sábado, 25 de mayo de 2024

HISTORIA DE ESPAÑA

 ESCULTURAS DE ESPAÑA SIGLO XX

Monumento al Gran Capitán
273px
Localización
PaísBandera de España España
LocalidadPlaza de las TendillasCórdoba
DirecciónPlaza de las Tendillas y Avenida del Gran Capitán
Coordenadas37°53′04″N 4°46′46″O
Historia
Construcción1923 (emplazamiento original)
1927 (traslado)
AutorMateo Inurria

El monumento al Gran Capitán es una obra dedicada a Gonzalo Fernández de Córdoba "El Gran Capitán", ubicada en la plaza de las Tendillas de la ciudad española de Córdoba. Se trata de una escultura ecuestre en bronce, con excepción de la cabeza, labrada en mármol blanco. Fue realizada por el cordobés Mateo Inurria en 1923, aunque se trasladó a su ubicación actual en 1927.

Historia[editar]

Proyectos (1897, 1909 y definitivo en 1915)[editar]

El primer intento de homenaje al Gran Capitán surgió en 1842 por la Real Academia de Córdoba.1

Desde finales del siglo xix el Ayuntamiento de Córdoba venía pensando la posibilidad de erigir un monumento en conmemoración del Gran Capitán, fundamentalmente debido a la avenida que venía realizando en la parte oeste de la ciudad. El primer proyecto encargado al escultor Mateo Inurria data de 1897, mientras que, una vez inaugurado el primer tramo de la avenida del Gran Capitán el 5 de junio de 1907, se recuperó el empuje inicial del proyecto, realizándose otro proyecto en 1909.1

Córdoba. Mesa presidencial de la asamblea celebrada para erigir un monumento al Gran Capitán (marzo de 1909).

Antonio García Pérez, capitán y profesor de la Academia de Infantería de Toledo, comenzó un alegato reclamando para Córdoba la celebración del IV Centenario del fallecimiento del Gran Capitán, encontrándose entre otras, la colocación de un monumento en la intersección de la avenida del Gran Capitán y la creación de una comisión que se encargara de la construcción del mismo. Los siguientes años fueron de trabajo por parte de Mateo Inurria en el monumento, mientras que, desde la Comisión, no se volvía a tomar con insistencia el tema, hasta la confirmación de la celebración del IV Centenario de la muerte del Gran Capitán en 1915, cuando el Gobierno español adjudicó a Córdoba la celebración del Centenario tras disputárselo con Granada. Por lo tanto, Mateo Inurria realizó el último y definitivo proyecto para el monumento ese año.1

Recaudación de fondos (1915-23)[editar]

Boceto de Mateo Inurria del Monumento al Gran Capitán (Museo de Bellas Artes de Córdoba).

Para la recaudación de fondos se siguió el modelo empleado en Madrid de la apertura de una suscripción popular para sufragar los gastos del Monumento a Emilio Castelar. De esta manera, el 4 de enero de 1915 se abre la suscripción popular promonumento y el alcalde Enríquez Barrios firma con el escultor el 13 de febrero, por la cual se quedaba el precio fijado en 100 000 pesetas que se le harían efectivas en tres plazos. No obstante, el escultor no recibió todo el sueldo en vida y, tras su muerte en 1924, el Ayuntamiento hizo cuentas con sus herederos.1

El Ayuntamiento de Córdoba, el ejército, donaciones individuales, donaciones de asociaciones culturales, así como ayuntamientos de la provincia, fueron los que suscribieron en su mayor medida la propia suscripción. Sin embargo, la suscripción popular nunca llegó a sumar las 100 000 pesetas, lo que hizo que se creara una subcomisión para conseguir más fondos, objetivo que no llegó a buen puerto.1​ A pesar de que el 2 de marzo de 1915 comienzan los trabajos de cimentación del monumento que no pudieron continuarse debido a la no recaudación de fondos.

Vista lateral.

En 1920, se renuevan los deseos del Ayuntamiento por conseguir la erección del monumento, pero de nuevo la escasez de fondos por parte del consistorio hizo que pasaran los años sin que pudieran conseguirse los fondos necesarios.

Inauguración y traslado[editar]

Hasta la llegada del año 1923 no se pudieron conseguir los fondos necesarios para poder costear el monumento. Por lo tanto, el Monumento al Gran Capitán se inaugura el 15 de noviembre de 1923, situándose originalmente en el cruce de la avenida del Gran Capitán y de Ronda de los Tejares.1​ A la inauguración acudieron los infantes Carlos de Borbón-Dos Sicilias y su esposa Luisa de Orleans, así como Luis Bermúdez de Castroresponsable de Guerra de la dictadura de Primo de Rivera.2

Sin embargo, el paso de los años había hecho que la configuración de la avenida de Canalejas (Ronda de los Tejares) se llenara de vehículos y que el monumento dificultara su tránsito. Por lo que el arquitecto municipal Félix Hernández elaboró un proyecto en la nueva plaza de las Tendillas para la incorporación del monumento. Así pues, en el año 1927 se trasladó a la plaza de las Tendillas, contando con la oposición vecinal que no aprobó el cambio de ubicación.1

Restauraciones[editar]

Durante el siglo xx hubo diferentes reformas de la fuente que rodea al monumento, siendo la actual, la reforma del año 1999. En aquel momento se planteó la idea de regresar al monumento a Ronda de Tejares o a trasladarlo dentro de la misma plaza, aunque ambas ideas quedaron descartadas.1

En octubre de 2003, el monumento sufrió una profunda restauración donde se le aplicaron barniz y capas de protección, con un coste en la intervención de 27 106 euros, con cargo al Plan de Excelencia Turístico. El día 23 de diciembre de 2003 se reinaugura por parte de la alcaldesa Rosa Aguilar.3

Leyendas[editar]

Una de las más extendidas leyendas que circulan en Córdoba sobre el monumento al Gran Capitán, trata sobre la cabeza que incluye la estatua es la cabeza del torero Lagartijo. Nada más lejos de la realidad. El profesor Ramón Montes señaló la causa de la diferencia material y cromática entre la cabeza y el resto de la escultura:

La figura ecuestre está realizada en bronce, a excepción de la cabeza que es de mármol blanco. Recurso éste, que utilizó Inurria para contrastar y darle una más genuina expresión. Sobre la base de este hecho, existe un bulo según el cual la cabeza del Gran Capitán es la de Lagartijo. Nada más lejano a la realidad. Existen expuestas ambas cabezas, en bronce, en el Museo de Bellas Artes, en donde puede comprobarse el error.
Página 386, tomo III de la obra CORDOBA, editorial GEVER, 1988.

En la misma línea se manifestó José María Palencia Cerezo en uno de los más completos estudios realizados hasta la fecha sobre el monumento:

(...) no existe al respecto ningún tipo de testimonio documental ni literario que pueda llevar a plantearlo. En segundo, porque sobre el particular nada se recoge en el contrato firmado en 1915 con el Ayuntamiento de Córdoba. Y por último, porque de haber procedido en tal sentido, Inurria hubiera navegado contracorriente, convirtiendo una de sus obras más emblemáticas en un pastiche sin sentido de época.
El Gran Capitán de Córdoba a Italia al Servicio del rey. En el capítulo El Monumento al Gran Capitán de Córdoba. José María Palencia Cerezo.

En realidad, el modelo para la cabeza fue un organista de la iglesia de San Nicolás de la Villa.







Nimfa que es pentina, en la plaza Joaquim Folguera.

Nimfa que es pentina (literalmente, 'Ninfa que se peina') popularmente conocida como El Retortijo, es una escultura del artista catalán Joan Borrell i Nicolau de 1929. Está situada en la plaza Joaquim Folguera, junto a la calle Balmes de BarcelonaEspaña. Inicialmente, formaba parte del conjunto de la fuente de la Aurora, obra de Borrell situada en los Jardinets de Gràcia.

A lo largo de los años, la obra ha sido reubicada varias veces por distintos motivos. Inicialmente, Joan Borrell i Nicolau la creó en 1929 con la intención de situarla en el paseo de Gracia al lado de otras obras, sin embargo, después de la guerra el conjunto histórico se dispersó y la obra de Borrell i Nicolau fue trasladada a los jardines del Turó Park, en el barrio de Pedralbes donde permaneció hasta 1968, cuando se decidió trasladarla a la nueva plaza Joaquim Folguera del barrio de San Gervasio después de la remodelación y enjardinamiento de la misma.

La obra está realizada con mármol blanco y representa una mujer vestida con una túnica clásica peinándose en el suelo.







Niños cabalgando sobre peces
AutorFrederic Marès
Creación1928
UbicaciónBarcelonaBandera de España España
EstiloNovecentismo
MaterialBronce
TécnicaEscultura
Dimensiones

0,58 x 5,04 -diam.- (total) 1,15 x 1,30 x 0,50 m (niño 1)
1,25 x 1,16 x 0,60 m (niño 2)
1,20 x 1,30 x 0,80 m (niño 3)
1,12 x 1,30 x 0,62 m (niño 4)

0,21 x 0,55 x 0,55 m (cada base)
Coordenadas41°23′19″N 2°10′01″E
Una de las figuras

Niños cabalgando sobre peces (en catalánNens cavalcant peixos) es un conjunto escultórico situado en la confluencia de la Gran Vía de las Cortes Catalanas y la Rambla de Cataluña, en Barcelona. Obra de Frederic Marès, fue realizada en 1928.

Historia y descripción[editar]

La fuente fue concebida para la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, que tuvo lugar en la montaña de Montjuïc, aunque supuso numerosas reformas e intervenciones urbanísticas en varios puntos de la ciudad. Uno de ellos fue la plaza de Cataluña, actualmente uno de los centros neurálgicos de la ciudad, pero que antiguamente era una explanada a las afueras del núcleo antiguo, que no empezó a urbanizarse hasta 1902. Con motivo precisamente de la Exposición se llevó a cabo una reurbanización de todo el espacio de la plaza, con un proyecto de Francesc Nebot. Para decorar la plaza se organizó un concurso público en 1927, en el que se decidió la instalación de veintiocho esculturas. Entre ellas había dos fuentes: la Fuente de los seis putti, de Jaume Otero, y Niños cabalgando sobre peces, de Frederic Marès.1

Frederic Marès (1893-1991) se formó como escultor en la Escuela de la Lonja y amplió sus estudios en París, becado por el Ayuntamiento de Barcelona. Trabajó como ayudante en el taller de Eusebi Arnau, hasta que formó un taller propio. También ejerció como profesor de escultura en la Escuela de la Lonja y como catedrático de modelado y composición en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge, de la que fue también director entre 1947 y 1964. Su producción abarca esculturas, imágenes, bustos y monumentos, en un estilo realista a caballo entre el clasicismo y el novecentismo de inspiración mediterraneísta. Después de la Guerra Civil efectuó numerosas restauraciones y reconstrucciones de monumentos destruidos durante la contienda y recibió numerosos encargos oficiales. En 1948 creó en Barcelona el museo que lleva su nombre.2

La obra le fue encargada a Marès en mayo de 1928 y fue colocada e inaugurada en mayo de 1929. Fue ejecutada en los Talleres y Fundición Judas, de Barcelona.3

La fuente se encontraba en la parte alta de la plaza, en la terraza donde ahora se hallan las dos fuentes monumentales realizadas por Fernando Espiau Seoane en 1959. Por dicho motivo fue retirada la obra de Marès, que dos años más tarde, en 1961, fue trasladada al cruce de Gran Vía y Rambla de Cataluña, en el lugar donde había estado el Monumento a Joan Güell i Ferrer antes de la Guerra Civil, que fue situado unos metros más adentro de la Gran Vía, en dirección al paseo de Gracia.4

Es una fuente con un surtidor central de agua y cuatro figuras de niños o amorcillos situadas sobre sendas figuras de peces, que vierten agua por su boca. Las figuras son dinámicas y dotadas de una personalidad propia, cada una con un sello diferencial: hay dos niños y dos niñas, los primeros despeinados, mientras que, de las niñas, una lleva coletas y otra el pelo recogido. Los niños aparecen uno con un tridente y otro con los brazos en alto, mientras que las niñas, una se encuentra soplando una caracola y la otra sujetando una serpiente con la mano derecha, mientras que, con la izquierda, sujeta un velo que lleva atado al cuerpo con una cinta.4

En 1993, dos años después del fallecimiento de Marès, se colocó en el paseo marítimo de Portbou, su localidad natal, una copia de una de las figuras.3

La fuente ha sufrido diversos percances debido al tráfico, ya que se encuentra en el cruce de dos calles muy concurridas de la ciudad. El más grave se produjo el 30 de julio de 2002, cuando un camión —cuyo conductor dio positivo en la prueba de alcoholemia— irrumpió en la pequeña rotonda donde se ubica la fuente y destruyó totalmente dos de las figuras de niños, que tuvieron que ser sustituidas partiendo de los originales que se conservan en el Museo Frederic Marès. En 2007 se hizo una amplia restauración de todo el conjunto.

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