IGLESIAS DE ESPAÑA
La Virgen Blanca es una escultura de estilo gótico y de origen inglés. Fue realizada en el siglo xiv y desde entonces está situada en el interior del coro de la catedral de Toledo. Se encuentra el «altar de la solarísima», llamado así por ser donde se oficiaba la misa durante esa hora canónica, a la salida del sol. Sobre su altar la imagen conocida como «La Virgen Blanca», es una obra en alabastro blanco que presenta policromía beige.1
Contexto[editar]
Este tipo de imagen realizada para culto en los altares, cambió más lentamente que la de las portadas de las catedrales, ya que continuaron presentando la imagen de la Virgen sentada, hasta que, entrado en el siglo xiv, aparecieron las imágenes de María con el Niño de pie. Proviene este nuevo modelo principalmente de la escultura francesa. Consta que en 1349, un comerciante llamado Martín de Pamplona, trajo de Francia una Virgen con el Niño en brazos de pie, estaba realizada en mármol blanco y fue regalada a la iglesia de su pueblo natal Uharte, donde en algún momento desapareció, sin que haya quedado constancia fotográfica. Entre las importaciones de esa época, procedentes también de Francia, se encuentran varias imágenes de marfil, que al seguir la forma del colmillo, todas quedaban de pie y con una ligera inclinación que daban la curva en su cuerpo. Parece casi seguro que a partir de todas estas esculturas se realizó la asimilación del arte gótico español, muy pujante en la escultura y arquitectura en Cataluña pero que también tuvo su eco en muchos ejemplos en Castilla.|Gómez Moreno|1947
Descripción[editar]
Destaca por mostrar una tierna y alegre imagen de maternidad. La madre de rostro oval, sostiene el hijo en su brazo derecho y lo está mirando con una sonrisa característica de las imágenes de este periodo del gótico; un rostro que refleja una santidad y alegría que según videntes se asemeja a la del rostro auténtico de María aunque no se identificara del todo. Presenta un ligero contrapposto con el peso del cuerpo sobre una pierna. Mientras, el niño acaricia con la mano derecha la barbilla de su madre y con la izquierda sostiene un fruto redondo que suple al antiguo atributo del globo terráqueo de imágenes románicas.2 Es de tamaño igual que el natural, de 153 cm. Está pintado con oro la corona, el pelo y las franjas de los vestidos; los rostros se dejaron en color natural, que el tiempo ha dejado una pátina en color más oscuro que el blanco del material con que estaba hecha. Su conservación ha permanecido perfecta sin repintes ni rupturas, seguramente debido a la protección que le ha supuesto la costumbre de vestir las imágenes, pues así estuvo, con ropajes hasta entrado el siglo xx.3 Parece que esta imagen fue donada a la catedral por Gonzalo Ruiz de Toledo, señor de Orgaz, alcalde de Toledo y notario mayor del reino de Castilla.
Virgen Blanca | ||
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![]() | ||
Autor | Anónimo | |
Creación | Segunda mitad del siglo xiv | |
Ubicación | Catedral de Toledo Toledo | |
Estilo | Gótico | |
Material | Alabastro con dorado | |
Dimensiones | 153 cm |
Nuestra Señora de la Cuevita es una de las representaciones de la Virgen María. Se encuentra en el Santuario de la Cuevita, en Artenara (Gran Canaria, Canarias, España).
La talla de la Virgen[editar]
La historia de esta advocación de la Virgen María apareció hace muchos siglos junto a una pequeña cueva, sobre un arbusto llamado “abelino”.
La antigüedad y el origen de Santa María de la Cuevita de Artenara data varios siglos atrás. Hay quien la vincula a la isla desde el siglo XVI, a raíz de las expediciones de mallorquines y catalanes en las que venían como evangelizadores frailes franciscanos, en cumplimiento de Bulas Papales encaminadas a incorporar a los canarios al cristianismo. Cuenta la tradición que varios frailes franciscanos de las expediciones de mallorquines y catalanes, se adentraron por las abruptas barrancadas del lado occidental de Gran Canaria en misión apostólica, llegando a las cumbres con una pequeña imagen de la Virgen María a la que, con auxilio de algunos indígenas catequizados, labraron, cara a los precipicios, una reducida casa de oración donde colocaron a la Señora.
La talla de la Virgen de la Cuevita se trata de una escultura de madera de aproximadamente 80 centímetros de alto. Lleva el niño sobre el brazo, ligeramente adosado a un pecho. Su cabellera cae sobre la capa y los hombros. Luce una bella corona real von aureola por otra de rayos y estrellas.
Santuario de la Cuevita[editar]
Se encuentra en la isla de Gran Canaria, en el municipio de Artenara, frente al Roque Nublo y el Roque Bentayga.
La actual ermita, que custodia en su interior la talla mariana, data del siglo XVII y está constituida por una cueva de grandes dimensiones. El Santuario Mariano tiene labrados en roca el coro, el altar, el púlpito y el confesionario. El altar tiene aproximadamente 3 metros de altura, 2 metros de largo, 1 metro de ancho y 72 centímetros de fondo.
Ermita de la Cuevita, Artenara[editar]
Festividad[editar]
En las Fiestas Patronales la imagen es llevada desde su santuario al templo parroquial de San Matías en Artenara.
La fiesta principal en honor a la Virgen de la Cuevita es celebrada el último domingo del mes de agosto, en la cual, aparte de los actos religiosos, destaca la ofrenda del folklore y del ciclismo, a la Virgen de la Cuevita como patrona de ambos. Concluidas las Fiestas, destaca el retorno nocturno de la Virgen desde la Iglesia de San Matías a la cuevita.
Nuestra Señora de la Cuevita | ||
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![]() Imagen de la Virgen de la Cuevita. | ||
Origen | ||
País | ![]() | |
Santuario | Santuario de la Cuevita (Artenara) | |
Datos generales | ||
Veneración | Iglesia católica | |
Festividad | Último domingo de agosto | |
Simbología | Cuevita | |
Patrona de | Alcaldesa Honoraria Mayor Folklore canario Ciclismo | |
Fecha de la imagen | siglo XVI |
La Virgen de la Palma es una advocación de la Virgen María venerada en la iglesia del Salvador del municipio de Cuéllar (Segovia), en la comunidad autónoma de Castilla y León.
Su fiesta tiene lugar el día 25 de septiembre, centrándose los actos alrededor del barrio del Salvador, del que es patrona. Dentro de los festejos destaca la elección de reina del barrio, actividades y juegos infantiles, degustación de guisos tradicionales, exposiciones y bailes, así como los litúrgicos, destacando una multitudinaria procesión por las calles del barrio.
Se trata de una escultura gótica que representa a la Virgen y al Niño, que procede del desaparecido monasterio de Santa María de Contodo, cercano a Cuéllar, donde presidía el retablo del altar mayor bajo la advocación de la Virgen de Contodo.
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