ESCULTURAS DE ESPAÑA
El monumento a Gabriel Miró es una escultura urbana ubicada en la plaza de Gabriel Miró de la ciudad de Alicante (España).
Es obra del escultor José Samper Ruiz y fue inaugurado en el año 1935. Está realizado en piedra caliza, y representa el busto del escritor alicantino Gabriel Miró, tal y como figura en la leyenda del pedestal.
Un año antes Samper había realizado el busto del periodista Félix Lorenzo que estuvo instalado a los pies del torreón del Castillo de San Fernando. A día de hoy se encuentra en paradero desconocido, siendo por tanto el busto de Gabriel Miró la única obra de Samper que se conserva en nuestras calles.
El gaditano José Celestino Mutis y Bosio, bautizado en la Parroquia de Santa Cruz, logró crearse una justa fama universal, por sus estudios de Botánica.
Con motivo del segundo centenario de su nacimiento, Cádiz le inauguró un monumento. Se pensó que el mejor sitio para asentarlo sería precisamente entre plantas, ya que éstas habían sido siempre su obsesión. La idea fue aceptada y, por ello, se halla ubicado en un parterre del primer trozo del Paseo de las Palmeras del Parque Genovés. El descubrimiento de la efigie, oculta tras la bandera nacional, tuvo lugar el día 6 de abril de 1932, por el cónsul colombiano, a quien el alcalde de la ciudad había cedido tal honor.
Consiste el monumento a José Celestino Mutis en un parco pedestal con su busto, labrado en mármol por el artista gaditano José Gargallo.
El monumento a José Tartiere Lenegre, ubicado en el paseo de los Álamos, Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo xx.3
La escultura, hecha en bronce y piedra, es obra de Víctor Hevia y Manuel Álvarez Laviada, y está datada en 1933.12 Tras la muerte del empresario José Tartiere Lenegre, quien era considerado ya hijo adoptivo de Oviedo, que tuvo lugar en Lugones (Siero) el 18 de abril de 1927, un grupo de amigos, socios y familiares, organizaron una Comisión Pro-Monumento, que estaba presidida por Nicanor de las Alas Pumariño y entre los vocales se encontraban con Francisco Castañón, Eustaquia Fernández Miranda y Juan Antonio Onieva, la cual impulsó la realización de un monumento en recuerdo del que era ya considerado como uno de los artífices de la industrialización asturiana, la cual contribuyó enormemente al desarrollo y avance de la zona.14
El monumento se sufragó por suscripción popular y está compuesto por un conjunto de figuras, una de bronce (la que representa a José Tartiere y Lenegre, de mayor tamaño que el natural, sentado en una silla, sobre un pedestal de piedra, al que se accede subiendo un juego de escaleras), obra de Víctor Hevia; y otras en piedra (las figuras de cuatro trabajadores, que representan las distintas industrias de importancia para Asturias en las que Tartiere Lenegre participó como fundador, dispuestas en parejas a ambos lados de la figura de Tartiere, en sendos pedestales), que son obra de Manuel Álvarez Laviada. Además, el conjunto presenta por la parte de atrás, un relieve con perfiles de obreros, también obra de Víctor Hevia.
Monumento a Leopoldo Alas "Clarín" | ||
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Localización | ||
País | España | |
Localidad | Campo de San Francisco | |
Coordenadas | 43°21′39″N 5°50′58″O | |
Dedicado a | Leopoldo Alas, Clarín | |
El monumento a Leopoldo Alas "Clarín", ubicado en el Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.12
El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo xx.3
La escultura, hecha en piedra, es obra de Víctor Hevia y Manuel Álvarez Laviada, y está datada en 1931.12 El monumento es un conjunto levantado en memoria del literato español, autor de “La Regenta”, promovido por el Ayuntamiento y la Universidad de Oviedo. El diseño del conjunto es de Manuel Álvarez Laviada, quien ideó una pequeña plaza con una fuente que rodearía la pieza principal, en la parte trasera aparece esculpida una figura femenina con poca ropa, mientras que en la parte delantera se colocaría el busto de Leopoldo Alas, obra este último de Víctor Hevia.12
Durante el conflicto bélico del 36 el conjunto sufrió daños, cosa que hizo necesario que en 1955 Víctor Hevia entregara un nuevo busto y más tarde, en 1967 el taller de Belarmino Cabal llevara a cabo la restauración total del resto del monumento, produciéndose la sustitución de la figura esculpida por Álvarez Laviada por una inscripción: "CLARIN / * - XXV - IV - MDCCCLII / + XIII - VI - MCMI".
Monumento a los Cazadores de Alcántara | ||
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Monumento a los Cazadores de Alcántara, enfrente de la Academia de Caballería. | ||
Autor | Mariano Benlliure | |
Creación | 1931 | |
Ubicación | Paseo de Zorrilla, Valladolid, Valladolid, Castilla y León, España | |
Estilo | Realismo | |
Material | Bronce y piedra granítica | |
Técnica | Escultura | |
Coordenadas | 41°38′52″N 4°43′50″O | |
El Monumento a los Cazadores de Alcántara se encuentra en el Paseo de Zorrilla de Valladolid, frente a la puerta principal del edificio de la Academia de Caballería de Valladolid. El conjunto escultórico es obra de Mariano Benlliure y fue inaugurado el 25 de junio de 1931.1
Historia[editar]
El reducido tamaño del grupo se explica por las dificultades financieras que planteó su elaboración: la suscripción abierta entre los distintos cuerpos del Arma de Caballería no alcanzó la cifra calculada y fue necesario desistir del proyecto primitivo, que era a tamaño mayor que el natural, para hacerlo ligeramente inferior. El boceto original se conserva en el Museo del Ejército. En mayo de 1923 se tuvo conocimiento en Valladolid de la intención existente de levantar un monumento dedicado a los Héroes de Alcántara y de la posibilidad de que la ciudad se convirtiese en la elegida para su instalación.
Tras contactos entre el director de la Academia y el Ayuntamiento de Valladolid, en mayo de 1925 se notificó al alcalde de la ciudad el inicio inmediato de las obras del monumento.
En un primer momento, el lugar elegido para su construcción fue el patio de la nueva Academia de Caballería, aunque finalmente se optó por su instalación en el exterior. En agosto de 1930 el director de la Academia de Caballería solicitó la autorización pertinente para instalar el conjunto en el Paseo de Zorrilla, frente a la puerta principal del edificio.
En una entrevista concedida al diario El Norte de Castilla en septiembre de 1930, el autor del monumento, Mariano Benlliure decía:
«Ahora estoy terminando un grupo representativo del Arma de Caballería para la Academia Militar, y será para mi el mayor honor tener una obra en esa ciudad, que es, sin duda, la sede de nuestra escultura»
El 9 de diciembre de 1930 comenzaron las obras de cimentación del monumento, cuya parte en bronce estaba ya concluida. Se pensó en la primavera de 1931 como fecha de su inauguración, contando para entonces con la presencia del escultor y del rey Alfonso XIII. A inicios de abril empezaron a llegar las piedras de granito pulido del basamento y el día 9 Benlliure visitó los trabajos que pensaban terminarse en mayo, para ser inaugurados también en ese mes. Sin embargo, la proclamación de la Segunda República pospuso su inauguración al 25 de junio.
El monumento representa a cinco jinetes en sus respectivas monturas y portando diferentes enseñas, fundidos en bronce, en actitud de galope, situados sobre una pirámide truncada de granito gris.
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