del Enzina
Juan del Enzina León (cropped).JPG
Información personal
Nombre de nacimientoJuan de Fermoselle
Nacimiento12 de julio de 1468
Desconocido
Fallecimiento1529
León
NacionalidadEspañola
ReligiónIglesia católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado enUniversidad de Salamanca Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
ÁreaMúsica
MovimientoPrerrenacimiento
SeudónimoJuan de la Enzina Ver y modificar los datos en Wikidata

Biografía[editar]

Su lugar de nacimiento es desconocido. Algunos autores lo sitúan en Fermoselle (actualmente en la provincia de Zamora), algunos en la ciudad de Salamanca -en la calle de las Mazas, donde vivía su padre, zapatero de profesión- y otros en alguno de los municipios de la provincia de Salamanca que llevan la palabra encina en el nombre como Encina de San Silvestre o La Encina.

Se graduó en Leyes en la Universidad de Salamanca, donde tuvo como maestros a Antonio de Nebrija y quizás a su hermano Diego de Fermoselle, que fue catedrático de música. Se formó musicalmente en la capilla de música de la Catedral de Salamanca, que dirigió Fernando de Torrijos entre 1485 y 1498, donde entró como mozo de coro en 1484 y ascendió a capellán en 1490. A la muerte de Torrijos, Encina aspiró a su puesto de maestro de capilla, pero el cargo finalmente acabó recayendo en su amigo, Lucas Fernández, también autor dramático, lo que llevó a Encina a abandonar España y viajar a Italia.

En 1492, entró al servicio del segundo duque de AlbaFadrique Álvarez de Toledo y Enríquez, en cuya corte se encargaría de organizar festejos y escribir comedias y música. En la noche de Navidad de 1492, se representaron por primera vez dos de sus églogas dramáticas, en el castillo de Alba de Tormes. Protegido de don Gutierre de Toledo, hermano del segundo duque, don Fadrique, vivió en la villa ducal. Tomó posesión por procuración del arcedianato de Málaga.[cita requerida]

A partir de 1498 vivió en Roma, donde gozó de la protección de varios papas, entre ellos Alejandro VIJulio II y León X; este último lo apreció especialmente como cantante y lo tuvo como tal en su capilla. Estuvo viajando de Roma a España varias veces entre 1510 y 1519, hasta asentarse finalmente en León para desempeñar el priorato de la catedral que le concedió el papa en ese último año. El primer día de julio de 1519 partió como peregrino de Venecia hacia Jerusalén; en el Cenáculo, donde tuvo lugar la última cena de Jesucristo con sus apóstoles, Encina celebró su primera misa, en compañía de los franciscanos de la Custodia. El viaje está narrado en su Trivagia o Vía sagrada a Hierusalem (se menciona una edición de Roma, 1521) y lo resumió en un romance de 464 versos. Murió en León, desempeñando su priorato, en 1529. En 1534, sus restos se trasladaron a la catedral de Salamanca, donde permanece enterrado.[cita requerida]

Obra[editar]

En su etapa al servicio del duque de Alba, aunque ya componía versos desde los catorce años, escribió entonces varias piezas dramáticas en asturleonés (concretamente en dialecto sayagués) como en su Auto del repelón, también en verso.

Como humanista, tradujo las Églogas de Virgilio, que sirvieron de inspiración para algunas de sus más célebres églogas dramáticas, en especial las pastoriles, como la Égloga de Plácida y Vitoriano, que se considera su obra maestra; es considerado junto con Lucas Fernández y Gil Vicente uno de los patriarcas o fundadores del teatro español. Escribió una preceptiva o Arte de trovar, y como poeta destacan especialmente sus villancicos y composiciones en la línea de la lírica cancioneril y trovadoresca en arte menor, por encima de las marcadas por la influencia de la escuela alegórico-dantesca (Triunfo de la Fama, dedicado a los Reyes CatólicosTriunfo del Amor, dedicado a don García de Toledo, primogénito de Fadrique Álvarez de Toledo, muerto en el desastre de los Gelves). Se hizo célebre su «Triste España sin ventura», lamento a la muerte del príncipe don Juan, en quien tantas esperanzas habían puesto el pueblo y sus padres, los Reyes Católicos.[cita requerida]

Obra literaria[editar]

Teatro[editar]

Juan del Encina se considera el patriarca del teatro español renacentista. Publicó en su Cancionero, de 1496, ocho églogas dramáticas de carácter religioso o cortesano, protagonizadas por pastores, en principio rústicos (que se expresan en sayagués, un dialecto convencional y literario con rasgos del leonés), pero que con el tiempo darán lugar a otros más idealizados que entroncan con la literatura pastoril.[cita requerida]

En la Navidad de 1492, representó ante los duques de Alba dos églogas en que unos pastores anuncian el nacimiento de Cristo. Las églogas III y IV constituyen un díptico sobre la pasión y resurrección de Jesús. Sin embargo, el asunto típico de sus dramas es profano. La V y VI tratan de comilonas carnavalescas previas a la Cuaresma. El Auto del repelón prefigura los pasos de Lope de Rueda y trata de burlas que unos estudiantes gastan a atemorizados pastores. En las últimas églogas (VII y VIII) los pastores aparecen como rústicos o cortesanos en función de las peripecias de la intriga. La IX, titulada Las grandes lluvias, incorpora aspectos de su realidad histórica y quizá un significado social.[cita requerida]

En una segunda época, Encina compone tres obras mucho más desarrolladas: las églogas de Cristino y Febea, la de Fileno, Zambardo y Cardonio y la de Plácida y Vitoriano (1513), considerada su obra maestra, que consta de 2580 versos. En Cristino y Febea, se da el conflicto entre el amor cristiano (Cristino) y el pagano (Febea), vencido por esta última, bella ninfa que hace que Cristino escoja el amor profano. La égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio es una tragedia en la que Fileno, desesperado por su pasión amorosa hacia Zefira (que no aparece en escena), se suicida a pesar de los esfuerzos de Zambardo y Cardonio para evitarlo.[cita requerida]

La Égloga de Plácida y Vitoriano es la más compleja de las creaciones dramáticas de este autor, con una intriga más desarrollada, un espacio dramático muy dinámico que combina la naturaleza y la ciudad, la aldea y la corte. Además de los pastores, rústicos (Gil, Pascual) o cortesanos (Plácida, Vitoriano, Suplicio), se incorporan personajes mitológicos (Mercurio y Venus) que tienen un papel funcional en la obra que, yendo encaminada a la tragedia, se convierte en comedia al resucitar Mercurio a Plácida, tras haber sucumbido a sus desgracias amorosas. Interviene también el mundo del hampa, con personajes que provienen de la tradición celestinesca: Eritea (trasunto de Celestina) y Fulgencia (de sus pupilas Elicia o Aréusa).34​ Pero, representada ante numerosos cortesanos españoles e italianos, Federico Gonzaga, el embajador español y muchos obispos, no gustó demasiado, pues, según escribió Stazio Gadio al duque de Mantua, "per quanto dicono spagnoli non fu molto bella et pocho delettò al signor Federico".[cita requerida]

Obras dramáticas[editar]

  • Auto del repelón
  • Égloga de Cristino y Febea
  • Égloga de Fileno, Zambardo y Cardonio
  • Égloga de las grandes lluvias
  • Égloga de Mingo, Gil y Pascuala
  • Égloga de Plácida y Vitoriano56
  • Égloga representada en la mesma noche de Navidad
  • Égloga representada en la noche de la Natividad
  • Égloga representada en la noche postrera de Carnal
  • Égloga representada en requesta de unos amores
  • Égloga representada la mesma noche de Antruejo
  • Representación a la santíssima Resurrección de Cristo
  • Representación de la Passión y muerte de Nuestro Redentor
  • Representación sobre el poder del Amor
Portada del Cancionero, de Juan del Encina (1496).

Lírica[editar]

  • Cancionero de Juan del Encina: primera edición, Salamanca, 1496; Sevilla, 1501; Burgos, 1505; Salamanca, 1507; Zaragoza, 1512; Zaragoza, 1516, etc.; reimpresión facsímil de la primera, Madrid, Real Academia Española, 1989. Contiene:
    • Arte de poesía castellana
    • Paráfrasis de las Églogas de Virgilio
    • Poesías religiosas y devotas
    • Poemas alegóricos:
      • El triunfo de la Fama
      • El triunfo del Amor
      • Tragedia trovada a la dolorosa muerte del príncipe don Juan
    • Poesías de amores y de burlas
    • Glosas y villancicos
    • Representaciones dramáticas, incluidas en el apartado de teatro.

Otras[editar]

  • Tribagia o Vía sacra de Hierusalem, Roma, 1521.

La Tribagia o Vía sacra de Hierusalem de Juan del Encina fue posiblemente publicada por las prensas de Roma en 1521, aunque no hay constancia de ninguna edición de la obra que Hernando Colón cita en su obra y que luego fue descrita por Nicolás Antonio en su Bibliotheca Hispana Nova. Encina adelanta su Tribagia con el ánimo de saberse de nuevo exitoso ante el público lector.

Modernamente, el texto de la Tribagia ha recibido poca atención. El juicio de Menéndez y Pelayo, que la tachó de «puro inventario, sin ningún color poético en versos que apenas lo parecen», hizo que no tuviera tanta importancia.

Esta obra se ha considerado una obra postiza y extemporánea, ya que Encina era conocido por ser un autor importante de una extensa obra poética, sus obras han sido representadas y su música recogida en los cancioneros. En este contexto, la Tribagia no logró la misma consideración que las otras obras.

La Tribagia es un largo poema de doscientas trece coplas de arte mayor (esto lo hizo para resaltar su obra ante Laberinto de Fortuna) en las que el poeta, al recapitular en la última estrofa, distingue trece coplas de preludio, en el cual se distingue una introducción personal y poética, y después el relato de peregrinación, las doscientas coplas restantes, en la cuales se aprecia una llamada a la cristiandad en contra oposición de los turcos.

Este modo de composición coincide con el propuesto por la teoría clásica según Quintiliano o Servio para la que el poema debía constar de propositioinvocatio y narratio.[cita requerida]

Además, de entre los relatos de peregrinación a Tierra Santa que se conservan, el de Encina es, que se sepa, en lo que respecta al ámbito castellano, uno de los primeros en utilizar el verso.

El título de la obra es un compuesto del griego (Tribos, carrera o vía, y agia, santa o sin falsía). Peregrinar significa, ante todo, tomar la vía santa de Jerusalén, de la Redención. Este fin trascendente y espiritual del viaje es el que reconoce inmediatamente el lector de la época. El viaje se convierte así en un viaje iniciático en el que el itinerario, la narración exterior del viaje y la visita de los santos lugares describen necesariamente al lector un trayecto interior de meditación a través de la contemplación. El viaje es descubrimiento.

La Tribagia se ha considerado una obra de datos personales del autor de actitudes religiosas, aunque es un relato de peregrinación a la Tierra Santa.

Su viaje comenzó en 1519 cuando emprende su viaje a Jerusalén con la finalidad de visitar los santos lugares. Por entonces se hallaba en Roma y tenía 50 años. Desde Roma se dirige a Venecia. El 30 de junio se embarca en la nao Coresa. Entre los peregrinos, se encuentra al Marqués de Tarifa (Fadrique Enríquez de Ribera y adelantado de Andalucía) que había salido con el mismo objetivo que Juan del Encina.

Encina aprovecha la travesía para trabar amistad. Juntos continúan este periplo, en el que invierten algo más de cuatro meses. El 5 de noviembre de 1519 regresan a Venecia. Del viaje conservamos, por un lado, la relación en prosa de Fadrique Enríquez, impresa por primera vez en 1521, en la imprenta de su palacio. Por otro, de la pluma de Juan del Encina, se conocen siete composiciones. Éstas se contienen, junto con la relación del viaje del Marqués, en el manuscrito de la Biblioteca Nacional de España, lo que permite a Vicente Beltrán afirmar que estamos ante un verdadero «ciclo poético». Encontramos los encabezamientos de los manuscritos de este viaje:

[1]Tribagia (fols.15or-18)Y); [2]Romançe y suma de todo el viaje de juan del Enzina (fols186r-19ov); [3]Villançico de juan del Enzina (fols.19ov-191r); [4]Villançico a la Tierra Sancta de juan del Enzina (fol 19Ir); [5]Villançico contra haziendo a los mócaros que sienpre van ynportunando a los peregrinos con demandas de juan del Enzina (fol.191v); [6]Al señor Cardenal de Sancta Cruz patriarca gerosolimitano sobre el mal reparo de la casa del patriarca que en Jerusalén está (fols.191v-193r); [7]De un verso latino conpuesto y glosado por el mesmo abtor sobre el nonbre suyo y dela obra deste su viaje (fol.193r).

Esta obra contiene todas las características de un libro de viajes y peregrinación, ya que el viaje es una parte fundamental en la narración, escrita por grandes viajeros, grandes escritores que no narran únicamente el viaje, sino que incorporan la visión del autor de las personas que habitan los lugares por los que pasan, sus costumbres, intereses, su forma de vida, su relación con ellos.

Finalmente, a lo largo de la obra se puede observar que tiene como fuentes a los clásicos, esto se puede ver en la propia estructura de la obra. Mena encajaba la propositio con el prólogo y la narratio con las doscientas coplas siguientes y utilizaba el arte mayor.

Obras musicales[editar]

A continuación, se detallan las obras musicales de Juan del Encina. Los códigos de la columna de «Fuentes» musicales se especifican más abajo. Los de la columna de «Grabaciones» se especifican en la sección «Discografía».

N.ºObraVocesForma musicalFuentesGrabacionesComentarios
1Lochorro va torratvillancicoCMPCHR
2No quiero tener querervillancicoCMPANTMúsica anónima atribuida a Enzina
3No quiero que me consientavillancicoFROANTMúsica anónima atribuida a Enzina
4Partístesos, mis amoresvillancicoCMPANT
5Todos los bienes del mundovillancicoCMP, FLOANT, JOC, RIC, ACC, MAG, CAT, CON, WIM, REI, DAE
6Pues que ya nunca nos veisvillancicoCMPANT, LAN
7El que tal señora tienevillancicoCMPANT
8Pues que mi triste penarvillancicoCMPANT, JOU
9Caldero y llave, madonavillancicoCMP, FLOANT
10Más quiero morir por verosvillancicoCMPANT
11Partir, coraçón, partirvillancicoCMPANT
12Revelóse mi cuidadovillancicoCMPANT
13No tienen vado mis malesvillancicoCMP, CME, UPSANT, GUI, AKA
14Tan buen ganadicovillancicoCMPANT, CAN, OAK, TER, MAP
15Ay, triste, que vengovillancicoCMSANT, HES, ANG, EMC, KIN, LAN, RON, ACC, RIC, DUF, CDM
16O, castillo de MontangesvillancicoCMPANT, CHRMúsica anónima atribuida a Enzina
17¡Cucú, cucú, cucucú!villancicoCMPANT, HES, RES, CAN, THO, FAG, NOT
18Ya no quiero tener fevillancicoCMP, CMSANT, MAY, DAE, BOR
19Congoxa más que crüelvillancicoCMPANT
20Razón que fuerça no quierevillancicoCMPANT
21Serviros i bien amarosvillancicoCMPANT
22Fata la partevillancicoCMPANT, HES, CHR, CHA, ACC, MAG, CON, TER, CDM, CIB
23Pues no te duele mi muertevillancicoCMPANT
24Pues amas, triste amadorvillancicoCMPANTMúsica anónima atribuida a Enzina
25No se puede llamar fevillancicoCMPANTMúsica anónima atribuida a Enzina
26Si abrá en este baldrésvillancicoCMPANT, HES, KIN, ROM, ACC, PIF, VIR, CDM
27Ya no quiero ser vaquerovillancicoCMP, CMSANT
28Paguen mis ojos, pues vieronvillancicoCMPANT
29Para verme con venturavillancicoCMP, CMS, UPSANT, GUI
30Ya no spero qu'en mi vidavillancicoCMPANT
31Ya cerradas son las puertasvillancicoCMPANT
32Amor con fortunavillancicoCMPANT, HES, ATR, DAN, THO, LAN, DIF, CAT, CDM
33Vuestros amores é, señoravillancicoCMPANT, CHR, DUF
34Yo me estaba reposandoromanceCMPANT, SEP
35Señora de hermosuraromanceCMPANT, BIN, CDM
36Una sañosa porfíaromanceCMPANT, HES, COH, CHR, WAV, CAM, MIN, FIC, OLA
37Pésame de vos, el conderomance a diálogoCMPANT
38Pues que jamás olvidaroscanciónCMP, CMS, FRO, DEFANT, PAL, ACC, CAP
39Es la causa bien amarcanciónCMPANT
40Los sospiros no sosiegancanciónCMP, FROANT, GOT, BEG, CDM
41Mortal tristura me dieroncanciónCMPANT, HES
42Ya soy desposadovegadaCMPANT, CAM, VIR
43Una amiga tengo, hermanovegadaCMP, CMEANT, CON
44Antonilla es desposadavegadaCMPANT, DAN, CHR, CAN, JOU
45Quédate, carillo, adiósvegadaCMPANT, HES
46Romerico, tú que vienesvillancico a diálogoCMP, CMS, CMEANT, VAL, BER, COM, ALT, SPI, DAE, UFF
47Dezidme, pues sospirastesvillancico a diálogoCMPANT, MAG
48Pedro, bien te quierovillancico a diálogoCMPANT, DAN, ACC, CON, CDM
49Remediad, señora míavillancico a diálogoCMPANTMúsica anónima atribuida a Enzina
50Pelayo, ten buen esfuerçovillancico a diálogoCMP, CMBANT
51Despierta, despierta tus fuerças, Pegasodezir y cantarANT, HES
52Triste España sin venturadezir y cantarCMPANT, HES, RES, MUN, MAD, NEF, CAN, LAN, OLA, CAP, NOT
53A tal pérdida tan tristedezir y cantarCMPANT, HES
54¿Qu'es de ti, desconsolado?cantataCMPANT, HES, SPA, DAN, ROM, ARA, ACC, OLA, PAN, CDM, REI
55Levanta, Pascual, levantacantataCMPANT, HES, NEF, ACC, RES, MIN, FIC, CAP, REI
56¿A quién devo yo llamar?cantataCMPANT
57Por vnos puertos arribacantataANTMúsica de Antonio Ribera
58¿Quién te traxo, cavallero?cantataCMP, CMEANT, MAP, CIB
59Mi libertad en sossiegocantataCMPANT, GOT, CAN, BIN, MIN, MAG, DUF
60Si amor pone las escalascantataCMPANT, CDM
61Soy contento, vos servidacantataCMPANT
62Más vale trocarcantataCMPANT, HES, KIN, GEN, CHR, ROM, BIN, VIR, MAG
63¡O, Reyes Magos benditos!cantataCMPANT
64Por muy dichoso se tengacantataCMP, CMSANTMúsica anónima atribuida a Enzina
65Pues que tú, Reyna del cielocantataCMPANT, CANMúsica anónima atribuida a Enzina
66El que rige y el regidocantataCMPANT, HESENC, MAG, CAP
67Nuevas te trayo, carillovillancico bipartidoCMP, CMCANT
68Dacá, baylemos, carillovillancico bipartidoCMPANT, CAM, FIC, PAN, CDM
69Ninguno cierre las puertasvillancico de églogaCMPANT
70Gran gasajo siento yovillancico de églogaCMP, CMSANTMúsica anónima atribuida a Enzina
71Gasagémonos de huziavillancico de églogaCMPANT
72Hoy comamos y bebamosvillancico de églogaCMPANT, HES, PAR, KIN, GEN, DAN, WAV, ROM, REN, ACC, VIR, SAV, UMB, ORL, DUF, CDM, ROS

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