CATEDRALES DE ESPAÑA
La Santa Iglesia Catedral de San Antolín es un templo de culto católico, sede episcopal de la diócesis de Palencia, en la ciudad del mismo nombre, comunidad autónoma de Castilla y León, España. Está dedicada a san Antolín mártir, patrono de Palencia, parte de cuyas reliquias conserva.
Es la tercera catedral más grande de España en cuanto a superficie y con sus 130 metros de longitud, la que tiene la nave central más larga. Es una construcción de grandes proporciones: 130 metros de longitud, con una anchura de 50 metros en el crucero, más otros tantos del claustro y sala capitular; el ábside roza los 42 metros de altura.1
Se trata de un edificio de estilo predominantemente gótico, aunque conserva elementos anteriores, de época visigoda y románica, y elementos decorativos renacentistas, barrocos y neoclásicos. La construcción comenzó en el siglo XIV, siendo la única gran catedral castellana iniciada en esa centuria.2
El exterior carece de una fachada principal propiamente dicha y se presenta austero y macizo, situación que no refleja la grandeza de su interior, donde pueden verse más de veinte capillas de gran interés artístico e histórico y multitud de obras de arte de todos los estilos.
Aunque la construcción de la catedral gótica duró desde el siglo XIV hasta el XVI, en realidad lo que hoy día se observa ha tardado casi catorce siglos en ser levantado, pues la parte más antigua de la Cripta de San Antolín data del siglo VII y hubo importantes obras y reformas en el siglo XX.
El elemento más reconocible al exterior es la torre de 55 m de altura, elevada y sobria, algo tosca teniendo en cuenta su pertenencia al estilo Gótico. Estudios recientes y excavaciones demuestran que fue torre de carácter militar en el pasado y tras cumplir esa función se le añadieron pináculos y espadaña como única decoración. La planta de la catedral es de cruz latina y tiene la peculiaridad de contar con un crucero doble, por lo que también dispone de cinco puertas, formando así una planta en forma de cruz patriarcal; esto es debido a que a mitad de la construcción se decidió sustituir el primitivo crucero por un segundo, más monumental. Ambos cruceros solo se marcan en alzado y no sobresalen en planta.
La catedral es llamada popularmente La bella desconocida. Sin embargo, recientemente desde el Ayuntamiento de Palencia, el cabildo y la Junta de Castilla y León se está promoviendo el proyecto cultural "La Bella Reconocida" para dar a conocer la belleza de esta catedral "desconocida". Fue el primer monumento del municipio de Palencia en ser declarado como Monumento Nacional, distinción que obtuvo el 3 de noviembre de 1929.
Santa Iglesia Catedral de San Antolín de Palencia | ||
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Bien de Interés Cultural | ||
![]() | ||
Localización | ||
País | España | |
Comunidad | Castilla y León | |
Localidad | Palencia | |
Coordenadas | 42°00′40″N 4°32′13″O | |
Información religiosa | ||
Culto | Católico | |
Diócesis | Palencia | |
Orden | Clero secular | |
Advocación | San Antolín | |
Patrono | Antolín de Pamiers | |
Historia del edificio | ||
Fundación | siglo XV | |
Construcción | siglo XIV-siglo XVI | |
Datos arquitectónicos | ||
Tipo | Catedral | |
Estilo | Visigodo, románico y gótico | |
Año de inscripción | 2 de noviembre de 1929 | |
Bien de Interés Cultural Patrimonio histórico de España | ||
País | ![]() | |
Categoría | Monumento Histórico Artístico | |
Código | RI-51-0000340 | |
Declaración | 2 de noviembre de 1929 |
Orígenes del edificio[editar]
En el solar donde ahora se halla la catedral hubo en la Antigüedad un templo de culto pagano. Ese templo se debió sustituir más tarde por otro paleocristiano. De ninguno de los dos queda memoria en el emplazamiento del edificio actual.
El vestigio más antiguo es el fondo de la Cripta de san Antolín, que es el resto de un edificio visigodo de mediados del siglo VII, construido con y sobre restos romanos.4
No se sabe con exactitud quién construyó esta parte. Se supone que tal vez se levantó en tiempos del rey Wamba para guardar las reliquias del mártir san Antolín, que este rey trajo desde Narbona en el 672, cuando era obispo Ascario.
Tras la dominación musulmana, en tiempos de Sancho III el Mayor se restauró la diócesis palentina en su antigua sede de la ciudad de Palencia.5 El rey encargó su organización al obispo Ponce (o Poncio) que gobernó desde 1035 a 1037. La diócesis necesitaba una sede, eligiéndose su ubicación en el mismo lugar que ocupaban las ruinas visigóticas, que fueron ampliadas y restauradas.
En 1035 y ante la presencia de Sancho el Mayor, de la corte y de varios obispos, se consagró el nuevo edificio, con lo que quedó configurada la Cripta de san Antolín tal y como puede verse en la actualidad.6
Años después de esta restauración y probablemente en tiempos del obispo Raimundo (1148-1184), se edificó un nuevo templo en estilo Románico que fue consagrado en 1219, en tiempos del obispo Tello Téllez de Meneses (1208-1247).
En documentos oficiales se denomina a este templo honestissima lapidum domus. Constaba de tres naves, varias capillas, una portada al oeste y una torre. Su cubierta era de madera. Tenía también un claustro y sala capitular. Los restos arquitectónicos que se conservan sirven para determinar su situación y sus dimensiones aproximadas. En la actual capilla mayor se mantienen columnas y capiteles que hacen pensar que aquella zona correspondería al ábside. También se guardan, procedentes de aquella catedral románica, algunos objetos litúrgicos y esculturas en piedra policromada, el sepulcro de doña Urraca (hija de Alfonso VII) y la mesa de altar de piedra que se apoya sobre columnas con capiteles de la capilla del Sagrario. La reja que sirve de puerta a la misma capilla es también románica.
La catedral gótica (1321-1516)[editar]
La catedral románica tuvo un siglo de existencia. Al cabo de esos cien años el obispo Don Gómez, de acuerdo con el cabildo, propuso levantar en el mismo lugar un nuevo edificio, al estilo del momento, el Gótico. Se supone que se tomó esta decisión por el mal estado del edificio románico y por la necesidad de que Palencia tuviera una sede digna del prestigio que había tomado la diócesis.
El 1 de junio de 1321 se colocó la primera piedra ante la presencia del legado pontificio, cardenal Guillaume Pierre Godin, (obispo de Santa Sabina, Italia) y de varios obispos españoles. Ese año era obispo Juan II (1321-1325).
Se desconoce el nombre del autor de las trazas, aunque por su obra se supone que era un maestro-arquitecto español que se inspiró en las catedrales de Burgos y León. Está documentado el primer canónigo obrero o fabriquero, Juan Pérez de Acebes, que era prior de la abadía de Husillos y comendador.
Desde 1321 a 1516 se distinguen tres etapas constructivas:
- La primera se extiende desde 1321 a 1426, en que se comienza la cabecera, con siete capillas absidales y girola. Las obras continuaron lentas a lo largo del siglo XIV.
- La segunda comprende desde 1426 a 1486, cuando se construyen tres tramos de las naves, más la nueva capilla mayor y parte de la torre. Quedaron cerradas las bóvedas de la girola y se construyeron los dobles arbotantes y el triforio. A finales de este siglo se cambiaron los planes que se tenían desde el principio con respecto a la longitud del templo, con el proyecto de ampliarla un tramo más. Estos cambios se efectuarán en el siglo siguiente. Existe una bula de Inocencio VIII a fecha de 1486 que expresa que en esta fecha se hallaba todavía a la mitad de su construcción y descubierta casi toda, lo que puede llevar a pensar que la catedral románica no desapareció de una vez, sino que se fue derribando según avanzaban las obras.7
- La tercera etapa va desde 1486 a 1516, bajo el mandato de los obispos fray Alonso de Burgos, fray Diego de Deza y Juan Rodríguez de Fonseca, con los arquitectos Bartolomé y Martín Solórzano, Juan de Ruesga, Juan Gil de Hontañón y Pascual de Jaén, que puso la última piedra cerrando las bóvedas de los pies. Fue la etapa más activa: se realizaron los cinco restantes tramos de las naves más el crucero, el claustro y la sala capitular.8
Maestros constructores, obispos y mecenas[editar]
Entre 1397 y 1415 las obras de la catedral recibieron un gran impulso bajo el obispado de Sancho de Rojas. Es cuando se termina la capilla mayor cerrando sus bóvedas y se procede a su decoración, sufragada por este obispo. A este le sucedieron en el episcopado Gutierre Álvarez de Toledo, desde 1426 a 1439 y Pedro de Castilla Eril desde 1440 a 1461. Durante el mandato de estos dos obispos tiene lugar la segunda etapa de construcción de que se ha tratado en la sección anterior.
Con Gutierre Álvarez, dirige las obras como maestro mayor Isambart (llamado también Ysambert o Isabrante).9 Este obispo se ocupó de que las obras no decayeran y a tal efecto aprobó la creación de la Cofradía de san Antolín en 1432, de la que se recibirían donaciones importantes.
Su sucesor, Pedro de Castilla, consiguió que se acelerase el ritmo de las obras. Bajo la dirección del maestro mayor Gómez Díaz se construyó la parte que comprendía desde la capilla mayor ya terminada hasta el crucero. Con esta ampliación se hizo realidad el proyecto de agrandar el espacio, cuyas proporciones iban a ser menores en un principio. De esta manera quedó la catedral diseñada con dos cruceros, el auténtico y más ancho que se sitúa entre la actual capilla mayor y el coro, y el falso crucero, más estrecho, que se extiende a continuación de lo que fue capilla mayor (hoy capilla del Sagrario).
Entre 1461 y 1469 tiene lugar el obispado de Gutierre de la Cueva. El maestro de obras sigue siendo Gómez Díaz que vuelve a edificar y termina la torre. A su muerte es contratado Bartolomé Solórzano, que será maestro mayor hasta comienzos del siglo XVI (1504) haciendo los planos y dirigiendo numerosas obras de ampliación durante los obispados de Diego Hurtado de Mendoza (1473-1485), fray Alonso de Burgos (1486-1499) y fray Diego de Deza Tavera (1500-1505). Estos dos últimos obispos dominicos fueron grandes impulsores y entusiastas y consiguieron un gran avance en la edificación de la catedral.
Con fray Alonso de Burgos comienza la tercera y última etapa del Gótico. Era un hombre inquieto, con grandes recursos para aportar soluciones y buscar medios para conseguir la culminación de las obras. Su mejor gestión fue conseguir del Papa el permiso para que el Cabildo de la catedral de Palencia pudiera destinar durante 35 años unas determinadas rentas con destino a las obras de la fábrica. Además legó millones de maravedíes para la catedral en general y para el comienzo de la construcción del claustro. Bajo su mandato se terminó el crucero (1497) y se dio un gran avance al siguiente tramo, avance que llegó casi hasta los pies del templo.
El otro gran obispo dominico, Diego de Deza, contrató al maestro Martín Ruiz de Solórzano para la culminación del edificio; pero en 1505 el obispo es trasladado a Sevilla y el maestro Martín muere.
Otro gran adelanto tuvo lugar gracias a Inés de Osorio, noble dama palentina que murió viuda y sin descendencia y dejó en su testamento una importante suma con la que se pudo finalizar las bóvedas del crucero y avanzar en otros espacios. Esta señora está enterrada en el lateral de la actual capilla del Sagrario, en un notable sepulcro, obra de Alonso de Portillo.
El siguiente obispo fue Juan Rodríguez de Fonseca, cuyo mandato duró casi 10 años, de 1505 a 1514. Fue un gran mecenas. Contrató al maestro constructor Juan de Ruesga, que se ocupó de las obras pendientes, y al maestro Juan Gil de Hontañón para la culminación del claustro. Antes de que los trabajos se terminaran, el Obispo fue trasladado a Burgos, así que el final de estos trabajos tuvo lugar bajo el episcopado de Juan Fernández de Velasco, desde 1514 a 1520, con el cierre de las bóvedas del claustro, sala capitular y otras del templo que aún quedaban, cuya última piedra fue colocada en 1516 por el maestro Juan de Jaén. Con esto se da por terminada la catedral gótica. Fonseca sufragó, además, el trascoro, la remodelación de la escalera de acceso a la cripta, y regaló una rica serie de tapices.10
Obras hasta el siglo XX[editar]
Durante los siglos siguientes tuvieron lugar una serie de obras destinadas fundamentalmente a amueblar y embellecer el templo.
En el Renacimiento, los hermanos Corral de Villalpando decoran algunas capillas y bóvedas, destacando las filigranas que embellecen las claves de las bóvedas de la capilla mayor. Durante los siguientes siglos, se decoran y alhajan las capillas y diversos espacios del templo. El claustro bajo se reformó en el siglo XIX bajo el mandato del obispo Mollinedo y de 1884 a 1901 se producen restauraciones de varias capillas. Los arquitectos Ángel Cadano, M. González Rojas y Juan Agapito y Revilla restauran los arbotantes de la cabecera.
En el siglo XX tuvieron lugar obras en las cubiertas y crestería, siendo su arquitecto Jerónimo Arroyo. Fernando Chueca Goitia diseñó la portada de la fachada oeste, y a partir de 1998, se limpiaron y restauraron la torre, el ábside y las portadas, y se acondicionaron las cubiertas, con vistas a albergar la séptima exposición de Las Edades del Hombre que, con el título de Memorias y Esplendores, tuvo lugar en 1999, con gran afluencia de público.11
Siglo XXI[editar]
Durante los primeros años del siglo, las labores fundamentales se han centrado en la restauración, limpieza y conservación de diversos espacios de la catedral. Entre los trabajos más destacados, están:
- La restauración de la fachada septentrional y girola.
- La restauración de la capilla de los Reyes.
- La restauración de la mitad oriental de la fachada meridional (hasta la Puerta de los Reyes). Años después se restauraría el resto de la fachada.
- La restauración de la antigua capilla del Monumento.
- Nueva iluminación.
- Reposición de la vidriera central de la fachada occidental u oeste.
- La más importante de las obras del siglo XXI ha sido, probablemente, la restauración del claustro. Se abrieron de nuevo los arcos (que habían sido cegados en el siglo XVIII), mejorando con ello las trazas de su estilo Gótico, se restauran las bóvedas, paredes y suelos y se abrieron al público espacios antes clausurados.
En febrero de 2014 se ultimó la instalación de un complejo equipo de sensores que controlan diversos parámetros, como la humedad, temperatura, presencia de insectos, etc., de gran utilidad de cara a la mejor conservación de la seo palentina. Estos trabajos fueron realizados en colaboración con la Fundación Santa María la Real de Aguilar de Campoo.12
Exterior de la catedral[editar]
El exterior de la catedral se caracteriza por su sobriedad y desnudez, solo rota por la riqueza de algunas de las portadas y el dinámico juego volumétrico del ábside. Las cinco puertas se distribuyen en las tres fachadas, y en el lado sur se alza la torre, de aspecto militar, entre dos de estas puertas. Desde el ingreso del crucero hasta los pies del edificio, la presencia del claustro ofrece al exterior una alta pared lisa con un solo vano como decoración externa.
Fachada occidental[editar]
Orientada hacia la orilla del río Carrión, en la Plaza de san Antolín, tiene anexa la Capilla del monumento (siglo XVIII) que sobresale notablemente de la fachada. Presenta planta octagonal con vanos de medio punto y cubierta de chapitel en forma de cúpula.
La parte alta de la fachada occidental se cierra con un frontón en cuyo centro se abre un clásico rosetón gótico. Este frontón equilátero está decorado con pináculos y crestería y remata su vértice una cruz con el anagrama JHS. Dos gruesos contrafuertes recorren los laterales de la pared; entre ellos se abre una de colores azulados que representa la Anunciación. A pesar de su modernidad (data del año 2005) no rompe el estilo gótico de la catedral; este ventanal fue colocado para sustituir a una vieja vidriera en mal estado.
El acceso es una puerta sencilla, en forma de edículo de estilo clasicista, obra moderna de Fernando Chueca Goitia; recibe el nombre de puerta de San Antolín o de los Descalzos. Anexas a un lado de la fachada se encuentran la antesala y sala capitular (que guardan el tesoro del Museo catedralicio); sus muros exteriores están surcados de ventanales y contrafuertes que terminan en pináculos. Otro espacio colindante alberga la biblioteca de la catedral.
La última reconstrucción de los remates en esta fachada, según las trazas primigenias, ha recuperado las pendientes originales de las cubiertas laterales, de modo que vuelven a verter las aguas de lluvia hacia sus lados, resolviendo el problema de la humedad.
Fachada septentrional[editar]
Está orientada hacia la Plaza de Cervantes. La fachada es casi lisa, interrumpida solo por dos puertas, correspondientes al crucero y falso crucero. A lo largo de este muro se encuentran trasdosadas las sacristías que corresponden a las sucesivas capillas de la nave del Evangelio, lo que proporciona a la catedral tres alturas en este lado.
A la izquierda, junto a la cabecera, se encuentra la Puerta de los canónigos. Hubo un tiempo en que se la llamó Puerta nueva por ser la última en construirse, sin contar con la anteriormente descrita de los pies del templo. En las actas capitulares se dice que fue construida en 1762. Consiste en un sencillo arco rebajado y sin ornamentación que da entrada al falso crucero. Frente a esta puerta se halla el Hospital de San Antolín y San Bernabé, cuya administración depende del Cabildo desde el siglo XII.
Hacia la derecha se encuentra el crucero principal, y en su parte baja la Puerta de los Reyes o de San Juan, muy decorada en estilo flamígero, aunque en parte degradada por la erosión al estar expuesta al lado norte del edificio. Encima de esta gran portada, tres imágenes de santos (en el centro el patrón de Palencia, san Antolín, y en los laterales sus compañeros de martirio, Juan y Almaquio). En el mainel y sobre una pilastra está la estatua de san Juan Bautista, deteriorada, que da su segundo nombre a la puerta. Es la única puerta de Palencia que posee un parteluz. Hoy en día esta puerta ha quedado cerrada al colocarse un altar en el interior de la catedral que se utiliza en las grandes ceremonias como las misas del Domingo de Ramos o del Corpus Christi.
Cabecera[editar]
La parte más antigua de la catedral es la cabecera, que sigue los patrones del estilo Gótico clásico. La forma un ábside poligonal con absidiolos rasgados por grandes ventanales, que recuerda al de la catedral de León, aunque con una concepción aún más monumental si cabe. El juego de volúmenes y luces se enriquece con una minuciosa decoración de molduras, frisos de escamas, pináculos y tracerías. Entre los pináculos surgen extrañas gárgolas; se basan, como fuera costumbre en el Gótico, en temas relacionados con la muerte, el infierno y seres fantasmagóricos. Llama la atención la Gárgola del fotógrafo, un añadido moderno del arquitecto Jerónimo Arroyo; se trata de una curiosa imagen anacrónica muy popular entre los palentinos, representando a un conocido del arquitecto portando una moderna cámara fotográfica.
Fachada meridional[editar]
Se aprecia aquí una evolución de estilos decorativos, desde el gótico clásico de la girola pasando por el flamígero de las puertas y el renacentista del centro de la nave hasta el neoclásico del oeste, aunque guardando gran unidad todo el conjunto. Este lado se abre a la extensa Plaza de la Inmaculada, y el edificio muestra dos portadas, la torre y el muro correspondiente al claustro.
Desde el ábside, la primera portada que aparece es la llamada del Salvador, o más usualmente, de los Novios, con decoración sencilla, gótica, realizada en tiempos de los obispos Hurtado de Mendoza y Burgos, cuyos escudos pueden verse en el friso que está bajo la cornisa. El escudo del medio es el del cabildo. La puerta se compone de tres arquivoltas apuntadas, adornadas con elementos vegetales y follaje. Llama la atención el tímpano que, desprovisto de toda ornamentación, flanquea el portón.
A continuación se levanta la torre catedralicia, una construcción militar prismática, muy sobria, con un hueco para la esfera del reloj y sencillos ventanales de medio punto en el cuerpo superior, culminando con dos arcos que se conforman como espadaña, uno grande y de medio punto sobre el que se asienta otro con arquitrabe, todo coronado con grandes pináculos. El primer cuerpo se cierra con bóveda de cañón apuntada, remodelada en el siglo XV.
A la izquierda, se encuentra la puerta más grande y decorada del templo: la del Obispo o de Santa María (siglos XV-XVI), en la actualidad bastante deteriorada por la erosión. Se comenzó en tiempos del obispo Hurtado de Mendoza; su decoración es algo más tardía, en tiempos del obispo fray Antonio de Burgos, y se terminó con Rodríguez de Fonseca. Consiste en un arco de medio punto rebajado, con cinco arquivoltas en forma de arco apuntado, y un guardapolvo muy decorado; las arquivoltas aparecen adornadas con motivos vegetales e historiados, y se apoyan en columnas, coronadas por apóstoles esculpidos en el siglo XVII; en el centro de la portada encontramos una bella imagen de la Virgen María, gótica, rodeada por dos vidrieras en forma de flor; el tímpano se enriquece con un conjunto de finos relieves con formas agrutescadas de sabor renacentista.
Por último y más a la izquierda se encuentra la pared exterior del claustro, animada por contrafuertes coronados por pináculos. El claustro posee una única puerta al exterior, cerrada con una verja de hierro. Sobre el claustro se aprecia el exterior de la unión de las naves con el crucero, con sus típicos arbotantes y vidrieras.
Interior de la catedral[editar]
Si el exterior de la catedral se caracteriza por la sobriedad de sus formas, el interior desprende la imagen contraria. El estilo gótico se repite en todo el templo con variantes flamígeras, así como decoraciones renacentistas, platerescas y barrocas, estas últimas patentes en la gran cantidad de retablos, cuadros y tallas que encierran los muros de la seo.
La planta está dividida en tres naves de nueve tramos, incluido el que corresponde al falso crucero, que une el resto de los tramos con la girola. Las naves están separadas por pilares fasciculados sobre los que descansan los arcos apuntados y las bóvedas de crucería, características del Gótico. La estructura de estas bóvedas se va complicando desde la cabecera hacia los pies, testimonio de cómo iba avanzando las obras de construcción; así, los sencillos diseños de las bóvedas de los absidiolos y zonas adyacentes, que fue lo primero en ser construido, se van convirtiendo en bóvedas de crucería sexpartita y combadas a partir del crucero. El crucero mayor está situado en el sexto tramo, entre el coro y la capilla mayor, que se encuentra en la nave central ocupando los siguientes dos tramos. La catedral dispone de un auténtico triforio practicable, aunque ciego al exterior. Recorre la nave central, el crucero y la cabecera, y se cierra con magníficas tracerías caladas.
La Cripta de san Antolín es un espacio muy importante dentro del edificio, tanto por el valor histórico como por su arquitectura que representa la época visigoda y protorrománica. Se encuentra en un nivel inferior en la nave central y se accede a él por una escalinata situada a los pies de las gradas del trascoro.
Las bóvedas que cierran el espacio están muy decoradas y se elevan hasta más de 30 metros de altura.
De las vidrieras góticas y renacentistas que cerraban los ventanales son pocas las que han llegado a nuestros días. La mayoría de las existentes son de los siglos XIX y XX, como las que decoran las capillas del ábside, debidas a la Casa Rigalt y Cía., de estilo neogótico. No obstante, se sabe que trabajaron en la catedral de Palencia los mejores maestros vidrieros del momento de construcción del templo, como Arnao de Flandes o Juan de Valdivieso, los cuales se habían comprometido en el año 1503 a confeccionar las vidrieras del crucero. Tales obras se creían del todo perdidas, hasta que en el año 1997 se descubrió, bajo los vanos cegados con yeso de un ventanal de la nave, una vidriera completa original, en relativo buen estado. Una vez restaurada, se atribuyó su autoría a Arnao de Flandes, en estilo renacentista con algunos recuerdos gotizantes. La vidriera completa muestra a varios apóstoles y patriarcas bíblicos como prefiguración de Cristo, que aparece en el alveolo superior en una bellísima imagen. Este vitral se conserva y exhibe ahora, fragmentado, en el claustro.13
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En el primer tramo del muro exterior del lado del Evangelio de la capilla mayor de la catedral se encuentra el sepulcro del deán Rodrigo Enríquez, que falleció en 146514 y era hijo del almirante de Castilla Alfonso Enríquez de Castilla y bisnieto del rey Alfonso XI de Castilla.15 Y el otro arco cobija un pequeño retablo dorado y policromado, con figuras en grisalla sobre oro, enmarcando una pintura sobre tabla representando La Aparición de Jesús Resucitado a su Madre, atribuida por unos a Alonso Berruguete y por otros a Juan de Villoldo. A su lado, una escultura en piedra policromada del siglo XVI representa a san Juan Evangelista.
En el segundo paño destaca el sepulcro del Abad de Husillos Francisco Núñez, obra del escultor Alejo de Vahía16 y realizado en 1501. El arco contiguo enmarca el retablo de Santa Apolonia, obra de Manuel Álvarez, de 1556. La escultura de la santa titular es una talla de piedra policromada del siglo XV, atribuida al escultor Alonso de Portillo. A su lado hay una escultura de san Juan Bautista, en piedra policromada del siglo XVI.
Las paredes exteriores del coro se corresponden con sus tramos cuarto y quinto y fueron construidas a costa del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
Dos pequeñas puertas de entrada al coro y al corredor alto, talladas en madera de nogal, se sitúan a ambos lados del altar del Cristo. Fueron hechas por Pedro de Guadalupe entre los años 1513 y 1519 y muestran los escudos del cabildo y de Fonseca y las cabezas de los apóstoles Pedro y Pablo en bajorrelieve. En el retablo pétreo de este tramo se encuentra el Cristo de las Batallas, imagen muy venerada en la ciudad, ante la que se encomendaban los soldados al partir a la guerra. Es una talla gótica de gran calidad e impactante patetismo, acentuado por la policromía.
El segundo tramo, de líneas y decoración plateresca, lleva en el centro un pequeño altar dedicado al Salvador, en arco de medio punto, cobijando en él la excelente figura del titular. Esta escultura, tallada en madera de nogal, dorada y policromada, fue realizada por Felipe Bigarny para ser colocada en al altar mayor. La posterior decisión del Cabildo, situando en el centro del retablo mayor la imagen de san Antolín, hizo que se ubicara definitivamente aquí.
La traza o diseño de este paño se atribuye a Diego de Siloé y se decora además con ocho esculturas en piedra policromada, representando a santos, reyes y fundadores, realizadas en torno al año 1500.
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Frente a la sacristía, en la pared de la capilla mayor, se encuentra el sepulcro de Diego de Guevara, Arcediano de Campos, realizado en 1509 por Alejo de Vahía.16
El espacio contiguo al trascoro está formado por un gran altar plateresco fechado en 1534, con trazas atribuidas a Diego de Siloé y nueve imágenes de piedra realizadas por Juan de Ruesga. Lleva columnas altas, con pilastras e impostas que delimitan las divisiones, y en el centro un arco rebajado y trilobulado. Preside la parte superior la imagen de San José sedente con el Niño, estando ocupadas el resto de las hornacinas por imágenes de diversas santas. La parte baja se encuentra ocupada por un pequeño retablo en madera dorada y policromada, llevando en su centro las esculturas, en piedra policromada, de San Pedro y San Pablo, de resabios gotizantes. En el remate del mismo, dos grupos escultóricos de pequeño tamaño, la Anunciación y el Nacimiento, obra rococó de Juan Manuel Becerril, fechada en 1769.
El espacio contiguo al crucero está formado por un arco gótico, análogo al situado en la nave del Evangelio, con los escudos de Fonseca y decorado con doseletes, cresterías y pinturas murales. Dentro del arco, en el centro, se sitúa el Altar de la Visitación, retablo de finales del siglo XV, con tablas pintadas al óleo, donado por el prior Juan Ayllón. Es una de las mejores piezas pictóricas de la catedral, destacando el excelente estudio de la perspectiva, y el realismo de raigambre hispanoflamenca de las figuras. Es obra de un autor anónimo, conocido por el nombre de "Maestro de la Visitación de Palencia".
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