domingo, 14 de febrero de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 ANTIGUO RÉGIMEN - CAPITANIAS ESPAÑOLAS

El Mando de Canarias (MCANA) es uno de los órganos que integran la Fuerza del Ejército de Tierra de España. Tiene su sede en la ciudad de Santa Cruz de Tenerife y su objetivo es establecer, de forma rápida y eficaz, estructuras operativas terrestres para ejecutar de operaciones militares con las unidades acuarteladas en las Islas Canarias.1​ Hasta su creación en virtud de la reorganización del ejército de 2006 , fue la Capitanía General de Canarias, también Comandancia General de Canarias durante ciertos periodos, una subdivisión histórica del territorio español hecha a efectos militares, nombrándose así también a la unidad militar encargada de la defensa de las islas. Existió como tal desde su institución por Felipe II de España en 1589.

Mando de Canarias (MCANA)
Capitanía General de Canarias
Órgano de la Fuerza del Ejército de Tierra
Canarias-rotulado.png
Coat of Arms of Canarias Forces Command.svg
Escudo

CapitalSanta Cruz de Tenerife
EntidadÓrgano de la Fuerza del Ejército de Tierra
 • PaísBandera de España España
Eventos históricos 
 • Fundación2006

Historia[editar]

A mediados del siglo XVI la defensa de las islas de realengo estaba a cargo de sus respectivos gobernadores, y la de las islas de señorío, de los señores jurisdiccionales, cada uno de los cuales contaba con sus propias milicias locales. Las incursiones de piratas berberiscos y corsarios franceses que rondaban las islas al acecho de los navíos comerciales, aventurándose a atacar también las villas costeras, llevaron a Felipe II a disponer en 1573 que los gobernadores letrados fueran sustituidos por gobernadores militares.2​ El inicio de la guerra contra los ingleses en 1585 motivó que éstos vinieran a sumarse a los anteriores atacantes.

En 1589 Felipe II reformó la organización de la defensa de Canarias instituyendo la capitanía general, a cuyo titular se le confirió también la presidencia de la Real Audiencia. Así, el capitán general era la máxima autoridad militar, civil, gubernativa y judicial de las islas, equivalente al que en otros reinos de España se titulaba virrey.

La principal causa que me ha movido a instituir y establecer el cargo que lleváis, ha sido la defensa y seguridad de las islas, por ser de la importancia que son.
Felipe II a Luis de la Cueva.3

La acumulación de poder en la sola persona del capitán general dio lugar a que, durante los primeros dos siglos de existencia del cargo, la institución no estuviera bien considerada entre las autoridades locales ni entre la población: fueron frecuentes sus conflictos con los cabildos, ayuntamientos y oidores de la audiencia, contra quienes se dictaron prisiones arbitrarias, los abusos de poder («gimió el país bajo el más duro despotismo»4​), los excesos de la tropa llegada de la península, las levas entre la población, la imposición de nuevos impuestos, las cuestiones de protocolo, la parcialidad en las relaciones comerciales, el favoritismo entre islas y las reclamaciones canarias a la corte para que aboliese el cargo, que a menudo se vieron obstaculizadas.5

A la verdad, nada era más terrible para las islas, aunque amenazadas de invasiones, que estos defensores ilustres, que el zelo y gratitud de aquel Caballero les agenciaba.
Viera y Clavijo.5

El primer capitán general fue Luis de la Cueva y Benavides, que llegó a Canarias con 600 soldados. Cuatro años después Jabán Arráez atacó Fuerteventura al frente de una flotilla de piratas berberiscos, arrasando la capital y derrotando a las tropas llegadas desde Gran Canaria; esta derrota y el malestar que entre la población generaba el tener que cargar con la manutención de los soldados llevó a Felipe II a suspender la capitanía general y devolver la defensa de las islas a su antiguo estado.

En 1625 Felipe IV envió a Francisco de Andía Irarrazábal y Zárate en calidad de veedor y reformador para que estudiase la manera de optimizar la defensa de las islas; de las gestiones de este resultó la rehabilitación de la capitanía general, que en 1629 volvió a tener al frente un titular. En ausencia o carencia del capitán general, su puesto lo ocupaban provisionalmente los corregidores, que también fueron capitanes a guerra hasta 1767; este año se instituyó la figura del segundo comandante e inspector general, sobre quien debería recaer el mando en ausencia del capitán general.

La división de España en Capitanías Generales data de 1705, cuando se ajustaron a los antiguos reinos que constituían la Monarquía Hispánica. Se trataba de trece regiones: AndalucíaAragónBurgosCanarias, Capitanía General de Castilla la ViejaCataluñaExtremaduraGaliciaCosta de GranadaGuipúzcoaComandancia Militar de Baleares de MallorcaCapitanía General de Navarra y Capitanía General de Valencia.

En 1714 se crea la Capitanía General de Castilla la Nueva a partir de la Comisaría General de la Gente de Guerra de Madrid.

En 1898 se volvió a dividir el territorio peninsular en siete nuevas Regiones Militares, a la vez que se constituyeron las Comandancias Generales de BalearesCanariasComandancia General de Ceuta y Melilla.

Por el Real Decreto 912/20026​ se mantuvo su estructura de mando, aunque cambió su denominación a la de Mando de Canarias.

Denominación[editar]

La denominación de capitán general fue modificada varias veces a lo largo de la historia: en 1723 Lorenzo de Villavicencio fue nombrado Comandante general de las islas, título que detentarían sus sucesores hasta 1840, en que se recuperó la denominación anterior; entre 1931 y 1939 volvió a llamarse Comandante General; entre 1989 y 2006 recibió el nombre de General Jefe de la Zona Militar de Canarias.7​ Desde el año 2006 la denominación es General Jefe del Mando de Canarias.1

Ubicación de la capitanía[editar]

En 1656 el general Alonso Dávila y Guzmán se trasladó a Tenerife, aunque el primero en recibir autorización para elegir su residencia donde considerase más conveniente fue Jerónimo de Benavente en 1661, que se estableció en la que después sería conocida como la Casa de los Capitanes de San Cristóbal de La Laguna, construida por Diego Alvarado Bracamonte (a quien habitualmente se menciona como capitán general, aunque en realidad fue sólo corregidor y capitán a guerra de Tenerife).

En 1723 Lorenzo de Villavicencio, tras ser recibido por las autoridades locales en el castillo de San Cristóbal, como era costumbre con todos los generales recién llegados, decidió quedarse en él, a pesar de las quejas del castellano, que no consiguió echarle hasta 1734. A partir de entonces la capitanía permanecería en Santa Cruz de Tenerife y en consecuencia la localidad, que por aquel entonces era sólo un pequeño núcleo cercano al puerto y perteneciente al ayuntamiento de La Laguna, comenzó su desarrollo económico y urbanístico.

En 1740 José Emparán fijó su residencia en el número 13 de la calle de la Marina; en 1791 Antonio Gutiérrez se instaló en la calle San José esquina a San Francisco; en 1808 Carlos O'Donnell lo hizo en la Casa Foronda, actual plaza de la Pila; los siguientes volvieron a la calle de la Marina.

En 1852 se autorizó la construcción de un nuevo edificio que sirviera como sede de la capitanía en la plaza del Príncipe en Santa Cruz de Tenerife, pero tras la realización del proyecto este recibió la negativa de la superioridad militar, por lo que al año siguiente se trasladó al Palacio de Carta, en la plaza de la Candelaria. La ubicación definitiva de la sede se fijó en 1881, cuando Valeriano Weyler se estableció en el Palacio de Capitanía de la plaza Weyler, cuyas obras había ordenado iniciar él mismo dos años antes sobre un proyecto del ingeniero militar Tomás Clavijo y Castillo-Olivares. 789

Fuerzas[editar]

Guion del Mando de Canarias.

En la provincia de Santa Cruz de Tenerife

En la provincia de Las Palmas

  • Comandancia General de Ceuta
  • Comandancia General de Melilla
  • Comandancia General de Baleares












El Gobierno Militar de Barcelona es una institución militar del Ejército español, dependiente del Ministerio de Defensa, situada en la ciudad de Barcelona. En la actualidad alberga la Jefatura de la Tercera Subinspección General del Ejército (Pirenaica), perteneciente a la IV Región Militar.

Se encuentra en un edificio neoclásico de principios del siglo xx, situado en la plaza del Portal de la Paz (distrito de Ciutat Vella), en la confluencia de la Rambla y el paseo de Colón, frente al famoso monumento a Colón.


Gobierno Militar de Barcelona
Govern Militar, Barcelona.jpg
Localización
PaísEspaña
UbicaciónBarcelonaFlag of Spain.svg España
DirecciónPlaza del Portal de la Paz 5
Coordenadas41°22′36″N 2°10′40″ECoordenadas41°22′36″N 2°10′40″E (mapa)
Información general
EstadoCompletado
UsosGobierno Militar
Estiloarquitectura neoclásica
Inicio1927
Finalización1932
PropietarioMinisterio de Defensa
Diseño y construcción
ArquitectoJosé Sans ForcadasAdolf Florensa


Historia[editar]

El Gobierno Militar junto al paseo de Colón

El Gobierno Militar se instituyó a principios del siglo xix, tras la implantación por las nuevas autoridades liberales de la figura del gobernador civil. Se creó uno en cada capital de provincia, que comandaba todas las tropas del territorio. Sin embargo, en las ciudades donde además había una Capitanía General —como era el caso de Barcelona—, el gobernador militar era una figura un tanto secundaria, encargada sobre todo de trámites administrativos. Normalmente, el gobernador militar era un general de división, con mando directo tan solo sobre las comandancias de artillería e ingenieros, de la comisaría de guerra, el hospital militar, las prisiones militares, la parroquia castrense, la comisión de reclutamiento y el castillo de Montjuic, además de las guarniciones de la provincia de Barcelona. También cumplía la función de subinspector del IV Cuerpo de Ejército.1

Aunque el gobernador militar era una figura subordinada al capitán general, en 1919 el general Severiano Martínez Anido asumió unos poderes especiales (comandancia general de somatenes) para luchar contra la violencia social de aquellos años, en que abundaban los asesinatos perpetrados tanto por elementos anarquistas como de pistoleros a sueldo de la patronal. Durante la II República el cargo fue denominado «comandante militar», pero durante la dictadura franquista se volvió a la designación de gobernador militar.1

Actualmente el Gobierno militar es sede de la Jefatura de la Tercera Subinspección General del Ejército (Pirenaica) y se encarga de la administración del personal militar en activo y de las necesidades de la guarnición.1​ Cuenta con las siguientes unidades:

  • Coat of Arms of the Spanish Army Third Deputy Inspector General's Office.svg III Subinspección General del Ejército-Este/Pirenaica (SUIGEPIR) en Barcelona.2

El palacio[editar]

Antiguo Parque de Ingenieros, situado en el emplazamiento del actual Gobierno Militar (parte inferior izquierda de la foto)

El palacio se construyó en el solar del antiguo convento de San Francisco, demolido en 1837. El terreno pasó a ser propiedad de Luis Joaquín Fernández de Córdoba y Benavides, XIV duque de Medinaceli, quien destinó una parte a la construcción de viviendas, otra a espacio público (la plaza del Duque de Medinaceli) y otra la legó a la administración militar. Se construyó inicialmente un edificio modesto de planta baja y patio abierto interior conocido como Parque de Ingenieros (1855), que fue derribado en 1927 y sustituido por el actual Gobierno Militar.4

El proyecto arquitectónico fue del ingeniero militar José Sans Forcadas, que contó con la ayuda del ingeniero director Pompeyo Martí y la supervisión del arquitecto municipal Adolf Florensa. De estilo neoclásico, recuerda el teatro de La Scala de Milán y el edificio del Ministerio de Agricultura de Madrid,5​ aunque su inspiración directa provino del palacio de la Lonja de Barcelona, también neoclásico y situado al otro extremo del paseo de Colón.6​ Su construcción se prolongó hasta 1932. Inicialmente acogió las dependencias del gobernador militar, de los servicios jurídicos del Ejército (incluida una sala para consejos de guerra), el Patronato de Casas Militares y la Jefatura de Transportes.5

Escalera de honor

Su fachada principal da a la plaza del Portal de la Paz, que debe su nombre a una de las antiguas puertas de la muralla medieval de la ciudad, derribada en 1878.7​ Es un edificio de planta rectangular, organizado alrededor de dos patios, con planta baja y cuatro plantas piso. La planta baja se caracteriza por la presencia de portales de arcos de medio punto (el de la fachada de la plaza del Portal de la Paz avanzado respecto al edificio), mientras que las tres intermedias están unidas por grandes pilastras de orden corintio; la planta superior tiene forma de friso, con una cornisa partida por frontones decorados con relieves escultóricos y una balaustrada perimetral. Su decoración clasicista es característica del monumentalismo propio de los edificios oficiales de la época.8

En la cornisa superior del edificio, esparcidas a lo largo de la balaustrada, se halla un conjunto de ocho esculturas de hormigón, obra de Felipe Coscolla, de 2,5 m de altura. Hay cuatro en la fachada del paseo de Colón, tres en la de la plaza del Portal de la Paz y una en el ángulo. Se trata de cuatro figuras masculinas y cuatro femeninas y, excepto una de las femeninas, están todas desnudas. De hecho, son las únicas esculturas masculinas íntegramente desnudas y que muestran los genitales en todo el conjunto de arte público de Barcelona.5​ Coscolla, un escultor aragonés, estaba especializado en imaginería religiosa y escultura funeraria; estas esculturas fueron sus únicas obras públicas no religiosas. Las realizó en un estilo que combinaba varios de los movimientos artísticos de moda en la época: el art déco, el novecentismo, el realismo socialista y el Novecento italiano.5​ Son figuras alegóricas, que simbolizan una cualidad o virtud generalmente relacionadas con el ejército. Las estatuas son las siguientes:

  • La vida: es una alegoría de la fertilidad o la agricultura, representada por una mujer desnuda de aspecto musculoso, con los brazos extendidos. En la espalda tiene un disco solar del que parten una serie de rayos, algunos de los cuales llegan hasta sus pies.5
  • La libertad: es de nuevo una mujer desnuda, con la espalda cubierta por un manto; sujeta una paloma con las alas abiertas en la mano izquierda, mientras que otra aletea sobre su muslo derecho.5
  • Dédalo: es un hombre desnudo con un casco de aviador, que sostiene un avión de juguete sobre su cabeza. Personifica al escultor Dédalo, padre de Ícaro, para el que hizo unas alas para escapar del laberinto del Minotauro; en esta versión más moderna, se sustituyen las alas por el avión.5
  • La Marina: es de nuevo un hombre desnudo, con gorra de marinero, y con los brazos extendidos haciendo señales con banderas como las que se practican en la Marina (las banderas originales se han perdido).5
  • La fuerza: también conocido como «el Artillero», es un hombre desnudo con boina de soldado, que sostiene una bomba aérea en los brazos. Es la que se encuentra en la esquina entre la plaza del Portal de la Paz y el paseo de Colón.5
  • La paz: es una figura femenina cubierta con una túnica y tocada con una diadema o corona, con un escudo apoyado en el muslo izquierdo con un águila grabada; en la mano izquierda sostenía una espada que ha desaparecido. Pese a su aspecto guerrero representa la Paz, quizá por la máxima latina si vis pacem, para bellum, pero más que nada por concordancia con la función del edificio.5
  • El héroe: es un hombre desnudo apoyado sobre una espada y cubierto en su espalda con guirnaldas de vencedor. A veces se ha identificado como un pescador, apoyado sobre un ancla y con una red de pescar a su espalda, lo cual no concordaría con la temática del conjunto; en todo caso, es una figura similar a otra de Coscolla titulada también El héroe que presentó en el pabellón español de la Exposición Internacional de París de 1937, aunque esa iba vestida de uniforme.5
  • El altar de la patria: es una mujer desnuda con un bloque de piedra a la espalda, que simboliza los altares sacrificiales romanos, del que sale una llama inscrita en un círculo. Representa pues el «altar de la patria» en el que se inmolan los que mueren para defenderla.5

Durante la Guerra Civil el edificio se vio afectado por los bombardeos del bando nacional, por lo que en 1939 se efectuaron diversas obras de restauración. Se añadió entonces un nuevo escudo en el frontal de la fachada principal.

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