sábado, 20 de febrero de 2021

HISTORIA DE ESPAÑA

 HISTORIA MEDIEVAL ESPAÑA

CORONA DE ARAGON , CONTINUACIÓN

Capital de la Corona de Aragón[editar]

La sede de la coronación era la Seo de Zaragoza desde Pedro II (siglo XII).304950​ Las Cortes generales se reunieron casi siempre en Monzón (siglos XIII-XVI) el resto de ocasiones tuvieron lugar en Fraga, Zaragoza, Calatayud y Tarazona. La sede de la cancillería (siglos XIII-XV) fue Barcelona51​ y Nápoles lo fue durante el reinado de Alfonso V.52​ En un periodo comprendido entre el final del reinado de Martín el Humano y el inicio del de Alfonso V, se considera que la capital de facto de la Corona de Aragón fue Valencia. Por otro lado, el Archivo General de la Corona de Aragón, el cual era el depósito oficial de documentación real de la Corona desde el reinado de Alfonso II (siglo XII),53​ se encontró en primer lugar en el monasterio de Sigena hasta el año 130154​ y después ya definitivamente en Barcelona. El historiador Domingo Buesa señala a Zaragoza como la capital permanente de facto política, aunque no así en otros ámbitos como lo económico o administrativo.55

Los reyes de la Corona se enterraron principalmente en el monasterio de Poblet. Otros lugares fueron el monasterio de Santes Creus, el monasterio de Sigena, el convento de San Francisco de Barcelona, la catedral de Lérida y la catedral de Granada (Fernando el Católico, último rey exclusivo de Aragón antes de la unión con Castilla).

Del cambio de dinastía a la unión dinástica con Castilla[editar]

Representación heráldica ecuestre del Rey de Aragón en el Armorial ecuestre del Toison de Oro, 1433-1435.

Tras la muerte de Martín el Humano en 1410, la Corona se vio abocada a un periodo de interregno, pues falleció sin haber nombrado sucesor. En ese contexto aparecieron seis candidatos al trono: el infante Fadrique de LunaAlfonso de Aragón el Viejo (y a su muerte su hermano, Juan de Prades), Luis de AnjouJaime de Urgel y Fernando de Antequera, cuyas aspiraciones al trono se dilucidaron mediante el Compromiso de Caspe. La dificultad de las instancias dirigentes de Aragón, Cataluña y Valencia para ponerse de acuerdo evidenció una grave división en el seno de la Corona, que evolucionaría de manera favorable a Fernando de Antequera, de la dinastía castellana de los Trastámara. Ayudó a la resolución jurídica y no bélica la actuación del papa Benedicto XIII, que en pleno Cisma de Occidente, optó por promover un consenso en el que un grupo limitado de juristas y expertos en cuestiones de Estado reconocidos por su integridad ética dilucidaran qué pretendiente tenía más derechos al trono. De este modo en 1412, Fernando fue nombrado monarca de la Corona. La nueva dinastía persistiría en la política expansionista, de manera que su sucesor, Alfonso V, conquistaría el reino de Nápoles en 1443.

El aumento del patrimonio de la Corona aragonesa propiciaba ausencias cada vez más prolongadas del monarca en los distintos reinos de la Corona, lo que aumentaba la debilidad de la Corona y dificultaba las relaciones con los súbditos. De este modo se creó la figura del lugarteniente, como alter ego del monarca, un cargo temporal para guardar las ausencias del monarca, que no se suponían permanentes.56​ Estos lugartenientes no solo pertenecían a la familia de sangre sino también la familia doméstica vinculada a la familia del rey.57

En 1460, las Cortes de Fraga registraron la jura del nuevo rey Juan II y una declaración de que los reinos de Cerdeña y Sicilia estarían en unidad perpetua e indivisible en la Corona de Aragón, pero gobernados de forma particular; y en 1503 Fernando II adquirió el reino de Nápoles. Los reinos de Sicilia, Nápoles y Cerdeña se configuraron como estados singulares de la Corona de Aragón, con la presencia de un virrey con las facultades regias, de modo que disponían una casa real (vice casa) y podía presidir los Parlamentos, lo que no podían hacer los lugartenientes en los reinos de la península ibérica, lo que significaba que el virreinato en los reinos italianos era una figura para cubrir la ausencia permanente del rey, recreando una presencia permanente por medio del virrey.58

La boda entre Fernando el Católico e Isabel la Católica, celebrada en 1469 en Valladolid, y la alianza consiguiente permitió que los castellanos apoyasen la línea expansionista de Aragón en el Mediterráneo, al tener una política exterior común. A pesar del matrimonio de los Reyes Católicos de 1469, ambos reinos conservaron en su mayor parte sus instituciones políticas y se mantuvieron las cortes, las leyes, las administraciones públicas y la moneda, aunque unificaron la política exterior, la hacienda real y el ejército. Reservaron para la Corona los temas políticos, y actuaron conjuntamente en política interior. La unión efectiva de los reinos de Castilla, Aragón y Navarra se hizo bajo el reinado de Carlos I, que fue el primero en adoptar, junto a su madre Juana, el título abreviado de Rey de las Españas y de las Indias.596061

Los territorios de la Corona de Aragón en la Edad Moderna[editar]

La integración de los territorios de la Corona de Aragón en la Monarquía Hispánica de la Casa de Austria estuvo marcada por el poder hegemónico de Castilla en el interior de la Corona. Su articulación tuvo lugar fundamentalmente por medio de dos instituciones: el Consejo de Aragón y el virrey. El Consejo Supremo de Aragón era un órgano consultivo de la corona creado en 1494, a raíz de una reforma en la Cancillería Real realizada por Fernando el Católico, que desde 1522 estaría integrada por un vicecanciller y seis regentes, dos para el reino de Aragón, dos para el reino de Valencia y dos para el Principado de Cataluña, Mallorca y Cerdeña. Por su parte, los virreyes asumieron funciones militares, administrativas, judiciales y financieras.

Los conflictos se sucedieron a lo largo de los siglos modernos, hasta la Guerra de Sucesión. En 1521 tenían lugar las Germanías, un movimiento surgido en Valencia entre la incipiente burguesía, que se extendió hasta 1523. En Mallorca tuvo lugar en los mismos años otro movimiento similar, dirigido por Joanot Colom. La derrota final de los agermanados supuso una fuerte represión y la reafirmación del dominio señorial. Ya durante el reinado de Felipe II, tuvo lugar la prohibición a los súbditos de la Corona de Aragón de estudiar en el extranjero, frente al riesgo de contagio calvinista (1568). Asimismo, en 1569, todos los diputados de la Diputación del General eran encarcelados bajo la acusación de herejía, en el marco de la disputa por el pago del impuesto del excusado.

En 1591, tuvieron lugar las Alteraciones de Aragón, producidas cuando el ex secretario del rey, Antonio Pérez, condenado por la muerte del secretario de don Juan de Austria, se refugió en Aragón acogiéndose al Privilegio de Manifestación ante lo que el monarca, por su parte, utilizó la jurisdicción del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición para apresarlo en la Aljafería, que fue asaltada por milicias zaragozanas, lo que provocó un enfrentamiento entre tropas armadas por la Generalidad y encabezadas por el Justicia MayorJuan V de Lanuza, y los Tercios reales. Finalmente, tras la victoria del rey, se hizo ejecutar al Justicia Mayor de Aragón y se convocaron cortes en Tarazona en 1592 que recortaron seriamente los privilegios aragoneses, suprimiendo la competencia de Defensa y Guarda del Reino que tenía la Diputación e impidiendo que pudiera disponer de la recaudación obtenida del impuesto de Generalidades para convocar un ejército propio, con un «reparo» (reforma) que perseguía evitar que la Diputación del General excediera las competencias fiscales para las que había sido creada.

Durante el siglo XVII, las tensiones fueron bastante mayores. Las necesidades financieras de los monarcas les condujeron a intentar aumentar por todos los medios la presión fiscal sobre los territorios de la Corona de Aragón, cuyos fueros disponían importantes restricciones a las necesidades recaudatorias de la Monarquía Hispánica. Tras entrar en guerra la corona con Francia en 1635, el despliegue de los tercios sobre Cataluña generó graves conflictos que desencadenaron la Guerra de los Segadores en 1640. Así, la Diputación del General, planteando primero la formación de una República catalana, acabó por reconocer a Luis XIII de Francia como conde de Barcelona. El conflicto fue finalmente superado con la Paz de los Pirineos (1659), por la cual el Condado de Rosellón y la mitad norte del Condado de Cerdaña pasaban para siempre a dominio francés, y España retenía la región de la baja Cerdaña. A finales del siglo, en 1693 estallaría también en Valencia la Segunda Germanía, un alzamiento campesino y antiseñorial, en torno a la partición de las cosechas.

La extinción de la Corona de Aragón: la guerra de Sucesión[editar]

Real Cédula de Carlos III (1768).

A pesar de la gravedad del conflicto de los Segadores, Cataluña y el resto de territorios de la Corona preservaron sus fueros, instituciones propias, y autonomía política. Sin embargo, los sucesos posteriores a la proclamación de Felipe V como heredero de Carlos II marcarían el final del modelo institucional que los había caracterizado desde la Edad Media.

Cuando Carlos II murió y dejó finalmente como heredero a Felipe de Anjou, Felipe V, se formó en Europa la Gran Alianza de La Haya, entre Inglaterra, las Provincias Unidas y Austria, que no aceptaba la instauración de la monarquía borbónica en España y apoyaron las aspiraciones de otro aspirante, el archiduque Carlos de Austria. Jurado inicialmente como rey por las cortes catalanas (1701-1702) y aragonesas, en 1705, la fuerza de los partidarios del archiduque y los conflictos con el virrey Francisco Antonio Fernández de Velasco supusieron un nuevo alzamiento en armas de los catalanes, que apoyados por una flota inglesa, permitieron la entrada triunfal de aquel en Valencia y Barcelona. El año siguiente, el 1706, Carlos era proclamado rey en Zaragoza y en el reino de Mallorca. Sin embargo, los aliados no se vieron apoyados en sus avances sobre Castilla, que les llevó a retirarse al reino de Valencia. La reacción bélica de Felipe V en el año siguiente supuso la conquista del reino de Valencia, tras la batalla de Almansa (25 de abril de 1707). Lo mismo sucedió con Zaragoza y el reino de Aragón, que fueron tomados rápidamente. Tras ello, Felipe de Anjou firmó los Decretos de Nueva Planta con los que suprime los fueros, el derecho civil, y las fronteras arancelarias de dichos reinos. Una nueva penetración de los aliados en Castilla en 1710, a pesar de su entrada en Zaragoza y Madrid, no le sirvió tampoco para consolidar sus posiciones y les obligó a abandonar Aragón. En septiembre el archiduque se marchó de Barcelona y mediante el tratado de Utrecht de 1713, las tropas aliadas dejaron progresivamente Cataluña. El 11 de septiembre de 1714 fue tomada Barcelona y en 1715 la isla de Mallorca. El triunfo borbónico fue seguido de una radical remodelación del sistema político de los reinos de la Corona, asimilándolos al régimen de Castilla mediante los Decretos de Nueva Planta.

La Corona tras la Nueva Planta[editar]

España en un mapa de 1852, atendiendo al régimen dominante. Señalada en verde, la "España incorporada o asimilada", formada por las once provincias de la corona de Aragón, «todavía diferentes en el modo de contribuir y en algunos puntos del derecho privado».

Con los Decretos de Nueva Planta promulgados entre 1707 y 1716, se situó al frente del territorio a un capitán general, un sucesor del antiguo virrey que ya no se sometería a las leyes propias. Los intendentes pasaron a controlar el sistema financiero y hacendístico, donde se aglutinaron los tradicionales ingresos de la Corona, los antiguos impuestos de las Diputaciones del General y los nuevos impuestos aplicados para equiparar la carga fiscal de los territorios de la antigua Corona de Aragón a la de los castellanos. La Nueva Planta trajo también la supresión de las autonomías municipales, de todo tipo de asamblea municipal, la designación de todos los cargos por autoridad real y la sustitución de las unidades administrativas por corregimientos. El castellano pasó a ser el único idioma de la Real Audiencia, en detrimento del latín y de las lenguas vernáculas (catalán y aragonés) en la administración de justicia de la Monarquía borbónica. Todo este conjunto de reformas suponía la homogeneización de Castilla y Aragón en el marco de un nuevo estado absoluto casi centralizado, y solo se mantuvieron las particularidades forales en el derecho privado (civil, mercantil, procesal y penal), el Consulado del Mar y en los territorios que no habían luchado contra Felipe V en la Guerra de Sucesión: el Valle de Arán, las provincias vascongadas y Navarra.

Los exiliados austracistas procedentes de la antigua Corona formaron algunos asentamientos temporales en Europa, como el caso de Nueva Barcelona, activo desde 1735 a 1738. Por su parte, el Memorial de Agravios de 1760, fue un documento reivindicativo presentado conjuntamente por los diputados de las ciudades de ZaragozaValenciaPalma de Mallorca y Barcelona en representación política de los «cuatro reinos» de la extinta Corona. En las Cortes convocadas al inicio del reinado de Carlos III de España, los diputados representantes de la antigua Corona de Aragón denunciaron los agravios a los que estaban sometidos desde los Decretos de Nueva Planta de Felipe V, y los remedios para solucionarlos.62​ El político catalán Antoni de Capmany reivindicó la monarquía constitucional de la Corona de Aragón63​ durante las Cortes de Cádiz en 1812. Pero el colapso del Antiguo régimen absolutista borbónico en 1833 no supuso la recuperación del sistema constitucional propio de los estados de la Corona de Aragón. Con posterioridad, el recuerdo de la Corona de Aragón sería ocasionalmente recuperado, como en el caso del periódico La Corona de Aragón, fundado en 1854, y sería un concepto usado en política por algunos partidos, como en el caso del Pacto de Tortosa de 1869.

Eurorregión Pirineos Mediterráneo tal como fue propuesta en 2003. Creada en 2004, finalmente no se sumó al proyecto la Comunidad Valenciana. En 2006 Aragón suspendió su participación en la euroregión.

Más recientemente, el presidente de Cataluña Pasqual Maragall reclamó en 2003 la creación de una eurorregión que se correspondiera con la antigua Corona de Aragón, con la incorporación también de las regiones francesas de Languedoc-Rousillon y Midi-Pyrénées. Pasqual Maragall afirmaba que el estado español no debería ver en ello una amenaza, ya que «está perfectamente en línea con las preocupaciones y prioridades de la Unión Europea», constituyendo «un grupo de regiones que se ponen juntas para administrar una serie de intereses comunes».64​ La propuesta de Pasqual Maragall desencadenó la oposición del presidente español José María Aznar, que acusó a Maragall de querer reinventar la Corona de Aragón buscando una nueva forma de relacionarse con España, «como si fuese diferente de España». En la misma línea se pronunció el vicepresidente primero Mariano Rajoy, que cargó contra la propuesta de una euroregión de la Corona de Aragón afirmando que sería una amenaza que «pondría en peligro el modelo de convivencia de España».65​ Finalmente en 2004 se creó la Eurorregión Pirineos Mediterráneo, a la que no se sumó la Comunidad Valenciana, pero sí Aragón, Cataluña, Baleares, Languedoc-Rousillon y Midi-Pyrénées. En 2006 Aragón suspendió su participación en la euroregión por las diferencias sobre los bienes de la Franja.6667

Los reyes de la casa de Borbón siguen empleando en sus títulos, entre muchos otros, los de rey de Aragón, de Valencia, de Mallorca, Conde de Barcelona, Señor de Molina, etc. y, al igual que los Austrias, la forma abreviada de Rey de las Españas y de las Indias.

Numeración de los monarcas[editar]

La numeración de los monarcas varía, en función del territorio al que se hace referencia. De ahí que algunos historiadores actuales prefieran usar los alias para hacer referencia a ellos: Pedro el Católico (Pedro II de Aragón), Pedro el Ceremonioso (Pedro IV), Alfonso el Magnánimo (Alfonso V). Sin embargo, el ordinal remite al título real principal, que era el de Aragón, como declara incluso el citado Pedro IV:

...y como quiera que los reyes de Aragón están obligados a recibir la unción en la ciudad de Zaragoza, que es la cabeza del Reino de Aragón, el cual reino es nuestra principal designación, [—esto es, apellido— (N. del A.)] y título, consideramos conveniente y razonable que, del mismo modo, en ella reciban los reyes de Aragón el honor de la coronación y las demás insignias reales, igual que vimos a los emperadores recibir la corona en la ciudad de Roma, cabeza de su imperio.
Apud Domingo J. Buesa Conde, El rey de Aragón, Zaragoza, CAI, 2000, págs. 57-59. ISBN 84-95306-44-1.

Soberanos de la Corona de Aragón[editar]

Casa RealEntronque / ramaAragónCondado de BarcelonaValenciaMallorcaCerdeñaSiciliaNápoles
Casa de AragónCasa de Aragón-Barcelona
Alfonso II el Casto o el Trovador (1164-96)
Pedro II el Católico (1196-1213)
Jaime I el Conquistador (1213-76)
Pedro III el Grande (1276-85)Jaime II de Mallorca (1276-1285) 
Alfonso III el Franco (o el Liberal) (1285-91)
Jaime II el Justo (1291-1327)(1291-1295) (1285-1295)
Jaime II de Mallorca (1295-1311)Federico II de Sicilia (1295-1337)
Sancho I de Mallorca (1311-1324)
Alfonso IV el Benigno (1327-36)Jaime III de Mallorca (1324-1343/46) 
Pedro IV el Ceremonioso (1336-87)Pedro II de Sicilia (1337-1342)
Luis de Sicilia (1342-1355)
Federico III de Sicilia (1355-1377)
Juan I el Cazador (1387-96)María de Sicilia (13771401)
Martín el Joven (1395-1409)
Martín I el Humano (o el Eclesiástico) (1396-1410)
Interregno - Compromiso de Caspe
Casa de AragónCasa de Aragón-TrastámaraFernando I de Antequera (1412-1416)
Alfonso V el Magnánimo (1416-1458)
Juan II el Grande (1458 - 1479)Fernando I de Nápoles (Ferrante) (1458-1494)
Fernando II el Católico (1479-1516)
Alfonso II de Nápoles, (1494-1495)
Fernando II de Nápoles (Ferrandino) (1495-1496)
Federico IV de Nápoles (1496-1501)
 
(15041516)
Casa de HabsburgoCasa de AustriaCarlos I de Aragón (1516-1556)
Felipe I de Aragón (1556-1598)
Felipe II de Aragón (1598-1621)
Felipe III de Aragón (1621-1665)
Carlos II de Aragón (1665-1700)
Desaparición de la Corona de Aragón
Guerra de Sucesión entre Felipe IV de Aragón y el Archiduque Carlos de Austria (1702-1715)
Felipe IV de Aragón (1700-1746).
Entre 1705-1708 perdió todos los territorios de la Corona de Aragón excepto Sicilia.
A medida que fue recuperando el control de los territorios de la Corona de Aragón, éstos perdieron sus fueros y privilegios por los Decretos de Nueva Planta y pasaron a regirse por las leyes de Castilla: el 29 de junio de 1707 para los territorios de Aragón y Valencia, el 28 de noviembre de 1715 para Mallorca y el 16 de enero de 1716 para Cataluña.
Por su parte, la Casa de Saboya obtuvo Sicilia por el Tratado de Utrecht.
Carlos III de Aragón (Pretendiente al trono, 1703-1725)
Reconocido como soberano en Cataluña y Valencia en 1705, Aragón y Mallorca en 1706, Nápoles en 1707 y Cerdeña en 1708.
Durante la guerra perdió Valencia y Aragón en 1707, Cataluña en 1714 y Mallorca en 1715, pero vio reconocido la posesión del resto de territorios por el Tratado de Rastatt.

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