HISTORIA MEDIEVAL ESPAÑA
Estados de la península ibérica en la Edad Media
La Corona de Aragón (en aragonés: Corona d'Aragón; en catalán: Corona d'Aragó; conocida también por otros nombres alternativos) englobaba al conjunto de territorios que estuvieron bajo la jurisdicción del rey de Aragón, de 1164 a 1707.78El 13 de noviembre de 1137, Ramiro II el Monje, rey de Aragón, en la conocida como renuncia de Zaragoza, depositó en su yerno Ramón Berenguer el reino (aunque no la dignidad de rey), quien firmó en adelante como Conde de Barcelona y Príncipe de Aragón. Petronila tomó el título de "Reina de Aragón" y Ramón Berenguer el de príncipe y dominador de Aragón. Según algunos historiadores modernos, el matrimonio se hizo bajo la forma de Matrimonio en Casa (esto supone que, al no haber descendiente varón, el esposo cumple la función de gobierno, pero no la de cabeza de la casa, que solo se otorgará al heredero),12 aunque no existe consenso historiográfico al respecto.13 En 1164, Alfonso II de Aragón heredaría el patrimonio conjunto.
Más tarde, por conquistas de nuevos territorios y matrimonio, esta unión del Reino de Aragón y el Condado de Barcelona bajo una misma corona (la llamada «Corona de Aragón») ampliaría sus territorios hasta incluir otros dominios: fundamentalmente los reinos de Mallorca, Valencia, Sicilia, Córcega, Cerdeña y Nápoles, así como los ducados de Atenas (de 1331 a 1388) y Neopatria (entre 1319 y 1390).
Con la boda de los Reyes Católicos en 1469, se inicia el proceso de convergencia con la Corona de Castilla, formando la base de lo que luego se convertiría en la Monarquía Católica, aunque los distintos reinos conservarían sus sistemas legales y características. Con los Decretos de Nueva Planta de 1705-1716, Felipe V elimina finalmente la mayor parte de estos privilegios y fueros.
Algunos historiadores actuales se suelen referir a los monarcas por su alias y no por su numeración, debido a que algunos de ellos tenían una numeración diferente según el territorio al que se hace referencia. Por ejemplo, "Pedro el Católico" en lugar de "Pedro II de Aragón".
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Corona de Aragón en 1441. | |||||
Capital | Itinerante (en un principio) 1 / (posteriormente, véase apartado Capital de la Corona de Aragón) | ||||
Idioma principal | Cancillería real:2 aragonés catalán/valenciano345 latín3 | ||||
Otros idiomas | napolitano, sardo, siciliano, occitano, castellano, árabe,6 griego | ||||
Religión | Católica | ||||
Gobierno | Monarquía | ||||
Rey | |||||
• 1164-1196 | Alfonso II | ||||
• 1700-1724; 1724-1746 | Felipe IV y V de Castilla | ||||
Historia | |||||
• Unión dinástica entre Aragón y Barcelona | 1164 | ||||
• Conquista de Mallorca | 1229 | ||||
• Conquista de Valencia | 1238-1245 | ||||
• Conquista de Sicilia | 1282 | ||||
• Conquista de Nápoles | 1504 | ||||
• Unión de Castilla y Aragón | 14 de marzo de 1516 | ||||
• Nueva Planta78 | 29 de junio de 1707 | ||||
Moneda | De cuento: libra, sueldo, Dinero. De curso: alfonsí, aragonés, armellino, carlino, cavallo (Nápoles), cornado o coronado, croat, dinar, real aragonés, sestino (Nápoles), timbre. De vellón: ardite, dobler, meaja, menudo o menut, óbolo, pellofa eclesiastica,9 dinero jaqués. De oro: agostar o pirrial de oro, mancuso, florín aragonés, Ducado y Escudo.1 |
Nombres alternativos[editar]
El nombre de «Corona de Aragón» se aplica en la historiografía actual a partir de la unión dinástica entre el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona,14 aunque no se utilizó históricamente hasta el reinado de Jaime II el Justo a finales del siglo XIII, y entre el siglo XII y el XIV la expresión más extendida para referirse a los dominios del rey de Aragón fue la de «Casal d'Aragó».15
Entre los siglos XIII y XV, el conjunto de las posesiones del rey era designado con variados nombres como «Corona regni Aragonum» (Corona del reino de Aragón), «Corona Regum Aragoniae» (Corona de los Reyes de Aragón), «Corona Aragonum» (Corona de Aragón) o «Corona Regia», y Lalinde Abadía señala que no hay muchas más razones para hablar de «Corona de Aragón» que para hacerlo de la «Corona del Reino de Aragón» u otras denominaciones cuyo elemento común es ser el conjunto de tierras y gentes que estaban sometidas a la jurisdicción del Rey de Aragón.16 Otros nombres de fines del siglo XIII son «Corona Real», «Patrimonio Real» y excepcionalmente, y en el contexto del Privilegio de anexión de Mallorca a la Corona de Aragón, de 1286, aparece la expresión «regno, dominio et corona Aragonum et Catalonie» (Reino, dominio y corona de Aragón y Cataluña -haciendo alusión al Reino de Aragón y los Condados catalanes integrados dentro de la Corona de Aragón) , si bien solo cinco años más tarde, en 1291, en la renovación de estos privilegios, ya se habla de «Reinos de Aragón, Valencia y condado de Barcelona».17 A partir del siglo XVIII se usa más el término «Corona de Aragón»,18 «Reinos de Aragón» o simplemente «Aragón».
Por otra parte, existe un sector de la historiografía que considera la estructura territorial de la Corona de Aragón equivalente a la de una confederación actual.19 Sin embargo, esta concepción es discutida, pues aplica conceptos políticos actuales a estructuras políticas de la Edad Media. Otro punto de disputa es referirse a la Corona de Aragón como corona catalano-aragonesa,2021 puesto que esta denominación fue establecida en el siglo XIX y surge a partir de la renaixença,21 en obras como la monografía de Antonio de Bofarull, La confederación catalano-aragonesa (Barcelona, Luis Tasso, 1872).22 Por último, cabe señalar que el propio término Corona de Aragón, a pesar de su mayor arraigo y amplio uso en la historiografía actual en castellano, tampoco se encuentra libre de polémica entre especialistas.18
La formación de la Corona de Aragón[editar]
La formación de la Corona tiene su origen en la unión dinástica entre el reino de Aragón y el condado de Barcelona.
Tras la muerte sin descendencia de Alfonso el Batallador el año 1134, durante el sitio de Fraga, su testamento cedía sus reinos a las órdenes militares del Santo Sepulcro, del Hospital de Jerusalén y de los templarios. Ante este hecho insólito, los habitantes de Navarra, que en aquel momento formaba parte de las posesiones del rey de Aragón, proclamaron rey a García V Ramírez y se separaron definitivamente de Aragón. En este contexto, los nobles aragoneses tampoco aceptaron el testamento y nombraron nuevo rey a Ramiro II el Monje, hermano de Alfonso y que era entonces obispo de Roda-Barbastro. Ante esta situación, Alfonso VII de León aprovechó para reclamar derechos sucesorios sobre el trono de Aragón, mientras que García V manifestaba sus aspiraciones y el Papa exigía el cumplimiento del testamento.
Las pretensiones de León creaban un problema para el conde de Barcelona, Ramón Berenguer, pues coincidían con la rivalidad entre el condado y el reino de Aragón por la conquista de las tierras musulmanas de la taifa de Lérida. El rey Alfonso VII dejó claras sus intenciones cuando en diciembre de 1134 penetró con una audaz expedición en Zaragoza e hizo huir a Ramiro. Sin embargo, esos hechos no acabaron siendo favorables a las aspiraciones del rey leonés, quien finalmente habría de renunciar a sus pretensiones sobre el reino aragonés. Por su parte, Ramiro II, a pesar de su condición de eclesiástico, se casó con Inés de Poitiers,23 matrimonio del que tuvieron una hija, Petronila, en 1136. Ello obligaba a planear el futuro matrimonio de la niña, lo que suponía elegir entre la dinastía castellana o la barcelonesa.
El condado de Barcelona, en aquella época, estaba en manos de Ramón Berenguer IV. Anteriormente, ya había consolidado su supremacía sobre otros condados catalanes como Osona, Gerona o Besalú. Al mismo tiempo, se había puesto de manifiesto la potencia de la flota barcelonesa, con hechos como la conquista momentánea de Mallorca (1114) o las expediciones llevadas a cabo por los condes barceloneses en tierras moras de Valencia, aunque fueron frustradas sus intenciones por la intervención de Castilla, personificada por Alfonso VI y el Cid (derrota de Berenguer Ramón el Fratricida en la batalla de Tévar). Al mismo tiempo, se iniciaba una política de alianzas ultrapirenaicas que culminarían en la unión de Barcelona y Provenza por el casamiento de Ramón Berenguer III con Dulce de Provenza.
Alfonso VII presentó la candidatura de su hijo Sancho, futuro Sancho III de Castilla, pero la nobleza aragonesa acabó eligiendo a la Casa de Barcelona, con la que se negociaron detalladamente los términos del acuerdo, por los cuales Ramón Berenguer IV recibiría el título de "príncipe" y "dominador" de Aragón. Se especificaba que si muriese la reina Petronila antes que Berenguer, el reino no quedaría en manos del conde hasta después de la muerte de Ramiro. Además, el Reino sí iría a manos de Berenguer si Petronila moría sin descendencia, o tenía sólo hijas, o hijos varones pero estos morían sin descendencia.
Ramón Berenguer pacta con el rey aragonés Ramiro: Y yo el rey Ramiro sea rey, señor y padre en mi reino de Aragón y en todos tus condados mientras me plazca, entregando a la Corona de Aragón todos sus dominios como "dominador" o princeps24 para ejercer la potestas real, pero no cedió ni el título de Rey ni la dignidad ni el apellido o linaje.
La capacidad de Ramón Berenguer para ejercer la potestas real en Aragón se muestra en hechos como que es al conde de Barcelona (venerande Barchinonensium comes), como gobernante de Aragón,25 a quien los Caballeros del Santo Sepulcro, los Hospitalarios y los Templarios hacen concesión de sus derechos como herederos del rey Alfonso de acuerdo a su testamento, reconociéndole así como soberano en ejercicio sobre los territorios aragoneses.26
En 1164, el hijo de Ramón Berenguer y Petronila, Alfonso II de Aragón, se convertiría en el primer rey de la Corona y tanto él, como sus sucesores, heredarían los títulos de "rey de Aragón" y de "conde de Barcelona".
La entidad resultante fue una mera unión dinástica, pues ambos territorios mantuvieron sus usos, costumbres y moneda, y a partir del siglo XIV fueron desarrollando instituciones políticas propias. Del mismo modo, los territorios anexionados posteriormente por la política expansionista de la Corona, crearían y mantendrían separadas sus propias instituciones.272829 La obra de Jerónimo Zurita, de 1580, Anales de la Corona de Aragón contribuye decisivamente a la difusión de esta denominación, que se impondrá a partir del siglo XVI. El término «Corona de Aragón» obedece a la preeminencia del título principal de dignidad con el que se conocía el conjunto de territorios, reconocida ya por Pedro IV el Ceremonioso: «los reyes de Aragón están obligados a recibir la unción en la ciudad de Zaragoza, que es la cabeza del Reino de Aragón, el cual reino es nuestra principal designación y título».30 Así pues, aparte de la figura común del monarca, las diversas entidades políticas que componían la Corona mantuvieron siempre su respectiva independencia administrativa, económica y jurídica.31
Los territorios de la nueva Corona[editar]
Los territorios que pasaron a formar parte de la Corona de Aragón fueron los siguientes:
- El Reino de Aragón (Jaca, Roda de Isábena, Huesca, Barbastro, Monzón, Tarazona, Zaragoza y Calatayud).
- El Condado de Barcelona (que incluía la capital, Barcelona, así como los condados de Berga, Besalú, Gerona, Manresa y Osona).
- Los territorios feudatarios y vasallos de la Corona: Vizcondado de Bearne (Pau), Condado de Bigorra (Tarbes), Condado de Cominges (Saint Bertrand), Condado de Carcasona (Ciudadela de Carcasona), Condado de Rasés (Limoux) y los condados catalanes del Pallars Sobirá (Sort), Pallars Jussá (Tremp), Urgel (Seo de Urgel, Balaguer), Rosellón (Castellrosselló, Perpiñán) y Ampurias (Castellón de Ampurias).
- El Marquesado de Provenza, herencia de la casa de Barcelona desde el matrimonio de Ramón Berenguer III con Dulce de Provenza, de soberanía directa durante treinta años del reinado de Alfonso II de Aragón entre 1166 y 1196:33 Provenza (Arlés, Niza, Aix-en-Provence, Marsella), Carladès (Carlat), Gavaldá (Mende); y Millau (desde 1172).
- Las conquistas de Ramón Berenguer IV para la Corona de Aragón: Daroca, Monreal del Campo, Montalbán, Caspe, Fraga, Lérida y Tortosa.
En cuanto al estatus jurídico, las nuevas adquisiciones de Ramón Berenguer IV (Daroca, Monreal del Campo, Montalbán) y Alfonso II (Teruel, Alcañiz) en los territorios aragoneses al sur de Zaragoza, que ya habían sido sometidos y después perdidos por Alfonso I el Batallador, fueron incorporados sin solución de continuidad al reino de Aragón y a sus usos y costumbres, obteniendo fueros y cartas de población heredadas de las de Jaca y Zaragoza.
Por lo que respecta a los condados independientes: Urgel, los Condados de Pallars (que carecían de frontera con el condado de Barcelona, separado de este casal por el poderoso condado de Urgel y estaba compuesto por el Pallars Sobirá o Alto Pallars y el Pallars Jussá o Bajo Pallars), Rosellón y Condado de Ampurias, cada uno se fue incorporando a la Corona de diversos modos desde la segunda mitad del siglo xii hasta el siglo xiv. Algunos, como el de Urgel, mantuvo hasta 1314 una dinastía condal independiente, aunque desde el siglo xiii estuvo ligado por vínculos vasalláticos al rey de Aragón.34
- El Condado del Rosellón estaba gobernado por el conde Gerardo II de Rosellón, quien murió sin sucesión en 1172. Su testamento estableció que el Rosellón «todo íntegramente lo doy a mi señor el rey de los aragoneses» por la fe depositada en su soberano Alfonso II, que fue inmediatamente reconocido como rey en Perpiñán.35
- El Alto Pallars (Pallars Sobirá) se sitúa en la cuenca del Noguera Pallaresa y hace frontera con el valle de Arán, donde Pedro I había muerto interviniendo directamente en los asuntos de este territorio. En 1170 el conde de Bigorra Céntulo III se declaró vasallo de Alfonso II de Aragón, que le concedió a cambio en 1175 el título de conde de Pallars Subirá y conde de Ribagorza, recibiendo la tenencia del Valle de Arán.36
- El Bajo Pallars era un condado independiente con mayores recursos económicos que el del Alto Pallás, y su conde Arnal Mir de Pallars Jussà fue feudatario de Alfonso I el Batallador y desempeñó un importante papel en la unión de la reina Petronila y el conde Ramón Berenguer IV. En 1193 Alfonso II de Aragón intervino militarmente en el Bajo Pallás en defensa de los intereses de los descendientes de Arnal Mir, quienes (como señala Martín Aurell en 1995)37 lo entregaron a «tibi Ildefonso, venerabili rege Aragonis et comiti Barchinone et marchio Provincie» a causa de la fidelidad y homenaje prestados a Aragón desde hacía más de un siglo.38
- El Condado de Urgel tenía una trayectoria histórica individual desde comienzos del siglo ix, en que Aznar I Galíndez de Aragón fue designado conde de Cerdaña y Urgel, y fue sucedido por su hijo Galindo Aznárez. Tras el gobierno de varios condes nombrados por el emperador franco, Wifredo el Velloso legó el condado de forma hereditaria a su tercer hijo Sunifredo II, iniciando así una dinastía que se prolongó hasta el siglo XIV. Ermengol VIII de Urgel sufrió una rebelión y a su muerte, su viuda Elvira de Subirats aceptó la concertación con Pedro II en 1209 de la boda de su hija Aurembiaix con el futuro Jaime I que no fructificó. Aprovechando el caos imperante en la Corona tras la muerte de Pedro II en la batalla de Muret, el condado de Urgel quedó en manos de Geraldo de Cabrera. Tras diversos enfrentamientos bélicos y la muerte de Aurembiaix, última descendiente de la primera dinastía de Urgel, Ponce I, hijo de Geraldo, se reconoció feudatario de Jaime I de Aragón. Posteriormente, a comienzos del siglo xiv, Ermengol X de Urgel acordó con Jaime II de Aragón nombrar a Teresa de Entenza heredera del condado de Urgel a cambio de casarla con el futuro Alfonso IV de Aragón. El condado pasa a integrar la Corona a todos los efectos después de la derrota militar (1413) del último de los condes de Urgel, Jaime II el Desafortunado, frente al primer rey de la Casa de Trastámara, Fernando de Antequera, que había sido designado un año antes rey de Aragón entre el resto de candidatos, entre los que se encontraba el conde de Urgel, en el Compromiso de Caspe.
- El primer conde privativo del Condado de Ampurias fue Hugo I (991-1040). Tras la participación de Hugo II de Ampurias junto a Ramón Berenguer III en la expedición pisano-barcelonesa a Mallorca (1114), su hijo Ponce II renovó el vasallaje al conde de Barcelona, pero luego se enfrentó a él, fue hecho prisionero y perdió el señorío de Perelada. Sus sucesores mantuvieron una independencia nominal del condado que, sin posibilidades de crecimiento y rodeado por los dominios barceloneses, mantuvo su relativa autonomía pagando rentas al soberano de la Corona de Aragón hasta que en el siglo xiv se incorpora a ella definitivamente.3940
La expansión de la Corona de Aragón[editar]
Durante el gobierno de Ramón Berenguer IV y Petronila, fueron conquistadas las ciudades de Tortosa, Lérida, Fraga, Mequinenza, además de la sierra de Prades, Siurana, Miravet...
También durante el gobierno de Ramón Berenguer IV, la sede episcopal de Tarragona recupera en 1154 la categoría de sede metropolitana, desvinculándose así de la sede de Narbona. Quedan como sus obispados sufragáneos las sedes del condado de Barcelona, del condado de Urgel y del valle del Ebro hasta Calahorra y Pamplona. Este es, según Ubieto, un elemento clave en la formación de una identidad política.41
Bajo el reinado de Alfonso II de Aragón, fueron conquistadas más tierras hacia el sur llegando hasta Teruel, y con los tratados de Tudilén (1151) y Cazora (1179), la Corona fijaba su línea de expansión peninsular sobre los reinos musulmanes de Valencia y Denia.
Para consolidar su monarquía, Pedro II de Aragón había comparecido ante el papa Inocencio III en 1205 con objeto de infeudar Aragón al papado. Sin embargo, poco después el rey aragonés se enfrentó a los intereses de Roma al defender a sus vasallos de allende los Pirineos ante la cruzada contra los cátaros fomentada por la Santa Sede. La derrota de Pedro II en 1213 en la batalla de Muret obligó a la Corona a renunciar a sus intereses ultrapirenaicos y dirigir su energía expansiva hacia el Mediterráneo y el Levante.
Durante el reinado de Jaime I, tuvo lugar la conquista de Mallorca y del reino de Valencia, durante la primera mitad del siglo XIII. Culminada la conquista del antiguo reino de Denia hasta Biar, límite acordado en el tratado de Cazola, las tierras levantinas no fueron incorporadas a Cataluña o Aragón, sino que constituyeron un nuevo reino, el de Valencia, que adquiriría Cortes, fueros y moneda propia, el dinero de Valencia;424344 y ejército integrado por milicias. Mantendría una dualidad lingüística entre los territorios más cercanos a la costa (habla catalana en su variante valenciana) y los del interior (habla aragonesa en su variante valenciana). El proceso de poblamiento del Reino de Valencia fue un proceso largo que no acabará hasta el siglo XVII, tras la expulsión de los moriscos. La población del Reino de Valencia, desde el principio, era de origen diverso (catalanes, aragoneses, navarros, occitanos...) pero predominaba la de origen catalán, que inicialmente contó con 1018 casas por 597 de los aragoneses,45 y con la expulsión de los moriscos el elemento catalanohablante todavía se fortaleció más. Asimismo, tras la muerte del Conquistador, su testamento daría lugar al reino de Mallorca, que heredaba su hijo Jaime y que incluía las islas Baleares, los condados de Rosellón y Cerdaña y el señorío de Montpellier. Este reino de Mallorca resultaría políticamente muy inestable y sería finalmente anexionado nueva y definitivamente a la Corona por Pedro el Ceremonioso.
Desde finales del siglo XIII se inicia también la expansión de la Corona por el Mediterráneo. Jaime II retuvo el dominio conseguido por Pedro III de Aragón de la corona de Sicilia, aunque hasta el siglo XV se mantendría bajo el dominio de una rama secundaria de la dinastía. También Jaime II recibió la investidura de Cerdeña, que conquistaría en 1324 y supondría un duro esfuerzo de dominio durante los años siguientes. Asimismo, prolongó hacia el sur los límites del reino de Valencia, que mediante la Sentencia Arbitral de Torrellas (1304) alcanzarían los límites definitivos.
Se crea el Llibre del Consolat de Mar (El consulado del mar), un código de costumbres marítimas. Además, se fundan diversas compañías marítimas, como la Magnas Societas Cathalanorum (Gran Compañía Catalana), gracias a la cual en 1380 se conquistarían territorios como los ducados de Atenas y Neopatria, quedando bajo la soberanía de Pedro el Ceremonioso. De esta manera, la enseña de las cuatro barras de Aragón ondeó durante casi un siglo en la Acrópolis de Atenas.
La cancillería real[editar]
Durante este momento histórico de gran expansión territorial e influencia política, la Corona de Aragón se dota de una estructura burocrática y administrativa, la cancillería real, que adquirió su plenitud a partir de Pedro el Ceremonioso, que la reformó y estructuró rígidamente, incorporando entre otros escribanos, secretarios y protonotarios y fijando estrictamente sus funciones. Sobre ella recaía la responsabilidad de elaborar la correspondencia del rey y la de su consejo tanto en lo referido a política interior como a la internacional así como conservar las correspondientes copias en el archivo real, el cual ha llegado prácticamente íntegro hasta nuestros días, de forma que constituye uno de los fondos documentales medievales más importantes del mundo.46
Todos los integrantes de la cancillería debían ser sumamente diestros en la elaboración de textos en latín, catalán y aragonés, lenguas de trabajo de la cancillería, que en términos modernos denominaríamos oficiales. El origen de la actual extensión del catalán se encuentra en la Corona de Aragón, donde el catalán era el idioma dominante y más hablado, ya que lo hablaba el 80% de la población [cita requerida]. Este dominio conjunto de las lenguas vulgares y de la culta tuvo diversos efectos de gran trascendencia para la historia del aragonés y el catalán:
- Se trasladaron elementos estilísticos, retóricos y gramaticales a las lenguas vulgares las cuales adquirieron una especial precisión y elegancia formal.47
- La capilaridad territorial de la documentación de la cancillería configuró un modelo lingüístico que fue adoptado en los respectivos territorios, ejerciendo una influencia unificadora y supradialectal tanto en el ámbito administrativo como en la prosa literaria, que el resto de lenguas vulgares tardarían siglos en adquirir con la constitución de las academias.48
- Los funcionarios de la cancillería se acercaron a la literatura culta en latín, desde Cicerón a Petrarca, traduciendo sus obras y constituyendo una de las más tempranas manifestaciones del humanismo, y más tarde del Renacimiento literario. Sin estos precedentes no es posible explicar la aparición de figuras como Juan Fernández de Heredia para el caso aragonés o Bernat Metge y el Siglo de Oro valenciano, singularmente en lo referido a la Valenciana prosa, para el valenciano.
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