domingo, 14 de agosto de 2022

HISTORIA DE ESPAÑA

 CATEDRALES DE ESPAÑA

La catedral de Nuestra Señora de la Merced es un templo católico, sede de la diócesis de Huelva. Creado como convento de padres mercedarios en 1605 sobre la antigua Ermita de San Roque, funcionó como capilla del Hospital Provincial y como parroquia hasta que fue consagrado como catedral el 15 de marzo de 1954 al ser creada la diócesis onubense a partir de la archidiócesis de Sevilla.

Catedral de
La Merced de Huelva
Bien de Interés Cultural
Bien de Interés Cultural y Bien de Interés Cultural
Huelva-01-3 8v c-catedral.jpg
Localización
PaísBandera de España España
Comunidad AutónomaBandera de Andalucía.svg Andalucía
ProvinciaBandera de la Provincia De Huelva.svg Huelva
LocalidadHuelva
Coordenadas37°15′47″N 6°57′08″O
Información religiosa
CultoCatólico
DiócesisHuelva
OrdenClero secular
AdvocaciónNuestra Señora de la Merced
PatronoVirgen de la Merced o de la Misericordia
Historia del edificio
Fundación1954
FundadorDuques de Medina Sidonia
Construcción1605-1954
Datos arquitectónicos
TipoCatedral
EstiloRenacimiento y barroco
Año de inscripción12 de marzo de 197021 de septiembre de 2005 y 14 de abril de 1970
Bien de Interés Cultural
Patrimonio histórico de España
PaísBandera de España España
CódigoRI-51-0003842
Declaración12 de marzo de 1970

Historia[editar]

El convento de la Merced fue levantado por orden de Alonso Pérez de GuzmánVII duque de Medina Sidonia y señor de Huelva en esta época. La iglesia, actual catedral de Huelva, servía de capilla para los cultos del convento de los Mercedarios Descalzos, y fue fundado en 1605. El lugar, desde el siglo xvi, estaba ocupado por una construcción de culto anterior, impulsada por el cabildo y los condes de Niebla y marquesado de Gibraleón, como impulsores mecenas para promover el auxilio y piedad del santo en torno a las constantes epidemias sufridas en la villa. Se crean tres santos protectores en la periferia del núcleo poblacional: La ermita de San Blas (Patrón de la garganta), en las inmediaciones de la carretera de Sevilla, (actualmente desaparecida), la de San Sebastián, Patrón de Huelva que perdura su veneración, aunque su primigenio templo no se conserva. Estaba situado en torno al cementerio antiguo (final de la calle San Sebastián), siendo desfiladero de entrada a la ciudad, y la desaparecida ermita de San Roque, copatrón de la villa de Huelva, dispuesto en el camino de Gibraleón y por la que se crea este cenobio de los Mercedarios descalzos integrando el edificio en la nueva construcción). La iglesia de La Merced con su aspecto actual es fruto de obras a lo largo de tres siglos por lo que la fachada primigenia presumiblemente tendría otra fisonomía. El conjunto, iniciado de inspiración renacentista y continuado siguiendo los modelos del Barroco, tiene un cierto sabor colonial, sin perder su esencia conventual. La autoría original no está aún determinada y puede ser atribuida a uno de los siguientes arquitectos: Alonso de Vandelvira, maestro mayor de obras de El CondadoFray Juan de Santa María o el maestro mayor Martín Rodríguez de Castro. Se inicia su construcción en 1605 con dirección del maestro albañil Pedro Gómez Utebami y las obras más importantes finalizaron entre 1612 y 1615.

La estructura original duró apenas un siglo, debido a que la ruina amenazaba el conjunto ya en 1714 y el terremoto de Lisboa de 1755 resintió la edificación de manera grave, dejando destruida la capilla de San Cayetano. A pesar de ello, el siguiente seísmo en 1765 fue el que terminó de afectar gravemente a la Iglesia y Convento de La Merced, siendo necesaria una reforma integral. A finales del siglo xviii, bajo proyecto de Pedro de Silva, ya en puro estilo barroco, se erigió el nuevo templo, encargándose de las obras Ambrosio de Figueroa y a su muerte en 1775, las continúa Francisco Díaz Pinto. Esta reforma que conformaría el aspecto actual de la Iglesia de la Merced duró hasta bien entrado el siglo xix.

Antiguo convento de La Merced, anexo a la Catedral, hoy propiedad de la Universidad de Huelva.

Los principales trabas en la larga reforma de la iglesia fueron la invasión napoleónica de Huelva de 1811, la supresión de los señoríos en 1811 (ya que seguía vinculado a la Casa de Medina Sidonia) y la supresión de las comunidades religiosas masculinas por el ministro Mendizábal en 1835. La desamortización de Mendizábal (1835), al igual que en otros inmuebles de la Iglesia en España, provocó que el convento de La Merced pasara a manos públicas, en este caso la Diputación provincial. Este organismo fue el encargado de impulsar la reanudación de las obras en La Merced. La iglesia siguió abierta al culto y el convento sirvió como instalaciones militares desde 1844. Posteriormente a partir de 1861 el antiguo convento cambió de uso y alojó a un Instituto de Segunda Enseñanza y Escuela Normal de Maestros. También ha albergado la sede de la Diputación y del Instituto General Técnico y ha servido como Hospital Provincial, alzando para este uso sanitario un tercer piso en 1957. Actualmente es la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de Huelva.

El 22 de agosto de 1877, la Diputación Provincial de Huelva concluyó la restauración de todo el histórico edificio. En la última década del siglo xix se llevan a cabo retoques y se concluye así el proyecto decorativo del interior, manteniendo el estilo barroco como predominante del conjunto. En 1915, ante el problema de la falta de campanas que convocasen a los actos litúrgicos, se levantaron sobre las inacabadas torres laterales de la fachada principal, las actuales espadañas de doble cuerpo de inspiración colonial.

En 1953 con la creación de la nueva diócesis onubense se elige la iglesia parroquial de La Merced como nueva catedral, lo que conllevaría la adaptación del presbiterio para las nuevas necesidades ltúrgicas.

El 28 de febrero de 1969 un nuevo terremoto azotó la zona (con este son tres los que dañan la estructura del edificio) y volvió a ser clausurada para una necesaria restauración, bajo la dirección del arquitecto Rafael Manzano, finalizando en 1977 las obras. Para su protección, el 12 de marzo de 1970 fue firmado el decreto de declaración de la ya catedral de La Merced como Monumento Histórico Artístico.

El edificio[editar]

Exterior[editar]

La portada es de estilo barroco. Construida en ladrillo revocado, está organizada en tres cuerpos individualizados por cornisas. El inferior en que se enmarca el portón de entrada de medio punto, sirve como zócalo. La parte central está concebida a modo de gran retablo con hornacinas, que fueron enriquecidas en 1978 con las esculturas, en barro cocido, de la Virgen de la MercedSan Leandro, San Walabonso, Santa María y el Beato Vicente de San José, obras realizadas por Antonio León Ortega.
Los laterales se decoran con pilastras que enmarcan el conjunto estilizando su estética. Una balaustrada sobre la cornisa divisoria corona el tramo central. La parte superior rematada con espadañas para las campañas sobresale del edificio. Otras iglesias de la provincia de Huelva basaron su diseño en la fachada de La Merced. El estilo de iglesias como La Merced sirvió para configurar en Latinoamérica el barroco colonial.

Contiguo al templo se encuentra el antiguo convento de La Merced, hoy sede de la Universidad de Huelva, totalmente remodelado a lo largo del siglo xx.

Interior[editar]

El templo original renacentista construido en el siglo xvii por las sucesivas reformas fue convirtiéndose en iglesia de planta de salón de corte basilical de tres naves de cinco tramos separadas por arcos de medio punto y crucero central. De su decoración destaca la Virgen con el Niño realizada por Juan Martínez Montañés y que preside el altar mayor, así como el Cristo de Jerusalén. Su vinculación a la Casa de los Guzmán queda patente en el panteón familiar de los condes de Niebla (título dependiente del ducado de Medina Sidonia), que alberga la iglesia.

Capilla mayor[editar]

Situada en la cabecera del templo, cuenta con un altar exento sobre solería de mármol gris y rojo. La preside un camarín rococó del siglo xviii ocupado por la imagen de Nuestra Señora de la Cinta. La escultura representa a la Virgen María erguida y con el Niño Jesús en sus brazos.

La Virgen de la Cinta fue tallada por Juan Martínez Montañés en 1616. Formalmente remite a otras imágenes del autor como la Virgen con el Niño del Monasterio de San Clemente de Sevilla o la del Monasterio de San Isidoro del Campo de Santiponce. Fue atribuida por primera vez al escultor jiennense por Diego Díaz Hierro en 1955, quien apuntaba también a la posible autoría de Alonso Cano. Sin embargo, no es hasta 1976 cuando se genera un consenso entre los historiadores, al incorporarla José Hernández Díaz a su catálogo de obras de Montañés. Los investigadores Antonio Romero Dorado y José Manuel Moreno Arana consiguieron documentarla y fecharla a través de un libro de cuentas conservado en el archivo de la Casa de Medina Sidonia.

La talla fue un encargo de Manuel de Guzmán y SilvaDuque de Medina Sidonia, señor de Huelva y patrono del convento mercedario. Su precio fue de 150 ducados. Sin embargo, su destino original no era el templo onubense sino el Convento de la Merced de Sanlúcar de Barrameda, capital de sus territorios. Fue conducida a Huelva el 4 de septiembre de 1618, sin que hasta la fecha conozcamos el porqué de este cambio de planes. Fue recibida por el cabildo municipal con grandes fastos que incluyeron una mascarada, un triduo en la Parroquia de San Pedro y una procesión con danzas y ministriles en la que participaron los religiosos de todos los conventos y las cofradías de la ciudad.

Aunque coincide en su advocación con la Patrona de la ciudad, no debe ser confudida con ella, ni presenta ningún atributo iconográfico que justifique su nombre. La escritura fundacional del convento, del 13 de abril de 1605, establece ya que una imagen de la Virgen de la Cinta habría de presidir el altar mayor.

El presbiterio de la iglesia fue reformado en 1954 para adaptarlo a su nueva función catedralicia, colocando en él la sede episcopal y el coro para canónigos que se extiende desde el altar mayor hasta el crucero.

Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, escuela gaditano-genovesa.

Nave central[editar]

La nave central predomina sobre las laterales y está cubierta por bóveda de cañón dividida en cinco tramos. Los arcos formeros divisorios son de medio punto, y sobre ellos se eleva una tribuna corrida con balcones de reja de forja. En la entrada destaca el arco vaído que soporta el coro alto como prolongación de las tribunas laterales. La tribuna en desuso ya en época de su construcción pudo ser debida a la reforma mercedaria medieval del edificio. La iglesia se sostiene mediante pilares, de los que destaca los cuatro de sección cruciforme que soportan la cúpula del crucero, con pilastras adosadas rematadas en capiteles corintios. El crucero se cubre con una amplia cúpula hemisférica sobre pechinas, que están decoradas con tondos pintados con las imágenes de santos de la Orden de la MercedSan Pedro NolascoSanta María de CervellónSan Ramón Nonato y la Beata Mariana de Jesús. La cúpula se cierra con tambor y linterna.

Adosado al segundo pilar, está el púlpito, pieza del barroco purista, realizado alrededor de 1624, con decoración pictórica de comienzos del siglo xix y relieves con los símbolos de la Orden de la Merced. El antepecho aparece decorado con retratos de los beatos mercedarios Jacobo de Soto, Sancho de Aragón y Juan de Santamaría. La escalerilla se articula en dos tramos adosados al pilar y su barandilla se adorna con flores, lazadas y filetes dorados.

Naves laterales[editar]

Las naves laterales, divididas cuatro tramos y con retablos laterales de inspiración barroca, se cubren con bóvedas de arista. El fondo de las naves se decora con capilla en la nave derecha por la que se accede al campanario y la izquierda en antesacristía, por la que se comunicaba con el convento anexo.

La cabecera de la nave del Evangelio está ocupada por la Capilla Sacramental. En ella se encuentra la custodia procesional del Corpus Christi, obra como toda la orfebrería de la capilla de Fernando Marmolejo. Coronada por la imagen de la Fe, su base presenta relieves con motivos alusivos al Descubrimiento de América, ángeles, evangelistas y cartelas con antífonas eucarísticas. El frontal de altar de plata luce el escudo episcopal de Ignacio Noguer Carmona

El retablo del crucero es una obra rococó de madera dorada y policromada con tres calles y ático de movida silueta. Su camarín lo ocupa María Santísima de los Dolores, dolorosa de candelero para vestir perteneciente a la Hermandad de Los Judíos. Es una talla del siglo xviii de escuela gaditano-genovesa que perteneció a la Orden Tercera Servita y procesionó por primera vez el Domingo de Ramos de 1792. Muestra de esa filiación servita es el medallón con la imagen de San Felipe Benicio que figura sobre el camarín. En las calles laterales, pequeñas tallas de los santos mártires Lorenzo y Catalina.

Cristo de Jerusalén y Buen Viaje, escuela gaditano-genovesa.

A continuación, encontramos una hornacina de arco trilobulado sostenido sobre estípites. Fue realizado en la primera mitad del siglo xviii en madera dorada y policromada a imitación de mármol. Lo ocupa el Santísimo Cristo de Jerusalén y Buen Viaje, imagen de Cristo crucificado de escuela gaditano-genovesa atribuido a Francesco Maria Maggio.1​ Consta que la devoción existía ya en 1647 y debe su nombre a la devoción de la gente del mar. Procesiona el Jueves Santo.

El siguiente retablo alberga a la titular del templo, Nuestra Señora de la Merced. Es una imagen de vestir de escuela sevillana del siglo xvii, atribuida al círculo de Juan de Mesa. Es titular de la Hermandad de Los Judíos. El retablo, ocupado anteriormente por la Virgen de la Cinta que hoy figura en la capilla mayor, es una hornacina de medio punto enmarcada por un dosel tallado del siglo xviii decorado con atributos marianos, ángeles, flores y frutas.

A los pies de la nave del Evangelio hay un retablo de tres calles neoclásico de madera dorada y policromada que simula un acabado marmolado. La hornacina central alberga una imagen dieciochesca de San Antonio Abad. En el ático hay una pequeña imagen de San Cayetano, mientras que en la mesa de altar se encuentra una talla de vestir de San Pedro Nolasco, de las fechas fundacionales del convento.

La cabecera de la nave de la Epístola carece de retablos, situándose aquí el acceso a la sacristía. Sobre su puerta vemos un cuadro de San Lorenzo pintado por Herrera el Viejo. Cierra el crucero por este lado un retablo similar al de la Virgen de los Dolores que alberga a Nuestro Padre Jesús de las Cadenas, titular cristífero de la Hermandad de Los Judíos. Es también una imagen de escuela gaditano-genovesa que representa a Jesús en el pasaje de las burlas de la soldadesca tras ser coronado de espinas. Su advocación, existente en 1657, se debe a los grilletes que ciñen sus pies. El retablo se completa con las imágenes de San José en el ático y de San Blas y San Nicolás de Bari en las calles laterales.

Avanzando por la nave de la Epístola encontramos dos retablos de madera dorada y policromada. El primero, rococó del siglo xviii, acoge un grupo escultórico de San José con el Niño Jesús de la mano, tallas cuyo dispar modelado queda disimulado por la policromía y estofado de finales del siglo xviii. El ático, a modo de frontón curvo, acoge un lienzo de San Rafael Arcángel. El segundo de los retablos contiene una talla moderna del Sagrado Corazón de Jesús, siendo la pieza más interesante el medallón superior, un relieve dieciochesco de San Ramón Nonato.

La capilla de los pies de la nave contiene un retablo marmolado de principios del siglo xix con la imagen de San Roquecopatrón de Huelva y titular de la antigua ermita sobre la que se levantó el actual templo. La escultura manierista data de finales del siglo xvi que fue restaurada en 1722 a expensas del cabildo municipal. Lo escoltan un San Juan Nepomuceno de finales del xviii y un San Juan de Dios tallado por Antonio León Ortega en 1959.

Dependencias anexas[editar]

La sala capitular se encuentra en la tribuna superior de la nave del Evangelio. En ella se conserva un Cristo crucificado de marfil, obra hispano-filipina de la segunda mitad del siglo xvii. Formó parte del plan de altar de la misa que presidió Juan Pablo II en la primera visita de un Papa a Huelva, el 14 de junio de 1993.

Las diferentes dependencias del templo guardan un importante ajuar de orfebrería, con piezas que datan del siglo xvi como un cáliz de plata renacentista o un portapaz de bronce dorado con una imagen de la Piedad. Hay otros cálices de plata de 1610, de 1727 o uno barroco donado por la Condesa de Campo Real. También la reina Isabel II donó un cáliz de plata en 1859.








La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación es la catedral de Málaga, en España. Situada enfrente de la plaza del Obispo, el templo es considerado una de las joyas renacentistas más valiosas de Andalucía. Se encuentra dentro de los límites que marcaba la desaparecida muralla árabe sobre el solar de la primitiva mezquita aljama, el lugar donde los Reyes Católicos Isabel y Fernando ordenaron erigir un templo cristiano a los pocos días de conquistar la ciudad en 1487.

Su proceso constructivo comenzó en 1525 y finalizó en 1782 aunque de forma inconclusa. Las originarias trazas, de estilo gótico, derivaron en un proyecto renacentista en cuyos planos participaron Diego de Siloé y Andrés de Vandelvira. La catedral es una síntesis de estilos arquitectónicos entre los que prevalece el Renacimiento sobre el primer Gótico de la antigua fábrica y los elementos barrocos añadidos desde principios del siglo xviii.

Hasta el año 2012, fue el segundo edificio más alto de Andalucía, solo superado en su torre por la Giralda.1​ La altura de sus bóvedas a nivel español solo es superada por la Catedral de Palma, siendo el templo catedralicio de Málaga, uno de los quince templos europeos con mayor altura en sus naves.

Catedral de la Encarnación
Bien de Interés Cultural
Catedral de Málaga, España.jpg
Vista general
Localización
PaísBandera de España España
ComunidadBandera de Andalucía.svg Andalucía
LocalidadBandera-Malaga.jpg Málaga
Dirección29001
Coordenadas36°43′12″N 4°25′12″O
Información religiosa
CultoIglesia católica
DiócesisMálaga
OrdenClérigo
AdvocaciónJesús de Nazaret
Historia del edificio
Fundación1528
Construcción1528-1782
ArquitectoDiego de Siloé
Datos arquitectónicos
TipoCatedral
EstiloRenacimiento
Año de inscripción3 de junio de 1931
Bien de Interés Cultural
Patrimonio histórico de España
PaísBandera de España España
CódigoRI-51-0000728
Declaración3 de junio de 1931

Historia[editar]

Vista sobre la torre construida y la parte inconclusa

La Iglesia Catedral de la Encarnación de Málaga se comienza a construir en el año 1528 sobre el solar de la antigua Mezquita Mayor o Mezquita Aljama. Parece ser que el afamado arquitecto Enrique Egas, venido desde Toledo en compañía del maestro cantero Pedro López ya emite un primer informe en el año 1528 sobre sus trazas, tres años después de que el cabildo decidiera erigir un nuevo templo, siendo el mismo Pedro López, el encargado de dirigir las obras de la cabecera, diseñada por uno de los grandes maestros de la época, Diego de Siloé.

Después de un período de inactividad, el cabildo hace venir en 1549 a Andrés de Vandelvira, pasando el encargo al año siguiente a manos de Hernán Ruiz II, grandes exponentes ambos de la arquitectura renacentista en Andalucía; y luego a Diego de Vergara, maestro formado en Italia, y a su hijo de igual nombre; quienes trabajan en esta catedral hasta casi el final del siglo xvi. Así, por estas fechas ya estaban en pie la cabecera y la sacristía, y puede decirse que hasta entonces habían intervenido en el magno proyecto en mayor o menor grado todos los grandes maestros del Renacimiento andaluz.

La Catedral fue consagrada el 3 de agosto de 1588. El papa Pío IX declaró la catedral Basílica menor el 13 de marzo de 1855.2​ Por lo que es uno de los tres templos de la ciudad que cuentan con este título, junto a la Basílica de la Esperanza (1998) y al Santuario de la Victoria (2007).

Catedral inconclusa[editar]

A principios del siglo xviii, se retomó la finalización de la Catedral, cuyas obras habían quedado interrumpidas casi un siglo antes. Los arquitectos del momento, entre ellos José de Bada, Antonio Ramos y Ventura Rodríguez administrados por el canónigo racionero Tomás de Unzaga Amézaga y Paniza,3​ aseguraron a los canónigos que, de no terminarse lo ya concluido, el templo corría peligro de venirse abajo. De este modo comenzaron las obras, construyéndose desde la actual fachada hasta el inicio del coro, donde comenzaba la parte ya construida e inaugurada en 1588. Para sufragar los enormes gastos de la obra, la Corona, tras la guerra de Sucesión, impuso un arbitrio o impuesto a los barcos que recalaban en Málaga, exigiéndoles una cantidad por cada arroba de peso que embarcaran. De esta manera, a lo largo de todo el siglo xviii y en especial desde 1776 que se empezó a liberar el comercio con América gracias a la labor de las familias Unzaga, Gálvez y Molina, los trabajos avanzaron con rapidez. A fines de la centuria, se acabaron los presupuestos para terminar la obra ya que los destinó el rey Carlos III a través de los hermanos Ortega Monroy, canónigo y gentilhombre de Su Majestad, y del racionero canónigo Tomás de Unzaga Amézaga a su hermano el gobernador de Luisiana Luis de Unzaga y Amézaga, cuñado de Bernardo de Gálvez, para que se enviaran como ayuda a los estadounidenses que se habían alzado contra Inglaterra para conseguir su independencia. Hoy en día, una lápida bilingüe conmemora este hecho, que promovió en el pasado el hermanamiento de la ciudad de Mobile con Málaga. Esa ciudad americana se ofreció, incluso, a hacer una cuestación para conseguir la terminación de la Catedral en señal de agradecimiento, el resto del presupuesto de los impuestos portuarios se destinaron a rehabilitar los caminos de Vélez MálagaAntequera, traer aguas a Málaga por el acueducto de San Telmo, el inicio del camino de Colmenar y el Monte Pío de la Hermandad de los Viñeros, principalmente para las viudas, huérfanos de las milicias que participaron en la Revolución americana.4​ Así, la Catedral quedó inconclusa. Quedaron sin construir una torre –de ahí su mote de "La Manquita"–, el tejado, la sacristía mayor, la espadaña central, la ornamentación escultórica, etc.

Vista de la catedral desde el ángulo noreste.

El debate sobre la finalización de la Catedral sigue vigente, debido a que además de la inexistencia de su segunda torre5​ y numerosos elementos decorativos, tampoco se construyó la cubierta de las bóvedas, lo que a partir del año 2000 se tradujo en serios deterioros en el interior del templo catedralicio, como desprendimientos en el bajorrelieve de las bóvedas debido a la filtración de humedades que obligaron a cubrirla con redes de seguridad.6​ En el año 2009, se procedió a la primera restauración de carácter urgente de las cubiertas de la catedral por parte de la Junta de Andalucía.7​ En el año 2011, se redacta el Plan Director de la Catedral de Málaga,8​ que llevó a cabo otro arreglo provisional de las bóvedas cerámicas que estaban agrietadas en el año 2015, ya que la restauración del 2009 resultó ineficaz volviendo a producirse filtraciones, convirtiéndolo además en un espacio visitable.910​ El Ayuntamiento, la Diputación y el Obispado de Málaga han pronunciado estar a favor de la finalización de la catedral según los planos constructivos existentes,1112​ para lo cual haría falta la colaboración financiera de la Junta de Andalucía, aunque también se contempla un plan de mecenazgo estimado en 7 millones de euros.1314​ Entre los elementos que se recogen en el plan director, anunciado en noviembre de 2016 por el obispado para su aprobación por la Junta que se presentará de forma pública en una fecha aún indeterminada, se incluye la finalización del frontón, la reparación definitiva de la cubierta que sigue filtrando humedades a las capillas, la balaustrada, la torre y el programa escultórico, además de una posible ampliación de la sacristía que destruiría parte de los jardines catedralicios.15​ El objetivo es tenerla finalizada en el quinto centenario de su construcción después de más de dos siglos con las obras paralizadas, lo que la convertiría en una joya del Renacimiento español.16

Exterior[editar]

Portadas[editar]

El cuerpo central de la fachada está dividido en dos alturas y tres calles separadas por monumentales columnas de orden corintio erigidas sobre altas basas. En el piso inferior hay tres arcos monumentales y en ellos, puertas flanqueadas por columnas de mármol rojizo. La puerta principal se remata con columnas salomónicas. Sobre las puertas hay unos medallones. Los de las puertas laterales representan a los patronos de Málaga, San Ciriaco y Santa Paula, mientras el central representa la Anunciación del Señor, obra labrada en 1743 por el escultor barroco Antonio Ramos.

Las portadas renacentistas del crucero están flanqueadas por singulares torreones con balcones, uno de los mejores ejemplos de cantería malagueña. Dichas portadas contienen una puerta semicircular con arquivoltas sobre capiteles y cuerpo con tres hornacinas, la central de medio punto y adinteladas las laterales, de interesante composición palladiana. La bella Portada del Sagrario, de medio punto entre un orden de columnas, presenta frontón curvo con el escudo episcopal en su tímpano; los muros laterales muestran la grandiosidad de sus contrafuertes rematados por cornisas clásicas y dos cuerpos de ventanas.

Ábside[editar]

Nave central.

El ábside del templo, perteneciente al siglo xvi, es de gran volumen y no podemos observar ninguna decoración, por lo que esto produce un efecto de solidez. En la parte de abajo, encontramos los triples arcos, mientras que en la parte superior, encontramos arcos simples acompañados de ventanas redondas. Por ello, la luz accede muy bien al interior, aunque esta luz es filtrada por unas vidrieras de colores.

Torre norte[editar]

La torre norte se eleva hasta los 84 metros de altura y 92 metros si medimos hasta el arpón.17​ Situada a la izquierda de la fachada principal, sus dos primeros cuerpos tienen las mismas proporciones que las dos alturas de la estructura central. En el tercer cuerpo abre a sus cuatro lados una triple arquería en cuyo interior están las 14 campanas, cuyas 8 principales fueron fundidas por el maestro Francisco Venero en 1784.

La Catedral tiene sus propios jardines y un bello patio de naranjos que recuerda la antigua mezquita.

Interior[editar]

La catedral cuenta con planta rectangular, está compuesta por tres naves, siendo la del centro de mayor anchura que las laterales y todas con igual altura. Sus 41,79 metros, las convierten en las bóvedas de catedral más altas de toda Andalucía.18​ Posee capillas laterales en todo el perímetro de la iglesia salvo los pies, con crucero sensiblemente resaltado, girola y ábside poligonal.

Destaca el Altar Mayor, obra de Diego de Vergara de 1541, semicircular, con sus muros rasgados por altas ventanas superpuestas entre columnas corintias estriadas y cubierta con una bella bóveda nervada. El resto del interior se cubre por espectaculares bóvedas vaídas, decoradas con grutescos y palmas, donde en un alarde de maestría se montan nuevos pilares sobre los ya existentes en el centro del templo para ganar altura, dejando atrás definitivamente el tradicional escalonamiento gótico de las tres naves.

Coro[editar]

Vista del coro.
Los órganos de la Catedral malacitana se levantan por encima de la sillería del coro
Órgano de la Catedral de Málaga.

El coro es una de las estancias más valiosas de la catedral, obra cumbre de la carpintería barroca y uno de los más deslumbrantes trabajos del escultor Pedro de Mena. En el coro, no obstante, trabajaron varios artistas.

En 1633, el cabildo malagueño contrató los servicios de Luis Ortiz de Vargas, que realizó la arquitectura lignaria del conjunto y algunas imágenes. Poco tiempo después José Micael Alfaro realizó las tallas del apostolado y algunos de los pequeños bustos de los santos que rematan la sillería. Los trabajos quedaron interrumpidos debido a su muerte en 1649. José Micael Alfaro dotó de un severo dramatismo a sus imágenes usando recursos manieristas.

En 1658, los trabajos volvieron a reactivarse tras la llegada de Pedro de Mena, autor de cuarenta y dos figuras en altorrelieve adosadas a los respaldos, además de la coronación del coro. La expresividad de manos, el misticismo de las figuras y los gestos de sus esculturas son excepcionales.

Sobre los laterales del coro se alzan los órganos de trompetería horizontal, obra de Julián de la Orden entre 1779 y 1781. Las cajas fueron talladas y diseñadas por José Martín de Aldehuela, en armoniosa composición con el resto del templo. Poseen más de cuatro mil tubos.19​ Los dos órganos son prácticamente iguales, salvo en la longitud de alguno de sus tubos. También se diferencian por el sonido.

El trascoro está presidido por un altar donde reposa una bella Piedad esculpida en mármol por los hermanos Pissanis. En las hornacinas laterales se veneran las tallas de San Juan y María Magdalena, realizadas al igual que las imágenes de las capillas laterales por el escultor malagueño del XIX Salvador Gutiérrez de León.

Tesoro catedralicio[editar]

Decapitación de San Pablo (1887), de Enrique Simonet. Firmada en Roma, la obra fue donada más tarde por el padre del artista a la Catedral de Málaga, donde puede contemplarse en la Capilla de la Virgen de los Reyes.

Varias piezas y obras de arte se localizan en el templo. Entre ellas están el retablo gótico de la Capilla de Santa Bárbara y los sepulcros del siglo xvi de la Capilla de San Francisco, así como valiosas obras de Juan Niño de GuevaraClaudio CoelloAlonso de MenaFrancisco Palma Burgos y Enrique Simonet.

La capilla mayor acoge pinturas manieristas del artista italiano César Arbasia.

La capilla de la Encarnación fue diseñada por Ventura Rodríguez y labrada con piedra de ágata. Muestra un retablo neoclásico de 1785, obra de Juan de Villanueva y tallado por Antonio Ramos y Aldehuela, con esculturas de Salazar y Palomino. Acoge los sepulcros de los obispos Bernardo Manrique y Molina Lario.

La capilla de la Virgen del Rosario acoge un lienzo de Alonso Cano, realizado en 1665, en el que la Virgen entrega un rosario a Santo Domingo.

Visita a las cubiertas[editar]

El 12 de mayo de 2015, tras un proceso de adaptación y construcción de pasarelas, se abrió al público el acceso a las cubiertas de la Catedral, en una visita guiada de aproximadamente una hora, pudiendo disfrutar arriba unos 30 minutos,20​ en la que se puede observar una panorámica de la ciudad incluyendo la Alcazaba, el Gibralfaro y la cubierta y la torre del monumento. En verano también están a disposición visitas nocturnas. Las entradas pueden adquirirse en el Palacio Episcopal, la Plaza del Obispo o en la taquilla de ArsMálaga.21

Cubiertas de la Catedral.

En marzo de 2016, se estrenaron unos nuevos paneles informativos en las cubiertas para informar al visitante.22

Iglesia del Sagrario[editar]

La mezquita aljama de Málaga tenía su puerta de entrada por la actual calle Císter, allí donde se alza la iglesia del Sagrario. Cuando los reyes Isabel y Fernando conquistaron Málaga mandaron convertir el templo islámico en iglesia cristiana. La portada gótica por la que se accede a la iglesia es la obra más antigua del templo. Se cree que fue abierta en 1498 en la base del alminar de la vieja mezquita, bajo el mandato del primer obispo de Málaga, Diego Ramírez de Villaescusa. La portada es una obra maestra del gótico isabelino.

En 1487, los Reyes Católicos tomaron la ciudad y seis meses después la Mezquita-Aljama fue consagrada con la advocación de Santa María de la Encarnación. Sus dimensiones reducidas llevaron a los obispos Diego Ramírez de Vinuesa y César Riario a construir una de mayor capacidad, de la que queda la puerta del muro norte del Sagrario, denominada Puerta del Perdón, de estilo gótico y correspondiente al siglo xvi. El resto del edificio es islámico y mudéjar, aunque sufrió una profunda reforma en el siglo xvii, una vez concluida la primera fase de la actual Catedral de Málaga.

La portada del Sagrario destaca del resto de la fachada. Enmarcada entre pináculos, es esencialmente iconográfica y narrativa, cargada de retablos e indumentaria de la época, según explica el Aparejador de Fábrica de la SI Catedral, Fernando Ramos de Rivas. «Se observa la Virgen a la derecha, y a la izquierda el arcángel San Gabriel. Es cuando el Verbo se hace carne y es muy simbólico. El nombre que los Reyes Católicos dieron a las catedrales tras la Reconquista, de la Anunciación o Encarnación, es un elemento diferenciador respecto al Islam». En las cuatro arquivoltas se ubican los precursores de la Iglesia y sobre la clave del arco está Dios Padre omnipresente con un cetro y una bola del mundo en la mano. A la izquierda se observa el escudo de armas del cardenal Riario y a la derecha el cuño o sello cardenalicio. En la parte superior se esculpieron personajes de la Reconquista, como el cardenal Mendoza con un ángel, a la izquierda; y a la derecha, el primer obispo de Málaga, Pedro de Toledo y Ovalle, quien fuera canónigo de la Catedral de Sevilla y limosnero de los Reyes Católicos, quien aparece « asistido por el apóstol abanderado de la Reconquista, Santiago». Encima del arco se intuye «un pedrusco que era una Virgen de la O, una Virgen en estado de buena esperanza».

La obra se paralizó porque, según el ingeniero Ramos, se dieron cuenta de que estaban construyendo la catedral de Norte a Sur, «cuando todo templo monoteísta se orienta de Este a Oeste; además el estilo ya estaba pasado de é poca, pues en el resto de Europa imperaba el renacentismo». Así, la que iba a ser Catedral de Santa María de la Encarnación se convirtió en iglesia de Santa María, y después en la primera parroquia del centro, hasta que este se despobló y se agregaron a la iglesia de Santiago, adonde incluso se llegó a trasladar el Cabildo cuando las obras de la segunda fase de la catedral la hicieron inhabitable.

Al otro lado de la Puerta del Perdón, en los jardines del Sagrario, que antiguamente era el patio de las abluciones, la fachada esgrafiada muestra signos marianos que en ocasiones han sido malinterpretados. Una piedra solitaria representa otra Anunciación y cerca de la puerta de entrada de uso habitual se localiza el primer reloj de sol de la catedral. Hoy día el Sagrario se considera una capilla más. Dentro se ofician eucaristías bajo las bóvedas de escayola, del arquitecto Zuzurrunzaga, que ocultan la original estructura mudéjar de madera. La cúpula del altar es de traza renacentista con mocárabes barrocos, ya que las últimas intervenciones datan del siglo xviii. Fue entonces cuando se derribó el alminar de la torre, y un siglo después, en 1862, también desaparecieron el seminario y el colegio de seises que estaban adosados a la iglesia. Todavía perdura y se puede ver en un lateral el contorno de su estructura, la cual unía el Obispado a la primigenia catedral.

En ese mismo año, con motivo de una visita de la Reina Isabel II, se eliminó la escalinata del Sagrario en calle Santa María, «porque la caravana real no cabía por el pasaje, y el pórtico parecía un retablo colgado en la pared», aclaró Ramos. La escalera de piedra no volvió a colocarse hasta 1954, pero el tránsito de coches dificultaba el paso de peatones. En los años 90 la alcaldesa Celia Villalobos cerró al tráfico definitivamente la calle.

El Sagrario y todo el conjunto catedralicio, levantados sobre los cimientos de tanta historia, «incluidos, se piensa, los restos de una iglesia visigótica», son Bienes de Interés Cultural. La portada sufrió una restauración en el siglo xix con microceras calientes que han inundado la piedra, también erosionada por la humedad, ya que bajo los cimientos discurre además un río subterráneo procedente de Los Montes. En 2020, durante una serie de sondeos que se estaban llevando en los cimientos del templo, se descubrieron restos paleocristianos, lo que certifica la presencia cristiana en las inmediaciones de la catedral desde muy temprana fecha.

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